Capítulo 56
Historia Original de LYSDijoElRM
MEW
No tenía claro si estos nervios
eran por lo estúpido que me
sentía por no saber que hoy era su cumpleaños, o porque esta noche me quedaría con él.
Toqué la puerta.
—¡Mew! Pensé que no
vendrías. –Del me atendió.
—Ahm, Gulf me invitó a
quedarme esta noche, ¿no le dijo?
—No, él estuvo bastante
entretenido hoy... O bueno, más bien Uby tomaba mucho de su energía. –me hizo pasar y cerró.
—Oh, ¿trajiste pastel? Creí que no sabías que era su
cumpleaños.
—No, no lo sabía, me enteré
hace un rato. –rasqué mi nuca —Del, perdón, debería ser más atento con él.
Movió su mano, restando
importancia —No te preocupes, estás aquí, y no volverá a pasar, así que... ¿Cenaste ya?
—No, la verdad es que estuve
muy ocupado todo el día.
¿Ustedes?
—Nosotros comimos chatarra
todo el día. Ubon vino desde temprano, algunos familiares pasaron un rato, y después también estuvieron Mike y su noviecita. –Aish, Mike, ¿por qué no me avisaste que era cumpleaños de Gulf? —Pero estaba pensando en comer algo más que sólo chatarra, así que pediré unas pizzas. ¿Te gustan?
—Si, me gustan, gracias.
¿Si sabe que es comida chatarra también?
—Bien, las pediré. Oh, puedes subir, creo que Gulf estaba durmiendo un poco, pero quizás ya haya despertado.
Asentí y subí las escaleras para ira su habitación.
Abrí con lentitud para no molestarlo en caso de que
estuviera durmiendo todavía.
Okey, Del nunca me dijo que Ubon seguía aquí.
Tampoco me dijo que iba a estar durmiendo en cucharita junto a Gulf.
Cerré la puerta de un portazo y ambos se sobresaltaron.
—¡Mew! –Gulf sostuvo su
pecho —Qué susto me diste.
—Por dos. –Ubon se sentó y
fregó sus ojos —¿Qué hora es?
—Casi las nueve, ¿no deberías ira tu casa? –pregunté.
—¿Ah? No, me quedo a dormir aquí por hoy.
Gulf miró hacia abajo. El se levantó y estiró —Voy al baño, chicos, aprovechenle. –le dí paso y salió.
Miré a Gulf —No me dijiste
que también lo habías invitado.
Alzó la vista —No lo hice, lo hizo solo.
"Gulf, hoy me quedo a
dormir contigo", y ya.
—¿No sabes decir no? –
—No. –sacudió su cabeza —Es mi amigo, ¿cómo voy a decirle que no puede?
—Porque me invitaste a mí, por eso.
Frunció el ceño —¿Estás bien? ¿Por qué estás hablando así?
Me quedé mudo, era verdad,
estaba actuando como idiota.
—Perdón, perdón. No me hagas caso, no quise decir que no podía o algo así –señalé la cama —¿Puedo sentarme?
—Si, claro, ven –palmeó a su lado, donde antes estaba Ubon.
Me subi a la cama, sentandome de rodillas.
—¿Fue un largo día? –él se
acercó más a mí y acarició mi
mejilla con la mano, acunandola después.
Cerré mis ojos ante el toque. En el suspiro que lancé, se fue todo el peso que llevaba en los hombros, y sostuve su mano en el lugar, para que no la sacara.
—Lo fue, pero por lo menos tengo menos cosas sobre mi ahora. –abrí los ojos, mirándolo con culpa. —Lo lamento tanto, no sabía que hoy era tu cumpleaños, si me
hubieras dicho que querías pasar todo el dia juntos por eso, te juro que hubiera dejado todo de lado.
—No, osito, no puedo ser así de egoísta. Decirte "porque hoy es mi cumpleaños" sonaría a chantaje. Además, no estuve solo,.simplemente quería más de ti, y hoy me parecía un buen momento.
—Era un buen momento, Gulf. Yo debí estar hoy contigo también.
—Lo estás –se alzó de hombros. —Bueno, tampoco es como si fuera mi último cumpleaños. Podrás compensarlo en mis
dieciocho.
Sonreí —Es verdad, son diecisiete ahora, ¿no? –liberé su mano para llevar las mías hacia su rostro y después a su cabello, dándole una caricia. Él cerró sus ojos y me acerquê para darle un beso.
Los abrió y sonrió en mis labios, pegandose más cuando pretendí alejarme.
—Me gustan tanto, en serio mne gustan demasiado. –susurró aún.cerca.
—¿Mis besos? –pregunté
embelesado.
—¿Tuyos? Ellos son todos míos –sujetó mis mejillas, y
se sentó sobre sus rodillas, casi poniéndose sobre mí.
Sostuve su cintura, dando una caricia a cada lado.
El beso se volvió más profundo y realmente deseé poder comerme por completo su boca.
Una de mis manos pasó atrás
de su nuca y presioné, mientras empujaba mi legua a su interior.
El abrió la boca de inmediato,
soltando un sonido suave y dulce.
Nuestras lenguas chocaron,
el beso se volvió sucio y
desesperado por parte de los dos. Fue ahí que me aparte.
Gulf abrió los ojos rápido, y trató de volver, pero lo impedí.
—Vamos a detenernos aquí... –dije agitado.
—¿Por-Por qué? –El estaba igual.
—Del o Ubon podrían entrar
en cualquier instante, Gulf.
Creeme qué quiero esto más que nada, pero no es el momento.
Parpadeó y asintió con rapidez.
—Tienes razón, soy un descuidado. –se alejó.
—Hey, gatito –estiré mi mano
hacia su mejilla —Te amo, ¿sí? –pasé mi pulgar por sus labios para limpiarlo, y él sacó su lengua, abriendo la boca
Me quedé estático, y sólo se quedó ahí. mirándome fijamente.
Tragué saliva e introduje mi dedo lentamente.
Cerró sus labios sobre él y sentí su lengua tembrar en el interior.
¿Qué estaba haciendo?
¿Gulf sabía lo que estaba
haciendo?
Sujetó mi muñeca y cerró sus ojos cuando empezó a succionar mi dedo.
Si él no paraba, yo terminaría
parado.
—Gulf... –abrió sus ojos, y estaban brillosos, así que sólo
comencé a empujar mi dedo
dentro de su boca. Él los volvió a cerrar y siguió con lo que hacía.
Esta imagen, verlo así..
Oh, nene, ahora serás mi cena.
Quité mi mano y me lancé sobre él, besándolo con velocidad.
Fui bruto y él se dejó, aunque
incluso nuestros dientes chocaron por la intencidad. Quise tirarlo sobre el colchón, pero calculé mal y cayó al suelo, yo sobre él.
—¡Auch! –sobó su nuca y
comenzó a reir.
Su risa era tan contagiosa que sólo pude reír con él. Me
tiré a su lado, y nos miramos,
manteniendo una sonrisa.
—También te amo, osito. Solamente a ti, no tienes por qué estar celoso.
—No puedo evitarlo. Tenerte a mi lado me hace sentir tan poderoso, que si te pierdo, me volvería loco.
—Tengo un plan de vida, te lo dije, o ¿no?
—Las cosas no siempre suceden como uno las espera, Gulf. No digo que no puedas hacer todo lo que dijiste, pero sí es un ideal.
—Tu eres asi, siempre verás el lado malo, pero está bien para mi, porque soy todo lo contrario. –sujetó mi mano y entrelazó nuestros dedos. —No importa que tú lo creas como un sueño, porque yo soy el que va a hacerlo, y creo que puedo hacerlo. Debo esforzarme mucho y no será
fácil. lo sé. Pero lo haré. Iré a la universidad, seré un buen
médico y tendré mi casa. Estar ahí o no conmigo, depende de ti.
—Tiene sentido.
Asintió —¿Quieres vivir en mi ideal, entonces?
Sonrei —Sí. Ehm... ¿Y qué sucede si yo tengo la casa antes? ¿Podría funcionar eso
como uno de tus planes?
-Uhm... Un poco de ayuda no
vendria mal, ¡pero oye! –gritó
de repente —No estoy pidiendo que uses tu dinero o algo asi, ni quiero aprovecharme, te ayudaré a pagarla.
—Eres un bobo, yo puedo usar lo que quiera para hacerte feliz.
De repente, sentí un dolor en el estómago, eran los nervios de nuevo.
La casa que sería mía, es la misma en donde Yaya vive; y
aunque Gulf haya dicho que su actitud conmigo lo había
molestado, no siento que algo
como esto le guste tampoco.
Pero...
—Ví a Yaya hoy.
Alzó sus cejas y se sentó,
viéndome desde arriba —¿Ella está bien? ¿Por qué no ha venido a verme? –vi la tristeza en su mirada. Probablemente era el primer cumpleaños que pasaba sin ella.
—No sé eso, pero sólo me habló desde su ventana. Dijo que se habia quedado sin celular, y que te desea feliz cumpleaños.
Esbozó una sonrisa —Quise ir
hoy a su casa, y mi mami dijo que no, porque podía ser peligroso. Que Sunan no estaba bien de la cabeza, ¿cómo se veía Yaya?
—Ella está bien, no te preocupes –me senté ±sigue tan fastidiosa como siempre, asi que está bien. Pero su padre, él sí es muy agresivo.
No sé por qué abri esta
conversación, era obvio que él no se estaba sintiendo bien con la situación de Yaya.
Frunció el ceño —¿Y cómo es que pudiste verla? O a su padre, ¿fuiste a su casa?
Ay, Mew...
—Mi padre le llevó algunas cosas al suyo y ahí la vi. – negué —No es importante.
¿Deberiamos bajar ya?
Negó y presionó mi pecho hacia abajo, recostandome en el suelo, haciéndolo él sobre mi pecho después.
—Si nos quedamos un rato más, estará bien. –me abrazó.
Llevé mis manos a su cabello y comencé a acariciarlo. —¿Crees que soy un novio muy pesado por querer que me veas todo el tiempo?
—No, gatito. De hecho, deberías exigirme más.
Soltó una risita y se acomodó
un poco más arriba, dejando
pequeños besos en mi cuello.
—Entonces quiero más. –pasó su mano sobre mi pecho y fue bajando con lentitud. Mi
respiración volvió a agitarse y lo detuve antes de que bajara más. El volvió a reír con inocencia.
—Nunca te lo he visto. Sólo quería ver.
—Querías tocar, y eso sería
peligroso. No soy como tú, que sólo pienso en otra cosa y se me va. Yo necesitaría verdadera atención sobre él. Así que no me provoques ahora.
—¿Y que si lo hago? Eres libre de apartarme si no quieres que toque –sin importar que yo lo sostuviera, hizo fuerza y bajó, metiendo su mano dentro de mi pantalón.
Su cara fue muy graciosa cuando lo tocó.
—Por dios, dime que eso ya está activo.
—No del todo, gatito. Todavía
puede más. –sonreí de lado.
Sacó su mano rápido y se sentó, mirándome con grandes ojos.
—¿Crees que es más grande que el mío?
Me senté también —Sí lo es, gatito. ¿Ahora quieres comparar penes?
—N-No, pero... Uhm, yo creí que el mio era bastante bueno. Me refiero en tamaño.
—Y lo es, yo sólo digo que el mío lo es un poco más ¿Entonces quieres verlo? –él
asintió, aunque se mostrara algo asustado.
Pero entonces Ubon se asomó
por la puerta —Chicos, las pizzas acaban de llegar, vamos a comer.
—Por qué están en el suelo?
La cama nos cubría a la mitad, asi que Gulf se levantó y sacudió su ropa.
—Nos caímos. Ahora vamos.
—Okey –se fue, cerrando la
puerta.
—Supongo que lo veré en otra ocasión –rió corto, tratando de no demostrar lo nervioso que estaba hace un momento, algo que no le salía muy bien.
Gulx no sabía fingir.
Estiró su mano hacia mí y la tomé para levantarme.
Cuando estuvimos cerca de la
puerta, empujé su espalda hacia la pared, y apoyé mi cuerpo sobre el suyo, aprisionandolo. Me acerqué a su oído —No te asustó esto, o ¿sí? –apreté mi pelvis contra sus nalgas.
Sonrió y acarició mi brazo hasta llegar a mi mano.
La tomó y la puso contra su pecho, pegandose más a mí.
—¿Estamos decidiendo esto
ahora? ¿Crees que alguien como tú me pueda dominar?
—Claramente eres más fuerte
que yo –di un beso a su nuca
y suspiró entrecortado. —Pero serás tú el que se deje dominar por mí. La fuerza no tiene nada que ver con eso, es simplemente lo que tú deseas que haga.
Me soltó y se dio la vuelta,
sujetando mis mejillas.
—Tienes razón, Mew, porque
no hay manera en la que pueda resistirme a ti.
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