-Ella no sufrió, solo puedo asegurarte eso. No puedo decir que me arrepienta porque mi vida ha consistido en acabar con la de otros a quien no conocía. Entiendo y respeto vuestra necesidad de venganza. Hacedlo.

Cerró los ojos cuando O'Riley y Mike levantaron sus armas. Los dos hombres se miraron y comenzaron a apretar el gatillo una y otra vez. Las explosiones de los disparos retumbaron en la estancia una y otra vez hasta que el martillo de las armas sonó metálico.

Jeff estaba tirado en el suelo rodeado de un enorme charco de sangre y con el cuerpo lleno de agujeros de bala.

-Ya está, después de tantos años y...- James O'Riley se sentó en una de las sillas que estaban en torno a la gran mesa blanca junto a ellos- El dolor no desaparece. Pero es normal, lleva conmigo más de media vida, no va a irse tan fácil.- Se secó unas lágrimas que cayeron por su rostro- Ella no sufrió...

Los dos hombres se abrazaron el silencio. Tenían el dolor de los recuerdos a flor de piel y el sabor de la venganza en la palma de las manos.

Y el consuelo de que ella no sufrió, o al menos la esperanza de que así fuese.