Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Final

Historia Original de LYSDijoElRM

Pido disculpa ya que se publicó sin que lo editara, pero ya está listo.







De vez en cuando, las estrellas
se alinean y dos almas se
encuentran por obra del
destino...



AOM

—Creí que no tenías celular..
–fui hasta mi habitación, sentandome en mi cama.

—Y yo creí que no
contestarías. Le pedi a Mew que me trajera el celular del escondite de mamá.

—Ah... Uhm, teníamos que
hablar sobre esto. Digo, ¿fui
demasiado precipitada?

—No, yo fui el precipitado,
nunca pienso nada bien antes
de hacerlo. Aomie, me gustas, me gustas tú. No es cierto lo que dijiste, a mi no me importan los demás, me gustas túy sólo tú. Debí decirlo antes y no dejarte ir.

—Pensaste bien esto?

—Mucho. Lo idiota que fui, eso pensé.

—¿Entonces nosotros
terminamos?

—No, Aomie, esto no se ha
terminado. No me importa lo
que diga ella, se trata de lo que los dos queremos, y yo quiero estar contigo, ¿lo quieres tu?

—Sí, Mike, eso quiero.. –dije
bajito —Me gustas mucho,
mucho. Eres muy lindo conmigo y... y perdón por irme asi...

—No, oye bonita, no llores. No estuviste mal, fui yo quien lo hizo mal. Tú reacción es lógica, fui un idiota total. Perdoname, por favor, te fallé y lo siento mucho.

Negué —Mike...

—Iré a verte, ¿oíste?

—¿Ah? No puedes.

—Si puedo y lo haré, y así será todos los dias. No me quedaré quieto. No me quedaré quieto cuando se trata de ti.

—Sé dónde encontrarnos.

MEW

Ibamos por la calle de la mano. La noche era bastante
estrellada, y sinceramente, se
ve realmente perfecta.

Miré a Gulf y él también tenía la vista perdida en el
cielo.

Notó mi mirada en él y puso
sus ojos en mí.

Dios, esos brillosos ojos,
brillaban incluso más en la
noche.

—¿No es hermoso el cielo cuando se muestra así de
estrellado?

—No tienes nada que
envidiarle al cielo, gatito.

Sus mejillas se tinieron de
rosa. —Ay, osito, hablo en
serio...

Lo detuve y tomé sus mejillas
—Yo también. ¿Sabes que reflejas las mismas galaxias
en tus ojos? Realmente, si ellos son la ventana al alma, confirmo que eres el ser más puro que he visto en mi vida.

Mordió su labio en medio de
una sonrisa —Me dices cosas tan lindas, y yo no sé cómo
responder...

—Quizás lo que sientes.

—Que te amo. Es lo único que
viene a mi mente cuando te
veo. Te amo, osito, te amo. Si ves las estrellas en mí, yo veo al chico que me enseñó partes que no conocía en mí.
–puso sus mano sobre las
mías y las apartó, uniendolas
abajo. —Si no fuera por ti, yo
no sería realmente yo. No sé cómo llamar esto, bisexualidad o lo que sea,
pero nunca había sentido esto por nadie, por nadie, te lo juro.

¿Puedo llamarlo amor? ¿Mi amor más grande y verdadero? No un simple capricho del que no podía despegarme, realmente un amor verdadero.

Gulf... Gulf, en verdad tú... Tus palabras... Dios, todo tú.

—Uhm.. ¿Está bien que diga eso? preguntó, pero realmente yo no lo estaba
escuchando. —Mew-

Lo jalé hacia mí, besándolo con más prisa de la que imaginé.

Quería sentir esos labios,
necesitaba este beso.

Él enredó sus brazos detrás
de mi cuello y me apretó aún
más.

—Te amo, te amo tanto. –di
pequeños besos. —Gulf, nunca te dejaré ir. Nunca.

—Pequeño psicópata...

—Quizás te ame un poquito
mucho. –sonreí, besándolo
otra vez.

—¡Mew, Mew! –Best nos recibió cuando bamos a subir las escaleras. —¡Es tan divertido jugar con él!

—¿Con quién? –curioseó Gulf.

—¡Con Y- ¡Mmmmh!

Cubrí su boca con rapidez —Best, ¿qué es lo único que te pedí con respecto a eso, pequeña sanguijuela? –susurré hacia él destapandolo.

—Qué no lo dijera...

—¿Y por qué lo dices?

—Es que me emocioné.

—Emocionate en otro lado.
–Me alejé de él para ir hacia
Gulf —¿Subimos?

Asintió y se despidió de Besie sacudiendo su mano.

—¿No debo preguntar?

—Lo sabrás en un momento,
de todos modos.

—Okey, entonces esperaré.
–Llegamos a mi cuarto y dejó
su bolso en el suelo. —¿Cómo te fue en la tarde? –preguntó, apoyando su espalda contra la pared.

Me tiré en la cama —A-go-ta-dor. –lo invité a mi
lado con mi mano —Pero cargas mis energías, así que
ven aquí, por favor. –Sonrió
y se tiró en la cama junto a mi, yendo directo a mis labios. —Mmmh justo lo que
necesitaba.

—¿Puede que necesites
algo más? –llevó su mano a mi entrepierna —Sólo si
quieres..

Mi respiración comenzó a
acelerarse —¿Tú quieres? Si fuera por mí, todos lo días- uuhh... –él comenzó a acariciarme.

—Me gusta comer helado. –aaaahmmm, no entendí, pero bueno, que coma el helado que quiera, pero que no pare. —¿Puedo hacerte sentir mejor?

Suspiré entrecortado —Hazme sentir mejor, gatito.

DRAKE

Aom salió de la casa, diciendo que saldría un momento y volvería un poco tarde. Bueno, sí, mandate sola
nomás.

—Salió muy feliz, ¿crees que
vaya a ver a mi hermano?

Cierto, aún estaba con Frank.

Yo apoyando mi espalda contra la pared, y él frente a
mí.

—No lo sé, sólo espero que el
idiota no lo arruine esta vez.

—Oye, estás hablando de mi
hermano.

—Debería decirle estúpido
entonces?

—Sí, suena menos agresivo.
Pero seamos honestos –apoyó su brazo sobre la pared, a la altura de mi cabeza —No es el D'Angelo que te interesa. Sigamos en donde nos quedamos o ¿no? –Vino hacia míy giré la cara. Terminó besándome la mejilla. —Hey, yo iba a besar esa boca.

Lo miré —¿En tu primera cita? No rompas tus propias
reglas, Frank.

—Ah, o sea que sólo tú me
puedes besar.

—Por esta noche, así será.

—La noche continúa? Ya
serán las doce.

—La noche terminará cuando yo lo diga., –sujeté sus mejillas y lo atraje hacia mí para besarlo.

Me apricionó contra la pared,
sujetando mis caderas y pegandose a mí.

Quizás sientan lo mismo que
yo, o quizás no, pero los chicos altos me encantan. Sentir su boca desde arriba mío, empujar la mía desde abajo, encontrarnos en el medio y jugar un poco a ver quién tiene el verdadero control en ese beso.

Él se separó y dejó un beso en
mi frente, abrazondome de la
nada.

—Drkae.. Haré mi mayor esfuerzo para que me aceptes
en verdad. –susurró.

Lo abracé también, apoyando
mi rostro en su pecho.

Frank olía tan bien.

—¿Por qué? ¿Por qué yo?

—Deja de preguntar eso. ¿Podías sólo disfrutar de mi compañía, así como yo disfruto de la tuya? No le pidas respuestas a mi corazón, simplemente hace lo
que siente. Sin raciocinio, sin
planteamientos ni barrera,
simplemente lo que quiere.

Sonreí —Eres el policía más
romántico que vi en mi vida.
Espero que jamás conozcas
otro igual.

—No quiero hacerlo –lo abracé más. —Gracias por
este día. Gracias por los que vendrán.

Miré al cielo y señalé,
separandome —Ve eso, ¿no
está más estrellado que de
costumbre?

Frank se volteó, poniéndose
a mi lado, sin dejar de
sujetarme de un costado, y
miró al cielo.

—Wow, incluso parece que
formaran un patrón. Estará diciéndonos que esta es nuestra noche?

Lo miré con media sonrisa
—Quizás quiera decirnos que es la primera de muchas.

—Realmente eres la gomita más dulce que he visto en mi
vida.

Y de nuevo, me regaló otro
beso en la frente.

NADECH

—Regresa bien a casa, ¿sí?

Ella sostenía mi mano entre
las suyas con fuerza, a pesar
de que yo estaba sobre la
moto, listo para irme.

—Claro, Moonie, sabes que soy el mejor arriba de esta cosa.

—Leoncito, prometo hacer mi mayor esfuerzo para que
Hathai y tú sean felices en mi
compañía.

Me separé de sus manos y llevé la mía hacia su rostro,
acariciando su mejilla y
llevando su cabello tras su
oreja.

—Moonie, amor, nosotros ya
somos felices contigo. No lo
dudes, eres la única que me
hace sonreí con sinceridad, y la única con la que quiero tener mis quinientos hijos,
¿oíste?

Ella rió —Estás loco si crees
que tendré quinientos hijos.

—Bueno, ¿seiscientos?

—Máximo dos, leoncito, para
que jueguen entre ellos.

—Mientras nosotros hacemos
los quinientos noventa y ocho restantes.

—Basta, qué pesado –me dió
un golpe en el brazo. —No
serán tantos, después no sabré cómo nombrarlos.

—Hathai, dos, tres, cuatro,
cinco, seis..

—¡Nadech! –fue hacia atrás,
soltando una carcajada. —Son robots o ¿qué?

—¿Cómo qué robots? Son
nuestros hijos. "¡quinientos
setenta y cinco, llama a tus
quinientos noventa y nueve
hermanos, es hora de comer!" y les ponemos la comida en una gran fuente a lo largo de la mesa.

—Claro, como si fueran cerdos –rodó los ojos.

—Como el papá, oing oing
oing –llevé mi mano a su
panza, haciéndole cosquillas.

—¡Nadech! Eres tan inquieto.
–rió y se alejó. —Basta, o te
voy a pelar mientras duermes.

—Oye, no, aún no envejezco.
Veintiún años, siento que eres tan viejo para mí –abanicó con su mano —Mejor me busco a un inadaptado de diecisiete al que le sea legal estar a mi lado.

—Ajá, sí claro, estás a días de
los dieciocho, castañita, eso ya no será impedimento.

—Tenía quince y tu diecinueve –canturreó.

—¿Tengo la culpa de que te
gusten mayores?

—Perdón, ¿cuál de los dos hizo lo posible por lograr que el otro dijera que sí a una cita? Eras tan insistente que
tuve que aceptar.

—"Ay, mira, si me sacas de
aquí, acepto tu cita" y eso hice, así que, ¿quién le hizo el favor a quién?

—Irte de los quince de tu amiga, es malo.

—Ay, por favor, sólo me
invitó para rellenar, y sólo
fui porque mi madre quería
verme vestida elegantemente
pulcra. –rodó los ojos. —¿Pero quién estaba ahí para salvarte el pellejo? Justo en frente del club, mi principe azul –se acercó, rodeando mis hombros con sus brazos.

—Verde, me gusta el verde.

—Decir príncipe verde, te
hará parecer a Shrek.

—¿Y qué hay de malo con ser
Shrek?

—Eso me convertiría en
Fiona.

—Si eres un ogro, ¿qué
esperabas?

—¡Ya, Nadech! –quizo alejarse, pero la sujeté por la
cintura y la sentésobre mis
piernas.

—¿Me acompañas a dar una
última vuelta?

—Pero Del está esperando
adentro. A demás, prefiero no
moverme mucho.

—Entonces simplemente
quedate un poco más junto
a mí –me hice hacia atráás,
dejandole lugar adelante. Ella
se acomodó, dándose la vuelta y poniendo sus piernas a mi costado. Iba a abrazarme, pero se detuvo.

—Mira eso –señaló el cielo. —¿No está demasiado brillante ahí arriba?

Lo observé, sí, realmente las
estrellas parecían brillar más. —Quizás estén bendiciendonos, ¿no crees?

Señaló una de ellas —Tu luz
cuidará a Hathai durante toda su vida, ¿oíste? Si haces mal tu trabajo, entonces no mereces ser llamada estrella.

Reí, qué infantil fue.

—Tranquila, Moonie, Hathai
tendrá su propia estrella que
cuide de ella. –la abracé.

—¿Porque eres nuestro sol?

—Porque lo somos. –ahora sí
me abrazó, y volví a mirar al
cielo.

¿Oíste eso, estrella? Será mejor que cuides de nosotros.

MIKE

Ya era tarde, y estaba seguro
de que mis papás dormían.

Salí de mi habitación, tratando de no hacer ruido.

Por suerte, mi mamá era de
sueño pesado, y había que
preparar una orquesta para
despertarla.

Caminé hasta la mesa, donde
estaba la fuente de frutas, y un juego de llaves que se usaba en caso de perder laa
otras.

—¿Mike?

¡LA PUTA MADRE!

Ahogué mi grito y sostuve mi
pecho ante el susto, de nuevo
senti un ligero pinchazo.

La luz de la cocina se encendió.

—Hijo, ¿qué haces despierto
todavía?

—¿Qué haces tú?

—Vine a tomar agua... Uh, no,
espera, ¿por qué estás vestido así?

—Voy tarde a mi audición
para payaso. Así que si
me perdonas... –caminé lentamente hacia atrás.

—¿A dónde vas?

—A ver a mi novia.

—Tu mamá dijo que no.

—Pero mi mamá está dormida, y no lo sabrá... ¿O sí?

—Ella siempre sabe todo.

—Vamos, papá, dejame ir.

—Yo no dije que no vayas,
sólo digo que ella lo sabrá. Mike, sólo trata de cuidarte.
¿De verdad crees que debes
salir en esa condición? Se
supone que no debes realizar esfuerzo la primer semana,
ahí vas a ir caminando ¿hacia
dónde?

Desvié la mirada —No
importa...

—Claro que importa, porque
te llevaré ahí.

Me sorprendí —¿Por qué?

—Lo harás de todos modos, ¿O no? –asentí —mejor estar ahí y apoyarte, a que lo hagas a escondidas y te lastimes peor. Supongo que así es como yo te cuido.

—Dios, eres el mejor, quiero
gritar.

—Pero, hey, mañana le dirás a tu madre esto que vas a hacer se acercó y tomó las llaves del frutero —Te ayudaré a convencerla, pero no debes hacer nada detrás de nuestras espaldas, ¿oíste? Nunca más.

Asentí con dudas —Nunca
más...

Bajé del auto y caminé con
cuidado hacia el sector de
juegos de la plaza.

Subí por las escaleras y entré
al enorme tubo, deslizandome despacio.

Ella ya estaba aquí, abrazando sus rodillas.

—Aomie.

Me miró y sus ojos se
expandieron —Mike...

Espera, ya voy para allá...
–avancé lo que faltaba y me
senté a su lado. —Hey, hola...

Sonrió apretando sus labios
—Hola...

El silencio nos invadió por un
momento.

—Ahm, yo-

—Quería decir-

Hablamos al mismo tiempo,
entonces nos detuvimos.

—Perdón, continúa-

—Por favor, habla tú-

—Aom-

—Mike-

De nuevo nos quedamos en
silencio, pero de repente
comenzamos a reir.

—¡Auch, auch, auch, auch!
–sostuve mi costado. La faja ayudaba, pero si yo forzaba
mucho mis costillas...

—¡Ah! ¿Estás bien?

—Aish, no lo creo.. Siento
que...

—¿Qué? –preguntó
preocupada.

—Justo aquí, aishhh...

—Hey, hey, qué pasa? Te
duele mucho? –se acercó hacia dónde yo apretaba.

—Aom.

—¿Sí?

Cuando se volteó a verme, me acerqué, uniendo nuestros labios.

Al separarme, ella lucía
sorprendida.

—Me gustas.

Sus ojitos brillaron ante las
lágrimas retenidas —También me gustas, Mike.

—¿Me das un abrazo? –asintió, abrazándose con
delicadeza a mi cintura,
mientras recostaba su cabeza
en mi pecho.

—Esto se ha terminado ¿o no?

—No, Aomie. Bonita, lo nuestro recién empieza v me
di cuenta que no quiero que se acabe en un largo tiempo...

—Gracias, Mike. Gracias por
gustar de mí.

—Es tan fácil, no tienes ni que agradecer. –acaricié su espalda. —Respiro y me
enamoro cada vez más.

—Te duele al respirar...

—Me duele sólo si te alejas.

—Pero tu mamá no quiere que..

—Mamá debe entender que
mi único remedio eres tú.
Nadie más. No eres un reemplazo de nada, eres el
principio de todo. Si, me agrada la compañía de esos chicos, pero la tuya me agrada más; y sí, Goy me gustaba, pero de ti estoy
enamorado.

Se separó de mí, mirándome.

—¿Enamorado?

—Enamoradisimo.

Estoy enamorada también.
No quiero dejarte ir...

—Entonces abrázame fuerte,
no importan mis costillas.

—A mi sí. Y aunque quisiera
abrazarte fuerte, no lo haré,
porque más quiero que sanes.

—Entonces bésame y no dejes de bésame. –Sonrió y se
acercó —Pero no aquí dentro,
hay algo que quiero que veas.

Nos movimos hacia el inicio
del tobogán y bajé primero,
esperando firme por ella.

Cuando bajó, chocó contra mi
cuerpo.

—¡Mike! Te dolió? –extendió sus piernas hacia mi costado, deslizandose otro poco.

—Si, pero mira eso –señalé el
cielo —mira qué lindas están.

—Eso mismo vi cuando venía.

—¿No es hermosa la manera en que brillan? Iluminan todo el lugar.

Me tiré hacia atrás, entre sus
piernas, y ella me miró —Y si esta luz no se debe a las
estrellas brillante?

—¿Mh?

—Quizás esta noche esté
iluminada porque nosotros
somos los que estamos
brillando.

Sonrió hermosamente y bajó hacia mis labios —Quizás es por eso que esta noche es demasiado hermosa... –susurró antes de bajar por
completo y besarme.

—Me tienes, Aom Sushar, me
tienes por completo.

GULF

—Auch, no me gusta esto, soy
torpe caminado con mis ojos
abiertos, cómo se supone
que- ¡auch! Mew, ¿qué fue eso?

—Perdón, gatito, no vi el tronco decorativo. Para aquí
–Mew cubría mis ojos desde atrás con sus manos, y me llevó, muy torpemente, hacía el patio.

—¿Fiesta sorpresa por mi
Cumpleaños?

—E... No, no pensé en eso...
Rayos.

Reí —Es broma, ¿qué pasa?

Me destapó los ojos con
lentitud y la sonrisa que traía
se esfumó de repente.

El miró hacia mí y frunció el
ceño —¿Qué pasa? Creí que te gustaría.

—Mew, ese es...

—¡Yu! –gritó Besie, quien tenía entre sus brazos al inquieto gatito. —¡Ay, ay,
quieto gato!

—Dejalo ir –ordenó Mew, y en cuanto lo soltó, Best vino corriendo hacia mí.

Por supuesto que me agaché a recibirlo entre mis brazos.

Lo abracé con fuerzas y él
empezó a lamer mi cara con
emoción.

—Hola, hola, hola, bonito –lo acaricié y se dio la vuelta, buscando mimos en su pancita —¿Me extrañaste?
Perdón, perdón, he estado tan ocupado.

—¡Gatito está llorando! –Bedt gritó y Mew no tardó en reaccionar.

—Gatito, ¿estás bien?

Sustuve a Yu con mi brazo y lo alcé al levantarme para abrazar a Mew con el otro.

—Gracias, Mew, gracias..

—Pero no llores así, Gulf... –me abrazó de vuelta, y besó mi cabeza.

—Perdón, no puedo evitarlo...
Gracias. –me separé para verlo —te amo, osito, te amo mucho. –lo solté para abrazar a Yu de nuevo.

Lo amaba mucho tambien, y el hecho de no poder tenerlo bajo mi cuidado, me entristecía mucho.

—¿Sabías que el pobrecito
fue abandonado? ¿Puedes
creerlo?

—Es una manía tuya ayudar
a los abandonados? ¿O sólo fuimos Yu y yo? –bromeó.

—No hay nadie más a quien
quiera cuidar jamás. –me acerqué a él, y aunque sabía que estaba cubierto de lágrimas, se lo pedí —Mew, bésame, por favor.

Él no dudó un segundo y sujetó mis mejillas para dejar
un beso en mis labios.

Fue largo, fue suave, y fue
hermoso.

No quiero separarme de él
jamás.

Yu quiso lamer mi mejilla y terminó por salivar la mano de Mew.

—Hey, cuidado, amigo –se
separó con una risa y acarició
su cabeza, para después tomarlo entre sus brazos y
darle cariño.

Yo quedé con mi cabeza
ligeramente hacia arriba, y
el cielo volvió a llamar mi
atención.

Ellas guardaron la promesa
silenciosa que hice.

Mew, yo jamás voy abanadonarte.


¿Puede ser que tú y yo
seamos los afortunados?






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro