፧⿴⃟᎒⃟֍۪۪̣̣۪ 𝑲𝒊𝒓𝒊𝒔𝒉𝒊𝒎𝒂 𝑬𝒊𝒋𝒊𝒓𝒐
||: : 💣“ Ꮲ Ꭱ Ꮎ Ꮇ Ꮖ Ꮪ Ꭼ Ꮪ ”
ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀ: ᴋɪʀɪsʜɪᴍᴀ sᴏʟᴅɪᴇʀ!! ᴀᴜ
—— 💣 ——
— Entonces... ¿Te casarías conmigo? —Preguntó el pelirrojo mientras sacaba de su bolsillo una cajilla de terciopelo —. A pesar de mis viajes, de mi larga ausencia, de mis heridas, ¿aceptarías formar un futuro conmigo?
—Kirishima...
—¡Te prometo que lucharé por ti! —Exclamó tomando su mano —. Que en todas mis misiones haré todo lo posible por regresar a casa, pensaré en ti todos los días y lo más importante, siempre voy a regresar a tu lado
—¿Lo prometes? —Preguntó (TN) colocándose de cuclillas frente a él —. ¿Es cierto todo lo que me dices?
—Lo prometo y juro por mi vida que regresaré, que me mantendré a tu lado, que te haré la mujer más feliz del mundo, sólo si... Aceptas casarte conmigo, entonces, ¿qué dices?
— 💣 —
Ya habían pasado dos meses desde su viaje a Irán, la habitación estaba callada, la casa estaba totalmente limpia, no había ropa que lavar, ropa que doblar, tender, todo estaba en su lugar. Todo porque Kirishima no estaba.
(TN) decidió sentarse en el sofá de color chocolate y se detuvo a tomar uno de los libros de la repisa. Sonrió con nostalgia al tocar la rasposa y desgastada pasta de color carmín, leyó el título en letras doradas y procedió a abrir el álbum de fotos que compartían desde niños.
En la primera estaba Eijiro de pequeño tomando la mano morena de su amiga, ambos tenían una sonrisa en el rostro que estaba lleno de tierra mientras que en las manos libres estaba un ramo de flores que (TN) sostenía. Se conocían desde niños, el padre de la joven también pertenecía al ejército, al igual qu su abuelo y el padre de Kirishima.
—¡Oye, (TN)! —Gritó el niño extendiendo el ramo de flores —. Cuando yo crezca, cuando tu crezcas y cuando tu y yo seamos adultos, ¡voy a casarme contigo!
—¿Ah, si? —Le retó la niña tomando el ramo —. ¿Y si yo no quiero?
—Claro que vas a querer, tu me quieres... ¡Pero no quieres admitirlo! Entonces cuando tu y yo seamos tan altos como ese árbol, voy a casarme contigo
—¿Lo prometes?
—¡Lo prometo! Es de hombres cumplir y nunca romper sus promesas
La siguiente página estaba repletas del famoso trío dorado que formaban él, Katsuki y ella. El rubio tenía mala cara mientras que (TN) se colgaba del hombro de ambos, como siempre, Kirishima sonreía y ella lo hacía también.
Por más que la joven no admitía su soledad todos se daban cuenta de ello, su madre le recordaba todos los días lo difícil que sería tener un esposo que fuese militar, pero ella siempre se negaba a separarse del pelirrojo. La razón por la cual su madre no quería, es que su hija no tuviese el mismo final que ella, de un día otro, en un día común y corriente con el sol en lo más alto, llegó un telegrama que anunciaba la muerte de su padre.
—¿Quieres ir a dar un paseo? —Le preguntó al labrador negro que tenían en su hogar. El perro ladró y agitó su cola de lado a lado para que su dueña tomara la correa que tenía entre sus fauces —. Bien, vamos
—¡(TN)! —La nombrada dirigió su vista hacia atrás y se topó con una mujer de cabellos rubios cenizos, era la madre de Katsuki —. Que gusto que te encuentro, Katsuki y Eijiro acaban de mandar ésto, me pidió que te lo entregara, me quedaría a hablar contigo pero tengo nucho trabajo, saludame a tu madre de mi parte, ¿si? Bueno, hasta luego, querida
—Muchas gracias
(TN) comenzó a caminar junto al labrador por todo el campo, hasta que decidió sentarse en un árbol y el perro de abalanzó sobre ella al olfatear la carta con entusiasmo.
—Si, si, ya sé, es de Eijiro, ahora si me permites —Le dijo quitándole la carta —. Hay que ver que es lo que cuenta
Querida, (TN):
¡Hola, Amor! Espero que te encuentres muy bien, Bakugo y yo lo estamos, no resultamos muy heridos asi que no tendrás que preocuparte, la misión ya terminó y estamos en camino para llegar a casa, llegaremos ahí alrededor de una semana, ¡estoy ansioso de verte a ti y a Red Riot! En fin, te amo mucho, mucho, mucho.
¡Te veo dentro de una semana!
Con amor, tu sexy esposo, Eijiro
La muchacha rodó los ojos con indiferencia y acarició s Red Riot por detrás de las orejas.
—¿Por qué te pusimos Red Riot y no un nombre más sencillo? —El perro la miró con malos ojos y se acurrucó junto a ella —. Pronto lo tendremos en casa, no te preocupes..
La semana pasó de manera lenta y tortuosa. El calor del verano la afectaba a ella y a Red Riot. La joven odiaba sentir el sudor bajar desde su frente hasta sus mejillas y sobre todo su cuerpo. En cuanto al perro, éste no le gustaba ver a su dueña tan apagada, normalmente ella era muy enérgica, pero el calor siempre le apagaba esa linda sensación.
—Maldición... Ya tardó demasiado—Dijo observando el reloj de su cuarto. El sonido del reloj poco a poco comenzó a desesperarla y decidió salir al exterior junto con Riot, que entusiasmado, la siguió
(TN) escurrió el sudor que poco a poco comenzó a formarse en su rostro y en su pecho y con fastidio decidió sentarse de nuevo en el mismo árbol al que había ido la semana pasada.
Eijirou llegó campante a la puerta de su hogar. Tenía su equipaje en una maleta grande y tocó el timbre con esmero, pero no sucedió nada. Volvió y a tocar y de nuevo nada. El pelirrojo suspiró con pesadez y sacó la llave de una maceta que tenían al lado. Abrió la puerta y esperó a que su adorada esposa llegara a sus brazos abiertos.
—¡(TN)~! ¡Red! Ya llegué—El sonido de las aves fue lo único que llegó a escuchar. Dejó su equipaje a un lado y salió a buscar a su esposa y a su perro
(TN) estaba acostada en la sombra del árbol con sus ojos cerrados. Su perro la acompañaba y dormía junto a ella sobre sus piernas que estaban descubiertas por el vestido de verano. La respiración de ambos era calmada y serena, sin preocupaciones y sin nadie que los molestara.
Por otra parte, Eijiro buscaba rastro de su esposa, pero no la encontraba, no estaba preocupado, después de todo sabía que (TN) era fuerte, pero estaba desilusionado al ver que su esposa no lo recibiría de la misma manera.
Siguió cambiando por un buen rato y se dirigió hacia el parque en donde distinguió la enorme silueta del frondoso árbol. Se acercó y frunció la vista para poder ver más de cerca y se encontró el bello rostro de (TN) cubierto hasta la mitad por el sombrero rojo que llevaba. Sonrió con picardía y se acercó de manera cautelosa para que Red no lo escuchara y para su suerte su amigo había cambiado de posición y estaba a un lado de ella.
Decidió quitar el sombrero primero para comprobar que era su esposa y sonrió con dulzura al ver sus labios levemente abiertos por su respiración. Tenía unos pequeños mechones empapados que se pegaban a su piel y que le daban una imagen pura y tierna. Se colocó sobre ella con los brazos a cada lado de su cabeza y se acercó para besarla, los ojos de (TN) se abrieron de golpe y su pierna derecha de manera involuntaria golpeó las partes nobles del soldado que con una mueca de dolor cayó al lado.
—¡Eijiro!
—Me alegra tanto que hayas llegado—Mencionó (TN) besando sus labios—. Te extrañamos mucho aquí, tardaste mucho en llegar, pensábamos que no llegarías
Ambos estaban acurrucados en el suelo con una manta delgada cubriendo sus cuerpos. Eijiro le sonreía mientras acariciaba sus labios y volvía a besarlos con dulzura.
—¿Vas a volver a irte?—Preguntó con tristeza
—Desafortunadamente para ti, no. Me tendrás durante un largo tiempo, Bakugo y yo terminamos las misiones que nos encargaron, la mayoría regresará, pero nosotros no, bueno, a menos que me llamen, pero tranquila, me quedaré bastante tiempo contigo
(TN) sonrió y se apartó de él para secarse el sudor de su cuerpo. Inició por la frente, pasó a los lados de su nariz, luego a su cuello... Eijiro estaba embelesado con la imagen que transmitía (TN), tragó saliva con dificultad y trató de voltear hacia otro lado, llamando la atención de su esposa que rodó los ojos de manera divertida.
—Eres un idiota, Eijiro
—No es mi culpa que pongas imágenes erróneas dentro de mi cabeza...—Dijo sonrojado—. ¿Ya te dije lo hermosa que eres?
—Basta, no juegues con eso—Rió alejando a su esposo que de un simple beso tierno y divertido fue subiendo de tono
(TN) observó las pupilas dilatadas del muchacho, que a pesar de estar a oscuras gracias la tenue luz azulada de la luna le daba a entender que Eijiro estaba sonrojado. Ella respiró con dificultad y comenzó a retroceder ante las miradas de su esposo que poco a poco comenzaron a mostrarle una faceta de él que no había visto, o más bien, que no esperaba ver.
—Dejame hacer ésto, te lo pido—Le dijo acorrandola contra la pared. La joven sentía como su corazón comenzaba a palpitar de manera rápida al sentir el tacto de su piel con la fría pared—. Prometo que no te haré daño, voy a hacer que disfrutes cada maldito segundo...
(TN), asintió temerosa y se dejó llevar por las caricias de Eijiro, sin importar el calor que tenía ella en ese momento, aquella noche los únicos testigos fueron los cuatro muros de aquella habitación, que observaron como dos amantes se unían para reforzar su amor.
Los rayos del sol golpearon el rostro de (TN), se removió entre las sábanas con fastidio y miró a su lado. Eijiro estaba boca abajo con los brazos alrededor de su cuerpo y respiraba abriendo sus labios. La joven sonrió y decidió levantarse tratando de ignorar el leve dolor de caderas que tenía, fue directo al baño y decidió darse una ducha con agua fría.
—Ya despertaste—Le dijo cuando salió de la ducha. El muchacho bostezó y le dedicó una sonrisa mientras abrazaba su cintura—. Eres un maldito animal
—Lo siento...—Se disculpó besando su mejilla—. Pero, no, me vas a negar que te gustó
Una vena se marcó en la frente de (TN) y, golpeó a su esposo en el estómago. Horas después de que ambos estuviesen listos, decidieron visitar a Bakugo y a su familia. El rubio les abrió la puerta con desgano y los dejó pasar rodando los ojos.
—¿Qué mierda quieren?—Preguntó de mal humor, como siempre—. ¿De qué te ríes maldita bruja?
—De nada, yo me iré, tengo que comprar algunas cosas para la cena, los veo luego, ¡y procuren no meterse en problemas ustedes dos!
La joven salió de la casa del rubio y se dirigió hacia el supermercado. Katsuki alzó una ceja al ver la sonrisa embobada de su amigo y le rodó los ojos.
—¿No te gustaría la idea de ser tío, Bakugo?—El rubio chasqueó la lengua
—¿Para qué quiero que me traigan a sus mocosos? ¿Para que tu y la bruja se dediquen a hacer sus estupideces? No, gracias
—No tienes idea de lo grandioso que se sentiría formar una familia con ella, pero, tengo miedo
—¿Y a qué mierda le tienes miedo?—Preguntó dándole un vaso de agua
—A no regresar. ¿Qué tal si logró formar una familia con ella? Sería genial, estaría feliz, pero... ¿Y si ya no regreso? Le fallaría a mi promesa que le hice, tengo miedo de dejarla sola
—Pues no pienses en eso, estúpido. El amor es una mierda, y lo sabes, pero esa maldita estúpida te tiene como perro a sus pies, odio admitirlo, pero eres jodidamente fuerte y eres un cabeza dura, no hay nada que te quite el pensamiento de la cabeza, y esa estúpida promesa.... Trata de no romperla
—¿Por qué no te enamoras también? Té convendría tener un motivo por el cuál regresar—Dijo secando su boca—. Sabes que tu madre sería feliz teniendo más descendencia
—No nací para esas tonterías, y la vieja no tiene ningún derecho a reclamarme que todavía no me haya casado, simplemente no me interesan esas cosas, son idiotas, tontas, estúpidas y son enormes pérdidas de tiempo, ¿y quién demonios quisiera estar con un ogro cómo yo?
—Vas a encontrar a alguien Bakugo, ya lo verás
—Espero que no, pero, pienso que la idea de tener unos demonios conmigo no es tan mala idea, será mejor que la bruja y tú se apresuren, prefiero cuidar a mocosos que no son míos a batallar con los que serán míos
(TN) cargaba con unas cuántas bolsas en sus brazos. Llevaba comida y algunos otros víveres que necesitaba para su hogar, iba caminando al lado de su madre que de pura casualidad se había encontrado por ahí.
—Maldición, hija—Dijo haciendo un mohín—. Me siento muy sola en casa, tú y Eijiro deberían de irse apresurando, quiero que me des algo en mi cumpleaños
—¿Qué vas a querer para tu cumpleaños?—Preguntó rodando los ojos
—¿Qué te parece algo tibio, no tan grande ni tan pequeño... De tres kilos más o menos?—Su hija la miró de manera neutral y frunció el ceño—. ¿Un bebé, tal vez?
—Mamá, sabes que Eijiro y yo...
—¿Por favor? No me visitas mucho y me siento muy sola, ese muchacho y tu ya van a cumplir su segundo aniversario, por favor, linda, piénsalo
—Mamá... Eso no depende de mí, Eijiro y yo somos muy felices los dos, solos junto a Red, no hemos hablado de eso todavía...
—Dime que vas a pensarlo, te ves muy sola a veces, la ausencia de ese muchacho llegará a afectarte en algún momento—Su hija suspiró con pesadez y acompañó a su madre hasta su casa
Cuando iba de regreso a su hogar se puso a pensar, ella claro que estaría feliz de formar una familia, pero no se sentía lista. No por el hecho de qué ambos fueran jóvenes, sino de lo que pasaría después. (TN) sabía que en algún momento Eijiro dejaría de cumplir sus promesas, pero esperaba que no fuera así.
—Oh, ya llegaste—Llamó el secando los platos de la vajilla—. ¿Por qué la cara larga, preciosa?
—Me encontré a mi madre en el camino
—¿Ella está bien?—(TN) asintió—. ¿Entonces?
—No es nada, no, te preocupes, sólo es lo mismo de siempre, ¿qué vas a querer cenar?
—Tu descansa, estás cansada, perdón por haberte dejado así—La joven negó y lo abrazó por la espalda. Red Riot comenzó a ladrar y (TN) se agachó para acariciarlo—. Yo me encargaré de la cena
—Pero si no sabes cocinar, no, no, mejor lo hago yo, la primera vez que me dijiste eso quemaste toda la cocina, no me voy a matar limpiando
—¡Eso no es cierto! Soy muy bueno cocinando para tu información—Ella enarcó una ceja
—Quemaste el agua
—Maldición, ¿siquiera puedo hacerte un sándwich? Estás muy cansada, ve a descansar
—¿Me prometes que no quemarás la cocina?—Eijiro colocó su mano en su frente y tensó los brazos y las piernas
—Lo prometo, mi señora. Ahora ve a dormir, oye, Red, ve con ella
El labrador ladró feliz y siguió a su dueña hasta su habitación. (TN) cambió sus ropas por unas más cómodas y cerró los ojos para poder descansar. Mientras tanto, en la cocina, Eijiro sacaba todo lo necesario para hacer de comer, ¿y qué mejor que un sándwich de huevo? La muchacha frunció el ceño al escuchar el sonido del choque de ollas y sartenes y tapó sus oídos con la almohada.
Eijiro prendió la estufa y colocó el sartén encima del fuego. Esperó a que calentara un poco y puso un poco de aceite con mucho cuidado, pero, la parte más difícil llegó: freír el huevo. El pelirrojo se armó de valor y sacó el pequeño objeto blanco, lo estrelló un poco en la mesa y se puso en frente del sartén con aceite. Inhaló y exhaló el aire y poco a poco comenzó a quebrar el huevo con los dedos, el líquido espeso y transparentoso del huevo cayó en el sartén y el por reflejo se alejó, pero, el huevo no cayó en el sartén.
—Sabía que algo estaba mal—Habló la joven de brazos cruzados en el marco de la puerta—. Recoge eso, yo me encargo de freírlo
—No es de hombres no saber cocinar amor
—Entonces observa, primero quita eso de ahí, el aceite ya se quemó, te digo que quemaste el agua, Dios Santo... Ahora, pon un poco más y no dejes que se caliente tanto si no vas a quemarte en serio—Eijiro asintió y de nuevo se colocó frente a el sarten—. Quiebra el huevo y pon la tapilla, ¿ves que no era tan difícil?
Después de aquél escenario en la cocina, ambos se pusieron a comer. (TN) masticaba la comida observando hacia el horizonte y Kirishima la observaba de la misma manera.
—Tienes algo, y no quieres decirme—Le dijo tomando su mano—. ¿Qué tienes?
—No es nada, ya te lo dije—Respondió sin mirarlo—. Sólo estoy cansada
—Puede que lo estés, perp hay algo más que te está preocupando—(TN) tensó el agarre de la mano y decidió mirarlo—. ¿Qué sucede?
—¿No quieres formar una familia?
—Fue tu madre, ¿verdad?—Suspiró sin dejar su agarre y extendió sus brazos—. Ven aquí. De eso estuve hablando con Bakugo, hoy, cuando te fuiste, quiero formar una familia contigo
—Pero tenemos miedo—Finalizó ella acurrucándose en su pecho—. Ya lo sé, tu tienes miedo de dejarme sola y de que no regreses, y yo tengo miedo de que eso suceda también
—Pero no es mala idea iniciarlo—Mencionó acariciando su mejilla—. Además, ayer... Tu y yo...
—¿Por qué te sonrojas?—Preguntó sonriente—. Es normal decir que lo hicimos, oh, mierda—Abrió sus ojos y le dedicó una sonrisa culpable
—No te presiones si no quieres tener hijos todavía. No quiero presionarte
—No, está bien. Es mi madre quién me presiona, pero se que lo hace por mi bien, no quiere que pase por lo que pasó ella—Kirishima bajó la mirada y observó el suelo. (TN) sonrió y levantó su cabeza con su mano—. Trata de cumplir tu promesa, sólo hasta que tu puedas, ¿está bien?
—Voy a cumplir todas las promesas que te haga, a ti, y a ellos
Kirishima observaba el comportamiento cansado de su esposa, la joven apenas podía comer, y se limitaba a tomar agua, ya que siempre que veía comida iba a vomitar.
(TN) ya sabía lo que tenía, y Kirishika también, ambos tenían más que claro lo que estaba sucediendo. Ella estaba embarazada y era obvio con saber su comportamiento.
—¿Por qué no intentas comer algo?—Le preguntó dándole una taza de té—. ¿Quieres qué vaya a llamar a tu madre?
—No, no, es necesario, se supone que es un sorpresa para ella, y para Katsuki también—Eijiro sonrió—. Quiero dormir pero no estoy cansada, y me duele la espalda... Y tengo hambre, pero, me da asco ver la comida
Eijiro se acercó a ella y bajó su oído hasta el vientre plano de (TN).
—¿Se puede saber que haces?
—Escuchándolo. Y quiero hablarle—(TN) sintió un soplido cerca de su ombligo y comenzó a reírse mientras acariciaba el cabello puntiagudo de Kirishima—. ¿Tu qué crees que sea?
—Yo quiero un niño, para qué sea igual de varonil qué su papá
—Muero por tenerlo ya entre nosotros—Ambos sonrieron y quedaron abrazados observando la ventana
La molestia de (TN) había cesado por completo, ahora tenía más hambre que nunca y la comida que habían comprado el día anterior se es esfumaba en tan solo unas horas. Los primeros dos meses, la joven se dio cuenta de que su vientre había empezado a crecer y se notaba por la pequeña curvatura que estaba formando. Acariciaba y daba palmaditas suaves, mientras que Red Riot se acostaba a un lado de ella y se quedaba a descansar a su lado.
—¿Cuándo quieres decirle a tu madre?—Le preguntó acercándole un plato de comida—. Tu pancita ya empezó a crecer
—Hay que esperar un poquito más, quiero que el vestido marque el vientre, aún falta poco, no le has dicho nada a Katsuki, ¿verdad?
—No, no le he dicho nada, pero pregunta mucho por ti, está preocupado
—Ese tipo merece más amor por parte de todos—Dijo tomando la foto de la repisa—. Esperemos que encuentre a alguien que lo quiera tanto como nosotros
El resto del tercer mes, Kirishima se enfocó en darle cariño a su esposa, el cansancio seguía presente y los antojos no tardaron en llegar el mes siguiente. Ambos estaban felices ya que el vientre de (TN) ya estaba abultado y quedaba marcado en el Delgado vestido que a duras penas le quedó.
Ambos decidieron salir a pasear por el pueblito en el que vivían, no era muy grande y tampoco tan pequeño, pero la gente se conocía y más a la pareja ya que ambos habían crecido juntos y eran muy queridos por todos allí. La joven se dirigió al supermercado junto con Eijiro y sonrieron al ver que Katsuki seleccionaba algunas verduras junto a Mitsuki, su madre, que le regañaba con coscorrones en la cabeza.
La mujer volteó de reojo y lanzó un gritillo que alertó a su único hijo al ver el vientre de (TN).
—Maldita vieja, ¿qué pasa contigo...? Oh, mierda
—Oh, mierda—Repitió (TN)
—¿No es grandioso?—Sonrió el pelirrojo abrazando a (TN) por la cintura. Ella rodaba los ojos con diversión mientras que Mitsuki sostenía el brazo de su hijo llorando sobre un pañuelo—. Ya llevamos cuatro meses
—Entonces si lo cumpliste, maldito idiota. Y más te vale a ti no dejarme a tus mocosos todo el día, estúpida—Mitsuki abrió la boca con decepción y le golpeó la cabeza—. ¡Agh, maldición no me golpees, maldita bruja!
—¡No le digas así a (TN)! Ahora ve y paga todo, hijo estúpido—Su rostro cambió cuando se dirigió a ellos de nuevo—. ¿Cuándo piensas decirle a tu madre?
—Hoy iremos a verla, ella estará mucho más emocionada que nosotros—Dijo con una sonrisa
Tras despedirse de los Bakugo, la pareja decidió ir a casa de la madre de (TN). El mismo árbol en donde Kirishima se había declarado y en donde le había pedido matrimonio seguía ahí, con el mismo columpio y con las mismas marcas hechas por los dos en el tronco. La ropa estaba colgada y se veía a una mujer colgando lo que parecían ser sábanas blancas. Su hija decidió acercarse y llamar su atención ayudándole a colgarlas.
—¡Ah, (TN)!—Exclamó viendo su rostro—. Me asustaste, no te había visto, y parece que Eijiro también viene contigo
—Un gusto verla, señora—Sonrió el muchacho. La madre de (TN) le devolvió la sonrisa y siguió colgando la ropa junto a su hija
—¿Qué los trae por aquí? Ya está empezando a hacer frío, no deberían de estar saliendo
—Eijiro y yo hablamos sobre lo qué querías para tu cumpleaños—La mujer enarcó su ceja y comprendió la situación—. Se qué querías un nieto, y después de hablarlo nos dimos cuenta de que tal vez formar una familia no sería tan malo
—Pero teníamos miedo—Continuó Kirishima tomando a su esposa por los hombros—. Yo tenía miedo de no seguir y dejarla sola y (TN) tenía miedo de que sucediera, y no es de hombres no regresar a casa
—Hija, no quería presionarte... —(TN) negó
—Al principio si me sentí presionada, pero te comprendí. Se que ni quieres que pase lo mismo que tu con papá, pero creeme que Eijiro hace todo lo posible por regresar a casa, y con ésto que viene en camino afortunadamente no se irá por un buen tiempo
Los ojos de la madre de (TN) se humedecieron al ver cómo ella destaba su vientre de las sábanas y le mostraba su pancita marcada por el vestido floreado. La mujer no dudó en abrazarlos y comenzó a llorar.
Tal como se fue el verano, el invierno también y dejó paso a la bella primavera. La espera de todos por fin había cesado, y el primero de abril el pequeño que estaban esperando llegó al mundo. (TN) de encontraba meciendo a su pequeño niño de cabellos negros, tenía una bella sonrisa en el rostro y acarició su nariz con la suya.
Las lluvias de primavera eran una de las cosas que más le gustaban a (TN). El olor a tierra mojada, y el colorido arco iris que se formaba cada vez que terminaba de llover. Kirishima había salido a hablar de algo con Katsuki, cosa que había hecho que (TN) frunciera el ceño.
—Ya estoy aquí... —El tono cansado de Eijiro se escuchó y su esposa volteó su cabeza hacia él dedicándole una sonrisa—. ¿Cómo estás, linda?
—¿Vas a tener que irte otra vez?—Preguntó con tristeza
—Amor...—El pelirrojo acarició la mejilla de la mujer y acunó su mejilla en su mano—. Sólo serán unos meses, ya sabes que siempre cumplo mis promesas, además, tengo mucho tiempo que pasar con éste campeón
El bebé comenzó a moverse entre los brazos de su madre ante el tacto frío de la mano de su papá. La joven acarició el cabello de Eijiro negando con la cabeza y los tres se quedaron observando la lluvia que bajaba en forma de pequeños ríos en la ventana.
Tres días después, Kirishima estaba en la puerta despidiéndose de su esposa que no paraba de darle besos por todo el rostro.
—Cariño, ya tengo que irme... —Canturreó mientras le daba un beso más
—¿Sabían que estoy aquí, maldito par de idiotas?—Dijo el rubio de brazos cruzados—. Oye, estúpida, ya dejalo, tenemos que irnos
—Uno más—La joven besó su frente y le dio unas palmaditas en el cachete—. Por favor, cuídense mucho
—Tranquila estaremos bien, oye, Red—Dijo en dirección al labrador—. Cuidas muy bien a (TN) y a Takeru, te los encargo, muchacho
El perro ladró complacido mientras movía su cola y se colocaba debajo de los pies de (TN) que despedía a Kirishima con la mano y le dedicaba una de esas tantas sonrisas que lo cautivaban.
El llanto del pequeño Takeru la despistó de la despedida de hacía unos segundos, al parecer no había sido tan mala idea haberse convertido en madre, después de todo ahora ella tenía a alguien más a quien proteger.
—Sólo nos queda esperar, Red... El va a regresar, estoy segura, me lo prometió, y Kirishima sabe que no es de hombres romper una promesa
Días después el rubio y el pelirrojo ya habían llegado al campamento del ejército. Saludaron a sus colegas y se dirigieron hacia el punto de destino en dónde al parecer, se centraría la batalla.
Un mes.
Y Kirishima no mandó ninguna carta.
Dos meses.
Ninguna carta, ni tan siquiera un telegrama.
Tres meses. Nada. Sólo el crecimiento de su hijo al igual que el de su preocupación.
Cuarto mes: de nuevo nada.
La ansiedad de (TN) se había presentado frente a ella, estaba más que preocupada. Estaba alterada, y estaba asustada. Las lágrimas del estrés que tenían caían sobre sus mejillas pero ella no dejaba que tocaran el suelo, las secaba con fiereza y tocaba su frente con las uñas de sus dedos. Quería romperse a llorar e ir a buscarlo por si sola, pero por más que trataba de ser positiva ella no podía evitar pensar en que le hubiera pasado algo. Él no era así, y si hubiese sucedido algo, el sargento le hubiera mandado una carta, o algún telegrama.
El crecimiento de Takeru seguía en aumento, el pequeño era idéntico a su papá, cosa que hacía que corazón doliera un poco más. Tenía el mismo cabello de color negro, tenía los mismos ojos, tenía incluso hasta los mismos gestos, como su sonrisa puntiaguda.
—Mamá—Dijo el pequeño alzando los brazos. Ella no tuvo más remedio que cargarlo y el pequeño balbuceaba palabras sin sentido que le daban más ánimos, pero no eran suficientes—. Mamá
—¿Qué pasa cariño? ¿Quieres ver a papá?—Su hijo inclinó su cabeza a un lado y ella sin darse cuenta sintió como una de las manitas del nene secaba la lágrima que caía desapercibida—. Pronto vamos a verlo, ya lo verás
Esa misma noche, ella no pudo conciliar el sueño. Se revolvía entre las sábanas y se ocultaba bajo las cobijas, miraba de reojo a Takeru que dormía plácidamente y sin ningún problema, pero ella no podía dormir.
—Por favor llega ya—La joven volvió a sollozar y sin darse cuenta cayó rendida
Unas horas más tarde, alrededor de las dos de la madrugada, los ladridos de Red la despertaron, se levantó exaltada y miró a Takeru, que gracias al cielo estaba a su lado y durmiendo. (TN) restregó su puño en sus ojos para despertarlos y se levantó de la cama totalmente descalza y en camisón. Red estaba ladrando y rascaba la puerta para dejar entrar a la persona o lo que fuese que estaba afuera, la muchacha lo apartó con el pie y abrió con cuidado la puerta.
—Eijiro...—El nombrado tenía heridas sin sanar en su rostro al igual que en sus piernas—. Rápido, metete
(TN) abrió la puerta y cruzó uno de los brazos de Eijiro por sus hombros para darle soporte, prendió las luces de la sala y lo colocó en el sillón, un quejido salió de los labios partidos del pelirrojo y la tomó de la muñeca.
—Perdón.. Por no haberte avisado—Ella negó sonriéndole
—Todo está bien... V-voy a curar esad heridas, espera aquí...
—Bakugo está muy mal—(TN) se detuvo y observó como el labio de Kirishima temblaba—. El idiota perdió su pierna por mi culpa—Sollozó—. Todo para evitar que yo rompiera la promesa que te hice...
—Eijiro...—Su esposa corrió a abrazarlo y sin hacer ningún ruido comenzó a llorar—. V-vamos a tratar tus heridas, y mañana iremos a ver a Katsuki
Ambos no durmieron durante toda la noche, (TN) trató cada uno de los cortes y moretones que tenía en su cuerpo. Tenía múltiples cortes en la cara, en los brazos y en el abdomen, no había nada más severo, a excepción de que si tabique estaba roto y su pierna y brazo derecho también.
—Takeru ha crecido mucho... —Dijo observando la cuna—. ¿Ya puede hablar?
—Sólo dice mamá, pero, es un niño bastante tranquilo, gatea y se lleva muy bien con Red—(TN) acarició el cabello del pequeño que dormía entre sus brazos—. Deja de sentirte culpable, maldita sea.... La que tiene que pedirle perdón soy yo, no tú
—Fui yo el que hizo la promesa, (TN)
La casa de los Bakugo estaba muy callada, y aunque Katsuki ya vivía sólo era inevitable que no regresara al lugar en donde había crecido. (TN) inhaló aire y lo expulsó esperando que nada malo ocurriese. Tocó el timbre y escuchó el sonido de la puerta abrirse.
—(TN).... Veo que también trajeron a Takeru—Dijo Mitsuki con una sonrisa—. Pasen por favor, Katsuki los necesita..
Eijiro sintió un vuelco en su estómago al ver los ojos rojizos de la mujer que cerró la puerta con desgano para dedicarles una sonrisa triste.
—Está arriba, pero veo que tendrán problemas—Dijo refiriéndose a Eijiro—. Ve tu, linda. Creo que tu podrás convencerlo, nosotros nos encargaremos de Takeru y de Eijiro
Ella asintió y les entregó al pequeño que comenzó a balbucear tratando de acercarse a su papá.
(TN) sintió gran pena al pasar por el oscuro pasillo que alguna vez había estado iluminado. Giró a la derecha y reprimió un sollozo al tocar la puerta con los nudillos.
—¡Ya les dije que dejen de molestarme, maldita sea!—El sollozo salió de sus labios y recargó su frente en la puerta
—Lo siento tanto... —Dentro de la habitación, los ojos de Katsuki se abrieron por completo y apretó con fuerza el manubrio de la silla de ruedas—. Perdón por tener un esposo tan idiota, Katsuki... Y t-tu lo hiciste por su promesa, l-lo siento mucho
—Sólo pasa, estúpida—La mujer negó sin que él pudiera verla y cayó de rodillas. Katsuki giró el pomo de la puerta y la miró tendida en el suelo con sus manos ocultando su rostro—. N-no fue culpa de ustedes, idiota...
—Lo siento demasiado... T-tu... Arriesgaste tu vida, maldito, ¿por qué demonios lo hiciste?
—Porque el idiota tiene a alguien con quien volver, no como yo—(TN) negó mientras seguía llorando
—¿Y tus padres qué? ¿Ellos no importan? Son más importantes que la promesa que Eijiro me hizo a mí, no pued-
—Deja de lamentarte, fue mi decisión, es ni problema, mi mierda, tu y el idiota deben de enfocarse en cuidar al mocoso ese, no a estarse lamentando por mí
(TN) no tuvo más opción que levantarse e ir a abrazarlo, al principio el rubio no quiso aceptar la muestra de afecto, pero no tuvo más remedio que regresar el abrazo al sentir como su corazón se retorcía al escuchar los sollozos de su amiga.
Medio mes después las heridas de los muchachos ya estaban sanadas. Katsuki ya convivía con sus padres —o más bien, hacía lo que podía—, y la culpa de Kirishima se había ido. El pequeño Takeru ya estaba logrando hablar con un poco más de fluidez, sabía pronunciar su nombre y el de alguno de ellos, cosa que ponía a Kirishima más feliz que nunca..
—Ese bastardo es igual a ti—Le dijo alejando a la criatura de su prótesis—. Es un maldito.... Digo, una HERMOSA y terrible criatura—Susurró al ver la mirada asesina de (TN)
—¡Mamá, papá!—Señaló a Katsuki y le abrazó la rodilla—. Tío Bokugo—El cenizo chasqueó la lengua y se sonrojó a más no poder
Los meses siguieron pasando, a Kirishima ya no lo llamaban, Katsuki sonreía cada vez que Takeru le hablaba, e incluso, el primer año del pequeño llegó. (TN) estaba más que feliz por su pequeña familia, pero, las cosas no siempre iban a terminar bien.
—¡No vas a ir!—Gritó deteniéndolo—. ¡Katsuki te necesita a ti, Eijiro! No vayas, por favor...
—(TN), es mi trabajo, tengo que hacerlo, cariño—Ella se negó a soltarlo y trató de que no fuera a la puerta—. Así como te protejo a ti, los protejo a ellos, amor
—¡Tu familia y tus amigos son más importantes!—Espetó con lágrimas en los ojos—. Katsuki no va a estar contigo, no tendrás a alguien que cubra tu espalda, que te diga por dónde ir... Vas a estar tu sólo
—Oye, mirame—El pelirrojo levantó su mentón y le acarició la mejilla—. Siempre voy a volver, y tu lo sabes, después de todo te lo prometí, y nunca he roto una promesa, (TN)
—No quiero que vayas, por favor, quedate, Takeru va a extrañarte, yo voy a extrañarte, Katsuki también, mi madre también... Tengo miedo, mucho miedo
—Todo saldrá bien, voy a regresar a su lado—Eijiro besó sus labios y la dejó llorando en el marco de la puerta. Takeru se acercó corriendo a su madre que lloraba con las manos cubriendo su rostro
—Mamá, no llores...—Dijo el niño acariciando su cabeza—. S-si lloras tu, también voy a llorar yo...
(TN) limpió sus lágrimas y le dedicó una sonrisa de oreja a oreja a su hijo. Se levantó y decidió cargarlo directo hacia su habitación.
Todas las noches el niño le preguntaba a (TN) que cuándo iba a regresar su padre, ella le decía que pronto, que aún estaba trabajando. El pequeño poco a poco comenzó a crecer, sus dos años se convirtieron en cuatro y esperaba con ansias la llegada de su padre frente a la puerta.
—Mamá, ¿cuándo regresará papá?—Preguntó recargando su cabeza en el regazo de su madre
—Pronto, Takeru
Ella por más que quería llorar aguantaba sus lágrimas.
Kirishima Eijiro ya no iba a regresar.
Los restos de la carta del sargento yacían totalmente destruidos en el fondo del armario de (TN), hechos trizas pulverizados. Su esposo no había cumplido su promesa, pero a pesar de que el siempre recordara y rezara por su regreso, el simplemente ya no iba a regresar.
—¿(TN)?—La voz de Kirishima la sacó de su trance—. ¿Me escuchaste?
—¿Q-qué? ¡Ah, si, si!—Exclamó tratando de procesar todo lo que había pasado por su cabeza—. Eijiro
—¿Sucede algo?
—¿Prometes que siempre vas a regresar? ¿Qué no me dejarás sola sin importar la misión que te dejen?
—Y-ya te dije que si, (TN)...
—Entonces, si, acepto casarme contigo, ¿es una promesa, verdad?
—Es una promesa
—— 💣 ——
¡Hola, hola! Aquí les habla la escritora, ah. Creanme que lloré escirbiendo ésto me dio un sentimiento tremendo.
Espero que les haya gustado el One Shot, y quiero agradecerles por qué ya casi llegamos a las 1k vistas! En serio, muchas gracias uwu. Por lo tanto, quiero hacer un especial.
Aprovechando que estamos en tiempos de cuarenta tenía pensado en dos opciones, la primera: hacer un especial de capítulos que tengan que relacionarse con el Covid-19 o —la idea que me gustó más a mi—, de hacer un especial de AU de películas románticas, por ejemplo:
—Bakugo Katsuki, “Yo antes de ti AU”
Algo así, ¿que les parece? Si tienen algún personaje con alguna película que deseen que haga one shot, pueden dejarlo en los comentarios jeje.
Les recuerdo que los pedidos están abiertos, y la condición de yandere ya es anulada, por lo tanto pueden pedir uno con esa temática si gustan, los lemmons, headcannons, reacciones, etc. También están permitidos uwu.
Les agradecería muchísimo dejasen algún comentario y tal vez un voto por ahí ya que me alegraría saber que les ha gustado. También los invito a que lean mis otras historias y sin más que decir nos vemos pronto.
¡Hasta la próxima!
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