▩⃕͜ꦿ૰→ 𝑴𝒊𝒅𝒐𝒓𝒊𝒚𝒂 𝑰𝒛𝒖𝒌𝒖
| | : : 🌿 Amor Prohibido
ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀ: ɪᴢᴜᴋᴜ x ᴏᴄ!! ᴠɪɢɪʟᴀɴᴛᴇ ᴀᴜ!!
ᴘᴇᴅɪᴅᴏ ʜᴇᴄʜᴏ ᴘᴏʀ: Hekima16
“Amor prohibido murmuran por las calles, porque somos de distintas sociedades”
¡Eh, eh! Ahre no, seriedad plox.
—— 🌿 ——
Yurisa fruncía el ceño mientras mordía el bolígrafo negro que llevaba en sus manos. Todo ésto que estaba sucediendo estaba mal, muy mal. ¿Cuál era el motivo? Bueno, pues al parecer alguna personita estaba jugando a ser un héroe, y lo cierto es que no tenía nada malo, pero era ilegal.
— Ya quita esa cara, mujer—Gruñó Katsuki, su compañero, golpeando su cabeza con el dorso de la mano—. ¿Por qué te enfocas tanto en ese bastardo? ¡Mira tus ojos, maldición! ¡No estás durmiendo!
—¿Qué por qué me enfoco tanto?—Cuestionó con sarcasmo y soltó una risa indignante—. Esa persona nos está quitando nuestro trabajo, Katsuki. ¡nuestro trabajo! Claro que no tengo ningún problema con que salve a las personas, pero siempre que llegamos nosotros los villanos o ya están lo suficientemente o simplemente ya no tenemos que hacer nada. No se me hace justo que nosotros que luchamos por ser héroes durante tres años, y que además arriesgamos tanto a lo largo del tiempo y que llegue alguien para quitarte ese esfuerzo... ¡Es inaceptable!
—Estás exagerando, Yurisa—Dijo Kirishima depositando unos documentos en su escritorio—. Escucha, no tiene nada de malo, pero Bakugo tiene razón, no tienes porque enfocarte tanto en ello, tarde o temprano tendremos información
—Kirishima, lo que él hace es ilegal. Es un vigilante, no es un héroe—Espetó—. Es una de las leyes que tenemos nosotros, ¿quieres ser un héroe? Estudia, y eso tiene que ser desde la preparatoria. Ustedes fueron mis compañeros en aquél tiempo, y juntos estudiamos en la UA para poder convertirnos en héroes
»Pasamos muchas cosas en la preparatoria. Luchamos contra los villanos que siempre nos invadían, arriesgamos nuestra vida para salvar a las personas, incluso salimos heridos tantas veces, ¿para ésto? ¿Para qué una persona venga y nos quite todo el esfuerzo que hemos hecho?
Los dos héroes se quedaron estupefactos ante la declaración de su compañera, que en cierta parte tenía razón. Los tres habían sido mejores amigos durante esos tres años, y en cuánto se graduaron siguieron en contacto, y un par de años más tarde ya se encontraban dentro del top diez de los héroes, y ahora los tres estaban en los primeros lugares. Yurisa en primero, Katsuki en segundo y Kirishima en tercero.
—¿Por qué mejor no te relajas un poco?—Preguntó el pelirrojo acariciando su cabello—. No has tenido buena cara en los últimos días, y es mejor que descanses, tienes una misión importante la semana que viene
Yurisa relajó la tensión de su cuerpo y le dedicó una débil sonrisa. Suspiró con pesadez y restregó su mano tallando sus ojos. Katsuki sonrió victorioso al escuchar el largo y cansado bostezo que la heroína había soltado y le ayudó a levantarse.
—Tu regreso a casa, bicho—Le dijo el rubio—. Te alcanzo más tarde
La relación entre Katsuki y Yurisa era más estrecha entre ellos. No había nada amoroso, ningún sentimiento, sólo era una amistad muy estrecha, ya que ambos vivían juntos. Katsuki cocinaba casi todos los días y Yurisa se encargaba de lavar ropa, trastes, etc.
—¿Tu crees que debamos hacerle caso?—Le preguntó Red Riot a Ground Zero—. Sabes que no me gusta darle la razón, porque siempre se lo toma muy a pecho, ¿pero está bien que no le digamos nada?—El rubio resopló con fastidio y se sentó en la silla giratoria del es escritorio de Yurisa—. Ella tiene razón, pero por orgullo no queremos admitirlo
—Ese bastardo tiene una agencia hecha, y está totalmente formada por miembros fuertes iguales a él. Y por mi jodido orgullo no me gusta admitir que nos está dejando sin trabajo—Su compañero asintió—. Tenemos que encontrar a su grupo y a él, ¿de qué sirve que sacrifiquemos nuestras estúpidas vidas si ellos ya lo están haciendo? No quiero que mi esfuerzo y mi maldito entrenamiento se vayan a la mierda por alguien que no estudió
—Entonces tenemos que encontrarlos cueste lo que cueste, ¿cuáles van a ser las consecuencias?
—Lo mínimo sería cárcel, es un delito después de todo. Y en caso de que se pongan pesados... Tendremos que recurrir a movimientos mucho mayores
Yurisa ya se encontraba en dirección a su hogar que compartía junto a Katsuki. Sus ojos miraban hacia el frente y le sonreía a las personas que le pedían alguna foto o autógrafo. Su cabeza dolía por la extrema falta de sueño que llevaba, pero ella se mantenía firme aún así. Los callejones siempre estaban solitarios, pero eso no evitaba que vigilara de vez en cuándo, capaz y la persona que ella buscaba estaba ahí dentro.
Los periódicos y medios de comunicación habían estallado tras descubrir que una persona misteriosa le había quitado el protagonismo a los héroes. Lo describían como un muchacho de alrededor de unos veinticuatro años, como ella, de complexión física delgada pero bastante fuerte y con ojos verdes. Su cabello no estaba al descubierto ya que llevaba una máscara cubriendo su rostro. Y en cuánto a su traje, era de un verde oscuro con tenis rojos y guantes blancos.
Debido a que estaba perdida en sus pensamientos no notó que había chocado con el pecho de otra persona. Sostuvo el puente de su nariz por el golpe y miró hacia arriba.
—Lo siento mucho—Se disculpó la joven—. No miré por donde pasaba
Sus ojos rosas brillaron al cruzarse con otros orbes verdes aún más vivos que los de ella. El muchacho rascó su nuca con nerviosismo e hizo una reverencia. Era lindo, lo era. Pero deshizo ese tipo de pensamientos para poder llegar a su hogar, por ende, se despidió de él y siguió su camino.
El muchacho mantuvo su mirada fija en la silueta de la mujer y caminó en sentido contrario al de ella. Sonrió dulcemente y carraspeó su garganta.
—Creo que ya nos están buscando, Todoroki-kun
Aquella mañana, la joven se levantó con un ánimo enorme. Ya habían pasado unos cuantos días desde que había dormido bien, y no le había puesto atención a aquél muchacho que estaban buscando. O el “Vigilante”, como ellos decían.
—Estás de buen humor—Mencionó Katsuki entregándole su plato—. ¿Cuándo es la maldita misión?
—Es hoy, pero iniciará en la noche—Sorbió el humeante café de su taza y prosiguió—. Tenemos que buscar a un tipo que ha estado secuestrando personas con quirks bastante potentes, pero ellos son controlados por él
—Ah, es el idiota de la droga, ¿verdad?—Ella asintió—. Como sea, ten mucho cuidado. Ese tipo mostró que si es fuerte
—No me subestimes, Katsuki, voy a estar bien. Lo que me preocupa es quiénes son los que me van a acompañar, yo les pedí que no fueran ellos pero ya conoces a la policía, “tus compañeros no son los adecuados”, que se vayan a la mierda
—Están idiotas, déjalos. Tu maleta con tu ropa y cosas está allá arriba, y tu comida está en los contenedores de ahí—Ella le dedicó una sonrisa gatuna—. ¿De qué te ríes, estúpida?
—¿Te preocupas por mi, Katsuki-kun?—El rubio chasqueó la lengua—. Se nota que me quieres mucho
—¡Sin mi ya estarías muerta de hambre! ¿No quieres que me preocupe? Entonces, toma solo la maleta y muérete de hambre, idiota
Yurisa hizo un puchero y abrazó a su amigo por el cuello. Katsuki forcejeó pero al final lo dejó estar.
—Más te vale regresar en una pieza, estúpida
—Todavía te falta compartir muchos años conmigo, me queda una larga vida por fastidiarte, incluso muerta lo haré, así que... ¡No te preocupes!
Katsuki sonrió sin que ella se diera cuenta y con dolor la vio marcharse durante la noche.
—¿Ya está todo listo?—Preguntó a sus colegas, que asustados asintieron—. Entonces... En marcha, pero antes, ¿alguien quiere retirarse?
Los héroes que la acompañaban tragaron saliva al sentir su mirada clavarse en cada uno de ellos. Yurisa chasqueó la lengua y avanzó al frente para poder atacar.
La ciudad en dónde se reportaron los casos estaba sola, sin ningún alma más que la de ellos. Los pasos de las botas aerodinámicas de la heroína resonaban por el asfalto haciendo un ruido por las pequeñas rocas. Su mirada se dirigía a todos lados, y miraba discretamente a la pequeña residencia que tenía las puertas abiertas.
Los otros héroes se mostraban aún más relajados que ella, pero Yurisa no podía notarlo. Hizo una seña con sus manos y los héroes por inercia, la siguieron a la residencia. La pelinegra volteó a verlos y de reojo divisó como uno de ellos sonreía.
—Oigan—Susurró lo más bajo que pudo—. ¿De qué demonios...
El estruendo de las ventanas la alertó por completo y cayó apresada en el suelo. Su mejilla estaba depositada en el suelo, mientras que alguien ponía su rodilla encima de su espalda para detener qué se levantara, y lo mismo con la cabeza. Una mano grande y callosa sostenía ambos brazos y los apresaba por encima de su cuerpo.
Movió un poco su rostro y se encontró con los tres miembros que la habían acompañado. Cada uno sonreía con malicia y se inclinaron de cuclillas frente a ella. Un castaño le levantó el mentón con un dedo y la miró sonriente.
—¿Creíste que siempre íbamos a estar a tu disposición, Rewriter?—Preguntó irónico—. Ow, pobrecita, no tiene a ninguno de sus compañeros ni ningún respaldo, eres patética
—Fue una jodida trampa entonces... —Susurró con dolor. El segundo subordinado se acercó a sus rodillas y la torció hacia adelante. Reprimió el grito de dolor mordiendo su labio, mientras que el que estaba frente a ella recorría la sangre con su pulgar—. M-mierda...
—¿Te duele? No nos importa, todo éste tiempo estuviste buscando a un tipo que siempre estuvo frente a ti, ¿no es increíble? ¡Logré confundir a la heroína número uno! Y lo peor es que no puedes utilizar tu quirk, ¿verdad? Si lo utilizas fortaleces el mío, y además ocupas tus pobres manos, y ¡ups, está rota!
Sólo se escuchó el grito de dolor por parte de la mujer que forcejeaba el agarre. Sus ojos rosas reflejaban odio hacia la persona que tenía frente a ella, pero se contuvo, no quería arruinar su misión. El último de los subordinados le asustó bastante, tenía un arma blanca en sus manos y se acercaba de manera amenazante hacia su cuerpo. El reflejo de luna mostró una enorme cuchilla platinada que comenzó a rozar el superficie de su espalda.
Ardía. Y poco a poco el frío comenzó a entrar por las heridas, y el mareo por la pérdida de sangre ya se estaba haciendo presente. Se sentía patética, derrotada. ¿Cómo había caído tan bajo? ¡Katsuki y Kirishima también estaban ahí! ¿Cómo fue que no se dieron cuenta?
Soltó otro alarido al sentir como rompían sus extremidades. Y sin una de ellas no podía reponerse, no podía utilizar aquél maldito y bendito don que se le había otorgado. Sus párpados comenzaron a cerrarse, y perdió todo conocimiento cuando una persona misteriosa llegó a su rescate.
Los tres muchachos comenzaron a caer como moscas. El destello verde se movía con rapidez y no les daba ni siquiera un segundo para ponerse en posición. Acabó con el primero con tan solo un golpe en el cuello, el segundo cayó rendido ante un golpe en la cabeza y el último clavó su propia cuchilla en su estómago, y lo hizo en el tiempo necesario para lograr salvarla.
El muchacho levantó el cuerpo de la pelinegra entre sus brazos y trató de detener la hemorragia que tenía en su espalda, pero lamentablemente no podía hacerlo ahí.
Yurisa sintió un terrible dolor en su espalda con solo moverse aún lado. Su cuerpo dolía como no lo había hecho en años, y una sensación de incomodidad la invadió por completo tras querer levantarse de lo que parecía una camilla.
—»Debe ser un hospital«—Pensó. Su rosada mirada volteó a sus alrededores y tragó saliva con dificultad al ver que no, no era un hospital—. ¿Dónde rayos estoy? ¿Quién está ahí?
Una silueta masculina entró por la puerta y le dedicó una sonrisa. La heroína frunció el ceño al ver la misma descripción del famoso Vigilante del que todos habían estado hablando, y se sorprendió al ver que era el mismo muchacho con el qué se había topado la semana pasada.
—¿Ya te encuentras mejor?—Ella no contestó y siguió callada, él suspiró con pesadez—. Se lo que estás pensando, no quieres hablar porque soy el “vigilante”, ¿no es así? Mi nombre es Midoriya Izuku, perdón por haberte traído de esa manera, pero si no lo hacía ibas a morir
—Gracias—Agradeció cortante—. Pero eso no quita el hecho de que yo esté enfadada con toda tu agencia, ¿por qué lo haces? ¡Es nuestro trabajo!
Izuku rodó los ojos hacia el suelo y la joven lo miró expectante, buscando una respuesta. El joven se cruzó de brazos y tomó asiento frente a ella.
—Estoy cansado de que hayan héroes falsos, y que además lleguen tarde
—¿Disculpa?—Ironizó—. ¿Sabes cuánto trabajo tenemos? No lo creo, deja de jugar a ser un héroe. No estamos celosos ni nada por el estilo, pero nos dejas sin trabajo. ¡Me haces quedar mal a mí! Nos haces ver como desempleados, es trabajo nuestro, no tuyo y además es ilegal lo que tu haces
»Yo me esforcé para llegar a donde estoy ahora, ¿para que tú me quitaras mi trabajo? Que estúpido. No hice todo éste esfuerzo para que llegues y me quites mi trabajo, ¿por qué lo haces?
—Primero que nada—Señaló—. No lo hago por ser malo. Al contrario, yo no tuve las mismas oportunidades que tu para llegar a ser un héroe, mi madre no tenía dinero, mi padre nos abandonó y yo no pude cumplir mi sueño de serlo por acompañar a mi madre durante toda mi vida—Yurisa tragó saliva—. Y los »héroes«, como tu los llamas, nunca están presentes. Siempre llegan tarde y ahora ese símbolo de heroísmo se esfumó, ¿por qué? Porque sólo se enfocan en dinero y fama
—¿Y tu crees que todos son así? Abre tu mente, vigilante. Yo no soy así, no busco fama, ni tampoco dinero. Yo solo quiero salvar a la gente y retomar la paz, pero tu no me permites hacer eso, ¿y ahora qué? Supongo que no me vas a dejar irme de aquí, ¿no? Tienes miedo a que te meta a la cárcel
—Escuche, Rewriter—Espetó el peliverde—. Yo no me dedico a destruir la carrera de la gente, así que si tiene algún problema le informo que no podrá salir de aquí, ¿entendido? Y saldrá cuando realmente se haya dado cuenta de que no somos peligrosos, ahora, si me permite tengo que... Salvar a las personas
Yurisa no alcanzó a reprocharle, ya que el ya había salido de la habitación cerrando la puerta sin siquiera mirarla. Resopló y quitó uno de los mechones de su cabello con fastidio, y empezó a tener una sensación de ansiedad.
—Es lamentable que los héroes no nos permitan salvar a la gente—Habló una voz afuera de la puerta—. Pero la heroína que está ahí dentro es hermosa
—¿Verdad que si?—Exclamó una segunda voz un poco más chillona—. Oye, Kaminari, ¿qué dices si la vemos?
Yurisa rodó los ojos.
—Veamos... —La joven estaba recargada en la pared con ambos brazos sobre su regazo. El rubio abrió la boca y rió nervioso—. ¿Nos escuchaste?
—Lo necesario. Y con base a tu “argumento”, no es que no quiera que salven a la gente, ¿por qué no lo hacen de otra manera? Le quitan el trabajo a los demás—El otro muchacho, era mucho más bajo y cruzaba sus brazos—. ¿Cuándo podré irme? Quiero ver a mis amigos
—Son órdenes de nuestro líder, Princesa. No te dejaremos ir hasta que te des cuenta de que no somos peligrosos—Ella quiso replicar abriendo la boca pero el muchacho la detuvo—. Nosotros estamos a cargo de cuidar de ti, y por más que quieras ver a tus amigos no lo permitiremos
—¿No ves que somos lo suficientemente fuertes para detenerte?—Retó el enano—. ¡Nos encargaron que podíamos toca-
—¡Mineta, Kaminari, salgan de ahí!
Una joven de cabellos negros envueltos en una coleta alta, golpeó la cabeza de los dos intrusos. Era bella y cruzó sus brazos para luego dedicarle una sonrisa amigable a la heroína.
—Lamento el comportamiento de éstos dos, mi nombre Yaoyorozu Momo, y me disculpo de nuevo, se que quieres ver a tus amigos, pero no puedo permitirlo
—¿Ni siquiera una sola llamada?—Ella negó triste—. ¡Ellos podrían pensar que estoy muerta! Y si piensan eso, y entre más tiempo me tengan aquí retenida mayor será su castigo, por favor, liberenme, ¡tengo que regresar!
—Lo siento mucho, Rewriter, pero no puedo permitir que usted salga de aquí. Midoriya ya se lo dijo, saldrá cuando se de cuenta de que nosotros no somo peligrosos y que solo queremos lo mejor para la gente. Si me permite me tengo que ir, cuando tenga hambre llame a éstos muchachos y le entregarán su comida
Yurisa frunció el ceño y bajó la mirada hacia el suelo. Mordió su labio y pensó en Katsuki y en Kirishima, aunque de Kirishima no había problema, era muy optimista. Katsuki era el problema.
—¡Que guardes silencio, maldita sea!—Gritó el rubio estampando su mano en el escritorio de madera—. Cierren todos su puta boca, ¿que no entienden? ¡Ellos la traicionaron!
—Ground Zero, le pido por favor que guarde silencio y se relaje—Pidió uno de los superiores—. Es cierto que aún no hemos dado el paradero de Rewriter, y estamos muy preocupados por ella, pero lo mínimo que podemos hacer...
—¿Es declararla muerta?—Interrumpió —. ¿Es en serio? ¡No sean idiotas! Conozco a la idiota esa, ella no es tan débil como para dejarse vencer y m-mucho menos es tan estúpida como para morir por algo así... Interrogenlos, saquenles información, pero éste idiota y yo no vamos a descansar hasta que la idiota regrese
Kirishima asintió con decisión y el aula quedó en silencio total. Habían perdido a su héroe número uno, o eso pensaban. Pero no había nada que indicara lo contrario, encontraron sangre, restos de su traje, cabello, pero no a ella, y cuando llegaron los tres héroes estaban tendidos en el suelo y los delató aquél cuchillo ensangrentado.
Había tres opciones posibles, uno, que ella haya escapado por su cuenta, dos, que la hayan desaparecido y dejado totalmente muerta o la última, que alguien la había rescatado. En ese momento, todo giró trescientos sesenta grados.
—A menos que... Ese bastardo la tenga—Los presentes enarcaron una ceja—. El vigilante.. ¡El vigilante la tiene! Usen su cerebro, maldición. ¡Era el momento perfecto para atraparla! Si atrapaban al héroe número uno, podían por fin tener lo que querían, ellos quieren demostrar que son más fuertes que nosotros, ¡y lo hicieron en frente de nosotros todo éste tiempo!
—Ground Zero, eso no me parece muy creíble para mí
—Me importa una mierda lo que pienses. Yo voy a salvar a mi amiga, y no me importa si no cuento con el minúsculo apoyo de todos ustedes. Ahora vayanse todos a la mierda
El rubio se levantó de manera brusca y salió de la habitación con los puños apretados y la cabeza en alto, Kirishima no tuvo más remedio qur seguirlo y salir al lado de él. ¿Qué estaba haciendo Yurisa? Aún peor, ¿en dónde estaba?
—No quiero—Dijo la pelinegra girando la cabeza. Y por quinta vez había tirado la comida que el peliverde le había ofrecido al suelo—. Ya lárgate, ¿quieres? Ya tengo suficiente estando encerrada aquí
—Tienes que comer, no quiero que te mueras de hambre—Izuku giró su mentón en dirección hacia él y le sonrió
—¿¡Q-qué demonios estás haciendo?!—Gritó ella de nuevo. Izuku rezó internamente e insertó la cuchara de sopa dentro de la boca de la fémina. Yurisa recibió el alimento sin mucho ánimo y lo tragó
—¿No que no querías?
—Era eso, o escupírtelo en la cara, ¿qué prefieres?
—No me importaría que me escupieras en la cara, lo que importa es que tu estés bien—Un sonrojo se presentó en el rostro de la joven y giró de nuevo la cabeza hacia otro lado—. Te dejo el plato aquí, tengo que....
Yurisa lo tomó del dorso de la mano y la examinó con el ceño fruncido. Cruzó su mirada con la de él y lo observó enojada.
—¿Por qué no has tratado ésto?—Preguntó refiriéndose a la enorme herida en el brazo—. No quiero imaginarme todas las heridas que te hiciste, siéntate, antes de que me arrepienta
Midoriya sonrió de lado y se sentó frente a ella. Yurisa suspiró y colocó sus manos sobre la herida y cerró los ojos con fuerza. Una sensación de calidez y alivio recorrió el cuerpo entero del vigilante y quedó atónito al ver que la herida no estaba.
—¿C-cómo hiciste eso?—Ella enarcó una ceja
—Sólo es mi poder, ahora vete, tengo que comer—El muchacho negó
—Cuéntame más de ti, no me iré hasta que me cuentes algo de tu vida—Yurisa alzó ambas cejas y rió con ironía—. ¿Por qué quieres ser un héroe? O más bien, ¿por qué lo eres? Debes tener un motivo
—¿Y tú quién eres para saber sobre mi pasado? Que yo sepa no llevamos ni dos meses conociéndonos, no eres mi amigo, ni mi compañero, no tengo ninguna razón para hacerlo, no soy tan estúpida
—Nuestra base está cerca de la agencia en la que tu trabajas, fue por eso que me topé contigo—Mencionó entrelazando sus manos. Yurisa relajó su tensión y decidió escucharlo—. Ya tienes la información de en donde estamos, hay una clave, pero no existe así que tienes acceso directo a nosotros. Ya te dije mi nombre, tengo veinticuatro años, y siempre quise ser un héroe, pero, no pude
—¿Por qué me cuentas eso? No seas ingenuo, literalmente
—Siempre he sido un libro abierto, Yurisa-san y tu también lo eres sin darte cuenta, me soprende que me hayas olvidado tan rápido
—¿Disculpa? No tengo la menor idea de quién seas, ni de dónde hayas venido, ni si me conoces o no, no me importa, si lo que tratas de irradiar es confianza déjame decirte que no va a funcionar, mejor vete, no quiero saber nada
—Podemos investigar cómo están tus amigos—Eso mordió el cebo—. No me llaman vigilante por nada
La pelinegra volvió a mirarlo mientras negaba irónica. Movía su mano arriba y abajo palpando su muslo y sollozó cubriendo su mano.
—Ellos piensan que estoy muerta, ¿verdad?—Izuku asintió—. ¿Por qué fui tan ingenua? ¡Si tan solo hubiera pensado más las cosas! Yo sola me metí en la boca del lobo, nunca había actuado tan... Indefensa, y se supone que soy la heroína número uno
—No tiene nada de malo ser vulnerable en algunas ocasiones, yo lo fui durante la mayor parte de mi vida, yo no tenía ningún quirk, pero gracias a alguien lo heredé, pero no tuve el suficiente recurso como para convertirme en un héroe, es por eso que soy lo que ves ahora, lo que te está atormentando y me disculpo por eso, no quería... Quitarte tu trabajo
—¿Cómo es qué sabes mi nombre? Lo investigaste, ¿no es así?—El muchacho negó—. ¿Entonces?
—Fuimos a la misma secundaria, pero yo estaba en otro salón. Y era molestado por una persona cercana a ti ahora. No te culpo que no me recuerdes, pero agradezco que me hayas salvado en todas esas ocasiones, fue por eso que me convertí en ésto, porque quería llamar tu atención, quería que me vieras y así poder agradecerte de la manera correcta
—¿Todo por un gracias? Eso es ridículo, ¿por qué arriesgarte tanto? ¡No, espera, no me digas!—Colocó una mano en su frente y lo miró burlona—. ¿Amor?
Izuku se quedó callado y Yurisa sintió una especie de culpa al haberlo hecho sentir así. El peliverde se levantó y asintió con los labios ceñidos. Yurisa de nuevo iba a replicar pero Izuku ya había salido totalmente decepcionado.
Pero en cierta parte, no se sentía culpable, después de todo ella no estaba enamorada de él, pero quedaría sorprendida con el paso del tiempo y de los días que comenzaron a tornarse de colores cada vez que ese peliverde venía a visitarla.
El muchacho siempre se mantenía optimista, a pesar de que Yurisa se comportaba un poco distante las primeras veces, pero aquél optimismo fue lo que la hizo acercarse.
—¿Sigues aburrida?—Yurisa sonrió alegre y negó con la cabeza mientras colocaba una tercia de nueves frente a Denki
—Me han hecho muy buena compañía, bueno, amigo mío, te he ganado por quinta vez—El rubio resopló y salió totalmente enfurruñado de la habitación—. Quería pedirte perdón por lo que dije hace un tiempo, no... No sabía que tenías ese tipo de...
—No, no tienes porque disculparte, no es culpa tuya—Interrumpió—. Creo que... He tomado una decisión, quiero que regreses con tus amigos
Yurisa sintió un terrible escalofrío recorrer su espalda junto a un vuelco en el estómago. Por un lado estaba feliz, pero por el otro se sentía mal. Había hecho amigos y desafortunadamente les había tomado algo que ella no creería necesario; cariño.
—Pero yo... Yo no quiero irme—Izuku, miró hacia el suelo y negó con la cabeza—. Les he tomado cariño, me he dado cuenta de que ustedes no son malos, no son peligrosos, yo.... No quiero irme, me he encariñado con ustedes...
—Pero yo te lo dije, ¿no?—Cuestionó con una débil sonrisa—. Te dejaríamos ir cuando te dieras cuenta, pero nuestro tiempo contigo ya terminó, se acabó
—¡Puedo convencerlos de que trabajen con nosotros! Los he visto, s-son geniales, no quiero irme, me niego a irme, ¡seamos héroes juntos Izuku!
—Yo no soy un héroe, Yurisa, yo soy un vigilante
Un nudo se formó en la garganta de la pelinegra y con dolor soltó la mano del muchacho. Izuku salió de la habitación y Yurisa miró hacia el suelo, no iba q llorar, no quería que él la escuchara, y mucho menos quería verse vulnerable, era orgullosa.
En la agencia en donde Yurisa trabajaba junto a Kirishima y a Katsuki, el ambiente estaba muy, muy agitado. Una llamada misteriosa, un correo de alguien desconocido, una dirección, ahora todo tenía sentido.
»Yurisa, estaba viva«
—L-llama a esos idiotas... Yo iré a mi estúpido hogar por r-ropa y... ¡trae comida! No, olvida eso, yo traigo la maldita comida y tu la maldita ropa—Tartamudeaba jalando su cabello
—Viejo, relájate—Mencionó Kirishima—. No hay que llevar nada, tengo el presentimiento de que la han cuidado bien, lo presiento
Aquél horrible sentimiento de nervios y vacío comenzó a consumirla. Vestía ropa casual, llevaba su cabello suelto y con algunas gotas mojando levemente sus hombros. Momo la había preparado y trataba de animarla por la cara larga que ella llevaba.
No entendía porque se sentía así, se sentía con una especie de incomodidad en su estómago, y sabía porqué, ella no quería irse, quería quedarse con ellos. Pero al pensar en Izuku le hacía sentir un poco más de dolor, no quería pensar en que ella comenzó a sentir algo por él, no era posible, es como si ella estuviera saliendo con un villano que no era un villano, pero era un antihéroe, y estaba prohibido.
—Te gusta Midoriya, ¿verdad?—Preguntó Momo cepillando su cabello—. Era de esperarse, era el que más te visitaba
—Que cosas dices, eso no puede ser cierto, está prohibido y yo no puedo salir con alguien que es un antihéroe, simplemente no se puede
—Entonces no niegas que si te gusta—Yurisa se quedó totalmente callada y mordió su labio—. ¿Por qué no los convences? Tu eres la heroína húmero uno, si tu lo dices tal vez puedas convencerlos
—Fue lo que le dije, pero en fin, eso ni importa, no estaría bien. Pero antes de eso... Quiero agradecerte, me has cuidado muy bien—La pelinegra le dedicó una sonrisa
—No me lo agradezcas, bueno, ya es hora
La joven heroína ya se encontraba en frente de las grandes puertas de hierro que la habían mantenido cautiva durante un largo tiempo. Su corazón latía con fuerza, su estómago sentía el revoloteo de pequeñas mariposas, pero a la vez se sentía triste, tal vez solo era el sentimiento de que no quería irse.
—Fue un gusto tenerte aquí, Yurisa—Habló el líder de los vigilantes—. Hasta pronto
Yurisa apretaba su puño y asentía ante las palabras del muchacho. Y aunque aquél amor prohibido no fuera posible, un abrazo no le hacía daño a nadie. Y así lo hizo, lo abrazó.
El peliverde la estrechó entre sus brazos y ocultó su rostro en su cabello. No le importaba que sus compañeros los observaran, solo ellos existían en ese momento. Yurisa tenía tantas ganas de quedarse a su lado, de amarlo, de quererlo, de estar a su lado, pero era un amor prohibido, no se podía.
Pero, una aventura es más divertida si huele a peligro.
Las puertas de hierro rechinaron al abrirse de par en par. La luz de los brillantes rayos del sol le recorrieron el cuerpo por completo, y ahí estaban sus amigos, observándola, a punto de llorar. Como era de esperarse, ella no tardó en correr hacia ellos y los abrazó con todas sus fuerzas, los había extrañado tanto.
Los héroes estaban totalmente tensos al observar a los vigilantes frente a ellos, pero Yurisa no, ella sonreía.
—¿Ya podemos irnos?—Preguntó el rubio con irritación. Yurisa tocó su hombro y le negó sonriente, giró su mirada hacia Izuku y extendió su mano
—Seamos héroes juntos, Izuku
Izuku sonrió con dulzura y tomó su mano, para luego besarla.
—— 🌿 ——
Ammmm, no me convenció mucho :((.
Perdón si no era lo que esperabas, me sentía mal si llegaba a “copiar” la mayor parte de tu fanfic, así que me disculpo si quedó un poco raro, de todos modos, eres bienvenida a pedir lo que gustes uwu.
Por cierto, les recomiendo que se pasen por su historia, me encanta, es genial, vayan y denle amor uwu.
Tengo dos pedidos pendientes, pero no se preocupen, ya están casi listos ;3. Recuerden que los pedidos están abiertos, así que son bienvenidas a pedir los que gusten ;3.
En fin los amo, y muchidimas gracias por el enorme apoyo que me han estado brindando. Sin más que decir me despido y nos vemos en el siguiente shot.
Bai, bai! Uwu
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