EJEMPLO DE ETAPA UNO PARA EditorialAmethyst 

    Todas las luces de la casa están encendidas. Odio la oscuridad. Por eso la luz de mi dormitorio, proyecta mi sombra sobre la pared. Lo prefiero así, pues tampoco puedo conciliar el sueño, porque quedarme a oscuras me profesa pensamientos distorsionados. Un presentimiento de que algo sucederá si estoy a solas con la oscuridad.

    Intento ignorar esa percepción, que me eriza la piel al pensarlo así que escribo en mi computadora. Presiono las teclas, las palabras nacen en consecuencia. Y entonces, las luces se apagan abruptamente sin aviso. Una exclamación sale de mi garganta, temblando, mis manos se apartan de la computadora; el resplandor de luna filtrada en la ventana de mi habitación me concede un sentimiento espantoso, pues una figura retorcida se recrea contra la pantalla de mi computadora. 

    Ubico una figura luminosa a mis espaldas, pretendo no reconocerlo pero ahí está: Expectante. Parece hasta ansioso.

   No, no, no. ¡Debo correr!

    El peligro enciende mi sistema, dispara mi ritmo cardíaco, no me quiero mover. 

    Temo moverme. ¿Y si algo me pasa?

    ¿Y si ha venido a robarme? ¿Y si quiere matarme? ¡Un apagón no es mera casualidad! ¡Sabe mi miedo! ¡Lo sabe, lo sabe! La falta de oxígeno me hace hiperventilar, desorientarme, sudar, así que observo como las paredes parecen encogerse, absorbiendo la poca luz que ingresaba,  eso me obliga a levantarme. 

   Me cubro, intento llegar a la puerta del dormitorio y salir, a tropiezos sin logar calmar mis turbada respiración. Aire, necesito aire. Me sofoco. ¡Me sofoco!

    Mis dedos buscan por necesidad el interruptor del pasillo. Me detengo en el proceso al avistar a otra figura plantada delante de mí, camuflada en las penumbras. Es bajo. Como un niño o una niña. Grito, sabiendo que no sería eso mi salvación y en respuesta, recibo un grito proveniente de aquello que se interpone en mi camino.

    Me escabullo con premura, encendido en miedo, actúo. Poco a poco voy recobrando la visión cuando la luz finalmente se enciende de manera inesperada. No regresan todas, lo cual me extraña, solo está específicamente la del pasillo. Mis ojos parpadearon, el efecto dura instantes antes de ver como una mujer se asoma a consolar a la niña que llora en mitad del pasillo. 

    ¿Qué está sucediendo? ¿Qué pasa? 

    No sé que me hace palidecer más, lo extraño que era la situación o que no pudiera enfrentar a los extraños que se movían cómodamente hacia el niño. 

    La mujer bien vestida, va hacia el niño y le habla suavemente que no debería estar levantado. El hombre, asomándose hacia ellos y desarreglando su corbata, sugiere que podría haber sido una pesadilla. 

     —Mami, papi... —Los abraza inflado en miedo—. He visto una sombra en mi habitación, ¡una sombra! Aquí, ¡aquí también!

   ¿Qué ha dicho? ¿Seguirla? Yo no... Yo no la seguí. Oh, no. Me cubro el rostro, oyendo los pasos de los extraños, las charlas de un posible ladrón y una búsqueda que no resulta. Pero no encontraron nada. No me encontraron. 

     Y las luces volvieron a apagarse. Quedarme a oscuras me profesa pensamientos distorsionados. Un presentimiento de que algo sucederá si estoy a solas con la oscuridad.

—PIE DE PÁGINA.

    PROTAGONISTA: Wong Yuk Hei, Lucas. NCT.

   PALABRAS: 546.

   TEMÁTICA: Fobias. Nictofobia.

   GÉNERO: Drama sobrenatural.

    NOTAS: (1) Teatro de sombras, hace referencia a las sombras chinas o sombras chinescas, relacionado no solo con la procedencia del protagonista (que es chino), sino también por este juego que todos hemos intentado realizar sobre una pared cuando un apagón sucede y tenemos unas velas para iluminar. O en otros casos, con cualquier cosa que proyecte para obtener este resultado de sombras. (2) El relato es muy ambigüo, puede explicarse de manera sobrenatural o no. Un final alternativo, es que era un pobre chico que no tenía donde vivir y convivía bajo el mismo techo que esta familia. Siempre existe la posibilidad de imaginar más allá. (3) ¿Hay una explicación para la fobia de Lucas? Sí. La respuesta está en el niño y en el único diálogo que se le dio.