Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

03

Al final del día no lograron encontrarlo en donde anteriormente tenían planeado buscar. Además, el horario de clases había terminado, tendrían que continuar después.

Al regresar a su habitación, Jimin se mantuvo recostado sobre la cama viendo hacia el techo, intentando recordar quién había estado cerca de las gradas mientras estaba haciendo ejercicio.

Bueno, estaba muy preocupado.

Cómo primer punto, él sentía que estaba poniendo mucho esfuerzo en esa "novela" y que no tendría una igual, jamás. Segundo punto, el no saber en que manos estaría era algo que lo mantendría pensando.

Justamente eso último que escribió vino a su mente.

El equipo de básquetbol.

Después de todo, estuvieron celebrando su victoria por todo el campus y algunos pasillos. También pudo escucharlos en las gradas.

Ellos habían estado allí.

No estaban cuando la clase terminó, y tampoco su novela.

—¿Vas a preguntarles?—No le veían nada de malo a eso, lo que no querían era que ellos le hicieran un mal comentario al respecto—Quizás sean un poco pesados.

—Estoy consciente de eso, pero si no lo intento, tendré menos esperanzas que ahora, de todas formas son los únicos que estaban cerca ese día.

Extrañamente, el equipo estaba en la cafetería.

Usualmente estaban de un lugar a otro, por eso mismo no podía perder esa oportunidad o de lo contrario tardaría en preguntarles a cada uno.

No quiso dejar pasar más tiempo y fue directamente hacia su mesa, mantuvo su mirada especialmente en dos chicos que parecían estarse riendo.

—Disculpen—Al estar frente a la mesa, ellos lo miraron y prestaron atención a sus palabras—¿Vieron un cuaderno con tapa negra en las gradas de la cancha?

—¿Cuaderno? No lo creo. ¿Por qué? ¿Es algo importante?—Preguntó Jungkook.

—Sí, al menos si lo ven o escuchan de alguien que lo haya encontrado...¿Podrían decirme?—Ambos chicos asintieron, con eso pudo sentir más seguridad por lo que se dió la vuelta después de despedirse sacudiendo su mano levemente.

Los contrarios se miraron entre sí, para que poco después le abrieran un espacio a YoonGi y que de esa forma volviera a sentarse.

—¿Tardaste tanto para ir por un simple café?—Namjoon tomó el vaso y notó cómo la bebida ya se había enfriado—Seguramente algunas chicas te detuvieron.

—Sí, no podía negarles un autógrafo a todas, son muy amables.

—Cuándo entenderás que todas ellas se acercan a ti todo porque quieren ganarse tu corazón.

El pelinegro no le prestaba atención a eso, ninguna le atraía lo suficiente y eso tampoco le parecía extraño, de todas formas lo dejaba pasar.

—Por cierto, un chico vino hace unos minutos para preguntar sobre un cuaderno, nos mencionó que lo había dejado en las gradas.

Entonces pensó de inmediato en el cuaderno que se había llevado, seguramente ellos no lo recordaban porque no le habían prestado atención.

—Yo lo tengo—Ahora podría devolvérselo. Sí, había leído un poco y le había gustado, era interesante sobre todo por su manera de narrarlo, lo había atrapado—¿Cual es su nombre?

—Es...—Namjoon dejó caer la media mitad de sándwich a su plato. Ni siquiera se lo habían preguntado—Bueno, no lo sabemos. Lo único que recuerdo es que era rubio.

No es cómo si todos en la universidad tuvieran el cabello así, pero al menos habrían más de cien.

—¿Ahora como voy a darselo?

—Cálmate, de todas formas...¿Qué tiene ese cuaderno?—Jungkook se acercó un poco más a su amigo, quería escuchar todo sobre ello.

—Una historia BL.

Ambos casi sueltan una carcajada, eso hasta que YoonGi les tapó la boca.

—Con mayor razón lo está buscando con tanta urgencia, supongo que no quería que nadie lo leyera—Suspiró y de nueva cuenta tomó su sándwich para darle un bocado.

—Y como parece ser, YoonGi ya leyó lo suficiente como para saber de que trataba—Dió leves codazos a su amigo, quien ahora se veía visiblemente avergonzado.

—No sé si debería preguntarle a cada chico rubio que vea sobre si este es su cuaderno, me veré ridículo—Posó las manos sobre su rostro, no podía pensar mucho en ese asunto por el momento, tendría un partido pronto y debía tener su mente en blanco.

Sus amigos a veces podían ser despistados, ni siquiera se les había ocurrido buscar más a su alrededor y recordar quien había ido a preguntarles.

—Entonces, ¿Les pediste que te avisaran si veían que alguien tenía tu cuaderno, pero no les dijiste tu nombre o dónde podían encontrarte?—Querían reírse, pero era su amigo, y la situación no marchaba como esperaban.

—Sí—Mencionó, manteniéndose recargado en su asiento—Aunque estoy seguro que uno de esos chicos lo tiene, quizás no quieran decirme...

—Es lo más seguro, algo cómo eso no pasaría desapercibido, pudieron avisarte mientras aún estábamos ahí—Taehyung se incorporó, caminando un poco por el aula.

Los tres se encontraban solos porque el resto se había ido a ver al equipo jugar.

—¿No creen que deberíamos ir al partido? Quiero ver quién gana esta vez.

—Ganará el equipo de esta facultad, siempre es así—Miró el rostro preocupado de su amigo, si se quedaban seguirán hablando del tema—Pero pensandolo bien..sería bueno que Jimin despeje su mente un rato

Ambos intentaban ayudar a que se levantara, al final después de varios intentos lograron convencerlo, para así dirigirse hacia las canchas.

Por obviedad habían bastantes estudiantes en las gradas de abajo. Aún quedaban algunos espacios en la parte de arriba, así que se dirigieron hacia allá.

Mientras Taehyung y Hoseok alentaban al equipo, Jimin se mantenía sentado viendo a los jugadores correr de un lado al otro.

Dirigió su mirada hacia las bancas donde los jugadores suplentes se encontraban esperando la oportunidad para entrar.

Al bajar más su vista, no pudo pasar por alto el ver algo muy parecido a su cuaderno, estaba casi seguro de que lo era.

Al intentar ver si la mochila tenía algún nombre marcado, por pura suerte pudo identificar letras color blanco en una esquina de ésta.

"YoonGi".

El chico del que le habían hablado, lo había tomado como referencia entre otros de los jugadores para combinar rasgos y hacer un solo personaje.

Pero si en realidad era él quien la tenía, ¿Por qué la había llevado al partido?

Seguramente leyó un poco y ya estaba enterado de su contenido.

Recordó que entre algunas pláticas con sus amigos en las que su cuerpo estaba allí pero no prestaba la suficiente atención, aún así tenía entendido que todas las chicas estaban detrás suyo, que casi nunca estaba solo, siempre estaban o sus amigos o algunas chicas cuando se separaba de su grupo.

Y que a pesar de ser un chico agradable y sociable, muchas veces podía mostrarse serio cuando no conocía a alguien.

Al menos puso atención a eso, de esa forma...¿Cómo iba a hablarle? Seguro después del partido estaría ocupado celebrando su victoria, no le prestaría atención a nadie después de unos días quizá.

No podía esperar demasiado, había la probabilidad de que aún no lo leyera todo, no era un problema, más bien, siendo franco, no quería que mal entendiera la última parte que había escrito y que pensará que era algo especialmente sobre él.

Una manera de que lo mirará, o que al menos pudiera recordar su rostro era llamando la atención en el partido, con lo que fuera, quedaba un poco de tiempo para intentarlo.

Sin más, se levantó del asiento, tomó el cartel de una chica que tenía el nombre de "YoonGi" con un corazón rojo, acercándose hacia en frente para estirar sus brazos con el claro mensaje que habia en la cartulina.

—¡Min YoonGi!—Gritó como pudo, llamando la atención de varios y varias personas.

Aunque su objetivo no era ese, su vista se posó en YoonGi para ver si al menos lo había hecho inmutarse de su presencia.

El último mencionado se giró con el balón entre sus manos, su semblante relajado cambio a uno totalmente confundido, notando al rubio en la parte de arriba de las gradas con aquel cartel.

Al ponerle atención a ello, se tropezó con los pies de otro jugador, cayendo al suelo dejando que el balón rodará fuera de la cancha, ahora este tendría que pasar al equipo contrario.

Y si bien les ganaban por mucho, era una desventaja, tenían oportunidad de anotar.

De inmediato lo ayudaron a pararse, el pelinegro miró nuevamente hacia las gradas de arriba, ahora tenía más que claro quién era él que acababa de hacer que se cayera y pasará esa vergüenza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro