Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 67

Historia Original de LYSDijoElRM








































MEW

—¿Por que siempre me ayudas con respecto a Gulf? –pregunté después de un momento de silencio —Después de.mostrarme tanto desprecio... ¿Por qué?

—No tengo rencores contra ti, Mew, tampoco es como si
me hubieras hecho algo a mí,
a pesar de todo. Además, esto es noventa y nueve por ciento por Gulfie. Haré lo posible porque él sea feliz. –señaló sus propios ojos —Ese brillo que él tiene, del que intenté por tanto tiempo
quedarme sólo para mí, no
quiero que se apague jamás.
¿Tampoco lo quieres, o no?

—Por supuesto que no. Yo
amo eso, lo amo a él, lo que!es, y lo bien que me hace sentir.

—Cuando se trata de Gulf, entonces, ¿no estamos en el mismo equipo?

Lo pensé, realmente estar en el mismo equipo con ella, suena mal para mí; pero por
otro lado, no es como si Yaya
lo estuviera intentando?

Sinceramente, ahora mismo no sentía desagrado al hablarle. Incluso su tono hacia mi era diferente, incluso sus palabras se oían muy sinceras.

—Gracias... –susurré —¿Entonces vamos por él?

—Prefiero no entrar ahí. –soltó una pequeña risa —¿pretendes que muera? Además, debería estar en
reposo, sólo salí por esto. Es Yu, pequeño y parece una nube por lo blanco que es. Pero seguro sabrán reconocerlo con sólo el
nombre.

—Por eso Yu –sonreí, Gulf realmente era tierno. —Lo llevaré a mi casa, no digas nada de esto, y avisale a Gulf
que volveré para hacer el
almuerzo.

Ella llevó sus manos a su
espalda y caminó hacia atrás
—Okey. –asintió con una sonrisa, para después darse la vuelta e irse.

¿Qué debería pensar de esta
chica?

GULF

A penas salió del baño, la
abordé —¿Por qué sigues
relacionandote así con papá?

—Ah, Gulf, buenos días, ¿no? –siguió de largo hacia las escaleras y la seguí.

—Mami, contesta, ¿por qué haces... Esas cosas junto a él si después terminas llorando por él?

Al final de las escaleras, se
volteó hacia mí —Perdón, ¿yo debo tener tu permiso o darte explicaciones para tener relaciones con quien se me antoje?

—Sinceramente, preferiría!que realmente fuera!cualquier persona menos mi padre.

Jadeó, mirándome con recelo
—¿De verdad? Te conviene
cerrar la boca, Gulf. –se volteó, y siguió caminando.

—No lo haré. Pudiendo conseguir a cualquier otra persona, insistes en el mismo hombre que sólo juega contigo y jamás te tomó en serio.

Se dio la vuelta y caminó hacia mí —Soy tu madre, no
vuelvas a dirigirte a mi como
si fuera nadie.

—Sólo trato de que veas lo
que estoy viendo, mami, lo
siento si al final quedo como
un mal hijo o un maleducado
o lo que sea, pero es la verdad.

—Si alguna vez te hubiera dado un golpe, ni siquiera te atreverías a decirme estas
cosas, quizás sí te eduqué
mal. –volvió a caminar, ella realmente no se dirigía a ningún lado, simplemente
trataba de esquivarme.

Eventualmente se le acabarán los lugares de la casa.

Se sentó en el sillón y me miró —Gulf, en serio –su
mirada fue confusa, ¿estaba
triste o estaba enojada?

Ella lo sabe, sabe que tengo
razón, entonces ¿por qué lo
hace? ¿Por qué se deja usar de esa manera?

—Yo lo sé porque yo también lo hice, sólo para recibir un poco de atención de esa persona –Fruncí el ceño y me senté junto a ella —Una vez me dijiste que yo estaba comportandome como mi padre al no aclarar mis sentimientos, pero... En
realidad soy como tú ¿no es
verdad? –desvío la mirada —Buscando e insistiendo en ese tipo de amor que jamás me daría... Sé que somos buenos amigos, sé que sabemos llevarnos bien, pero al final del día sólo termino ilusionandome con ello, y
dando más de lo que recibí..
¿A cuál de nosotros estoy
describiendo?

—Amor... –se deslizó hasta mí, recostando su cabeza en mi hombro. —Estoy tan apegada a ese estúpido. Fuimos novios desde los 17 y
hasta ahora jamás he podido
relacionarme con nadie más,
porque él siempre reaparece de algun modo..Y tú ya no eres tonto, saliste de ahí.

—Porque la persona correcta me hizo darme cuenta de eso.
Si sigues atada a papá, nunca podrás abrir tus ojos hacia la persona correcta. –tomé sus manos —Eres joven, inteligente, divertida, excelente persona y la mejor
madre del mundo, juro que encontrarás a alguien a tu
altura, y sino, bueno, ¿quién dice que necesites siquiera a
alguien? Pero todas las señalesmsí dicen que no necesitas a mi padre.

Se separó de mi y me miró,
acariciando mi mejilla —Rayos, ¿en serio yo te crié así?

—¿Acaso crees que alguien
más hubiera podido hacerlo?

Negó —Lo he hecho bien.

—Lo has hecho bien. Mami, te amo más que a nada en este mundo.
—Uhm... ¿Dónde están Mew y Yaya?

DRAKE

Estacionó la camioneta frente
al parque central, y estuvimos ahí, simplemente disfrutando del paisaje y nuestro silencio.

Estas cosas me agradaban,
el no tener que rellenar ese silencio con palabras tontas o cosas sin sentido, porque cada uno sabe que a veces el silencio es la mejor conversación.

Yo estaba sentado en el asiento, de costado, mirando
hacia afuera. Él en el suelo,
apoyando su espalda en la
camioneta, cerca de mí.

Me incliné para ver su rostro,
ya que también era un poco
raro que no hablara.

Sus ojos estaban cerrados y el viento ligeramente fresco golpeaba su frente, despejandola un poco de los
cabellos que la cubrían.

El otoño estaba cerca, era bueno aprovechar estos últimos días de aire caliente.

—Desde mucho antes de que el hombre evolucionara a lo que somos hoy en día, estaba
muy entrenado y preparado
tanto para cazar como para
evitar ser cazado –habló aún con los ojos cerrados —Ese instinto de saber cuando hay ojos puestos en ti, sigue presente en nosotros actualmente –los abrió y me miró —Es por eso que sentimos y sabemos cuándo
estamos siendo observados.

Me acomodé con rapidez, volviendo a ver hacia el
parque.

Dios, me había entretenido en su rostro.

—¿Y eso qué?

—¿Te gustó lo que viste? –Me
alcé de hombros.

El se levantó y se puso frente
a mi —¿Alguna vez podría llegar a gustarte?

¡Dios!

¡¿Por qué preguntas esas cosas tan de repente?! –me
fui un poco hacia atrás —¿Es
que tú no piensas las cosas
dos veces antes de hacerlas?

—No sólo dos, lo hago miles
de veces. Porque no eres alguien a quien quiera tratar
a la ligera. Deja de ser tan serio, por favor, deja de ser tan serio.

—¿Qué quieres que te diga?
Eres bonito, claro que lo eres, y tu compañía no me incomoda para nada, ¿eso
quieres oir? ¿Que me gustas?
Pues, sí, me gustas. Pero si
buscas algo más, no lo sé, Frank, eso no lo sé. No soy bueno para esas cosas, asi que, no te conviene imaginarte algo conmigo.

—¿Podríamos tener una
segunda cita? –preguntó aún
así.

—¿Acabas de escuchar lo que
dije? ¿Por qué querrías tener otra cita?

—Porque no beso en la
primer cita.

GULF

Mew estaba terminando de preparar el almuerzo, y yo sólo le hacía compañía, mientras las chicas miraban
tele en la sala.

—Perdón, osito, es como si fueras el único que está haciendo algo aquí.

—¿Es cómo? –dijo en broma.

—Okey, okey. Realmente eres
el único.

—Aunque tú también estás
ayudándome. –volteó su cara
hacia mí y sonreí, sujetando
su rostro y dejando un beso en sus labios.

Ah, amar de esta manera es tan hermoso que quiero
gritar.

—Hey, gatito, te amo... –dijo a penas nos separamos, a centímetros de mis labios.

Estoy tan feliz, tan feliz.
Te amo también, te juro que te amo.

—Mew... pero ¿por qué a veces me cuesta tanto decirlo? Ya lo se, tengo miedo... Mew, no quiero que esto se termine...

—Me tendrás a tu lado cada
vez que lo desees, Gulf, esto sólo terminará cuando tú lo quieras. –dijo con tono serio —Y si no quieres que se termine, pues no lo hará.
Jamás, jamás, lo permitiré.

—Te amo. –dije, dándole otro beso, más largo y dulce que el anterior.

Pero se separó con rapidez
cuando un pequeño olor a
quemado vino hacia nosotros.

—Casi, casi... –rió un poco.

—Creo que debería dejar de
ayudar un poco.

Reimos y él negó —Prefiero
comer carbón antes.

Debo admitir que durante el
almuerzo, pensé que entre Mew y Yaya se formaría un mal ambiente, pero para mi sorpresa, ellos no se dijeron nada, ni tampoco se miraban de mala manera como solían hacer.

Voy a dar gracias por eso.

Mew debía terminar su proyecto de literatura en la tarde, así que acompañé a
mami al trabajo.

En cuanto a Yaya, ella no podía ir por sus cosas aún, así que su proyecto no podía ser
terminado; aunque mucho no importaba, ya que lo traían bastante avanzado, además de que ella y Mike
seguramente tendrían algún trato especial por la condición de cada uno.

En fin, creía que las cosas poco a poco se irían acomodando.

—Gulf, esa bolsa sacala del camino, siempre acomodalas a un lado.

Asentí.

Quería observar mejor cómo
era todo este ambiente, ya que estaba muy decidido a seguir los pasos de mami.

La campanilla sonó y solté la bolsa, mirando con curiosidad.

—Buenas tardes.

Ay, Santa Claus, aún no es
Navidad.

—Oh, Karin, qué gusto, cómo está hoy Ajax? –preguntó por el perro que él traía, dejando el mostrador para ir a acariciarlo.

¿Acaso se conocían?

—Ajax ha estado bien, sólo vengo por su vacuna.

—Uy, la última por un largo
tiempo, ¿eh? –mami siguió
hablándole al perro con dulce voz —Y ya no habrá molestos pinchazos, qué te parece, Ajax? Yo creo que es un buen trato.

El perro movía su cola y se veía muy contento con su
trato.

—¿Ustedes ya se conocían?
–pregunté sin pensarlo, un tanto emocionado.

Él me miró y pareció sorprenderse, como si ni siquiera hubiera notado que estaba aquí, ella se levantó —Karin es un cliente recurrente aquí. ¿Por?

—Bueno, Gulf es uno de mis estudiantes. Ni siquiera.me imaginé que era tu hijo. –respondió él. —Aunque tampoco tuve jamás que llamarte para nada con lo bien que Gulf se comporta.

—Qué lindo. Así que nos conocíamos todos, ¿eh? Gulf, toma a Ajax, vamos a vacunarlo.

Fuí hacia el perro y lo levanté
con cuidado. Ella nos llevó hacia atrás y apoyé a Ajax sobre una plataforma.

Ajax se veía inquieto, pero mi profesor lo sostuvo entre sus manos y se calmó al instante.

!Ay, necesito!

Digo, me refiero a que su compañía es tranquilizadora y ya.

Carraspé y me alejé un poco,
viendo que él solo podía con
su perro.

Mami volvió con la vacuna —
?Asi que mi hijo es un buen chico? –preguntó, sosteniendo a Ajax cuando se removió por el pinchazo —Ya, ya, bonito, no es nada.

—Uno de los mejores. Por cierto, Gulf –me miró —Las dudas que tenían con Ubon, me hicieron pensar que quizás sí necesitaban una buena charla sobre el cáncer de próstata, asi que recopilé varías informaciónes sobre ello para la próxima clase.

Ay, Dios, no...

Mami acarició la zona del pinchazo y ahogó una risa
—Perdón, pero, ¿tenían curiosidad sobre el cáncer de
próstata?

Karin asintió inocentemente —Ubon y Gulf se mostraron muy interesados en la próstata, más específicamente en el cáncer, así que me pareció un buen tema a trabajar. Ya sabe, para estar atentos también.

Ella me miró burlona —Muy interesado en eso, ¿eh? Gulf es tan estudioso.

Basta, bastaaaaaaaa.

—Bueno, Karin –mami alzó a Ajax para acariciarlo un poco y después se lo extendió al dueño —Terminamos aquí, vamos. –Él asintió y se la quedó viendo. —¿Karin?

—Ah, sí... –lo tomó y caminó
hacia afuera.

—Tan despistado como siempre –rió ella, saliendo
también tras él.

¿Soy yo o la distraída es otra?
¿Me veía así de tonto cuando
ignoraba las demás miradas
sobre mí? ¿Mew se sentía igual de rechazado cuando yo no me daba cuenta de que él...?

Volví también, siguiendo con
las tareas que mami me había dado.

—Tu vuelto, yyyy –estiró su
mano para acariciar a Ajax
—Mantente sano y bonito,
cachorrito.

—Lo haré. –dijo algo bajo Karin, ganándose la mirada de mami —¡Digo! Me refiero a que lo mantendréde ese modo.

—Qué suerte de Ajax al tener un amigo tan atento. –vaya, mami es tan cariñosa con todos, ni siquiera puedo saber si ella está siendo profesional o lo hace porque él también le parece lindo.

Uishhhh... Necesitoo
respuestas.

Necesito que alguien así de
admirable cuide a mi mami.

El se despidió y me quedé viendo hacia la salida.

No te distraigas y ponte a
trabajar, chico próstata.

—¡¡Mami!!

Esa noche, Nadech llegó a la
farmacia junto a seis chicos
más.

No perdieron el tiempo, y ante la mirada confusa de Sunan, que estaba cerrando a penas el lugar, lo sujetaron,
haciéndolo entrar de nuevo.

—¡Hey! –gritó cuando fue
empujado contra un estante,
tirando algunas cosas al suelo.

—¡¿Qué rayos hacen?!

Se vio rodeado por ellos, y Nadech se agachó a su altura.

—¿Sabes quien soy?

Gruñó —¡Malnacido, tú arruinastea mi hija. Te voy a matar! –cuando quiso moverse, uno de ellos pateó su cara, evitandolo.

Sunan gritó y sostuvo su
nariz sangrante.

—No, viejo, yo debería matarte a ti. –dijo entre
dientes —Realmente no iba
a venir a gastar palabras contigo, pues Yaya dijo que no valías la pena; pero cuando me contó lo que hiciste con mi hijo... –Nadech inclinó su cuello —Te juro que no pude resistirme.

—¿Hacer? Malditamente fallé
en acabar con esa basura.

Nadech tomó los cabellos de Urassaya y tironeó dolorosamente, sacándole otro grito —Juro que tenía las intenciones de golpearte hasta que murieras, pero después pensé que Yaya no merece ponerse a llorar por un viejo odioso como tú, mucho menos en este momento. Porque eres su padre, y sé que esto le afectaría, por más que ella
quiera aparentar que no.
Así que... –lo soltó —Simplemente pensé en!golpearte hasta medio!matarte. ¿Qué te parece?

—Voy a volver por mi hija, la alejaré de tu lado. La haré respetable de nuevo. –escupió a los pies de Nadech, manchando con sangre el suelo —Y la!convenceré de no tener a la porquería de un bastado como tú.

Nadech apretó su mandíibula, este hombre no tenía remedio.

Alzó la vista a su alrededor.

Entonces no tendría remedio.

—Deshaganse de todo. –señaló al rededor, levantándose.

Los otros chicos comenzaron
a tirar los estantes, abrir paquetes y roper el mostrador.

—¡Detenganse, imbéciles!
¡Uhk!

Nadech lo pateó —Cierra la
boca, viejo. Haremos lo que
queramos –volvió a darle otro golpe —Por ejemplo,
decidir si te dejo vivo o no.

Kugimiya se alejó, dando
tácitamente una señal a los
chicos que estaban cerca de él, quienes comenzaron a patear a Sunan a la vez.

—Oye, Nadech, ¿me podría llevar una cajita de estas últimamente me ha estado
doliendo mucho la cabeza.

—Sí, pero paga por ellas, no
somos delincuentes.

El chico fue hasta el lado sano del mostrador y dejó el dinero ahí —No sé cuánto cuesta, así que quedate con el cambio.

Nadech sonrió y volteó de nuevo hacia los chicos que
golpeaban a Sunan.

—Suficiente. –cruzó sus brazos, acercándose cuando los otros se alejaron. Lo miró
desde arriba. Sunan respiró
con dificultad, y escupió sangre. —Ya, te ves medio
muerto –le dio un pequeño
toque con el pie, y Sunan lo
empujó sin mucha fuerza —¿Ves? No mentí. Ahora, viejo, cuando Yaya se encuentre mejor y termine sus estudios, me la llevaré lejos de aqui. Y si llego a enterarme de que aún después de esto sigues insistiendo en buscarla, volveré a terminar el trabajo.

Sin mas, se dió la vuelta, haciendo una señala sus amigos para salir de ahí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro