Capítulo 53
Historia Original de LYSDijoElRM
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GULF
—Él no lo sabe, ¿no? –Uby se tiró sobre su escritorio, mirándome.
Me alcé de hombros —No es como si yo le hubiera dicho.
—Tampoco preguntó.
—Ni yo le pregunté a él, así que estamos en las mismas.
—Te bastó sólo con stalkear su Facebook y lo averiguaste.
Suspiré, dejando de copiar —¿Qué más da, Ubon?
—Qué pediste pasar el día entero con él, y te dijo que no.
—Te dije que no lo sabe, además, tiene cosas que hacer, me lo dijo, no tiene caso molestarme por eso.
—Eres tan bueno, Gulfininie~ –apretó mi mejilla.
—¡Va! No hagas eso pedí, sacándolo con un movimiento de brazo.
—Chicos, copien en silencio –nos regañó la profesora, y nos disculpamos.
—Ya oíste, copia.
—Tengo una idea mejor. –se
enderezó y alzó la mano —Profe, ¿sabía que hoy es cumpleaños de Gulf? –lo miré con sorpresa.
Ella se levantó —Vaya, no lo sabía. Felicidades, Gulf. Vamos a cantarle feliz cumpleaños, chicos. –animó a mis compañeros.
Empezaron a aplaudir y cantar, y no sabia dónde meterme o qué cara poner.
Alguien debería crear una guía sobre cómo comportarse cuando te cantan el feliz cumpleaños, o por lo menos una ley que los obligue a preguntarte si es lo que
quieres antes de hacerlo.
—¡¡Woooooo!! –celebraron todos.
Algunos me saludaron de nuevo, y otros siguieron en lo suyo.
—Bueno, ahora copien. –dijo,
sentandose de nuevo.
—Eres el peor amigo.
—Soy el mejor. –volvió a recostarse en el banco. —¿Cierto?
Sonreí y acaricié su cabeza —Cierto.
AOM
Uby vino hacia mí antes de que me levantara —iré a ver si las chicas ya hablaron, y sino, voy al aula de Mike, ¿okey? Por cierto, en lugar de caramelos, ¿podrían ser gomitas?
—Sí, ve tranquilo. Iré al kiosco antes, y voy para allá.
Asintió y salió de salón.
Tomé mi libreta y lapicera,
saliendo también.
Caminé por el pasillo, mientras anotaba lo que Uby me había dicho, cuando sentí mi brazo ser jalado.
—¡Hey! –me empujaron dentro del salón y cerraron la puerta —¿Otra vez tú? –di un paso hacia atrás cuando ella y sus tres amigas me acorralaron.
—¿No te quedó en claro lo que te dije hoy? –la chica rubia habló.
—No puedes acercarte a Mike, él es mío.
Alce mis cejas en sorpresa —¿Lo estás diciendo realmente en serio?
—Claro que lo digo en serio. Yo sé que él me aceptará algún día, pero no va a poder si todas las perras de esta escuela corretean detrás suyo y no lo dejan en paz.
—Soy su novia.
—¡Déjalo!
Esta chica estaba loca —Sí, ya
mismo lo haré. –fuí sarcástica.
Quise pasar por su lado y dos de ellas me sujetaron de los brazos.
—Hey, basta.
—Vamos a hacerlo, Prang. –dijo una de ellas riendo. Me llevaron hacia una esquina del aula, alejada de la puerta.
—¿Hacer qué?
—Es sólo otra pequeña advertencia. –fue hacia un banco y volvió con una tijera. —¿Crees que sigas siendo tan linda sin ese bello y largo cabello?
No, no, no. —¿Estás bromeando, cierto? –apreté mis manos, arrugando mi libreta y mi boligrafo.
—A ver, sujeta su cabello. – ordenó a la tercera.
Por más que intenté zafarme, eran más fuertes, y me tiraron al piso.
Esa chica recogió mi cabello y lo alzó.
No soy buena gritando, pero lo intenté, mas Prang cubrió mi boca con su mano.
—Si te mueves mucho podría
cortarlo peor. –rió y las otras le siguieron.
—Rápido, rápido –dijo la que
sostenía mi cabello. Lo decía con tanta emoción y euforia, que no podia entender cómo esto podría parecerles gracioso.
Comencé a llorar cuando escuché que mi cabello era cortado sin cuidado.
—Más arriba, sacale esto también –una de ellas jaló mi pelo un poco más y lo cortó.
—Preeya, ve a ver que no venga nadie.
La chica que sostenía una de mis manos me soltó, y no dudé ni un momento en apretar la lapicera y voltearme hacia Prang.
—¡¡Aaaahhh!!! –soltó la tijera, y las demás me soltaron a mí, cuando vieron la lapicera atravesar su mejilla. Ella siguió gritando, tratando de tocar la lapicera, pero arrepintiendose cuando sintió el dolor.
Las otras histéricas seguían
gritando junto a ella.
Lloré un poco más cuando ví mi cabello tirado en el suelo. Tomé la tijera y la abrí, mirándo a Prang fijamente.
Ella negó espantada y sus dos
amigas se alejaron, saliendo del salón junto con la tercera.
Mike quería enseñarles ¿que conmigo nadie se metía?
Yo les enseñaría directamente a no meterse con una Sushar.
Alce la tijera y la bajé sobre su muslo, atravesando la falda del uniforme, esperando haber atravesado mucho más.
Ella gritó y lloró.
Mis lágrimas volvieron a.caer, cuando dejé la tijera ahí —Perdón, pero te odio ahora mismo, seguro me dejaron feisima.
Puse más presión sobre la tijera.
MIKE
—Gulf, Aom ¿no venía? –pregunté al ver que él había llegado hace diez minutos y ella no.
—Escuché que iba al kiosco antes, quizás sigue ahí.
—Ah, esta tonta, quizás quiera pagar todo sola, aún dice que por su culpa perdimos. –me levanté. —Iré por ella.
—¿Te acompañamos? –preguntó Mew.
—No, no, igual vamos a venir para acá.
Salí del aula y un grupo de chicos pasó corriendo por mi lado.
—¡Cuidado! –dije al ver que casi me chocaban. Vaya milagro, no terminé en el piso ahora.
Caminé por el pasillo, y más chicos se iban aglomerando en uno de los salones.
Los ignoré, obviamente, no era asunto suyo lo que ocurriera ahí NO ES CIERTO, me acerquė a ellos.
—Hey, ¿por qué todo este
alboroto?
—¡Apuñalaron a nuestra compañera!
—¡¿Eh?!
—Sí, se murió. –dijo otro.
—¡¿Cómo?!
—No murió –el primero lo empujó —Pero está lleno de sangre y no nos dejan entrar. ¡Todas las paredes están manchadas!
—¡Exagerado! –dijo una chica
acercándose.
—Sólo hay un poco de salpicadura. –dijo abrazándose —Qué horror.
—Diablos, gracias busqué con
mi mirada a Goy, y la vi con su novio. Fui con ellos —Goy, ¿en serio apuñalaron a alguien?
—Dicen que sí, pero no sabemos. A penas oímos, vinimos a ver. Pero ya ves, el profesor no nos deja entrar –movió la mano —No es que quisiera ver la escena, sólo
quería saber si era de verdad.
—Inventan muchas cosa, todavía no sabemos. –agregó su novio.
—Bueno, supongo que después dirán algo más. Nos vemos. –saludé y volví a lo mío.
Llegué hasta el kiosko, pero ella no estaba. Solté aire agotado, quizás estaba con Ubon o sus amigas.
Así que me desvíe al salón de Aom, y le iba a pedir que me recompensara toda esta caminata con muchas caricias.
Me asomé por la puerta y no habia nadie.
—¡Mike! –Ubon gritó detrás de mí y me asusté.
—Nada de aparecerme por la
espalda de ese modo, ¿no viste a Aom?
—Eso iba a decirte, amigo, ella está metida en un gran problema.
DRAKE
—Es una locura, inaceptable, incluso algo que está fuera de las manos de esta institución. –el director trataba de no gritar, pero sonaba agresivo.
—Lo mismo digo, permitir que un grupo de chicas ataque de ese modo a otra, es inaceptable. Creí que esta escuela era una de las
mejores.
—¿Me toma el pelo? –mala frase, imbecil. —Su hermana apuñaló a otra estudiante dos veces, ¿entiende usted que esto no sólo concierne a la escuela, sino a las autoridades policiales? Lo que Aom Sushar hizo, es una locura, es criminal.
Estoy de acuerdo, ella debió
apuñalarla incluso más. Pero no podía decir eso, ¿verdad?
Suspiré —¿Y qué pasará con las chicas que la atacaron?
—Usted debe preocuparse que pasará con su hermana. Para empezar, está más que expulsada de esta escuela.
—¿Qué? –me levanté —¿Por qué ella es la castigada cuándo esas otras chicas son las que empezaron primero? La acorralaron, amenazaron y atacaron fisicamente también. ¡Cortaron su cabello!
—¡Ella atravesó la piel de una
estudiante! –apretó el puente de su nariz, tratando de calmarse. —¿En serio no ve la diferencia de gravedad?
—Yo veo a tres estudiantes atacando a una, eso veo. Si fuera yo, le hubiera hecho mucho más.
—Con un tutor así, no me
sorprende el actuar de esta chica.
Ah, no es la única que quiere
apuñalar a alguien.
—¿Cuántas veces la ha tenido
aquí? ¿Cuántas quejas ha recibido de ella? Está claro que no la hubiera tenido aquí, si esas malditas no la hubieran atacado. ¡La va a echar por defensa propia?
—No son formas. Y digame,
¿realmente necesitaba atacarla con la tijera después de que ellas la dejaron libre?
—¿Su decisión de expulsarla es definitiva? –ignoré su pregunta.
—Definitivamente.
—Qué bueno, está escuela es una mierda, después de todo. –pateé la silla y salí de la oficina.
En la secretaria estaba Aom, con la cabeza gacha y los cabellos cortados en tajos.
—Señor Sushar, debo informarle que le tengo que dar sus datos a los señores Kang por si desean hablar con ustedes después –me
informó la secretaria.
—Gracias. Aom, nos vamos.
Negó —Me veo horrible.
—¿Por tu cabello? Aom, seguro prestarán más atención a la cara de la otra chica que a esto. –saqué una de las pulseras que llevaba en mi mano y me acerqué, sujetando su cabello e intentando atarlo.
—¿Qué haces? No funcionará, se cae.
—Deja ya de llorar y actuar como una niña. –miré de reojo a la secretaria y me agaché frente a Aom —Hiciste lo que hiciste, hermana, recuperaste tu dignidad y le devolviste algo peor de lo que te provocó. Tú cabello volverá a crecer, pero ella no se atreverá a meterse contigo otra vez. Levanta esa cabeza y camina firme, ganaste, y no tienes porque esconderte.
Asintió y terminó por atarse ella el cabello, era cierto, algunos mechones quedaban sueltos, pero no hay guerrero sin cicatrices; y si bien ella quedó herida, bien podemos decir "deberías ver cómo quedó la otra"
Salimos de ahí y habían algunos estudiantes mirando y murmurando.
—¡Aomie! –Mike se acercó a nosotros y ella se escondió detrás de mí.
—No quiero verlo. –dijo.
—¿Aom? –quiso verla de nuevo, pero lo impedí.
—Primero la voy a sacar de aquí, ¿entiendes? –él asintió y dejó de insistir.
MIKE
Después de eso, los profesores siguieron insistiendo a que volviéramos a nuestros salones.
—Bueno, supongo que la compra de los chuches queda perdonada por hoy. –dijo Uby detrás de mí.
—Ah, eso fue gracioso, pero no me reiré.
MEW
Nos despedimos con Mike fuera de la escuela. El dijo que iría directamente a ver a Aom.
—Phannee, ¿me esperas un
momento?
—Si, voy a fumar por allá, ¿okey? –señaló unos pasos más adelante y asentí.
—Bueno, gatito, ¿nos vemos
mañana?
—¿Ni siquiera tendrás libre la noche?
—Uhm, supongo que si, ¿por qué? ¿Quieres que nos veamos en la noche?
—Aunque sea... ¿Puede ser?
Sonreí —Claro, precioso, me
gustaria mucho.
—¿Te... Quedas a dormir conmigo entonces?
Moví mis piernas con emoción.
—Quiero eso, gatito.
—Genial –mordió su labio y sujetó las tiras de su mochila.
Ambos estábamos emocionados sin saber bien por qué, pero ninguno decía nada.
—¿Qué harás en todo el día?
—Ah, quiero ver si Aom está bien, pero iré más tarde, no quiero abrumarla ahora.
—Es verdad, bueno.. Y con respecto a lo de pasar todo el día juntos, lo compensaré, te lo juro.
—Está bien, no te preocupes. –miró a sus costados —¿Me, me vas a besar ya? –preguntó con un leve sonrojo.
No-puede-ser ¡¡Es tan tierno!!
—Es que en verdad yo te quiero besar tanto, y tengo miedo de no poder detenerme.
—Entonces no te detengas.
Me acerqué y él lo hizo también.
Nos dimos un suave beso, y el dejó otros pequeños antes de
separarnos.
—Nos vemos en la noche.
—Sólo esperalo, gatito.
Chale es cumple Gulf y Mew no lo sabe.
Diablos quedé sorprendida con lo que hizo Aom no me lo esperaba y ustedes?
Bueno, el próximo capítulo es el último de la maratón.
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