YoonGi le comentó sobre hacer algo de comida. Tampoco tenía mucha hambre, pero asintió ante ello sin mucha importancia mientras seguía leyendo el guión, ya tenía un par de cosas subrayadas para cambiarlas en cuanto tuviera tiempo.

Al verlo adentrarse en la cocina, miró a sus alrededores nuevamente, intentando localizar alguna tapa color negra, dudaba mucho que la dejará justamente en la sala cuando sabía que iría, por lo que esa opción estaba descartada.

Quizá la encontraría en su habitación, pero ni de broma podría entrar sin que él no se diera cuenta.

Pensaría en una manera en cuanto los ensayos fueran más frecuentes, no le apetecía verlo diario, sin embargo debía practicar y por consiguiente intentar conseguir su cuaderno.

No estuvo más tiempo solo, el pelinegro llegó a su lado entregándole un plato lleno de ramen.

Se seguía preguntando porque era amable con él. Si quería vengarse por lo que le había hecho en aquel partido, siendo realista pudo haber sido más fácil para él darle una paliza, no se quejaba de que fuese diferente, pero eso lo hacía pensar cada que lo veía a los ojos y no notaba ninguna mala cara o semblante tenso.

Sin hacer preguntas tomó el plato para comenzar a comer, agradeciéndole en breve.

—El ensayo puede terminar aquí, tengo que irme. Aunque tendré que llevarme el libreto que te di, le estaré cambiando un par de cosas—Se levantó dirigiéndose hacia la puerta, despidiéndose desde lejos.

—Deberíamos practicar la parte del beso la próxima vez—Musitó.

—¿Qué?—Aunque aquello había sonado tan bajo, logró escuchar debido al tan poco ruido.

—Pensé que estabas por irte.

—Cierto. Adiós—Aún tenía la duda sobre que si lo que había escuchado era lo que creía. Al cerrar la puerta no pudo evitar mirar a sus alrededores, no quería que lo vieran cerca de su habitación.

Tras estar en su escritorio corrigiendo la primera parte de la obra, revisó la hora en su celular, notando lo tarde que era.

Entre sus notificaciones recibió un mensaje de Instagram. El chico que era conocido de YoonGi le había contestado.

Ahora estaba más seguro de que pronto recuperaría su cuaderno, esperando a que aquel secreto le trajera un beneficio.

[ "Es Gay" ]

Lo leyó un par de veces.

O tal vez más.

No pensó que lo fuera, creyó que entre toda su popularidad muchas chicas habían salido con él.

Ahora lo único que le quedaba era mencionarselo.

Creía que sucederían al menos dos cosas; qué le diera igual...o que le devolviera su cuaderno a cambio de su silencio.

Llamó a Hoseok y Taehyung sabiendo que ambos estarían despiertos a esas horas, para que fuesen y al menos pudieran darle un consejo sobre ello.

No tuvo que esperar demasiado y de un momento a otro, ellos ya estaban a su lado mientras esperaban a que soltase lo que quería contarles.

—¡Él es Gay!—Ambos se vieron confundidos por la expresión de el contrario, así que vio necesario el tener que decir su nombre—YoonGi.

—¿Qué?—Mencionaron al unísono.

—¿Estás seguro de que ese chico dice la verdad?—Habló Hoseok recostandose sobre la cama de Jimin.

—Eso puede ser lo más probable, nunca se le ha visto con una chica antes, será popular entre ellas pero jamás le ha dado la oportunidad a ninguna. Y eso lo se yo que estoy tan al pendiente de lo más relevante en el campus—Taehyung se mantuvo revisando el perfil desde el celular de Jimin.

—Mañana iré de nuevo a su dormitorio, pensé que me sentiría con más oportunidad si sabía algun secreto suyo.

—Si es la única opción que tienes recuerda que debes tener totalmente confirmado.

Asintió, respondiéndole con un "Gracias" a ese chico. Tal vez nunca hablaría con él de nuevo, y esperaba que no le dijera a YoonGi.

Justo al día siguiente había estado en su habitación después de sus clases, sin poder ir a comer algo con sus amigos aquella noche.

Se estaba dando cuenta que el plazo que tenía para tener el libreto totalmente completo se estaba terminando, no podía darse al lujo de tomar más tiempo.

No había podido ir al dormitorio de YoonGi para practicar.

Se estaba estresando demasiado, usualmente sus ideas salían sin que  tuviera que pensar demasiado, en esa ocasión tuvo que quebrarse la cabeza para eliminar y agregar cosas diferentes.

Si seguía así, las cosas dentro de la obra se verían forzadas e incoherentes. Quería ir con sus amigos y sentirse tranquilo, sin embargo, seguro que duraría con ellos más tiempo de lo pensado y terminaría perdiendo aquella noche que debía aprovechar para terminar.

Tal vez salir a caminar por el campus por si solo sería lo mejor.

Sólo echo un poco de agua en su rostro para tomar sus llaves e ir hacia una parte del lugar en donde usualmente no habían mucho estudiantes, y mucho menos durante la noche.

Al ver con tal tranquilidad a sus alrededores quiso imaginar un par de escenas para describir con detalle justo cuando regresará a su habitación.

Estuvo caminando un par de minutos, hasta que las luces de los faros estaban bajando de intensidad; la universidad debía arreglar esos detalles.

Se dio la vuelta porque creía que no vería más allá de esos faros desgastados. Algo le decía que regresara, tenía una imagen poco clara en su cabeza de hace unos minutos.

¿Había alguien recostado en las bancas?

Por más que quería darse a la idea de que era su imaginación en ese momento, prefirió hacer caso a sus instintos.

Estaba sorprendido al ver que era verdad, no estaba equivocado.

Le parecía extraño ver a alguien a esas horas allí, estaba más que seguro que no era nadie externo al campus. Y si lo era, iba a correr como nunca.

Sin más, se acercó de a poco hasta quedar frente a aquella banca.

—Disculpa, ¿Estás bien?—Él tenía puesto el gorro de su sudadera, su rostro no era visible por la poca iluminación.

Su cuerpo se exaltó al escuchar un golpe contra el suelo, era una botella de cerveza que rodo hasta su pie.

Suponía que era de él, entonces, estaba borracho.

—¿Necesitas que llame a alguien?—No estaba reaccionando a ninguno de sus llamados, ahora que estaba involucrado decidió levantarlo para que se sentará en la banca aunque no estuviera despierto, le había costado un poco pero pudo lograrlo en su totalidad.

Para poder auxiliarlo, primero debía saber de quién se trataba, por lo que bajó el gorro descubriendo su rostro.

—¿YoonGi?