— ¡Denki! —la voz de Mina lo sacó de sus pensamientos, su amiga llegó hasta él y lo abrazó; Kaminari no pudo evitar regresarle el abrazo— ¿Cómo está mi rubio favorito?

— Con sueño.

— Lo noto. Hoy estuviste toda la clase perdido, ¿alguna razón especial por la que no dormiste bien?

— Estuve viendo algunos partidos de basket; ayer asistí al entrenamiento de Hitoshi y su entrenador me explicó muchas cosas que desconocía, cuando vi un partido oficial pude entenderlo mejor y ver todo desde un nivel más profesional.

— ¿Aún sigues con eso del basketball?

— Si, eh avanzado mucho. —sonrió con orgullo.

— No lo dudo, Den, pero te estás esforzando demasiado por una tonta apuesta. Nadie te culpará por perder contra el capitán del equipo, después de todo él te gana en experiencia y condición física, no hay mucho que se pueda hacer.

— Yo me encargaré de la apuesta, no te preocupes por ello ¿si?

La chica lo miró desconfianza pero cedió.

— Bien, pero dime, ¿cual es el premio? Porque si son unas vacaciones a Hawái me declaro tu coach personal en este instante.

Kaminari se obligó a sonreír.

— Lamento decepcionarte, querida amiga, pero Hawái no está incluido en el premio.

— ¿Entonces?

— Nada que deba preocuparte. Una tontería en realidad.

— Vamos, Den, dime de que se trata.

— Nop.

— Por favor, por favor, por favor, por favor.

Denki comenzó a dudar ante la insistencia de la chica, pero las estrellas parecieron alinearse a su favor cuando el novio de su amiga los llamó a lo lejos para que se reunieran con el resto de sus amigos.

— De está no te salvas, Kaminari. —amenazo.

Denki le sonrió y asintió, rogando en su interior para que se olvidara del tema por el resto del día.

"Tendrás la opción de dar pelea"

Eso le había dicho Hitoshi al principio de esa gran travesía, y justo ahora suplicaba porque tuviera razón.

— ¡Y eso fue una finta! —señaló la pantalla después de poner en pausa el video. Hitoshi sonrió ante la emoción del menor por poder reconocer algunos de los movimientos en un partido.

— Si, así es.

— Y mira, mira. —volvió a reproducir el video.

Shinso no pudo evitar reír ante la emoción infantil de Denki por mostrarle todo lo aprendido. Kaminari parecía demasiado satisfecho con su propio esfuerzo y eso no podía hacer más feliz a Hitoshi quien después de verlo degradarse a sí mismo demasiadas veces, le enorgullecían los momentos donde Kaminari brillaba por sí mismo.

— Ese fue un pase picado ¿verdad que si? El entrenador Takagi me lo explicó cuando ustedes estaban entrenando.

— Efectivamente, es un pase picado. Al parecer aprendiste demasiado ayer.

— ¡Lo hice!

— Bien, nos quedan dos semanas, así que, ¿qué te parece si te enseño a hacer una finta? Puedes ganar una buena ventaja si sabes manejarlas y ocultarlas.

— ¿Enserio?

— Si, ya mejoraste el bote y eres más ágil con el robo; mientras empezamos con otra técnica podemos mejorar en la practica las dos que ya sabes.

— ¡Hay que hacerlo!

— Hoy estás muy animado ¿eh? — se levantó del escalón donde se encontraba sentando, tomó un balón y caminó a la cancha.

— El mejor equipo del universo debe tener los ánimos altos.

— ¿No eras tú el que estaba lloriqueando el otro día porque no sabías deletrear "basketball"?

— ¡Hitoshi!

El mayor rió ignorando el puchero del rubio y pasándole el balón.

— Intenta anotar una canasta desde ahí.

— ¿Desde aquí?

— Si, inténtalo.

Denki se encogió de hombros, lanzó el balón como Shinso le había enseñado desde el principio, y como aun no era muy bueno anotando, el esférico naranja pegó con el aro y rebotó al otro lado del patio.

— Al menos esta vez no te golpeaste la cara.

—  Es un avance.

Hitoshi volvió a tomar el balón botándolo y caminando hacia el menor.

—  Como será un partido uno contra uno no tiene sentido enseñarte fintas de pases porque no habrá nadie a quien se la pases, — explicó— por eso, la finta que más te servirá será esta — Shinso boto un par de veces el balón y luego miró a Kaminari directo a los ojos.

Denki tembló ante la mirada.

Cuando Hitoshi jugaba tenía una mirada feroz.

La cancha era su hábitat y el solo era un intruso.

—  Intenta bloquéeme, recuerde cómo hacerlo ¿no?

Asintió, sin atreverse a hablar.

Shinso siguió botando el balón ahora con un ritmo más veloz pero no imposible de detener; comenzó a moverse hacia la canasta y Denki lo siguió de cerca, sin perder de vista el balón y los movimientos del mayor.

Cuando Hitoshi se estiró para anotar, Kaminari lo siguió como una sombra.

Pero cuando menos lo noto, el balón ya había encestado en el aro.

—  ¡Eso es brujería, Toshi! Te dije que dejarás de juntarte con la maldita bruja de Monoma.

—  ¿Deben de pelear aún estando separados?

—  Es nuestra naturaleza ¡pero no cambies el tema! ¿Como has hecho eso? ¡Brinque justo a tiempo, tuve que bloquearlo!

—  Esa es una finta de tiro. — explicó— . Como ya sabes, hay distintos puntajes en el basketball dependiendo desde donde anotes — Denki asintió recordando la teoría que había aprendido desde los primeros días—. Primero debes de dirigirte al lugar con más puntaje, si no puedes solo hazlo desde cualquier punto, pero es preferible que te acerques a donde más beneficio tengas; después, finge que vas a realizar el tiro, así tu contrincante se estirará para bloquearte, en ese momento deberás liberarte del bloqueo y lanzar de verdad.

—  ¿Entonces es cuestión de segundos?

—  Si, si saltan al mismo tiempo se posicionan a una altura similar y el tiro se bloquea con facilidad, pero en esta finta el bloqueador brinca antes, por lo cual no tiene nada que bloquear y el jugador puede encestar.

—  ¡Eso es magia!

— Las fintas son engaños, debes aprender a jugar con la mente de tu adversario y hacerle pensar lo que tú quieres que piense; hay muchas fintas que te pueden ayudar, pero mientras controles y aprendas está ya tendrás una ventaja.

—  ¿Y como hago eso?

—  Practicando, si practicas la finta de tiro también practicará tus canastas por obviedad, es matar dos pájaros de un tiro.

—  No quiero matar pájaros.

—  Solo es un frase, no mataremos pájaros.

—  Oh, que bien.

— Bien, pero eso no es todo, debemos trabajar en tu lenguaje físico. Debes de ser menos predecible, convencer al oponente que harás una cosa cuando en verdad piensas hacer lo contrario.

—  ¡No soy predecible!

—  Si lo eres.

—  Claro que no.

— Niño, no sabes mentir ni disimular, eres obvio en cada célula de tu cuerpo, no hay manera de que engañes a alguien.

— ¡Claro que no!

— Pruébalo.

— ¿Cómo?

Justo cuando Shinso estaba por responder su celular abandonado en el escalón frente la puerta sonó.

— Es la bruja malvada. —dijo Denki viendo la pantalla iluminarse con una llamada entrante de Monoma.

Hitoshi rodó los ojos y tomó el celular, sonriendo antes de contestar la llamada.

—  Ya se. —el rubio lo miró confundido— Engaña a Monoma.

— ¿Qué?

— Neito es el ser más perspicaz, engañoso y difícil que conozco. Si logras mentirle a él entonces tu mente estará lista para engañar a cualquiera, y si tú mente lo está tu cuerpo también.

Sin dejar que el menor respondiera contestó la llamada telefónica caminando al otro lado de la cancha para que ambos rubios no se pusieran a pelear a distancia.

Denki se sentó en el escalón bufando y sosteniendo su cara entre sus manos con los codos apoyados en las rodillas. Shinso lo había dicho, tenían dos semanas hasta el día del partido y debería de aprender lo más que pudiera sobre el deporte para acercarse cada vez más a ser un contrincante digno.

Tenía que hacer todo para ganar, porque de lo contrario...

— No. —negó, absteniéndose siquiera de pensar en ello—  Bien, si tengo que domar a esa serpiente lo haré.