Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 50 [Chucherias y besitos]

Historia Original de LYSDijoElRM













GULF

—Vamos, chico abs, quitate la
remera.

Tragué saliva, nervioso. No por tener que mostrar mi torso, no tengo problemas en eso, pero ahora estaba pensando, Ubi y Mike se rieron con los besitos... ¿Qué pasa si yo empiezo a hacer
algo más que eso?

—Estás rojito. –miró a Mew —Está rojito, si hacen menos de trece, perderán.

—El puede, ¿o no? –me preguntó.

—Sí, dije que lo haría y lo haré aspiré lento y solté el aire para darme ánimos.

Me saqué la remera y me
senté.

Ubon se cubrió la cara —Amigo, me dejas tanto en vergüenza, y sólo quiero comer más frituras por la depresión que me da.

—Yo me quiero sacar los ojos
por la envidia que me da Mew –agregó Pam. —Bueno, ven que te pongo el labial.

—Yo lo haré –dijo él, y ella se
lo dió.

Comenzó a aplicarse gran cantidad en los labios, y de sólo pensar en que harían contacto con mi piel, me ponía ansioso.

Concéntrate Gulf, es un juego, miralo como un juego.

—¿Listo? –preguntó ella.

—Gulf, ¿tú? –asentí —Yo también. Empieza.

Ella dió aviso y él sujetó mi nuca, repartiendo besos por mi cuello.

Era rápido e iba de un lugar al otro.

Bajó hacia mi pecho, y cuando llegó a mi pectoral, sentí que los besos duraron un poco más.

Se alejó y abrí los ojos que mantenía apretados, él se
estaba aplicado más labial.

Volvió a sostener con firmeza mi nuca y besó todo mi torso.

Salté en mi lugar y abrí mis ojos con sorpresa, cuando sentí que besó uno de mis pezones. Realmente sentí la humedad de su boca rodearlo.

Él lo estaba tomando como un juego, pero disfrutaba esto por demás.

—¡Yea! Mew, aprovecha. –gritó Pam.

Lo sentí reír sobre mi piel.

—¡Diez segundos! –¿porqué esta chica se veía más animada que con los demás?

Mew me soltó para agacharse y bajar a mi estómago, y ahí sí que empecé a sentir las cosquillas.

—Mew, Mew, Mew, por ahí no...

—¡Cinco!

Me escuchó y salió de esa zona, sosteniendo mi cara, y aprovechó esos cinco segundos para desparramar los besos por ahí.

—¡Tiempo!

¿Es normal que me sienta mal porque él no haya tocado mis labios como Aom lo hizo con Mike?

Fue tierno para mí, también quería que lo hiciera.

—Saca ese puchero de tu cara, Gulf, seguro son más de trece besos. –Me dijo Mike, acercándose a mirar.

—Sin dudas lo son –dijo Mew con orgullo.

—Igual quiero saber si hice más que él –Hwahwa se cruzó de brazos.

—Bueno, contemos Pam..

Mike y ella se acercaron a mí
y empezaron a contar.

—Setenta y cuatro.

—¡Diablos! Tan cerca –renegó Mew.

—¡¡Sí!! –Ellas saltaron entre aplausos y después se abrazaron a Ubi, que les siguió la emoción.

Mike se lamentó, pues ahora le tocaba comprarnos la comida en la escuela.

—No ganamos, pero por lo menos no tenemos que comprarles cosas –Mew me pasó la remera.

La tomé —Si me hubieras dado un beso en la boca, por lo menos hubiéramos empatado. –dije un poco en reclamo. Me levanté.

EI alzó sus cejas —¿Querías un beso en los labios? Gatito, este labial es incómodo, no quería mancharte también.

—Ya, no importa –arrugué mi remera y la pasé por su labios para sacarle el exceso de labial. — Sólo quería un besito.

Apartó mi mano y sujetó mi cintura, dejándome firmemente pegado él.

Se inclinó y me besó con suavidad.

Llevé mis brazos tras su cuello, y sentí su mano subir por mi espalda, tocando mi piel.

Un carraspeo nos hizo separar.

—Aún están en mi pieza –Mike dijo con una sonrisa.

—Limpiate, Gulf. Los demás, vamos a ordenar las cosas, hay que dormir.

—Hubiéramos podido trasnochar, si no hubieras hecho una pijamada en un día escolar –Se quejó Pam.

—¿A qulen se le ocurre Mike?

—Tú lo dijiste, sólo a Mike. –respondió Hwahwa.

—Pero si fue idea de Aomie... – acusó.

—¡Y tú me apoyaste! –se defendió.

—Qué más quisiera.

—¡Mike! –le dió un manotazo.

—Yo quisiera bañarme antes de dormir –Mew alzó la mano.

—Sí, no hay problemna, ¿alguien más?

—No tenemos esa clase de confianza, así que me bañé en mi casa –respondió Hwahwa.

—Si, yo tampoco traje nada. Además, es raro bañarse en el baño de alguien más. –Ubi sobó sus brazos.

—Tienes el baño libre entonces.

—Bien, también limpiaré a Gulf antes, —tomó mi muñeca.

—Cierto, toma –Hwahwa se acercó para dejarle la crema y las esponjas.

—Gracias.

—Nada más no vayan a hacer
nada raro –pidió Mike —Es el baño de la familia y no quiero desastres.

—¡Nada raro va a pasar! –dije con rapidez. ¿En qué cosas está pensando? —Sólo me limpiará y lo dejaré bañarse tranquilo.

—Esapto. –confirmó Mew, tirando de mi para empezar a caminar.

Salimos de la habitación y bajamos la escalera. Fue hacia sus cosas, buscando su ropa.

—¿Vas a ponerte tu pijama
también?

—Sí, sí. –fui hasta las mías y
saqué mi pijama.

—Aquí están, ¿crees que debí
traer algo más abrigador?

—Ya lo hiciste, me trajiste a mí –respondió, abrazando mi cintura por mi espalda y alzandome.

—¡Ay, me asustaste!

—Vamos rápido a cambiarnos –me subió así, hasta la entrada del baño.

Vimos a los demás salir de la habitación de Mike y bajar las escaleras —Vamos. –Mew abrió la puerta y entramos.

Colocó la traba.

Bajó la tapa del inodoro y se sentó ahí —Acércate, para que te limpie. –lo hice, y aplicó crema a la esponja.

Comenzó a pasarla con suavidad por mi piel.

—Ah~ perdimos los chuches.

—Aún tenemos los besitos.

—Están siendo borrados.

—Puedo hacer más. –dijo, pasando la esponja por debajo de mi ombligo.

Apreté los dedos de mis pies
cuando presionó la zona.

—Mew, sé más cuidadoso...

—Perdóooon. –pero aún así, él mantenía una sonrisa burlona.

Ahora pasaba la esponja por mi cuello y bajó hasta mis pectorales —¿Qué sentiste cuando besé tu pezon? –frenó.

—¿Eh? –pregunté, algo nervioso.

—Cuando lo besé, ¿te gustó? –comenzó a trazar un círculo alrededor de él. Sujeté su mano para detenerlo.

—No hagas esas cosas, me
volverás loco.

—Pero es que eres tan bonito.

—Limpiame, por favor.

—Lo siento, lo siento, dejaré de bromear con eso –fue sincero —No alcanzo a ver bien tu cara, cambiemos lugares. –intentó levantarse, pero empujé sus hombros, deteniendolo en el lugar. —¿Gulf?

Siempre oí que hay que actuar como su tu madre te estuviera viendo... Voy a ignorar eso por ahora.

Me senté a horcajadas sobre él, y sentí cómo su respiración se pausó por un momento.

—¿Llegas a ver bien ahí?

Despabiló y asintió con
lentitud.

—Veo perfectamente bien.

Pasó la esponja por mi cara, y
cerré mis ojos.

Mis manos apretaron sus hombros, y mi cuerpo comenzaba a sentirse caliente.

¡¿Por qué hiciste esto si no podías manejarlo, Gulf Kanawut?!

—¿Estás bien? Vas a machucarme el trapecio. –dijo con gracia. Negué —¿Qué es? ¿La paso muy fuerte?

—No, yo.. Es sólo que cada vez quiero más de ti. –volví a apretar su hombro.

—¿Más de qué? –sostuvo mis caderas y acercó las suyas, apretandonos. —No puedo darte mucho más aqui, ¿sabes? Además.. –aflojó su agarre y miró hacia abajo —Tampoco sé mucho del tema.

Me puse completamente rojo, él realmente fue más allá de lo que yo decía. No es que nunca hubiera pasado por mi mente, pero no sabía que él también.

—Me-Me refería a besitos... Tocarme, y así..

—Uhk... –se atragantó y tosió un poco hacia el costado. —Yo creí que... Perdón.

—No, está bien, he pensado en esas cosas también... –confesé. Tomé la esponja de su mano y la pasé por su boca, sacando lo que restaba de labial —Pero tampoco sé nada del tema.

—Sé quién podría guiarnos un poco, pero es altamente vergonzoso.

—Hablar de esto en un baño ajeno es altamente vergonzoso.

—Entonces, vamos a hablarlo
en otro momento.

—Pues, no limpié tu boca sólo para que hablaras.

—Hey.

Reí —Mew... Cuando.

—Espera, por qué desde hace
rato me llamas Mew y no osito?

—Uhm... Osito es... Osito es un mote cariñoso y no quiero, no sé, decirlo cuando hacemos estas cosas.

—Oh, entiendo. ¿Debería dejar de usar gatito también? En estos casos.

—No. Gatito suena bien en ambos casos. Eso creo...

—Entonces, gatiito.. –dijo con voz ronca, subiendo su mano por mi espalda, y marcando con su dedo la línea de mi columna.

Me ericé. —¿Funciona? –preguntó normal.

—Sin dudas.

—¿Y qué es lo que ibas a decirme?

—Ah, que cuando, bueno, cuando besaste mi pezon, uhm, se sintió lindo... O algo así, fue como-  ¡Hey! –volví a apretar su piel cuando, sin dejarme terminar, cubrió mi pezon con su boca. —Mew, Mew.. Eso fue muy repentino..

—¿Debería..? –abrió la boca y mordió alrededor, haciéndome saltar, junto con un grito.

Cubrí mi boca y me levanté,
alejandome.

—Mala idea, Mew, mala idea. –tomé mi pijama y la sostuve
delante de mi —será mejor que ya me cambie, así que metete a la bañera y cierra la cortina.

—Quita tu ropa de ahí, –ordenó.

¿Soy perro o que pasa aquí?

¡¿PERO QUÉ HACES OBEDECIENDO?!

—¿Gran problema, eh? –se levantó —Ah, gatito, eres tan sensible. –caminó hacia mí y retrocedí, pero mi espalda dió contra el azulejo.

Puso sus manos a cada lado de mi cabeza.

—Puedo encargarme, ¿quieres que me encarge?

Asentí sin dudar.

—Si, por favor.

—Pero vas a tener que ser muy silencioso, ¿okey? –volví a afirmar. —Dejame encender esto para que se te haga más fácil.

¿Encender? ¿Encender qué? Ya estoy muy encendido.

Ah, no, se refiere a la ducha.

Él se había alejado y dejó el agua correr, para volver conmigo.

Eso es un desperdicio de agua, pero no estoy en modo Greenpeace ahora, lo lamento mucho.

Diosito, espero que tampoco estés viendo esto.

Él se arrodilló frente a mí y bajó mis prendas inferiores.

Cubri mi boca con ambas manos y presioné con fuerza.

No grites Gulf, no grites Gulf, no-

iAaahahhshsjskkwkwlw!
Kakakakakaka estoy haciendo cortocircuito de nueve- de nuevo.

Ay. ¡¡¡pero si quiero gritar tanto!!!!!

Esperen, esto no es como la
primera vez.

Mew aprovechó y llevó sus manos a mis nalgas. Las apretó y las empujó para levarme más hacia él.

Miré hacia abajo, y si les digo cómo de caliente me ponía esa imagen, creo que se excitarian conmigo.

Mordí mi puño.

Yo rezandole a dios todos los días, cuando tenía que haberle rezado a Mew.

¡Perdón Diosito! ¿Qué cosas digo?

—Ghñ, Mew. jadeé, y retiré mis manos cuando sentí el cosquilleo.

Dile, Gulf, dile.

¡Mew, retírese!

¡Salga de allí soldado!

Pero no pude, volví a cubrir mi boca para amortiguar el sonido que solté.

Apreté fuerte mis ojos.

—Perdón, perdón...

—Gatito, mira. –Bajé la mirada hacia él, tenía prácticamente todo alrededor de su boca y dentro de ella.

Parezco una de esas chicas del animé.

Comencé a reir y él lo hizo conmigo.

Lo ví pasar su mano por toda su cara y llevarlo hasta su boca.

—ÉL.. ÉI se tragó todo lo que le di.

—Ah, gatito... También te amo.

MIKE

Aomie estaba en la habitación mía, preparando sus cosas.

Mientras tanto, comíamos un
último bocadillo en la sala.

—Ya se están tardando mucho, ¿qué creen que están haciendo? – preguntó Hwahemwa.

—Se perderán las bananas que traje para compartir.

—Quizás ya se estén comiendo sus propias bananas –dijo Pam, dando un mordisco a la suya cuando Hwahwa se la pasó.

—Por favor, no pongas esa clase de imagen mental sobre mi baño. –pedí.

—¡Rápido, Hwahwa, quiero mi banana, pelame, pelame, pelamela ya! –lloriqueó y Ubon.

—Todavía no entiendo porque son tan caprichosos conmigo. –dijo ella, pasándole la suya ahora.

—Eres como nuestra mamá, Hwa –Pam se apoyó sobre su hombro.

Suspiró —Iré a tirar las cáscaras – se levantó y salió hacia la cocina.

—Creo que a ella no quiere ser precisamente tu mamá. –dijo Ubon una vez se alejó.

—¿Eh? –Pam se mostró
confundida.

—¿No lo notaste?

—¿Notar qué?

—Pam.

—De verdad, no sé de qué hablas.

—Sólo observa.

Ubi se sentó a su lado, donde antes estaba Hwahwa, y llevó su brazo a los hombros de Pam.

Yo observaba todo en silencio, quizás si no me movía, no me veían.

Ya, dejen de decirme chismoso, se parecen a Yaya.

¿Creen que no los oigo?

—Como decía –Hwahwa volvió de la cocina —¿Qué haces? Yo estaba ahí.

—Siéntate en el otro sillón, es lo mismo –apoyó su cabeza en el hombro de Pam.

—No es lo mismo, y saca tus manos, ya te tomas muchos
atrevimientos, ¿no te parece?
–ella retiró su brazo y lo levantó —A tu lugar, garrapata. –se tiró a su lado.

Pam se enderezó, y su expresión mostraba incomodidad.

Hwahwa actuaba cómo si ella
estuviera celosa por demás.

Sip, ese era el rostro de una chica que sabía que su amistad estaba tornándose en algo más para el otro, pero no para ella.



El próximo capítulo sera algo preocupante.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro