La noche seguía transcurriendo, y un Jimin dormido sobre el escritorio mantenía firmemente su mano atada a su pluma, apegando su rostro hacia las hojas que contenían rayones e ideas que desde luego había escrito durante casi toda la noche.

Como era de esperarse se levantó por impulso, al darse cuenta de su estado, a duras penas fue a ducharse para poder alcanzar a sus amigos, llevandose un tipo de mochila para guardar su cuaderno.

Esta vez, en cuanto se reunió con sus ellos, a lo largo del día cada que veía algo que se le afiguraba como alguna escena emocionante lo anotaba.

Mientras los contrarios comían, Jimin seguía con lo anterior.

—No ha dejado eso desde que salimos de la biblioteca—Colocó un pedazo de pastel frente a él, aún sin llamar su atención.

—Mejor damelo a mí, Hoseok—Mencionó Taehyung, quitándole la pieza de postre.

Ambos seguían observando a su contrario.

De inmediato los gritos de las chicas llamaron la atención de todos en el lugar, por lo que Hoseok y Taehyung también se giraron a buscar la causa.

Normalmente cuando el equipo de Básquetbol terminaba un partido pasaba por la cafetería para mostrar su victoria a todos, demostrando haberle ganado a la escuela vecina o  cualquiera que quisiera retarlos.

Esa ocasión era muy diferente a las que eventualmente se presentaban, porque había mucho más escándalo.

Aunque ya era de esperarse si se trataba de alguien que recién había entrado al equipo.

Min YoonGi. Carismático, piel pálida, alto, con una gran sonrisa y ojos gatunos.

Era un sueño para todos. De todas formas parecía ser muy agradable, no era engreído por lo que se escuchaba.

—Por eso tanto alboroto, bueno, él ha dado mucho de que hablar al respecto. Incluso sus fotos en el equipo de baloncesto son muy populares y las han compartido muchas veces—Taehyung siempre estaba al tanto de las noticias que se presentaban por el campus.

—Jimin, ¿Escuchaste?—El mencionado negó, Hoseok se recorrió hasta donde estaba, tomando y levantando su rostro levemente para que viera lo que sucedía en su entorno.

Tras escuchar y ver al equipo pasar corriendo y gritando con el trofeo entre sus manos, tenía otra idea que agregar a la historia principal que en ese momento estaba haciendo.

—¡Gracias, Hoseok! Me acabas de dar una buena idea—Notó las expresiones de sus amigos, quienes se veían más tranquilos de haberlo visto hablar después de un buen rato. Decidió que era momento de dejar de escribir en lo que restaba de esa hora, tal vez en su habitación era el lugar más adecuado—Creo que descansaré, me duele un poco la cabeza.

—Entonces deberías comer lo que te trajimos, en un rato tendremos clase en las canchas para hacer estiramientos.

Gimnasia era la clase menos favorita de los tres, a Hoseok le gustaba bailar, pero lo que no gustaba era hacer ejercicio durante el horario de clases, así que terminaba en el mismo punto que los demás.

—Cierto, me olvidé de eso por completo—Suspiró mientras daba varios bocados a su comida, pensando en que tantos ejercicios les haría hacer su profesor.

Todos corrían por el lugar, y ante las órdenes del silbato tenían que hacer sentadillas.

Hoseok iba detrás de Taehyung, los dos bromeaban un poco intentando hacer que el tiempo pasara con rapidez. Les parecía extraño no escuchar a Jimin quejarse.

Hasta que el profesor los detuvo.

Ambos notaron que su amigo escribía en las gradas, había llevado su cuaderno hasta allá.

Él no contaba con que el profesor lo vería e iría directamente hacia donde estaba. El rubio dejó su cuaderno a un lado y bajó de las gradas, así no se le harían preguntas sobre lo que hacía.

Después de la clase iría por su cuaderno.

Aunque eso no pudiese estar en sus planes más delante.

El equipo regresó a las canchas para pasar por las gradas y sentarse a descansar.

Jungkook y Namjoon eran amigos cercanos de YoonGi. Seok Jin también era parte de su grupo, sin embargo no se encontraba con ellos porque a él no le gustaba el básquetbol.

Todos lo felicitaban mientras observaban a las chicas entrenar, y de igual manera ver si alguna de ellas les regresaba el gesto.

—YoonGi, ¿Ves como te miran?—Musitó Namjoon.

El pelinegro no estaba interesado en verlas, más bien estaba ocupado observando un cuaderno en el cual por poco se sentaba encima.

—¿Esto es de alguno de ustedes?—Se los mostró, ambos negaron sin prestarle mucha atención.

No sabía si era buena idea abrirla y echarle un ojo, no era suya.

Tampoco sería el fin del mundo si la veía ¿O si?

Al abrir la tapa principal vio algunos subtemas. Más delante revisó las partes siguientes, dándose cuenta de lo que era.

Seguramente una chica que era fan de ese género de novelas había estado escribiendo y lo dejó ahí.

Definitivamente iba a devolverlo.

Las circunstancias no parecían favorecer mucho a esa dicha, porque de una manera u otra si preguntaba de quién era muchos dirían que les pertenecía.

Era mejor llevárselo y ver que podía hacer para encontrar al dueño.

Antes de pensar en algo más, en cuanto el equipo se comenzó a ir él también los siguió.

El profesor dio por terminados los ejercicios, la mayoría se tiró al suelo para conversar ya que tenían tiempo libre.

Pero Jimin estaba más preocupado por su cuaderno. Con su poca fuerza restante corrió hacia las gradas.

Estaba comenzando a desesperarse.

Sus amigos se aproximaron también, ayudándolo como podían.

—¿Quién pudo habérsela llevado?—Quería suponer que tal vez esa "persona" leyó lo que había dentro.

Pensandolo de otra forma ¿Con qué otro beneficio aparte de burlarse?

—Tranquilo, seguramente la encontraremos en donde están las cosas extraviadas.

Querían aliviarlo aunque fuera un poco.

Les comentó que su firma y nombre los colocó en el último capítulo que estaba desarrollando, en donde había comenzado a describir a un personaje importante cercano a los protagonistas, un jugador del equipo de básquetbol.