Capítulo 42
Historia Original de LYSDijoElRM
GULF
No me peguen.
Sí estaba frente a su puerta,
pero no fue mi intención.
Anoche por fin me fue claro lo que sentía por Mew, y realmente ella siempre fue mi mejor amiga.
—Yaya. –saludé a penas salió
de la casa. Ella detuvo su andar y me miró sorprendida.
—Gulfie... –vio a los costados
—¿Viniste por mí?
—Quería que vayamos juntos
al colegio, y hablar, como los viejos tiempos, si no te molesta...
—C-Claro que no me molesta
–carraspeó —Sí, ehm, creí que no, que no querías ser mi
amigo o algo así.
—No es eso, Yaya.. –me
hamaqué un poco, buscando
las palabras —Sólo... Algo te está pasando y no me lo quieres decir, pero sé que la
Yaya que conozco sigue ahí.
—Nos dijimos cosas muy feas,
Gulf, yo no sé si esto pueda volver a ser como antes. – caminó.
—Yaya.
—Vamos, apurate.
Sonreí y fuí hacia ella.
—¿Somos amigos aún?
—No lo sé –sujetó mi brazo y apoyó su cabeza en mi hombro. —Pero realmente necesito uno.
—Entonces lo somos.
—Pero tú no necesitas más ¿no tienes nuevos amigos
ahora?
—Sip, eres una de ellos. ¿Estás bien?
—Cansada. –me soltó y me miró con un puchero —Pasé
toda la noche buscando una
carta, juro que la puse en mi
mochila. –bufó.
—Seguro aparece cuando la
dejes de buscar.
—Espero, pero soy ansiosa e
insistente, no dejaré de buscar nunca.
—¿Tú cómo estás? –estiró su
mano, dando una caricia a mi mejilla.
—Tengo que decirte algo.
—Uhm... ¿Por qué ese aire
triste? ¿Es muy malo?
—Todo lo contrario, por eso
quiero contártelo. No lo sé, siempre te dije las cosas buenas que me pasan,
entonces...
Sonrió, pude ver de nuevo a
mi amiga. —Dime, dime, dime –aplaudió.
Bien, eso me daba más
confianza.
—Yo... Uf... Le pedí a Mew ser mi novio –mordí mi labio, esperando su reacción.
Bueno, no la hubo.
Simplemente se me quedó
viendo.
¿Quizás eso deba tomarse
como reacción?
—Yaya, ¿no dirás nada?
—¿Eso te hace feliz?
—Mucho, Yaya, sí.
—Mientras tú estés feliz, Gulfie, estaré bien con eso.
—Wow, gracias.
Hizo un ademán con la mano,
restando importancia.
—Y supongo que él también es feliz.
—Eso espero.
Se puso seria y pareció pensar.
—Entonces ¿él ha estado
contento?
—¿Mew? Sí, se lo ve bien. ¿Por qué?
—No te ha contado nada nuevo o noticias sobre algo..
–movió su mano, como si tratara de que yo supiera de lo que hablaba.
—Yaya, no te entiendo... ¿Tenía que decirme algo?
—Nop –sonrió —Pero de seguro él está en un dilema
ahora.
—¿Él?
—Mike.
—¿Mike?
—¿Actuó raro o algo de eso?
—Lo vi normal.
—Normal... Mmh...
—¿Distraído con Aom? –me
alcé de hombros.
—Oh, eso debe ser. –chocó su puño en su mano —El debe estar buscando como distraerse para no tener que
decidir sobre ese tema.
—¿De qué hablas?
—Mike me hizo entender que
haga lo que haga, siempre seré la mala para ellos apoyó sus manos en mis hombros.
—Tú no eres mala, Yaya.
—Perspectivas, Gulfie –hizo una mueca, alzándose de
hombros —De todos modos, te lo diré soltó una risita- Yo
se que Mike tiene algo.
—¿Algo de qué?
¿Por qué se veía tan contenta?
MIKE
—Gracias por pasarte un poco más temprano hoy, bonita.
—No hay problema.
Tomé su mano y la hice entrar a casa —Tengo algo que mostrarte.
Cerré y la llevé escaleras arriba hasta mi habitación.
—¿Qué me vas a mostrar? –se quedó a un lado de la puerta.
—Siéntate en la cama, por favor. –fui hasta mi escritorio
—Disculpame, pero voy a
pervertirte un poco.
—Uhm, ¿per-pervertirme?
¿Qué, qué estás buscando en
ese cajón?
Me di la vuelta —¡Esto!
—Oh... Una carta. –acomodó
su cabello detrás de la oreja
—Como dijiste pervertirme, creí que...
—Oye, no lo decía en el modo
generalmente usado, sino en su sentido literal. Doblar tu moral para lados que
usualmente no lo harías –me acerqué a ella y pasé mi mano por su cuello —Pero si
lo que quieres es que yo sea un pervertido, pues...
—¡Noo! –me dió un empujón
que me dejó acostado en la
cama.
—Auch, hey, qué manera más
rara de demostrarlo –dije con media sonrisa, debido a la
posición que me encontraba.
—Ven, siéntate acá me enderecé un poco, sosteniendome por mis
antebrazos.
Ella puso sus manos en la cintura y me miró con seriedad —No juegues con eso.
—Ay, si hablaba de la cama.
–me acomodé, sentandome
contra el respaldo y abriendo mis piernas —Sentarte así ¿te
parece bien?
Sonrió —Sí, ese es un modo
cálido de hacerlo. –pero ella se sentó al borde de la cama
para desatar los cordones de
su zapatilla.
—¿Qué haces, linda?
—No me subiré con ellas.
—Da igual, bonita –me estiré
para sostener su cintura y
traerla hasta mi, a pesar de su grito.
—Shhh, aquí duermen aún. –
la abracé contra mi pecho.
Ahora ella rió bajito, poniendo su mano en la boca
—perdón... Tonto, te voy a
ensuciar las sábanas.
—Te digo que da igual, yo también estoy con mis
zapatillas.
—Creí que dirías que también ensucias tus sábanas.
Tragué aire, sorprendido —Aom.
—Ay, ¿mala broma? –se
achicó en su lugar.
—Para nada. –dí un beso a su mejilla y la abracé más —
quiero que seas transparente
conmigo, ¿okey?
Asintió —Y tú también
conmigo –llevó su mano hacia atrás para darme una
caricia —Entonces, querías
pervertirme.
—Ah, sí. –me acomodé mejor, y ella se apoyó a un costado de mi pecho para ver la carta que puse frente a nosotros. — Esta carta no es mía, yo la tomé de alguien más, y estoy entre leerla o no.
—Eso sería invadir la privacidad. No está bien, Mike. No puedes hacerlo...
Me sentí regañado, y pues, ella tenía razón.
—Es cierto, perdón.
—¿A quién se la sacaste? Hay
que devolvérsela.
—La carta es de Yaya.
—¿Yaya? –preguntó sorprendida, y tomó la carta
de mi mano —Entonces no
importa, vamos a leerla.
Reí —¿De verdad?
—No me siento muy moral
con respecto a ella. –Al parecer sí era verdad, porque
abrió el sobre sin parpadear y estiró la carta.
—Oh, pero no es de Yaya, es
para Yaya, –me miró con
reproche.
—Bueno, en sí, es de ella la
carta.
—Pero la escribió alguien más. Auch, ahora sí me siento mal.
—Entonces la leeré yo –se la quité.
—Es lo mismo, voy a oir.
—Tapate los oídos.
Hey, yo estaba bromeando, pero ella realmente se cubrió
los oídos y miró hacia mi
ventana.
—¿En serio, Aomie? –le dí un ligero empujón con mi hombro y la apreté entre mis
piernas _Vamos a leerla
juntos.
—Está mal.
—Bueno, yo igual empezaré.
"Para Yaya Urassaya, de parte de Nadech Kugimiya"
—¡¿Quién?! –ella me arrebató la carta y leyó de nuevo el nombre.
—¡¿Nadech?!
—Uh... ¿Conoces al chico?
–Mike, qué pregunta tonta.
Sacudí mi cabeza —¿De dónde conoces al chico?
—Es el mejor amigo de Drake. –ella parecía estar leyendo la carta sin mí —oh, waw, no sabía que salía con ella...
—¿Cómo? –ahora tomé la
carta, pero ella no la soltó y
sólo logré moverla un poco
hacia mi lado.
"Yaya, yo sé que prefieres evitarme y sé también que no debería insistirte, pero lo haré.
Ya me cansé de no hacer nada mientras tú te crees que podrás manejar esto por muchos años más.
No estás bien en donde vives, y tú familia te consume, consume eso que eres.
Cambiaste.
Estás todo el tiempo seria, no ríes ni piensas en otras cosas más que en el estudio.
En complacer a tus padres, y esperar que ellos te den aunque sea una mirada aprobatoria.
Me cansé de tomar esto con
pinzas y no decir lo que pienso, y lo que sé que sientes: ellos jamás te van a mirar de la manera en que esperas, ellos jamás te dirán que te aman, que están orgullosos o que vales la pena.
Qué entre en tu cabeza que
jamás te darán el respeto que buscas. Porque así son ellos, no porque no te lo hayas ganado.
Y te amo demasiado como para dejar que sigas perdiendote a ti misma sólo para complacer a quien no vale la pena.
Yo valgo la pena, yo te veo
como eres, yo sé lo que vales.
Te dije que esperaría paciente a que me des una respuesta, pero no lo haré.
Yaya, esperaré hasta este viernes en la noche por tú respuesta.
Puedo hacerme cargo, puedo manejarlo, y los deseo conmigo.
Pero es tú decisión.
Si no te apareces en las carreras ese dia, sabré que tú respuesta fue no. Entonces dejaré de insistir, y tendré que dejarte ir.
Con amor, Nadech"
Bajé la carta y miré a Aom, ella me devolvió la mirada —¿Qué acabamos de leer?
—Sí dice "los" ¿verdad?
—Dios mío, ay Dios mío.
Guarda esa carta ahora. – pedí con pánico. Solté la carta.
—No puedo, tengo miedo
–ella soltó su lado y la carta
cayó en la cama.
—¿Qué hago con esta
información?
—¿Olvidarla?
—Fácil para ti que no tienes
que verla en unos minutos
durante toda la mañana.
—¡Pues te dije que no había
que leerla!
—¡¿Quién la abrió?!
—¡No pensé que dirías algo así! –lloriqueó —Quizás estamos sacando ideas erróneas..
—Ay Dios... No sabes cómo es en su casa... Dudo que sus
padres sepan, pero por lo poco que vi, si se enteran, no será bonito.
MEW
Yo tengo novio, Mike tiene
novia. El vendría con ella, lo cual está bien; es por eso que me pregunto, si yo tengo novio, ¿por qué soy el que esperó en la entrada de la
escuela por él, mientras llega
con Medusa?
El me vio y sus ojos se abrieron con brillo, mientras
que su sonrisa de gatiito surgía —¡Osito! –gritó sin pena, corriendo hacia mí.
¿Saben? Eso llenó mucho mi
corazón.
Estiré mis brazos y nos abrazamos cuando chocamos.
Yaya se acercó despacio.
—Incluso tienes un apodo
para él, Dios, esto es mucho
–dijo abanicandose con la
mano. ¿Ella lo sabe? Lo que
dijo no pareció tener algún
toque de malisima, realmente se la veía alegre... ¿Qué estás planeado, arpía?
—¿Por qué me ves con esa cara? ¿No puedo estar contenta por él? –y ahí estaba
de nuevo la Yaya áspera que yo conozco.
Gulf se separó para verme —¿Con qué cara la ves?
—Con la de siempre, no me la
voy a sacar para verla a ella.
—No bromees. –sonrió. —
¿Esperaste mucho?
—Bueno, lo que yo realmente
esperé, es que pasaras por mí.
—Uy, qué pena, pasó por mí –
sujetó el brazo de Gulf —Ah no, espera, no es una pena
para nada. Okey, yo entraré ahora, Gulfie. –le sonrió.
—Bueno, nos vemos después.
–Yaya lo soltó y se fue.
Bufé —Qué fastidio es.
—No lo dice en serio, sólo lo
hace para molestarte.
—No me digas, punto jotapege.
Rió y sujetó mis mejillas —No
te pongas cascarrabias, osito.
Fue sólo por hoy, pasaré todos los días a buscarte, ¿oíste? Así que debes prepararte, ¿okey?
Asentí —Okey... Y lo siento,
pero sabes que Yaya... Me irrita un poco, y para qué mentirte, sé que antes ella te gustaba y me da un poco de celos.
—Bien dijiste que fue antes. Tú eres mi ahora, y no estoy
pensando en un después. ¿Te
lo tengo que demostrar de
otro modo? Si mis palabras no bastan... –tiró de mi y me dio un beso.
M e d i o u n b e s o f r e n t e a l a e s c u e l a.
Dónde todos los estudiantes
pasaban para entrar.
Realmente Gulf actuaba con el corazón.
—Estoy enamorado sólo de ti,
¿Si? No hay razones para estar mal con Yaya.
—Está bien... –sonreí —Si es por ti, incluso me haría su
mejor amigo.
Gulf desvió su mirada y su ceño se frunció —¿Qué pasa, Gatito? –miré hacia atrás, al parecer Mike había llegado hace rato, porque terminaba de hablar con Yaya en la entrada.
Cuando ella se fue a grandes
pasos, Gulf me soltó y fue con Mike de la misma manera.
Lo tomó del brazo de forma
brusca y lo alejó de Aom, que dió un salto en su lugar.
Sí, yo también me sorprendí,
Ao.
Ella vino hacia mí.
—¿Qué pasó? –pregunté.
—Dijo que esperara contigo
porque tenía que hablar con
Mike.
—Ah... ¿Ustedes estaban
hablando con Yaya?
—Eeh... Quizás.
—¿De qué hablaban? ¿Ella los estaba molestando?
—No, no, para nada, sólo...
Uhm... Qué Mike te diga, me
voy a dentro, nos vemos en el
receso, –dijo rápidamente y sí, ingresó del mismo modo.
MIKE
Cuando fbamos llegando,
vimos que Yaya se alejaba de Mew y Gulf.
En un momento, miró hacia
atrás y nos vió.
Ella sonrió y se nos acercó.
—¿Aún no le dices, eh? –me
dijo sin más.
Por inercia, llevé a Alm tras
mi espalda.
—No sé de qué hablas.
Creo que lo sabes bien.
Mmmmh, ¿no son tan amigos
sin secretos como yo pensaba? Bueno, supongo que todas las amistades tienen fallas. Pobre de Mew, creyendo que tiene al amigo perfecto.
—Hey, cierra la boca. No le
estoy ocultando nada. Hasta
donde yo sé, esto que me diste podría ser mentira. No voy a salir a decírselo así
como así.
—Seguro que es por eso? ¿O mi advertencia flaqueó tu moral sobre la amistad? ¿Ocultarle información que
segun tú el quería, no te vuelve igual de malo que yo?
Porque si no recuerdo mal, me trataste de malvada por
ocultaraselo. Aún cuando
trataba de que no se sintiera
un estúpido gracias a su
verdadero padre.
—¡Shhh!
—Mike, ¿a qué se refiere? –
preguntó Aom.
—No sé a qué se refiere.
Y en parte era verdad, no
sabía a qué se refería con eso
de que Mew terminaría por
sentirse mal.
—Quizás me abriste los ojos y
se lo diga ahora mismo.
Quizás yo se los abra a tus
padres y los felicite por ser
abuelos.
Dio un paso atrás con cara de
espanto ¿Qué diablos pasa
contigo?
—¿Tienes miedo, Yaya? –puse
mi mochila enfrente y la abrí
para sacar el sobre –Nadech
dice no tenerlo. Vaya padre
más valiente que tendrá ese
bebé.
Me arrebató el sobre,
arrugandolo y miró hacia los
lados.
—Lo que hiciste es tan
inmoral... –dijo entre dientes.
—No diré nada si tú no lo
haces.
Sonrió y miró hacia los chicos.
—No hace falta que yo diga
algo más. –se dió la vuelta y caminó apresurada hacia
dentro.
No alcancé a entender a qué
se refería, cuando Gulf sujetó mi brazo y tiró de mí.
—Espera con Mew, tengo que
hablar con él. –dijo a Aom.
Me zafé cuando nos alejamos
—¿Y a ti qué te pasa?
—¿Cómo es eso de que sabes
sobre el verdadero padre de
Mew y aún no le dices nada? –preguntó con enojo.
Mierda.
Fuertes declaraciones 😱
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