Capítulo 21
Historia Original de @LYSDijoEIRM
GULF
No sé cuánto tiempo me dormí, pero el despertar de la
puerta me golpe..
No, esperen. El golpe en la
puerta me despertó.
Aún estaba algo dormido.
—¿Hijo?
Abrió la puerta.
—Ma, realmente no estoy de
ánimos para hablar.
—¿Entonces qué hago con
ellos?
—¿Ellos?
—¡Guuuuuulf! –Ub entró y mamá tuvo que moverse de la entrada, me paré y fui hacia él.
Ella se despidió.
—Ub, ¿a qué viniste?
—Vinimos a verte porque te
sentías mal. No quiero que te sientas sólito porque no vengan a visitarte o algo así.
Cierto, mami dijo "ellos".
—Permiso –Aom entró —
Hola, Gulf.
—Ao, gracias por venir, chicos. –iba a cerrar la puerta, pero una mano me lo
impidió, haciendo fuerza hacia adentro.
Miré.
—Eh, ¿cómo vas a cerrarme la puerta en la cara? –entró.
—¡Mike! Perdón, no te vi.
Alguien más entró. —Hola.
—Hol-
Mew, Mew Mew está aquí.
Me paralicé.
—¿Gulf? –Ubon tocó mi hombro y reaccioné.
—Hola. –desvié la mirada y
cerré la puerta.
No, no.
Lo que menos quería era
pensar en Mew y ahora él
aparece en mi habitación.
No, no.
¿Por qué me paralicé?
Ub se sentó a los pies de mi
cama y les dije a los demás que se pusieran cómodos.
A penas lo dije, Mike se tiró
sobre el colchón y se apoyó
contra el respaldo.
—Mewcito, siéntate conmigo.
Sé que Mew me miró, porque lo vi de reojo, pero no pude verlo directamente.
—Con permiso. –se sentó al
lado de Mike.
—Me sentaré aquí. –Aom
tomó la silla de mi escritorio.
—¡Ay., Gulf se quedó parado! –Ubon me sonó algo exagerado.
—Estoy bien así.
—¿En tu propio cuarto? No lo
creo. –Se levantó y fue hasta
Mike —Tú ven aquí, deja que
Gulf se siente.
-—¡Eh! –tomó su mano y lo
levantó.
—Gulf, siéntate.
Me puse nervioso y miré a Mew, él se movió un poco
más a la orilla.
—Yo estoy bien. Siéntense
ustedes.
—No, nos sentaremos acá.
Ub se sentó de nuevo en su
lugar y Mike lo hizo a su lado.
Tomó la mochila que trajo y
sacó unos paquetes de frituras.
—Como te sentías mal, traje
cosas para comer. Aom, bonita, vas a querer acercarte. Gulf, siéntate, vamos a pasar un buen ratos de amigos.
Rodé mis ojos y obedecí.
Me senté al lado de Mew.
Aom se acercó con la silla
al borde de la cama y Ub
comenzó a abrir los paquetes.
—Sí sabes que me duele el
estómago, ¿no?
—Ah, ¿eso era lo que tenías?
–preguntó con media sonrisa
y miró a Mew.
—¿Tan idiota eres? –increpó
él.
—Mew... –susurré mirándolo.
Para qué. Me miró de vuelta y, de nuevo, no pude retener la mirada.
Miré a Ub.
Lo que yo sé, es que Mew está muy al borde, vas a caerte de la cama, acércate más a Gulf.
¿Mike estaba aguantando su
risa?
—¿Hay algo de lo que no estoy enterandome? – pregunté.
—De hecho, tú lo sabes bien.
–siguió Ub.
—¿Eh?
—En serio, gatito, ¿por qué
eres amigo de este imbecil?
—No le digas así a mi amigo –
lo miré con el ceño fruncido.
—Esta jugando con...
—¿Con?
—Nada –suspiró, comenzando a comer.
—Como sea, Ub, no estuve
solo. Más temprano vino Yaya. –Mew soltó una risa
baja —¿Algún problema?
—¿Con Yaya?
—Sí.
—Tengo todos los problemas
con Yaya.
—¿A sí? ¿Y eso por qué?
—¿En serio preguntas?
—Si, iluminame, a ver.
—Es una maldita egocéntrica,
tonta y egoísta.
—¿Y eso qué? Ya lo sé.
—¿Y aún así es tu amiga?
—Somos amigos también, ¿no?
—Por favor, valgo más que
ella.
—¿Quién te dijo que yo le
ponía rangos de valor a mis
amigos?
—¿Ustedes dos, se dieron
cuenta?
La voz de Aom nos sacó de la burbuja.
—¿Cuenta de...?
Parpadeé, de repente, estaba
realmente cerca de Mew. ¿En qué momento de la discusión nosotros...?
—Estás rojo, Gulf. –me dijo Ubon. Me alejé.
—Sólo terminen de comer.
–tomé una papa y la llevé a mi boca. Mew sólo se enderezó y se cruzó de brazos.
—Tengo una duda, Gulf. –Ubon parecía tener muchas ganas de hablar hoy.
—¿Qué?
—¿Prefieres Gulf o.. gatito?
Oooookeeeey. Tendría que haber un límite para que el
corazón te latiera tan rápido
sin ser dañino para tu salud.
Al parecer no lo había.
—Gatito, cierto –Mew me
había vuelto a llamar gatito y yo lo dejé pasar.
—¿Es como algo normal entre ustedes?
—Él lo sabe.
—Bueno, c-creo que ya
vieron que estoy bien –me
levanté y junté los paquetes,
poniéndolos dentro de su
mochila de nuevo. —Es tarde,
tengo sueño y es hora de que
se vayan.
Todos se levantaron algo
confundidos.
—Uhm... Espero que estés bien. –Aom puso la silla en su lugar y los demás se levantaron de la cama.
—Gulf, no te enojes. –No estoy enojado, —sólo no estoy para visítas. –los llevé hasta la puerta.
—Había planeado mi tarde con ustedes. –se quejó.
—¿Dije que me importara?
—Nos vemos.
Él y Aom salieron primero.
—Gulf –Mike se detuvo
en la puerta —Él no le dijo,
¿okey?
Abrí grandes mis ojos, ¡¿tan
obvio soy?!
—¿Y cómo lo sabes tú?
—Soy su mejor amigo.
—Claro. –dije algo molesto — Nos vemos –lo empujé a la
salida y cuando Mew iba a salir, tomé su brazo y tiré de
él hacia adentro.
—¿Qué haces?
—Pueden irse sin él, porque
vamos a tener una charla
aquí, –advertí a los otros y
cerré la puerta con llave. Ni
siquiera quería que mami
entrara.
—Gulf...
MEW
—Una cosa, Mew, sólo te pedí una cosa –se tomó de los pelos y comenzó a caminar de un lado a otro.
—Yo no se lo dije a él.
—Te pedí que no se lo dijeras
a nadie.
—Era Mike, él sabe guardar
secretos, tenía que decirle
para saber qué hacer.
—Pero Ubon te escuchó, y aunque es mi amigo, él no
sabe cerrar la boca. Si tú sólo
me hubieras escuchado y no hablado de eso, él no se
enteraba. —quizás tenía un
poco de razón.
—Lo lamento, ¿sí? De verdad tenía que saber cómo enmendar mi error y-
—¿Error? –se detuvo y me
miró como si hubiera dicho
algo malo.
—Pues... El beso.
Parpadeó —¿Fue... Fue un
error?
Uh... Eso me confundió.
—¿No lo llamarías error?
—Yo... –se sentó al borde de la cama —No sé cómo llamarlo. ¿Pero, error? ¿No quisiste hacerlo o te arrepientes de haberlo hecho? –su tono fue lamentable.
—Oye, no –me senté a su
lado. —Me refiero a que para ti pudo serlo o que lo
consideraras malo o injusto,
incluso pensar que me
aproveché de ti. Digo, me
aproveché de ese momento en el que estabas vulnerable, y te besé.
—¿Eso fue lo que pasó?
Él realmente se veía
confundido.
—Tú te sentías mal, y yo te
besé porque vi la oportunidad. Eso es aprovecharse.
—Y que yo te pidiera otro de
vuelta, ¿qué significa?
¿Me pregunta a mí? No sé bien.
—Puede que en la misma
confusión.. Puede que te
sintieras acogido por mí y fue
sólo algo del momento. En serio lamento haber tomado tu primer beso y que lo recuerdes como algo que no debió ser.
—No es así, ¿por qué dices
eso?
—¿Eh?
—Cada vez que lo recuerdo...
Algo pasa. Digo, no es un mal recuerdo. –cubrió su rostro y lanzó un gruñido en frustración —Dios, no sé no
siento que sea algo malo. –se
descubrió y me miró —¿Por
qué? Dime por qué.
Fruncí el ceño —¿Dices que te gustó mi beso?
—Estoy confundido respecto
a eso. Digo, lo único que has
hecho desde que te conozco, es tratar de ayudarme con esto respecto a... Yaya. No sé, quizás inconscientemente el beso fue como un ¿agradecimiento?
simplemente me... ¿Gustó?
—¿Qué son esas preguntas?
¿Quieres saber si te gustó mi
beso o si quién te gustó fui yo?
Tú actitud para conmigo se apresuró a corregir. —Tú
eres un chico y a mi no-
—No te gustan los chicos, lo sé. Pero sí te das cuenta que todo lo que vienes preguntándote suena bastante gay, ¿no?
—Estoy cien por ciento seguro de que no me gustan los chicos.
—Entonces no entiendo tu
dilema. Vine a disculparme
por ello y me vienes con algo
así...
—He estado pensando y...
Bueno, no sé, pensé en una
forma para saber qué fue.
Es decir, si lo hice porque el
momento fue, digamos, el
momento de agradecimiento-
—Qué rara manera de llamarlo. –interrumpí —perdón, continúa, cómo pretendes saber si fue ¿porque te gustó?
Guardó silencio por un
momento y lo escuché tragar
saliva. Miró mis labios y se relamió.
—¿Bésame otra vez?
Apreté mis puños sobre
mi regazo —¿Estás
preguntándome? –me sentí
nervioso.
—No sé...O sea, sí tengo que
preguntar... Digo, ¡lo siento! –
se levantó y volvió a caminar
de acá para allá de nuevo —
Sólo te he hablado de lo que yo sentí y no me puse a pensar en lo que tú sentiste.
Es decir, dijiste que sólo fue el momento y yo te pido otro sin siquiera pensar en que quizás aquel no fue tan genial como creías, o no te gustó para nada O.. .. Lo hice mal? Nunca había besado a nadie y yo-
—Gulf –me levanté y sostuve su brazo para detenerlo. — Cálmate.
—Lo siento.
—Sí me gustó, no te preocupes.
Oh.
—Y te mentí, no lo hice por el
momento.
—Ajaaa... –asintió despacio y me miró confundido —
Entonces ¿por qué?
—Porque quería.
Puse mi mano en su nuca y
tiré de él para besarlo.
Esta vez, apreté más mis labios contra los suyos y me incliné un poco hacía el costado.
El cerró sus puños sobre mi
remera y tiró de ella a medida que yo comenzaba a atrapar sus labios con los míos.
Esta vez no había duda de que me estaba aprovechando
de su permiso, pues estaba
verdaderamente degustando
el sabor y la textura de esos
labios.
El inferior era el más carnoso
y no pude evitar tirar de él al separarme, sacándole un sonido que me gustó demasiado.
Nuestros rostros quedaron a
centímetros y él me miró algo jadeante, pues le había robado bastante aire.
—¿Entonces, fue el beso o...?
Sus ojos estaban brillosos y
podría jurar que tenía las
pupilas dilatadas.
—Sera mejor que te vayas.
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