✧❀ꫬೊ 𝑴𝒐𝒏𝒐𝒎𝒂 𝑵𝒆𝒊𝒕𝒐
| |: : 👑 Privilege
ᴘᴇᴅɪᴅᴏ ʜᴇᴄʜᴏ ᴘᴏʀ: LauraMartinez113059
ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀ: ᴍᴏɴᴏᴍᴀ ɴᴇɪᴛᴏ x ᴏᴄ!!
—— 👑 ——
Ariadne no sabía cuánto tiempo llevaba distanciada de su novio, se había enojado de algo con ella y simplemente dejó de responder sus mensajes y no le dirigía la mirada ni la palabra en la escuela.
¿Qué había hecho mal? Sabía de la actitud de Monoma, sabía controlarla. Pero no sabía cuál había sido el problema ésta vez, ¿celos? No tenía porqué, y tampoco había dicho nada sobre su relación, entonces no entendía porqué estaba enojado.
— Kendo, ¿sabes qué tiene Neito?—La pelirroja suspiró con pesadez y negó con una triste sonrisa—. Porque si te soy sincera, no tengo ni la menor idea.
—Tampoco a querido decirme a mí, no creo que sea nada grave, además... Es Monoma, se enoja por todo, parece estar más con la regla todo el santo mes que tú—La morena soltó una risilla y se despidió de ella.
Sin embargo, su relación llevaba desde hace bastante tiempo, se conocieron en la secundaria y siguieron en la preparatoria, pero algo había salido mal. Ariadne sí había quedado en el curso de héroes, mientras que el chico, no.
—Neito, ¡Neito!—El rubio venía acompañado de sus amigos y había ignorado por completo el llamado de la muchacha—. Bien, cómo quieras.
—Regreso en un momento, ¿si?—Los compañeros de Monoma se alejaron de él y directamente fue hacia ella—. ¿Qué quieres?
—¿Por qué estás actuando así? Llevas desde no sé cuándo ignorándome, no te he hecho nada, no he coqueteado con nadie, no he dicho nada sobre nuestra relación, ¿qué hice entonces?—El de ojos azules sonrió de lado—. Odio esa sonrisa, no es tú verdadera sonrisa.
—Escucha, princesa—Su seudónimo la relajó un poco—. No estoy enojado contigo, pero simplemente no tengo ganas de hablar, es todo—Ariadne frunció el ceño y evitó el contacto que Monoma le ofreció, y se marchó de ahí con la cabeza en alto, reprimiendo el nudo de su garganta.
Al día siguiente, tenían práctica junto a la Clase B, iba a ser un poco incómodo, debido a que su clase no era muy querida por todos. Cómo siempre, las prácticas iban a ser primero en equipos y luego se dividirían en parejas.
—Ariadne... Tú iras con Iida—La joven sonrió a su amigo de lentes y chocaron palmas juntos—. Trabajarán juntos lo que resta del mes, ya sí hay algún problema, no olviden en avisarnos—Mencionó Midnight con una sonrisa.
Mientras tanto, Kendo se estaba riendo a carcajadas de los celos tan visibles de su rubio amigo.
—Es una privilegiada—Susurró, captando su atención—. Luego espero que no se esté quejando de que no le estoy hablando.
Kendo quedó boquiabierta y lo ignoró durante el resto de la práctica, obviamente se lo diría a Ariadne, era su amiga después de todo.
—¿Eso dijo?—Preguntó con dolor, Kendo asintió mordiendo su labio y acariciando el lateral de su brazo—. Ya veo, gracias, no tienes porqué preocuparte, al contrario, te lo agradezco mucho.
La pelirroja observó con suma tristeza cuándo su amiga se marchó con la cabeza en alto y con los puños apretados, simplemente le pareció muy idiota lo qué Monoma dijo en ese momento.
—¿Se puede saber que rayos te pasa? ¡Ella no tiene la culpa, Monoma!—El rubio chasqueó la lengua—. Perdón por la expresión, pero te estás comportando como un patán, metes en todo a la Clase A, incluyendo en tú relación con Ariadne.
—¿Y qué? Yo sólo dije la verdad. Ella es una privilegiada, siempre ha a estado rodeada de dinero. Nació en una bandeja de plata—Kendo no aguantó más y le lanzó una bofetada, haciendo que cayera en el suelo—. ¡Maldita sea, Kendo!
—Reflexiona en lo qué dijiste. Porque si te soy sincera, y sí, te estoy diciendo la verdad. A pesar de que Ariadne te ha querido lo suficiente y que todos nos días te demuestra su amor, tú no haces nada. Sólo te has estado quejando, ella no te da lo material, porque si tiene sentimientos, no cómo tú.
Monoma limpió el pequeño hilillo de sangre que le caía de la nariz. Kendo se marchó con los puños en alto y lo dejó solo en el aula. Y el rubio tenía una opresión en el pecho, no porque le doliera el golpe, si no porque su única amiga le había dicho la verdad.
—Ya no estés triste, Ariadne—La albina le sonrió y le acomodó los lentes—. ¿Qué hago para que te sientas mejor?
—Tenya, no estoy triste, sólo estoy... Desconcertada, sí, eso. No entiendo porque está actuando así—El muchacho no sabía quién era el novio de su amiga, la joven aún mantenía su promesa—. Pero me estoy conteniendo, lo quiero mucho.
—Primero que nada, sé que tú relación lleva bastante tiempo, pero, ¿quién es?—La joven tragó saliva—. Necesito saberlo, si no no sabré cómo ayudarte.
—Es Monoma, Monoma Neito—Iida frunció el ceño y le acarició la espalda—. Si, ya sé, no te lo esperabas, pero es que...
—Es tú decisión, pero yo te he notado bastante mal desde los últimos meses, las relaciones no siempre son buenas, Ariadne. Si una persona no está cooperando significa algo, ¿qué fue lo que pasó ésta vez?—Ariadne miró hacia el suelo y sollozó levemente—. Aquí estoy contigo, no pasa nada.
—Es que ya no lo entiendo, Tenya. Todo lo que hago... Lo enoja. Y todo comenzó por quedar en la maldita Clase A, teníamos el mismo sueño, pero es muy orgulloso—El muchacho le acercó un pañuelo y la joven secó sus lágrimas—. Ya no sé qué hacer, ya hice todo.
Tenya tardó alrededor de dos horas en poder convencerla paracaídas siquiera hablara con él. La joven accedió y dejó de llorar para aceptar un cálido abrazo de su mejor amigo. Y fue así cómo al día siguiente se animó a hablarle.
—Neito—El nombrado volteó hacia ella de manera inexpresiva y se cruzó de brazos. Ariadne apretó los puños y habló con voz dolida—. Tenemos que hablar.
En ese momento, Monoma Neito sintió el verdadero terror.
—¡Es que tú no lo entiendes!—Gritó la muchacha con lágrimas en los ojos—. Todo lo que hago te molesta, te molestó qur yo si quedara en la Clase A, te molesta todo lo que yo hago.
—La que no entiende las cosas eres tú Ariadne. Tú no sabes lo difícil qué ha sido para mí, tú naciste en una bandeja de palta, mientras que yo tuve que ganarme la vida... —Ariadne abrió la boca con tanta indignación y negó con una sonrisa descarada—. Te duele porque es cierto, eres una privilegiada. Tú familia es rica, no te hace falta nada, y también tienes privilegios en la maldita escuela, ¡eres u-
—No te atrevas a De hablarme de esa manera, ¿enrendiste? Porque no es todo mi culpa, mi familia ha trabajado muy duro cómo para que tú llegues y me plantees en cara cosas que para nada son ciertas—Respondió con voz quebrada—. Y encima me mientes, porque tú siempre me has dicho que a pesar de que yo venga de una familia rica y
tenga privilegios siempre me querrías, que no te importaba pero ahora me doy cuenta de que no es cierto.
—No salgas con estupideces, entonces dime, ¿por qué los tienes? Todo en ésta vida es injusto, querida, pero tú naciste con todo arreglado—La joven no soportó más y soltó las primeras lágrimas—. ¿Por qué los tienes?
—Porque corro riesgo, Neito, yo ya te lo había dicho—Sorbió su nariz y limpió sus lágrimas—. Porque el poder que yo tengo puede matarme, puede, matar a cualquiera. ¿Y sabes quiénes buscan ese poder? La Liga de Villanos, todos los asaltos que hemos tenido son culpa mía, porque ellos me están buscando, necesito comer y ejercitarme lo suficiente como para que el poder no me consuma, ¿ya entendiste?
»Y además, ¿cómo voy a entrenar? No pueden sacrificar personas así como así, necesito gente, si no, no serviría de nada controlarlo. Sólo puedo utilizar el agua, sólo controlo agua, pero aunque te lo diga no pareces entenderlo.
—Ariadne, no seas tonta, eso no tiene nada que ver—La frunció los labios limpió cualquier rastro de agua que hubiese en su rostro—. Así son las cosas, son simples excusas que tú inventas, ¿por qué no vas y se las cuentas a tú amigo?
—Ah, y encima estás celoso. ¿Qué podía esperarme de ti? Eres una persona sumamente celosa, tus celos vuelan a tú alrededor—Exclamó moviendo las manos—. Pero Tenya me trata mucho mejor que tú, lo hace, porque tú sólo estás celoso de que yo si estoy en esa puta clase y tú no.
—¿Crees que me importa lo que tú hagas? Pues fíjate que no, no me interesa, no me importa. Puedes hacer lo que quieras, pero no me harás cambiar de opinión—Monoma se acercó a ella y la señaló con el dedo—. Pero a pesar de todo eso, te sigo queriendo.
—¿Sabes qué? No parece, no parece. Y ya tomé mi decisión, no me importa lo que me digas, no me importa cómo reacciones pero tú y yo tenemos que darnos un tiempo.
—¿Qué? No, no hablarás en serio—Ariadne asintió—. No, Ariadne, piensa las cosas
—Ya tomé mi decisión, Neito, lo único que tú y yo podemos hacer es darnos un tiempo, porque me parece una falta de respeto todo lo que me estás haciendo, yo no hice nada malo, al contrario, te demostró que te quería, que te amaba, por dos malditos años, ¿y tú qué hiciste? Dejaste todo eso atrás porque te pusiste celoso, celoso de que yo quedara en la clase que tú querías, y además porque dices que soy una privilegiada cuándo lo único que hago es no aceptarlo, todo lo que yo te je dado lo saco de mí dinero, no del de mis padres. Y todas las prácticas tengo que hacerlas sola, en otro recinto porque no tengo nada con que entrenar, ¿ya te quedó claro?
—No, no te vayas, por favor—La albina soltó el agarre con un manotazo y abrió la puerta para salir—. No me dejes.
—No me dejas opción, Neito. Todo va a depender de ésto—Lo miró a los ojos y le entregó un colgante que él le había regalado—. Veremos si éste tiempo que no estamos dando nos sirve para darnos cuenta, suerte, Neito.
Salió de su casa con lágrimas bajándole por el rostro, y el muchacho estaba igual. Arrojó todas sus cosas, trofeos de la escuela, muebles, lo lanzó todo, menos las fotos que tenía con ella, Ariadne se había marchado y le dejó las cosas en claro, y todo por culpa suya.
Aquél tiempo parecía beneficiarle mucho a la joven, se puso a estudiar el doble y su promedio subió bastante. Los exámenes no se le hacían tan difíciles y a cada paso que daba se encontraba más en la cima.
Mientras tanto, Monoma estaba decayendo, y sus calificaciones también. Ya no se veía tan arreglado como siempre, tenía el cabello desordenado y apenas se dignaba en peinarlo, y si lo comparabas con Shinso de la Clase C, Monoma se lleva el crédito en tener las ojeras más grandes.
Sus profesores se dieron cuenta de su comportamiento, ya no entregaba trabajos, en los exámenes le iba pésimo, y bajó del pedestal en el que se encontraba, y al igual que Mina, Sero, Kaminari y Sato, reprobó el semestre.
—¿Reprobó?—Preguntó Ariadne totalmente sorprendida—. Supongo que le cayó mal, ya sabes...
—Eso no es lo que me preocupa, hay un campamento cerca, nos lo acaban de decir, pero no sé que pasará con las personas que reprobaron—Ariadne se encogió de hombros, ciertamente no le importaba que Monoma reprobara, sólo quería llamar su atención.
Ese campamento traería consigo múltiples desgracias, el problema es que no sabían a quién llevarse.
—Yo digo que nos llevemos al bombitas—Dijo Twice de brazos cruzados—. Si, mejor. La otra nos puede matar.
—No, no, tú estás pendejo, mejor nos llevamos a la otra—Respondió Dabi—. Esa va a servirnos.
No quedaba más duda, en vez de llevarse a Katsuki Bakugo, se llevarían a Ariadne Skarre.
El campamento no tardó en ser anunciado, y ahora ya se encontraban en el área de los Pussycats.
—Te veo mucho mejor ahora—Sonrió Tenya abrazándola por los hombros—. ¿Se lo tomó mal?
—No quería que me fuera, pero si te soy sincera... Me siento mucho mejor, ya no siento la presión en el pecho, estoy... Libre—Tenya sonrió de lado y acarició su cabello para sacarle una sonrisa.
Mientras tanto, Kendo debía de contener a Monoma, que parecía asesinar a Iida con la mirada y también a punto de acercarse a él para golpearlo.
—¡Está coqueteando con mi novia! Kendo, suéltame, ¡tengo que ir con ella!—La pelirroja negó con fastidio.
—Ella ya no es tú novia, Monoma, se dieron un tiempo y no tienes ningún derecho a decir con quién o no se debe estar juntando—El muchacho relajó todos sus músculos y dejó de forcejear, mirando totalmente dolido aquella tierna sonrisa que Ariadne estaba dedicando. Y que no era para él.
—Los reprobados vengan conmigo, rápido—Refunfuñó Aizawa, siendo seguido por varios alumnos—. ¡Y tú también, Monoma!
El nombrado pasó rápidamente a un lado de Ariadne e hizo un poco de contacto visual, que la joven rápidamente evadió para irse al llamado de los demás.
El rubio caminó con fastidio, rodeado de todos aquellos alumnos de la Clase A qué habían reprobado al igual que él, y por un momento se arrepintió de haber hecho todo lo que hizo, si no, no hubiera estado ahí.
¿Qué si la extrañaba? Bastante. Nunca nadie lo había querido tanto como Ariadne, ella lo soportó con todo y su trastorno de personalidad, porque aunque no lo admitiera y se quejara de Bakugo, eran prácticamente iguales.
—Así que... Tú también repobaste—Preguntó Mina en un tono burlón—. No tienes nada de qué preocuparte, todos aquí somos estúpidos, no tienes que avergonzarte—El rubio no contestó y sólo hizo una mueca—. Demonios, yo sí quería participar en la casa del terror, de no ser porque Iida me quitó a Ariadne-chan.
¿Qué? ¿Cómo? Si de por si estaba celoso hace un momento, ahora lo estaba más. La idea de no estar con Ariadne, y que estuviera con su rival amoroso lo hacía retorcerse de celos en el interior, pero Kendo se lo había dicho, él ya no tenía ningún derecho.
—¿Tienes miedo?—Ariadne rió y negó con una sonrisa.
—Lo último que tendría en éste momento, sería miedo. Las cosas así no me asustan, me asusta más mi poder—Se encogió de hombros y siguieron caminando—. A Nieto no le gustan éstas cosas, él es más de ir a restaurantes franceses y cosas así.
—¿Y a ti te gustan?—La joven ladeó la cabeza un poco—. No tiene que obligarte.
—Y no lo hacía, me invitaba a cenar, siempre lo hacía, lo que no me gustaba era ir... De gala, odio los vestidos pomposos—Iida estuvo a punto de hablar pero la joven tapó su boca y se colocó frente a él.
—Ariadne, se que estás en un momento difícil, pero ésto n..—La joven le pidió que se callara y abrió el bote de agua que tenía a un lado.
—Guarda silencio, no estamos solos—De inmediato empujó a su amigo hacia otro lado y cayó de espalda al suelo con alguien sobre su cuerpo—. ¡Llama a los demás, rápido!
—¡Bien hecho, Toga-chan!—Los ojos grises de la joven se tornaron de un color rojo oscuro y brillante y controlo el cuerpo de la rubia—. ¡Toga-chan!
Ariadne odiaba usar su poder. Controlar la sangre le parecía algo tan peligroso y horrendo que se limitaba a hacerlo y se lamentaba por nacer con poder controlar el agua del cuerpo, y dentro de eso, estaba la sangre. Pero en momentos cómo ese, no se podía negar.
Iida corrió en busca de Aizawa, y se topó con su grupo de amigos que también estaban protegiendo a alguien, que en éste caso era Bakugo. Midoriya había gritado y esquivó a duras penas el fuego de uno de los villanos.
—¡Ariadne-san necesita ayuda!—Le gritó su amigo—. ¡Piensan llevarse a Kacchan y a Ariadne-san!
Un frío escalofrío le recorrió la espalda y de inmediato fue a por su maestro. No supo en qué momento había pasado todo aquello, pero había fuego y un humo de color morado rodeando el bosque.
Ariadne y Katsuki luchaban cada uno para evitar ser atrapados, pero para el rubio no pudo ser así y ya había sido encapsulado. Toga y Twice lucharon para llevarla al lado en dónde todos estaban pero el poder de la joven era bastante poderoso.
Sus manos y sus brazos se movían involuntariamente, y sentían que la cabeza les iba a explotar, y la joven no contó conque hubiera más contrincantes, así que Dabi le golpeó la nuca.
Antes de caer por aquél abismo de color morado dejó en trance a Mr. Compress, dejando a Katsuki libre de cualquier peligro. Tsuyu trató de agarrarla de la cintura con su lengua pero Toga se lo impedió.
La Liga había ganado en ese momento, llevándose a Skarre detrás de aquél hoyo negro, dejando el fuego y el humo sin disiparse.
—Iida... ¿En dónde está Ariadne?—El muchacho señaló al grupo de Midoriya, que venía con Katsuki y con Izuku totalmente lastimados, pero Ariadne no estaba ahí—. Asui, ¿en dónde está Ariadne?
La ranita bajó la mirada y negó sin mirar a nadie. Izuku, Uraraka, Shoto y los demás hicieron lo mismo, mientras Katsuki apretaba los puños.
—Se la llevaron. Esos bastardos se la llevaron, y todo por salvarme a mí—Iida cayó de rodillas al suelo, Midoriya y Uraraka fueron a reconfortarlo.
—Ariadne... ¡Ariadne!—Iida golpeó los puños en el suelo y comenzó a llorar. Su amiga ya no estaba ahí, los villanos la tenían ahora.
Y Monoma aún no lo sabía.
—Monoma... Necesito hablar contigo—Dijo Kendo en tan sólo un hilillo de voz—. Escucha, no quiero que llegues a mayores, ¿está bien? Quiero que me escuches—Tenía lágrimas en los ojos y la voz cortada.
—¿Qué pasó?—Preguntó con un interés disimulado.
—La Liga de Villanos... Ellos se llevaron a Ariadne—Los ojos celestes del muchacho se abrieron de par en par, no podía ser posible—. Se la llevaron en el campamento, I-Iida no pud-
El rubio no dudó ni un segundo y fue en busca del delegado de la clase de Ariadne. Azotó la puerta y preguntó por su nombre, ignorando cualquier comentario de los demás en el hospital, porque sí, él también se había roto una muñeca en el campamento.
—Eres un... ¡No la protegiste!—Los demás, a excepción del de lentes, no entendían lo que estaba pasando—. ¡A.. Ariadne, no está!
—Lo siento.
—¿Lo siento? ¿Es lo único que vas a decir? ¡Ariadne ya no está aquí! ¿Qué estabas haciendo? Se supone que eres su mejor amigo... Eres... Eres a par-
—Soy el único que la conoce aquí, y más que tú—Espetó con los ojos rojizos—. A pesar de que tú eras su novio nunca la comprendiste, dijiste cosas que no debías decir, no eran ciertas.
Monoma se quedó totalmente estupefacto, y aunque tenía la voz quebrada salió a defenderse.
—Ella lo era todo para mí, pero soy un idiota, yo le dije todo eso...
—¿Tú eras el novio de Ariadne-san?—Cuestionó Izuku—. Ariadne-san había llegado llorando... Fuiste tú.
—Monoma no lo hizo con esa intención—Intervino la pelirroja, había estado corriendo para intentar alcanzarlo—. Pero no hay nada qué podramos hacer.
—¿Nada? ¡Ella está en peligro, Kendo! Pueden estarla torturando... Ella no, no, no va a estar muerta, yo lo sé, ella está bien, está viva. Esos bastardos no le harán nada, no... —Monoma estaba perdiendo la cabeza, tenía una sonrisa bastante extraña mientras lloraba, se notaba que estaba mal—. Yo... Yo voy...
El rostro del muchacho palideció y se desmayó en los brazos de Kendo, que apenas pudieron alcanzarlo.
—Siento mucho eso... —Susurró Kendo entre lágrimas—. Pero Monoma se ha dado cuenta de muchas cosas últimamente, Ariadne es muy especial para él—Varios de sus compañeros llegaron y trasladaron a Monoma a su habitación—. Compermiso. Y una última cosa... Si van a hacer algo... Sálvenla, por favor.
Iida, Izuku, Kirishima, Shoto, Momo y Katsuki voltearon a mirarse, claramente la muchacha los había descubierto.
—Iré por Ariadne, aunque sea lo último que haga, principalmente por ella—Kirishima puso su mano en su hombro.
—Eso es muy varonil, Iida. Pero no irás por ella—Sonrió de lado y miró a todos los de la habitación—. Iremos por ella.
Dos días después, Monoma despertó en la habitación del hospital, la cabeza le dolía mucho, cómo si lo hubiesen golpeado todos los días. Aún estaba pálido y había una pequeña aguja transmitiéndole suero.
Kendo ni nadie se encontraba ahí con él, ni tampoco su familia, vaya. No fue hasta dos horas después que Kendo y sus amigos llegaron.
—Van a ir por Ariadne—La noticia le envió una tremenda satisfacción a todo el cuerpo—. No, antes de que hagas algo, no deberías de ir tú.
—¿Qué? ¿Por qué no?—Tetsutetsu intervino y lo tomó por los hombros—. Debo de ir a ayudarla—Su amiga negó.
—Iida se va a encargar, sus amigos irán por ella—Monoma frunció el ceño y apretó los dientes.
—Lo último que quiero es que él vaya tras ella, ¿qué más quieres? Si ya la perdí una vez la voy a perder para siempre, y todo si se va con él. Porque el ti... Él—Corrigió—. Si la trata como debe ser.
—Entonces cambia, viejo. Si la quieres devuelta, demuéstrale que debería de estar contigo otra vez, que de verdad la quieres, que no podrás vivir sin ella—Kendo quiso intervenir, pero el muchacho lo detuvo—. Demuéstraselo una vez que llegue, porque te aseguro que Ariadne va a regresar. Kirishima me dijo que se van ésta noche, si quieres hacer algo, hazlo ahora.
Monoma se quedó callado y agradeció el consejo a su manera. Y tomó la decisión aquella noche.
—Iida, espera—Susurró Kirishima—. Monoma viene hacia aquí.
—Monoma, yo... —El rubio se acercó de manera agresiva pero lo que hizo fue hacer una reverencia con la cabeza pegada al suelo—. No, no...
—Trae a Ariadne de vuelta, por favor. Es lo único que les pido, trae a Ariadne de vuelta—Tragó saliva e ignoró las lágrimas que caían por sus celestes ojos—. No iré con ustedes, sólo voy a estorbarles, ustedes son los héroes.
—No digas estupideces—Dijo Katsuki—. Tú también estás en el curso de héroes, es sólo una puta clase, no hay diferencia. Y además... El que tuvo la culpa de ésto fui yo, pero tú decides, si vas a querer quedarte con el trasero en el suelo, adelante—Se colocó frente a él y se agachó en cuclillas—. O puedes demostrarle a todos que no eres la persona de mierda que eres, igual que yo.
Mientras tanto, Ariadne llevaba lidiando con la Liga desde hacía un buen rato. Se encontraba en cuestiones bastante buenas, la habían tratado bien, a su parecer, pero no quitaba el hecho de que estaba atada.
—¿Y? Te unirás a nosotros, ¿si o no?—La albina dejó a Shigaraki hablando con una pared, no iba contestarle u se limitó a sonreírle—. Tú poder nos sirve demasiado.
—A mi no me interesa que mi poder les sirva no, me importa un bledo—Auqnue tenía mucho miedo en su interior, habló lo más seria posible—. Ellos van a venir y tuvieron vas a caer.
Shigaraki dentro de sí mismo estaba totalmente seguro. Pero la joven sí tenía la razón, ellos pronto caerían.
Tal cómo Ariadne lo había previsto, All Might había llegado justo a tiempo, pero Kurogiri se la llevó junto a todos los demás.
All Might ahora se estaba enfrentando contra All For One, mientras que la joven ya no tenía fuerzas para seguir corriendo, estaba cansada, había huido y por poco había podido escapar.
Monoma y el resto del equipo la estaba buscando pero era muy difícil encontrarla entre toda la conmoción. El rubio era el más atento a cualquier movimiento y fue quién la encontró.
—¡Allá está!—Señaló hacia un punto y vio su cabellera blanca moverse con el viento.
Magne y Spinner venían detrás de ella, la joven los tenía pisándole los talones y parecía que no tenía más opción que utilizar su poder. Paralizó sus cuerpos y movió sus manos cómo si tratara de hipnotizar a una cobra.
Neito hizo caso omiso y tocó el hombro de Todoroki para robar su poder. El muchacho sólo se le quedó mirando y lo dejó estar.
Magne iba ser el primero en ir por ella, de no ser por el muro de hielo que lo llevó hacia otro lado. Ariadne volteó hacia atrás y se topó con Monoma, quién la ayudó para encargarse de los otros dos.
Mientras que Ariadne los sacaba a volar con el agua, Monoma se encargaba de alejarlos con el quirk de hielo que Todoroki le había prestado. Finalmente se fueron, y Ariadne se quedó sentada en el suelo. Se levantó y miró a Monoma sin ninguna expresión, no sabía que decir, pero el rubio sí.
Se acercó a ella y le plantó un beso directo en los labios, moviendo y encajando sus labios en un dulce y tierno compás. La tomó por las mejillas y bajó sus manos a su cintura, anhelaba podee besarla así, podee demostrarle que realmente la quería.
—Perdóname, en serio. Fui un idiota, fui un patán contigo—Colocó su frente en su cuello y abrazó su cuerpo—. Te dije todas esas cosas, yo no quise decirlo, estaba enojado.
Ariadne sonrió y acarició su cabello, mientras los demás se acercaban poco a poco. Notó la sonrisa triste de Iida, y le sonrió de la misma manera.
—Lo siento, en serio. Me di cuenta de que estaba por perderte muchas veces, lo hice cuándo me di cuenta de además verdaderas sonrisas qur su dedicadas no eran para mí, y cuándo te llevaron... Sentí que ya no tendría sentido si no estabas conmigo—Ariadne removió las lágrimas de sus mejillas y besó sus labios.
—No fue tú culpa—Él asintió, aún abrazado.
—Sí que lo fue. Fui yo el que te dijo todas esas cosas, si no lo hubiera hecho, no habría reprobado, no te habrías separado de mí y hubiera hecho todo lo posible para que no te llevaran.
—Ya todo está bien, tú y yo ya estamos bien, pero escucha algo, señorito, para tú información yo no soy una privilegiada, dijiste muchas cosad hirientes hacia mí que no eran ciertas—Se separó del abrazo y lo miró—. Y que no vuelva a pasar, porque ésta vez si me pierdes.
—Al contrario, tienes toda la razón. Voy a cambiar, te lo juro—Juntó sus frentes y acarició sus mejillas—. El privilegiado aquí soy yo, es un privilegio para mí estar contigo. Soy privilegiado por tenerte a mi lado y por haberte conocido.
Ariadne sonrió de oreja a oreja y volvió a abrazarlo.
Ambos eran unos privilegiados, porque sí, tenían razón. Era un privilegio para los dos estar el uno con el otro.
—Me alegra tenerte de nuevo, princesa.
—— 👑 ——
Chale, efe por el Iida.
Abro Cadena de F 😔👊🏻
Estaría chido hacer un shot de él pero no tengo ideas jajjJajJja. Bueno, en fin, espero que les haya gustado el shot, en especial a la personita que me lo pidió, espero que te haya gustado y eres bienvenida a pedir los shots que gustes.
Por cierto, muchas gracias a zhelter_hsfk
Bb, me salvaste jsjs. No sabía cómo escribirlo jsjs
Faltan algunos shots más y empezamos con el especial mexicano jsjjss.
En fin, me despido y nos vemos en el siguiente shot.
Bai!
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