15
Durante el camino no se mencionaron nada el uno al otro. Ya que después de todo, su relación se había basado en que Taemin lo molestara por sus defectos.
—¿Es aquí?—El contrario asintió, tocando sus bolsillos para revisar si no se le había caído algo importante mientras corría hasta la entrada del cine—Es bastante grande, sin duda me gustaría estudiar aquí.
Él ya había cambiado, de esa forma no habría porque preocuparse sobre si quería estudiar en el mismo lugar, además, seguirían con su vida por caminos diferentes.
—Si te agradan las facultades que están aquí puedes enviar tu solicitud en el periodo de reinscripción, tal vez aún haya una oportunidad—Ya al comprobar que tenía todo lo que había llevado consigo, intento abrir la puerta, pero ésta aún contaba con el seguro.
—Gracias por la sugerencia. Más allá de esto, quiero hablar contigo de forma breve, de verdad quiero disculparme si alguna vez te dije algo que no debía, era demasiado inmaduro y tonto para entender las cosas, y que a la larga afectarían psicológicamente a alguien, o sea a ti.
—Esta bien, te perdono, ambos éramos niños, fue hace mucho tiempo...
Taemin sacó su celular, y Jimin estaba seguro que para revisar la hora no era.
—¿Puedes pasarme tu número? Así puedo enmendar todo lo que hice.
—¿De qué forma? Creo que no hay nada que me debas o se pueda enmendar, pude superar todo eso con el pasar del tiempo.
—¿Al menos podemos reestablecer contacto? Ser amigos.
El rubio no sabía con exactitud que cosas pudiera estar pasando en aquel entonces, si sus padres se habían divorciado o si había terminado con su novia.
De a poco le dictó su número, así que tuvo una reacción inmediata por parte de Taemin, después de eso pudo escuchar como el seguro de la puerta era desactivado.
Algo que debía aceptar, es que eso lo hizo sentir presionado.
Pensar que si no le hubiera pasado su número, no lo habría dejado salir.
—Espero que volvamos a encontrarnos pronto, cuídate, y gracias por traerme de vuelta—El mencionado asintió, despidiéndose mientras agitaba su mano, alejándose en el auto.
Bien, la idea principal de salir con una chica había salido pésimo, ya que ahora que recordaba, había pasado uno de los momentos más vergonzoso de su vida, y peor, al lado de YoonGi.
Taehyung se encontraba en las gradas de las canchas, no había sido difícil saber a que hora el equipo iba a practicar. Esa información podía encontrarse en la descripción del grupo de fans que tenían.
Fue en un abrir y cerrar de ojos cuando ellos ya habían llegado, y desde luego comenzado a jugar.
Divisó entre todos a Jungkook, quien desde la mención de Rosé, no le había agradado para nada.
Sin duda sabía que si no hacía algo para evitar que se acercara a ella, no tendría oportunidad contra él.
Había pasado media hora para que el entrenador les diera unos minutos de descanso, fue ahí cuando aprovecho y bajo las gradas de forma que evitará tropezarse con cada uno de los escalones, temía que si tardaba más de lo esperado, iban a a llamarlos para regresar a su entrenamiento.
Tras correr hasta donde estaba, notó que durante aquel transcurso, Jungkook lo miraba mientras tomaba de su agua.
Al llegar hasta en frente suyo, tomó aliento.
—¿Quieres agua?
—No—Musitó, aún manteniéndose levemente agachado, soltando un suspiro—No quiero nada de ti.
—¿Y eso por qué? Parece que estás por colapsar, si tan sólo corriste menos de un minuto para llegar hasta aquí—Dobló sus rodillas para colocar sus manos en éstas, quedando a su altura—Tu cabello es un desastre.
—¡Eso no te importa! Vine aquí para hablar contigo sobre algo—Al ver la posición en la que estaba, pretendía que era para burlarse de su baja estatura—No seas ridículo, tampoco necesitas hacer eso para verme. Puedes seguir haciendo tus estiramientos o lo que sea, pero escúchame.
—Quiero mantenerme así, es un calentamiento.
Sí, claro que lo era.
—Cómo sea. ¿Conoces que Rosé?
—¿Rosé?—Intentaba recordar entre tantas chicas que solían llevarle bocadillos a final de sus entrenamientos—Ella me deja cartas en el casillero, es buena escribiendo.
—Pues no es para ti—El contrario ladeo la cabeza, no parecía estar ententiendole en lo absoluto—Me gusta.
—¿Y qué quieres que yo haga al respecto?
—Que dejes de recibir sus escritos, quiero estar con ella, contigo en el camino estoy seguro de que se fijara más en ti que en mí—Eso lo mantenía preocupado, a pesar de que lo más seguro era que ellos jamas habían hablado antes, Rosé mantenía la esperanza de que estuviera funcionando debido a que Jungkook si tenía sus cartas, y por obviedad las leía.
—¿Por qué no simplemente le dices lo que sientes?—No obtuvo respuesta de ello—¿Eres demasiado tímido, verdad?
Taehyung al ver aquella sonrisa ladina que adornaba su rostro, maldijo a lo bajo.
—No lo soy, pero apenas somos amigos—Lo peor es que cada que intentaba acercarse o darle algún cumplido, ella de forma inmediata lo relacionaba con Jungkook—Si no te gusta, simplemente deja de leer sus cartas como si te importará.
—¿A que te refieres? ¿No puedo tener fans? Si nunca le he respondido es porque en efecto, no me atrae. En ese caso, si te molesta tanto todo esto, iré a decírselo yo mismo—Se reincorporó, dirigiéndose a la entrada a pasos lentos, para que Taehyung tuviera tiempo de alcanzarlo.
—¡Espera!—Nuevamente se colocó en frente suyo, ahora esperando a que se detuviera—¿Por qué te es tan difícil entender lo que te pido?
—No seas tonto, si te gusta tanto, deberías ir tras ella e intentar con otra cosa que no sea pedirme algo como esto.
—¡Eres tan desesperante!—Creyó que podía lidiar con él, sin embargo, todo estaba yendo por el contrario de bien.
Jungkook pasó su mano por la nuca de Taehyung.
—Aunque tu cabello está alborotado por correr, ahora que lo siento, es suave.
Taehyung al ver su cercanía, lo empujó como pudo para alejarlo de su espacio.
—No te atrevas a tocarme de nuevo—Se dio la vuelta, casi chocando con la entrada principal de las canchas por lo ido que había estado durante toda la conversación.
Lo había hecho sentir tonto, pequeño, desesperado, molesto. Una combinación de todo eso con lo que le hizo en el cabello, sin duda quería golpearlo en el rostro.
Se mencionaba a si mismo lo mucho que estaba odiandolo en esos momentos, a la vez que caminaba más lejos del lugar.
Tocó su rostro para revisar el porque se sentía cálido.
Y esque éste estaba completamente rojo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro