—Antes de que comience a gritarme— dijo Yoongi levantando las manos en forma de rendición mientras caminaba por la cancha hacia donde estaba Choi mirándolo enfurecido —Creo que en el partido me lesioné el hombro, no lo puedo levantar sin que me duela.

El entrenador relajó su expresión —¿Te revisó la enfermera de tu área?

El pelinegro negó con la cabeza, buscando alguna excusa rápidamente, pensaba ir antes de presentarse al entrenamiento, pero la llegada de Jimin provocó que eso fuera imposible —Estaba pensando en ir mañana, hoy no pude por un ensayo escrito que debía entregar antes de venir aquí— mintió.

Choi asintió con la cabeza sin darle mayor importancia. —Sería bueno que hoy solo vieras el entrenamiento— le dijo —Si tu hombro está lesionado no quiero sobre-exigirte.

Yoongi sonrió de medio lado, el entrenador podía ser un poco idiota en algunas ocasiones, e incluso no solía tener piedad con sus oídos. Pero dentro de toda esa masa gigante de grasa y músculos, el pelinegro sabía que Choi buscaba lo mejor para cada uno de ellos. —Gracias.

Pasó por su lado hasta llegar a la banca del equipo, donde se encontró con las prendas de sus compañeros esparcidas por todo el lugar, cuando tenían que cambiarse en los vestidores eran iguales, parecía una habitación compartida. Dejó su morral en el suelo y se sentó en el espacio vacío a descansar, el pómulo derecho aún le dolía producto del golpe que se dio contra el suelo en el partido, pero por fortuna no le quedó ningún moretón. Taehyung lo saludó desde uno de los aros, sonriendo travieso y haciendo muecas de amor, insinuando que había visto lo que sucedió hace unos segundos con Jimin, Yoongi solamente le mostró el dedo del medio y lo ignoró, dispuesto a sacar la tableta de su bolso para seguir editando el archivo de marketing que debía entregar en una semana más.

Y en eso se pasó casi media hora, oyendo los gritos de Choi y el rebotar de los balones contra el suelo de la cancha, disfrutando de los gestos de sufrimiento que hacían sus compañeros para intentar hacerlo reír, ser el capitán de ese equipo era algo de lo que Yoongi jamás estaría arrepentido. Unos minutos después, por el rabillo de su ojo notó que la puerta principal de la cancha era abierta, extraño, subió su mirada pensando que quizás se encontraría con Jimin, y sí, pero también venía acompañado por el presidente del Centro Estudiantil, Jeon Jungkook, ese crío tenía un aura peculiar, era de pocas palabras, muy educado y demasiado tímido, pero curiosamente logró ganarse la aprobación de casi toda la universidad. Yoongi no participó de las elecciones porque realmente no le interesaban, pero estaba conforme con tener a ese chico de representante.

Cerró el archivo que había estado editando y guardó la tableta en su morral para ir a recibir a sus menores, los vio bajar por las escaleras de las gradas mientras conversaban animadamente, casi coqueteando, hasta llegar donde estaba él —Buenas tardes, Yoongi hyung— lo saludó Jungkook con una leve inclinación —El Centro de Estudiantes le envía felicitaciones por su desempeño como capitán.

«Demasiada formalidad» pensó Yoongi frunciendo el ceño, no estaba para nada acostumbrado a eso, nunca se había rodeado con los altos mandos, ni de la universidad ni de los estudiantes. Alguien que le diera un manual sobre como responder, por favor.

—Jungkook-ah me preguntó donde podía encontrarte— dijo Jimin con simpleza, notando que su mayor se había quedado trabado y sin palabras —Tiene que hablar contigo por lo de la fiesta y eso, así que lo traje hasta aquí.

Al oír aquello, Yoongi juntó las piezas y pudo reaccionar —Toda la razón— levantó su índice y le dio una sonrisa de gomita para disculparse —Dame un segundo, llamo a los demás y podremos conversar sobre la fiesta.

Vio a Jungkook asentir algo confundio, pero aún así, se dio la vuelta y llevó sus dedos a la boca para silbar lo más fuerte que sus pulmones le permitían, llamando la atención de sus compañeros y dejando adoloridos los tímpanos de sus menores, debía trabajar en el manejo del volúmen. Les hizo una seña para que se acercaran, e incluso Choi entendió el llamado.

—¿Qué sucede, capi?— preguntó Bangchan al llegar con un balón en la mano, todo sudado y cansado, pero sin dejar de sonreír entusiasmado. —¿Tendremos fiesta?— preguntó al ver al presidente allí

Yoongi le golpeó el hombro para que se ordenara y negó con la cabeza, Bangchan era el más emocionado con la victoria de la competencia, porque sabía que todo se traducía a una fiesta. Minki y Taehyung fueron los últimos en acercarse, el castaño sonriendo feliz de ver a su amigo.

Jungkook sonrió nervioso al encontrase prácticamente rodeado de personas que recién estaban saliendo de un entrenamiento físico, la sudoración de su piel sólo los hacía ver más atractivos de lo que ya eran -al menos a su parecer- no por nada casi toda la población femenina de la universidad adoraba las competencias —Bien, es un agrado para mí anunciarles de parte de todo el Centro Estudiantil que la fiesta que se les debe ya inició su preparación— él pensaba hablar solamente con Yoongi, pero ya le habían advertido que su mayor no tomaba ninguna decisión si no se les anunciaban las cosas a todo el equipo, así que su técnica para evitar el nerviosismo había fracasado —Dentro de la fiesta habrá un espacio para la ceremonia, donde se les entregarán las medallas de oro a cada uno de ustedes.

—¿No será una Copa?— preguntó inocentemente Woojin.

—No, las copas se otorgan en los campeonatos, esto solo fue un partido amistoso, una competencia de menor nivel— le respondió Jungkook —Aunque muy dolorosa por lo que pude ver.

Bangchan rodó los ojos —Ni lo menciones.

—¿Podemos traer invitados?— inquirió Minki, acomodándose el cabello detrás de las orejas.

Jungkook carraspeó, tratando de controlar la lluvia de preguntas —La fiesta está pensada para ustedes, así que sus invitados serán bienvenidos, solo tendrán que notificarlo en estas entradas— se quitó el morral que colgaba de su espalda y sacó del interior ocho sobres amarillos, uno para cada integrante del equipo de baloncesto, incluyendo al entrenador —El resto de la Universidad que quiera asistir tendrá otro tipo de entrada, esta es exclusiva de ustedes.

—Ulalá señor francés— murmuró Taehyung al recibir el sobre en sus manos —Cuanta elegancia— la mayor parte del equipo rio divertido al escuchar esa ocurrencia salir de la boca del castaño, se esperaban de todo menos ese tipo de comentario.

—¿Y cuándo será?— cuestionó Yoongi dándole las gracias con una leve inclinación. Miró disimuladamente a su menor y no pudo evitar sentirse tímido,  Jimin se veía malditamente sexy con traje, era el único que se distinguía de ellos, porque los demás vestían ropas comunes y corrientes.

—En tres días, viernes por la noche.

Bangchan dejó caer el balón y festejó en su lugar como si hubiera música sonando en el ambiente, el resto del equipo solo lo ignoró y le dio las gracias al presidente para luego ir a la banca y guardar los sobres en sus bolsos, después de todo, debían seguir con el entrenamiento, aún les quedaba casi una hora para poder irse a casa, y eso Choi se los hizo saber apenas se llevó el silbato a la boca, ordenándoles que volvieran a lo que estaban haciendo antes de ser interrumpidos.

—Si necesitan ayuda con algo solo me buscan— dijo Yoongi —Soy del área humanista, edificio dos.

—Ohh— el reconocimiento surcó el juvenil y atractivo rostro de Jungkook —¿Estudia algo relacionado con Ciencias Políticas?

—Relaciones públicas— aclaró el mayor con una sonrisa, el ambiente ya estaba menos tenso, aunque Jimin parecía una planta al lado del menor, no había emitido palabra alguna salvo para ayudarlo a salir de la situación incómoda de hace un momento —Gracias por esto— dijo levantando el sobre en el aire.

Jungkook le devolvió la sonrisa e hizo una leve inclinación para despedirse ambos —Ya debo irme, una reunión con los demás representantes me espera— acomodó el morral en su espalda y luego de que ambos se despidieran de él, comenzó a caminar hacia la salida, por donde mismo había entrado con Jimin.

Yoongi soltó el aire de sus pulmones que había estado conteniendo y miró el sobre en sus manos —Necesito un manual para hablar con las personas— murmuró entre dientes mientras caminaba de vuelta hacia la banca y le hacía una seña a Jimin para que lo siguiera.

—No exageres— respondió divertido su menor —Me gusta verte así.

Yoongi se quedó estático en su lugar al oír eso —¿Así cómo?— metió el sobre en su bolso distraídamente y se dio vuelta, encontrándose con la mirada castaña de Jimin.

—Así— le respondió encogiéndose de hombros —Tímido. Cuando te conocí...bueno, cuando te hablé, tampoco sabías que decirme. Creo que es lo que me gusta de ti.

—¿Te estás oyendo, Park?— preguntó Yoongi pestañeando repetidas veces ¿acaso se le estaban confesando en medio de un entrenamiento? —Estás diciendo que te gusto.

Jimin sonrió, mostrando el precioso eye-smile que adornaba su rostro —Creo que eso es lo primero que debí haberte dicho— se acercó a Yoongi y le dejó un suave beso en la mejilla, provocando que el tono rojizo se apoderara de ellas —Pero bueno, es parte de la historia que aún debo contarte.

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Subiré otro cap dentro de la semana ❤