31
El grupo de amigas había decidido instalarse en la terraza con vista al mar. Estaban sentadas en unos sillones bajos con una mesa redonda en frente, donde descansaban sus copas con distintos tipos de bebidas ya preparadas. El padre de Danielle tenía bajo llave un par de costosas botellas de licor y su querida hija sabía perfectamente la contraseña: su fecha de cumpleaños.
Dudaba que la regañara si se llegase a enterar, pues podía comprar las botellas que quisiera y, además, el señor Marsh no era de playa, por lo que muy pocas veces al año iba a esa casa.
Minji había pasado a comprar una cajetilla de cigarros hace unas horas y de vez en cuando le lanzaba el humo a la vietnamita para molestarle.
—Te lanzaré los cigarros al mar si no te detienes, Kim —amenazó y esta actuó ofendida.
—No te atreverías —desafió, manteniendo una mirada juguetona.
—¿Segura? —tomó con rapidez la cajetilla roja con blanco e hizo el gesto de dirigirse hacia las escaleras que conducían hacia el mar.
Minji la tiró del brazo sin dificultad, acercándola para cargarla de los muslos y se adentró a la casa con la otra reclamando y lanzándole diversos insultos.
—Van a coger.
—¡Danielle! —Haerin le lanzó una mirada de reproche.
Ahora se encontraban las dos a solas y parecía no ser incómodo.
Luego de horas en la playa, la pobre menor del grupo terminó insolada y con un dolor horrible, por lo que se fue a acostar temprano y solo habían bebido las mayores, pero ahora sin Minji ni Hanni (estaba claro que no volverían), Danielle y Haerin podían utilizar ese tiempo para tres posibles cosas: disfrutar de la brisa marina, adentrarse cada una a su habitación e ir a dormir o, como lo tenía planeado Danielle, besarse un rato antes de que sea el día siguiente y deban volver a fingir ese odio y rechazo por la otra.
Cosa que sí, probablemente existía entre ellas, pero no era lo único.
—¿Quieres coger tú también?
—Me iré a dormir, Marsh. Adiós —soltó, bufando por lo desgraciada que solía ser la mayor.
—Ey, era broma —entre risitas la tomó de la playera cuando Haerin se levantó del sillón y la volvió a sentar, ahora más cerca suyo. Kang rodó los ojos, sin embargo, no había hecho ni un reclamo, ni pensaba hacerlo—. ¿Te gustó la casa? —Danielle la rodeó con su brazo por los hombros.
Haerin dejó atrás los ojos en blanco y asintió, girándose unos centímetros para poder verla.
Ambas los sabían: Haerin estaba esperando que la australiana le besara, y esta estaba a punto de hacerlo con muchas ganas, como siempre lo hacía, pero un fugaz pensamiento pasó por su cabeza, deteniéndola de cualquier posible acercamiento.
Era ella quien siempre se lanzaba a los labios de Haerin, la que iniciaba todos sus encuentros carnales... Está bien, no todos, pero al menos la mayoría.
Frunció ligeramente las cejas, no gustándole su análisis.
Decidió que lo mejor sería provocar a la bonita chica de ojos gatunos, frustrándola hasta que no aguantara y que Haerin tuviese que besarla. Sí, eso sonaba más justo.
Se acercó unos milímetros, rosando sus bocas, y cuando la otra cerró los ojos, se alejó, parándose del sillón.
—Ya es muy tarde —habló con tono relajado, agarrando su copa y celular—. Iré a lavar esto y a la cama.
Haerin quedó boca abierta viendo cómo la extranjera se iba con una sonrisa.
Tomó su propia copa y la siguió, confusa y algo molesta.
Desde la puerta de la cocina le observó con una mueca. Danielle fue consiente de su presencia y se acercó a ella otra vez, a pasos lentos y toqueteando su cintura débilmente.
Haerin abrió la boca para hablar, pero Marsh le quitó la copa de las manos y volvió a sonreír, absuelta, alejándose hasta dejar el vidrio en el lavaplatos.
—Tú también deberías descansar, Haerin —caminó fuera de la cocina, hacia la habitación. La coreana enrojeció porque sabía que Danielle la estaba molestando y, sin duda, había obtenido resultados.
La siguió a pasos apresurados y con un ojo palpitándole en estrés.
La pieza de Dani era la más grande de la casa. Paredes blanco crema, cama king lista para dos y un ventanal enorme que dejaba a la vista la maravillosa playa.
—Marsh —escupió, mirando a esta abrir su cama, ignorándola.
—¿Qué pasa? —cuestionó inocente.
—Detente.
—¿De qué, Haerin? —dejó las sábanas de lado y la observó con intensidad. Quería que lo dijera, quería que admitiera que se moría por ella—. Dime que quieres. Dímelo y lo tendrás —caminó hasta quedar enfrente y sintió la respiración entrecortada de la más baja.
—A... t-ti, idiota. T-te quiero a ti.
Suficiente.
Eso fue suficiente para contentar a la australiana, quien cerró la puerta de golpe (su pieza, al ser la principal, quedaba bastante lejos de las demás y no tenía que preocuparse por el ruido) y atrajo a Haerin a sus labios, besándola con ansias.
La menor llevó sus brazos hasta rodearle los hombros, sintiéndose débil por todas las sensaciones, y Danielle aprovechó para apoyarla en la puerta, aumentando la intensidad de sus besos casi con agonía.
Necesitaba de los labios de Haerin.
—A v-veces me besas como si me amaras, Danielle... —se burló, respirando con dificultad.
Danielle gruñó en respuesta y la separó mínimamente de la puerta para volver a estrellarla contra esta, ahora con fuerza, logrando que Haerin gimiera de dolor y, para qué mentir, excitación.
Su calentura aumentó sintiendo las manos de la más alta introducirse en su pantalón, el cual al ser de buzo tenía un acceso directo, sin necesidad de desabrochar botones.
Rozó sus yemas contra las bragas ajenas, hundiéndose en su cuello para mordisquearlo con posesividad. Tener a Haerin así, gimiendo lastimera y abriendo sus piernas para recibir más... la volvía loca. Sentía que con cada toque y beso entre ellas, Haerin le pertenecía un poco más. No era mutuo, por supuesto, pero Danielle en serio estaba odiando la idea de imaginarse a Haerin con otra persona que no fuera ella.
En una maniobra rápida bajó el pantalón y ropa interior de Haerin, tirándolos al piso. Sus ojos se fijaron en las piernas de la joven y tembló. Sus muslos eran delgados, y no le molestaban, sin embargo los de Haerin... Jesús.
Suaves, levemente tostados por el sol, rellenos, pero sin ser demasiado; perfectos para... para...
—¡Danielle! —la empujó del pecho, sonrojada hasta las orejas por la manera única que tenía Marsh de observarla... de admirarla.
—¡¿Ahora qué?! —Hae negó, aún avergonzada—. Dios, Haerin, en...
Sus palabras quedaron en el aire cuando la de ojos gatunos la tomó con solidez de los hombros y la guió rudamente entre besos a la cama. La empujó para que quedase sentada en el colchón, subiéndose sobre ella y dejando atrás la vergüenza.
—Sácate la ropa —la voz de Kang salió ronca, distinta a la habitual.
Danielle sonrió sintiéndose desafiada, pero hizo lo pedido, quedando únicamente con su pantalón y bragas.
Haerin quiso besarla.
Danielle se movió.
—Ahora tú —apuntó su playera—, sácate todo, quiero ver tus pechos —dijo, posando las manos en el colchón y echándose hacia tras, egocéntrica, disfrutando tener a una como Haerin sobre sus piernas.
La menor abrió la boca atónita. Danielle Marsh era una descarada, lo sabía ya.
Agarró los bordes de su camisa de todas formas, despegándola de su cuerpo. Tenía un lindo brasier color crema que fue quitado por los ansiosos dedos de la extranjera. Le pellizcó un pezón juguetona y por supuesto, recibió un golpe de su parte.
Sus labios se reencontraron por fin y Haerin se apegó lo más que pudo, logrando que ambas gimieran de satisfacción por el contacto de sus pechos juntos.
—Espera, tu pantalón me molestan —dijo Hae y se bajó unos segundos de sus piernas para que Danielle se los quitara. Ella estaba desnuda por completo, Danielle aún llevaba sus bragas.
Volvió a su lugar y tuvo que morderle el hombro a la chica para no gritar en cuanto su centro hizo contacto con el muslo izquierdo de Danielle.
Comenzó a masturbarse contra su suave piel, balanceándose y dejando que Marsh volviera a marcarla con sus besos en el cuello.
Aumentó la velocidad con desespero y llevó los ojos hacia atrás en cuanto sintió el orgasmo asomarse.
—Aún no —murmuró, sentía su muslo húmedo por culpa de la gatita.
—¿P-por qué? —la pregunta salió bastante necesitada y se avergonzó. ¿Tan loca quedó por Danielle?
—Porque si te corres ahora quedarás cansada y quiero seguir hasta tarde —admitió, dejándole besitos en la misma zona que marcó y reclamó como suya.
Haerin se separó con algo de brusquedad. Su calentura bajó un tanto por lo ofendida e indignada que se sentía.
¿Acaso la creía una debilucha? Ella podía dudar horas en el sexo si lo disfrutaba de verdad.
Está bien, Haerin no estaba segura de cuánto sería capaz de aguantar, pues, y aunque esta no lo supiese, Danielle fue su primera vez. Sí, había tenido varios orgasmos a lo largo de su vida, pero no gracias a un segundo, sino ella misma.
—¿Qué te hace creer eso? —bufó, frunciendo el ceño.
Danielle sonrió con ternura, viendo al felino de carita enojada frente suyo, aún en sus piernas solo que con una distancia entre sus pechos.
—Me pareces una chica frágil, Haerin —dijo y recibió otro golpe—. ¡Lo digo en serio!
—¿Ah, sí? ¡Bueno, puedes joderte entonces, porque esta chica frágil no piensa tener ni un segundo más de sexo contigo! —se bajó de ella—. Por idiota.
Danielle rodó los ojos, parándose también, abrazándola por la espalda pues Kang se había volteado con intensiones de "abandonar la habitación" (estaba desnuda, claro que no se iría).
—Yaaa, no te enojes, gatita —la rodeó por completo con sus brazos y Haerin sintió los agradables latidos de su corazón justo en su columna vertebral—. No me estaba burlando de ti, lo prometo —enterró su rostro en la curva de su cuello, y por la cabeza de Haerin pasó el loco pensamiento de ellas dos, juntas en una relación normal, siendo novias y discutiendo por tonterías—. ¿Crees que puedes durar, Haehae?
Haehae.
Ese era nuevo.
—Si lo haces bien y no me aburres —comentó en broma y ahora Danielle era la ofendida.
—¡Sabes que lo hago bien! —reclamó, soltándola con las cejas arrugadas.
Haerin volteó y dejó un pico en sus labios, más relajada.
—Es broma, Marsh, no debes ser tan orgullosa.
—Habla la que casi se va de la habitación porque...
Sus palabras quedaron en el aire cuando Haerin la atacó.
Mejor dicho, cuando atacó sus labios.
Esa noche Haerin se vino por primera vez gracias al maravilloso sexo oral de la australiana y luego ambas se corrieron juntas entre fricciones de sus centros.
Esa noche... esa noche Haerin tuvo que abandonar la habitación una vez Danielle se quedó dormida porque necesitaba un tiempo a solas para pensar.
Y en la terraza con las estrellas sobre su cabeza, admitió en voz baja que gustaba de Danielle Marsh. Le gustaba la idiota chica de cabello ruliento y su único problema es que sabía perfectamente que Danielle era una imbécil que jamás aceptaría salir con ella porque se empeñaba en ocultar su sexualidad.
¿Por qué mierda le tenía que gustar una del clóset? Se maldijo por eso hasta las tres de la mañana, furiosa consigo misma.
Porque Danielle la llamaba su capricho, pero esta no estaba ni enterada de que su capricho era una chica bastante inteligente y sabía perfectamente qué es lo que pretendía.
Tal vez, en unos meses, se dijo Haerin, debería intentar cortar lazos con Danielle, porque no se dejaría lastimar así de feo.
Y en unos meses, porque ahora que partían teniendo relaciones sexuales, Haerin no quería despedirse de esa increíble sensación de correrse sobre Danielle.
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ME FALTA EDITAR LA ORTOGRAFÍA DE ESTE CAP, LO SÉ, POR FAVOR RECUÉRDENME Q LO HAGA MAÑANA ES Q O SINO LES IBA A ACTUALIZAR EL LUNES PROBABLEMENTE Y SIENTO Q SE IBAN A VOLVER LOCOS.
(ya la edité, jijjijij).
hola.
bueno, medio curiosito (una mierda) el cap, pero es q lo escribí rápido pq ustedes estaban desesperados x actualización.
hablando de eso, lamento la demora (ni q hubiese pasado un mes 😒 ññdlskkd), pero gays, estoy de vacaciones. he ido cómo a ochenta playas con diferentes grupos de amigos y me hago cagar todos los días tomando y haciendo otras cositas que no van con dios, así que entiéndanme, pls. ahora febrero será más calmado, o sea me voy a unas cabañas con otros amigos, pero creo q es mi única salida así planeada de este mes.
PERDÓN Y GRACIAS POR ESPERARME, LOS ADORO DE VVD Y BESOTES, CHAU.
(síganme en tiktok q veo muy pobre weona con mis tres likes x video 😪 lavienloona, ese es mi user).
vivan las lesbianas, buenas noches.
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