Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18. ¡HEY, CAPITÁN!

— ¿Cuando seas capitán que pasara? ¿Pondrás una máquina expendedora en el gimnasio? ¿Una exhibición de osos? ¡Uh, mejor, deberías poner una fábrica de algodón de azúcar y quitar los impuestos!

— Seré capitán, Arima, no presidente.

— ¡Pero eso es aún más increíble, nadie quiere ser presidente!

Hitoshi rodó los ojos con diversión. Arima parecía más emocionado por su nombramiento que él mismo. No podía imaginarse como actuaría cuando llegara su día de ser nombrado capitán.

— Oh, ahora que lo recuerdo, te compré un cactus como regalo, ¿vamos a mi casillero por el?

— ¿Un cactus?

— Si, según Inasa, regálate una gallina "no es correcto"

— Me lo entregas después ¿si?, ya vamos tarde al entrenamiento.

— ¡Pero morira en mi casillero!

— Los cactus son resistente, no creo que muera por un par de horas en tu casillero.

— ¡Vamos, cap!

— Al unico lugar que iremos sera al gimnasio.

— Espera, mejoa vayamos a comprar algo a la cafeteria.

— Acabas de comer.

— O vayamos a-

— No podemos atrasar el entrenamiento cuando estamos tan cerca del partido contra Ryonan.

— Pero...

Hitoshi dejo de prestar atención a las palabras del menor cuando a lo lejos, tan solo a unos metros del gimnasio, vislumbro una conocida cabellera rubia.

— ¿Denki?

— ¡Hitoshi, vallamos a-!

Ignoro a Arima y caminó hacia Kaminari.

¿No había dicho que no podrían verse ese día?

¿Y por qué estaba hablando con Inasa?

— Gracias por tu ayuda, Inasa, nos vemos luego.

— Claro. Adiós, Denki

¿Qué carajos estaba pasando?

— Hola Den-

— Adiós Shinso

— Espera, ¿ya te vas?

— Si, tengo cosas que hacer

— Pero-

Kaminari esquivo su mirada y Shinso entendió que el ultimo lugar en donde quería estar era ahí.

Y el no podía obligarlo.

No podía seguir reteniéndolo.

— Ve con cuidado ¿si?

—Lo haré, gracias.

Y se fue.

Hitoshi lo miro hasta perderlo de vista y luego se giro para pedirle explicaciones a Inasa pero para su sorpresa su compañero ya se había desvanecido.

Suspiro cansado de no poder comprender todo lo que sucedía a su alrededor por los últimos días.

Volvió a mirar al frente y pudo ver a su mejor amigo caminando hacia el.

— Hola. —saludó Monoma.

— Hola.

— ¿Fue mi imaginación o vi al cargador portátil por allá? —señaló.

— No es tu imaginación, si era el.

— ¿Y a que vino?

— No lo se.

— ¿Y ya se va?

— Si.

— ¿Enserio? —Neito lo miró buscando algún indicio de mentira pero el semblante decaído de su amigo indicaba lo contrario— ¿Le pediste que se quedara?

— Dijo que tenía cosas más importante que hacer.

— Toshi... ¿No le dijiste que hoy te nombrarían capitán?

Volvió a guardar silencio.

Monoma no necesitaba otra respuesta.

— Iré a buscarlo y le avisaré.

— No, no es necesario.

— Pero-

— No quiero obligarlo a estar en un lugar donde no quiere. Déjalo ir

— ¿Ustedes dos están peleados?

— No lo se; creo que hice algo que lo molesto y no me di cuenta. —sonrió con tristeza. En su pecho algo dolía—. Ya te lo había dicho antes... no puedo seguirle el ritmo.

Ellos dos, siempre irían a un ritmo distinto.

— Felicidades, capcapitan. —le dijo Inasa dándole una palmada en el hombro.

— Gracias.

— Oficialmente eres el capitán de este loco equipo; no te arrepientas.

— Intentaré no hacerlo.

Su compañero le dedicó una sonrisa y una última despedida antes de salir de los vestidores e irse.

El entrenamiento había terminado y como siempre, Shinso era el último en irse.

En el vacío vestidor inundaba el silencio y aunque un par de horas atrás había sido nombrado oficialmente líder del mejor equipo de basquetbol de la prefectura su ánimo no podía estar más por los suelos.

Monoma también se había ido una hora atrás pues solía aburrirse en los entrenamientos si no tenía a nadie con quien hablar, así que después de terminarse la batería de su celular jugando Hi, day!* se había despedido y se había marchado.

Estaba solo y aunque en el pasado no le hubiera importado la presión en su pecho y el silencio en el lugar le hacían sentir raro.

Se apresuró a ducharse, cambiarse y guardar sus cosas, mirando por unos minutos más la fotos que colgaba del interior de su casillero.

Denki.

En la fotografía un pequeño Shinso y otro pequeño Kaminari veían el partido frente a ellos sin darse cuenta de la cámara que capturaba el momento. Hitoshi con los ojos brillantes y la mirada atenta veía la cancha mientras Denki sin entender nada pero con una sonrisa feliz se levantaba en las puntas de sus pies para ver más allá de la barra de seguridad.

Había sido la primera vez que había visto un partido en vivo y la primera vez que quiso pararse a jugar en una cancha.

Y Denki estuvo a su lado.

Maldición, debería de dejar de pensar tanto.

Tomó sus cosas y salió del lugar para caminar hacia su casa.

Iba a mitad de camino cuando un mensaje hizo vibrar su celular.

"¿Podemos hablar?"
"En persona, me refiero"

Releyó el mensaje de Kaminari un par de veces y luego envió un breve "si" para segundos después recibir una repuesta del rubio.

"¿Puedes venir a mi casa?"

Contestó con un "Claro, te veré ahí" y siguió con su camino, obligándose a cantar en su mente las canciones que se reproducían en sus auriculares para no pensar en lo que le esperaba al llegar a su destino.

Pero al fin de cuentas no podía detener el tiempo y pronto se encontraba delante de la casa de Kaminari respirando profundo y tomando el valor para tocar el timbre.

Escucho como el sonido del timbre hizo eco dentro de la casa y segundos después la puerta se abrió.

— Hey, capitán.

— Hola Den.

— Ven, pasa.

— Gracias.

El menor se hizo a un lado y el mayor paso, viendo la única lampara que alumbraba el lugar a un lado del sofá.

— ¿Están tus-?

Y algo estalló.

Literalmente.

Se escuchó una pequeña explosión y una lluvia de confeti cayó sobre el.

Las luces se encendieron, un montón de personas salieron de sus escondites y otro par de bombas de confeti estallaron.

Y Shinso sintió sus neuronas fundirse.

— ¡Sopesa! —gritaron todos al uníson.

Si, definitivamente, algo se había fundido en la cabeza de Hitoshi.

— Felicidades, rata eléctrica, lo mataste.

— Callate, serpiente oxigenada.

— ¿Y si le echan agua?

— No van a ahogar a nuestro hijo.

— Concuerdo con sus padres, no tengo tiempo para buscar otro capitán.

— ¿Y si lo golpean?

— ¿En que universo esa es mejor idea que echarle agua?

— Solo era una opción.

— ¿Sigue respirando?

— Creo que si... o eso espero.

— ¿Y si-?

— ¿¡Que hacen ustedes aquí!?

— ¡Despertó! —el rubio suspiro con alivio—. Dios, Toshi, nos asustaste.

— Lo siento, pero es que no entiendo lo que sucede.

— ¡Es tu fiesta sorpresa!

— ¡Eres oficialmente el capitán de Shohoku, amigo! Es algo que celebrar—apoyo Tamera, otro de sus compañeros de equipo.

— Pero no necesito una fiesta.

— ¿Bromeas? Este equipo sería un desastre sin ti. —dijo Inasa, recibiendo un asentimiento de todo sus compañeros como apoyo.

— Hitoshi, solo finge que tienes corazón por un día y acepta la fiesta. —pidió Monoma.

Shinsou sonrió.

Miró a Denki y también estaba sonriendo.

No supo si su corazón se detuvo o se aceleró.

Y tampoco se detuvo a pensarlo.

— Gracias a todos; prometo esforzarme

— ¡Esa es la actitud!

La música subió de volumen, las risas y felicitaciones no se hicieron esperar y pronto todo se convirtió en una verdadera fiesta.

Hitoshi reconoció entre las personas de la fiesta a su equipo, su entrenador, los padres de Kaminari -quienes lo asfixiaron en un abrazo y lo felicitaron más de una vez- sus propios padres, algunos amigos de Denki, otros conocidos de equipos contrarios y a sus dos rubios favoritos.

Agradeció los buenos deseos de su entrenador y dejó que el hombre fuera a conversar con el resto de los adultos para después mirar al rubio que no se había separado de su lado desde el momento en que llegó.

— ¿Por esto estabas tan rato?

— ¿Yo, raro?  ¡Por supuesto que no!

— Denki

— Un poco, tal vez. —admitió.

Shinsou volvió a sonreír y sin poder evitarlo atrapó al menor en un abrazo.

Sintió el cuerpo de Denki temblar bajo su tacto y sus manos corresponder la acción. No quería soltarlo.

— Me asuste demasiado. —confesó sin romper el contacto.

— ¿Te asusté?

— Si, pensé que estabas molesto conmigo o que me odiabas.

— ¡Eso es imposible, Toshi!

— Pues lo hiciste parecer posible. —respiro, asegurándose de que el olor de canela y manzanas que llevaba encima Denki ese día inundara por completo su ser—. Me debes una explicación.

— Hay mucho ruido; puedo explicarte luego.

— Podemos salir al patio.

— Eso estaría mejor.

Se separaron a pesar de no quererlo, cruzaron la casa esquivando gente y llegaron al patio.

Kaminari cerró la puerta corrediza que separaba el resto de la casa y se sentó en el escalón junto a Shinso.

Su patio era una porquería a comparación del de Hitoshi y su mini cancha, sin embargo, para Shinso parecía suficiente, pues la sonrisa no se borraba de su rostro.

Y algo dentro del pecho de Denki le advirtió que algo pasaría esa noche.

Bueno o malo, pasaría.

Hi, Day! Es un juego que trata sobre una granja virtual, me parece que por un tiempo fue muy famoso además de que llegaba a ser adictivo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro