***

_

Minji las recibió con una sonrisa ladina y aires de superioridad con toda intención de irritar a la más baja, lográndolo exitosamente.

Luego de un rodeo de ojos y un saludo amable por parte de Dani, Minji las dirigió dentro de la casa donde se oía música y gente conversando. El ambiente lucía muy atrayente y Danielle terminó sorprendida por aquello. No se esperaba que Haerin fuese tan buena dueña de casa y lograra mantener una fiesta entretenida.

—¡Dani, Hanni! —apareció Hyein con una sonrisa—. ¿Qué tal, chicas? ¿Quieren tomar algo?

Las dos asintieron, siguiendo a Lee que iba hacia una mesita con todo el alcohol disponible para ellas.

—El padre de Niki es catador internacional de diferentes bebidas, así que él se encarga de traernos mucha más variedad que el simple soju.

—Así veo, ¡Dani, tienen gin!

—Y hay Red Bull en la nevera por si quieren tropical gin —agregó Kim.

Hanni soltó un gritito, fascinada.

Mientras Minji se las hacia de barwoman y les preparaba sus bebidas, los ojos de Danielle buscaron por todo el lugar a la irritable chica con quien tanto discutía.

—Está afuera —le dijo Hyein, como si le hubiera leído la mente.

—¿Qué? ¿Quién? —se hizo la desentendida.

—Sabes perfectamente quien —respondió ella, largándose de allí con una sonrisa burlesca. Danielle la vio acercarse a un grupo de muchachas.

Volteó hacia sus amigas intentando distraerse de ese extraño sentimiento que se instaló en su garganta, pero sorprendentemente las mayores ya estaban hablando coquetamente entre sí mientras Minji le daba de probar de distintos vasos, riéndose de las muecas que hacía Hanni.

Que rapidez.

Con un suspiro salió de ahí, esperando que al menos esas dos lograran algo esa noche.

Sin pensarlo mucho, se dirigió al patio, buscando a la de ojos gatunos para ir a molestarla o lo que sea. Y allí estaba ella, riendo con un grupo de chicos los cuales la rodeaban y le alentaban a que se lanzara a la piscina.

Haerin comenzó a desvestirse, dispuesta a cumplir el reto.

—¡Haerin! —gritó Danielle, la había notado algo pasada de copas y quería asegurarse que no hiciera alguna idiotez.

Porque aunque la detestara, no deseaba lidiar con un cadaver esa noche.

La nombrada se dio vuelta, observándola con un sentimiento que Marsh no supo distinguir.

Haerin le susurró algo al oído a Niki y comenzó a caminar hasta ella. Se veía tan solo un poquito ebria.

Danielle apretó sus labios, con repentino nerviosismo.

—Marsh...

—Kang...

—¿Y las chicas?

—Hyein no lo sé, Minji está con Hanni y no quise interrumpirlas.

—¿Y por qué llegas tan tarde?

Uh.

Su corazón se sintió extraño, y la australiana se molestó consigo misma por aquello.

—Porque quería —mentira, Hanni se demoraba demasiado planchándose el cabello—. ¿Acaso me extrañabas, gatita?

Haerin rodó los ojos.

—Eres una idiota.

—No más que tú.

—Alto con sus discusiones, amores —dice Hyein, llegando repentinamente—. Sunghoon nos está llamando para jugar, ¿vamos?

Las otras dos asienten y siguen a la menor dentro de la casa.

***

—¿Y sigues odiándome tanto?

—¿Me odias tú acaso?

Las dos estaban ebrias, en su propio mundo, se coqueteaban descaradamente pareciendo olvidar el fastidio que sentían por la otra.

—No lo sé, ¿me odias tú?

—Tal vez, depende del día y de lo idiota que estés.

—Oye, nunca estoy idiota.

—Claro que sí, Minji —Hanni rió notando como Kim rodaba los ojos.

—Bueno, pero estás loca por esta idiota —se atrevió a decir, confiada gracias al alcohol en su sistema.

—¿Disculpa? —Han la miró indignada—. Ni en tus sueños. La única loca aquí eres tú por mí, cielo.

—Oh, Hanni, no podría negarte eso...

La sonrisa que escapó de los labios de la extrajera solo le dieron más esperanzas a Minji.

_

Fútbol.. 😍😍😍😍😍