EJEMPLO: etapa dos.

...

    Los entrenamientos primaverales son una pesadilla, pero son necesarias para la temporada de verano. Ah, que agotador. Todavía no consigo lograr una bola curva, eliminar un bateador me resulta imposible y hasta creo que entrenar para ser jugador de beisból, es prácticamente nulo para mí.

    El esfuerzo físico es desagradable. El sol es insoportable y creo que desfalleceré si el entrenador insiste en que siga hasta el agotamiento.

    Jung Ho Seok es el único denominador común que me mantiene en el equipo. Fue quien me trajo, estoy aquí por él después de sus insistencias y peticiones absurdas. Sin embargo, es el mejor bateador de la universidad, tiene un promedio íncreible en atletismo y una vista de águila que ha llegado a imponer a los novatos... En esa lista me incluyo, yo, que soy su mejor amigo.

    Lo apodaron J-Hope, pues es la esperanza de The Horses. Será una leyenda en cuanto vaya a las Grandes Ligas de Béisbol; sí, hasta lo imagino en la división oeste, junto a los Dodgers y lado a lado con Ryu, mi lanzador favorito.

   Y es más emocionante verlo desde fuera, sentado en la butaca bajo la sombra de un techo, mientras bebo agua mineral de mi botella. En cuanto las prácticas acaban, soy el primero en correr a los vestidores.

   Cambio mi sudorosa camiseta, la pereza y el cansancio son notables en mis orbes, lucho con la ropa y el desgano aumenta. Los demás llegan, entre risas y frases al aire de que la próxima vez, será una práctica mejor.

    —¡Te saldrá en el siguiente! —Ho Seok palmea mi hombro. Al mirar sobre mi rabillo lo veo ir a su casillero, que está próximo al mío—. No te desanimes, amigo. Además...

     Del interior, busca en su bolso su vestimenta. Un papel se deslizó por accidente al suelo. Nadie lo ve, a excepción de que yo si lo ví. Quiero decirle algo en ese preciso instante, notificarlo, pero nada me sale porque mis palabras se atascan y me quedo ahí parado, atrapando moscas con la boca abierta.

    —Y es increíble que sepas sostener lanzar bolas tan rápidas —añade Ho Seok—. ¿Dónde aprendiste? ¿Yoon Gi?

   —¿Eh? Ah, pues... —Encogí mis hombros y cerré mi casillero—. Por tirar aviones de papel en la secundaria.

   —¡Debes estar de broma!

   Soltó una carcajada. De nuevo palmeó mi hombro y compartió mi tip con los demás; su distracción me valió escurrir entre mis dedos aquel papel misterioso. Alejándome, ansioso lo leí, la lectura fue quemante para mis orbes porque se realzan en negrita, dos palabras que causan un fuerte impacto en cualquiera: «tengo cáncer».

   ¿Cáncer? Deseo que sea el cáncer del horóscopo zodiacal y no este. ¡No! Ho Seok es... ¡No! Me niego. ¡Tiene un futuro a cumplir! ¡Ay, no! ¡Mi mejor amigo no puede estar enfermo!

   Brotan un par de lágrimas de mis ojos, las cuales limpio con pulso rabioso. ¿¡Y por qué no me lo dijo antes el imbécil?! Arrugo el papel en mi puño, asaltado por tantas preguntas que me recorre en el cuerpo una dosis alta de preocupación.

    ¿Qué tipo de cáncer es? ¿Se cura? ¿Tiene tratamiento? ¿Necesita dinero? ¿Su familia ya lo sabe?

    Voy a la salida, recto por el campo. Tengo que alcanzarlo y encararlo. Hago un retroceso al pensar en cómo abordar este tema sin deprimirlo. Es algo delicado. Muerdo mis nudillos tras verle despedirse de todos muy contento, brillante, y apacible con esa sonrisa suya que punza el alma.

    —¡Ho Seok! —grito detrás suyo—. No vayas tan rápido, por favor.

   Todavía no sí tiene cáncer de pulmón. ¿Será por qué fuma? Tampoco sé si es cáncer de corazón. ¡O cáncer de mano! No, no existe cáncer de mano. ¡Qué tonterías pienso! ¿Y sí es cáncer de colon? Dios, que difícil.

   —¿«Por favor»? ¡Juas! ¿Desde cuándo eres educado y modosito?

   —Es bueno serlo a veces... —Contesto con la garganta seca por el trote—. ¿O no?

   —Me gusta pero me asusta, Yoon Gi. —Chasquea su lengua y me empuja con su propio hombro, él marca el ritmo de la caminata—. Ya dime que te pasa.

   —¿A mí? A ti que te pasa. —Literal, ¿qué le pasa y cómo acabó así? ¡Con lo saludable que parecía!

   —¿A mí? —Hace un eco de burla—. ¡A ti qué te pasa, idiota!

   —¿A mí? —Comienzo a reírme. Estaremos en un bucle al paso que íbamos—. Bueno. El asunto es que... Es que yo ya lo sé todididito, Ho Seok. Ya sé todo.

   —¿De qué hablas? —Pestañea aturdido, sin saber que expresión realizar.

   —De que lo sé. Eso. Eso sé.

   —¿Podrías dejar de hablar en clave, estúpido? —Apostilla él, sumamente irritado. Tanto que pestañeo yo—. No soy detective.

   —Sé que tienes cáncer y vas a morirte —susurro al fin, el dolor en mi pecho regresa una vez que lo suelto como si escupiera una piedra.

   Espero unos segundos. Su reacción tarda, su seriedad me da nervios y entonces...

    Entonces se ríe de mí. En mi rostro, ¡¿a mis costillas?!

   —¿Cáncer? ¡¿Yo?! —Limpia el agua estancada de sus lagrimales,  vuelve a reír de inmediato, sin aire—. ¿Qué has bebido que pareces drogado? Pásala, eh, también quiero.

   —¿No tienes cáncer?

   —¡No! ¡Qué absurdo, Yoon Gi!

   Temí preguntar por la nota aunque lo mejor es aclarar este mal entendido, así que se la muestro indignado:
   —¿Y esta nota que encontré en tu casillero? ¿Qué es? ¡Explícame!

   Él inspira aire, luego suspira.

   —Dios... —Se rasca la mejilla—. Está bien, pero no le digas a nadie sobre esto...

   —¿Qué tienes cáncer?

   —¡No! —Brama exasperado—. No, no. Es que en mis tiempos libres voy al club de teatro.

    —Ya veo. —No sé donde meterme, así que esbozo una sonrisa forzada—. Que bien... ¡Teatro! ¡Wow! Y harás de paciente terminal. ¡Wow!

   —Deja de exagerar, estúpido.

   Compartimos una risa frenética, golpeados por el chiste del mal entendido anterior. Reírnos por ser tontos, eso sí que no nos va a matar.

...

    GRUPO, ARTISTA

   BTS, Min Yoon Gi ( Suga )

   PALABRAS

   984

   GÉNERO

   Comedia dramática

   TEMÁTICA

   Azar
 
   NÚMEROS

    98 ( salud ) y 50 ( accidente )

    TheFanficSAwards

    Notas inútiles pero útiles:

    —Los números los escogió ladyZBSS ¡Muchas gracias!

     —Un inocente accidente provocó que Yoon Gi tuviera confusión por la salud de su amigo Ho Seok. Es comedia por los matices de la situación y los diálogos destacados, pero también es drama no solo por lo que era sobre una noticia «dramática» sino por ser un evento cotidiano en la vida de mi protagonista.