░⃟❞᭡ེ᷎᭬᭠᰷̫᭰ᬼ 𝑩𝒂𝒌𝒖𝒈𝒐 𝑲𝒂𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊 »ʟᴇᴍᴍᴏɴ«
| | : : 💊 Afrodisiaco
ᴘᴇᴅɪᴅᴏ ʜᴇᴄʜᴏ ᴘᴏʀ: lucyayame_xd
ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀ: ʙᴀᴋᴜɢᴏ ᴋᴀᴛsᴜᴋɪ x ᴍᴀʟᴇ ʀᴇᴀᴅᴇʀ!! ʟᴇᴍᴍᴏɴ!! ʏᴀᴏɪ!! ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ!!
—— 💊 ——
— No, no eso no puede ser posible... —Katsuki bajó la mirada y apretó con fuerza su pantalón. No iba a aceptar lo que venía—. ¿Está totalmente seguro? Mi hijo presentó indicios de alfa, pero ésto...
—Debe ser un puto juego, ¡ésto es un puto juego! —El doctor negó con la cabeza y puso el documento frente a ellos—. ¡Yo no soy un maldito omega!
—Señor y Señora Bakugo. —El médico acomodó sus lentes y entrelazó sus manos para mirarlos fijamente—. Puede que suene descabellado, pero lo que les digo es cierto. Totalmente.
—¡Yo no soy un puto omega! ¿Qué cree que va a pasarme allá afuera? ¡Esos bastardos sólo me verán como un objeto! —Mitsuki y Masaru asintieron y tomaron los hombros de Katsuki para sacarlo de ahí—. ¡Ésto debe ser una jodida broma!
De camino a casa nadie dijo nada, y Katsuki no tenía ninguna intención de decir nada. Él y su madre estaban totalmente seguros de que él sería un alfa, su comportamiento e inclusive su apariencia lo mostraba. Con tan sólo mirarlo podrías deducir que él era un alfa por completo.
¿Qué dirían sus "amigos? Dejarían de hablarle y lo maltratarían. Cosa de la que él no tenía ni la menor idea, porque normalmente era Izuku quién solía ser la víctima de sus bromas.
—¡Ah, (TN)! Es... Un gusto verte, pasa, pasa. —El adolescente agradeció con una reverencia y se sentó en el sofá—. Sé que te llamamos para que vinieras hoy, pero al parecer Katsuki no está de buen humor...
—No digas estupideces, vieja. —Le dedicó una mirada asesina al muchacho que sólo se limitó a sonreír con dulzura. Era idéntico al maldito Deku—. Sube, maldito.
—¿Y? Supongo que hoy te dieron tus resultados, ¿no? —El rubio chasqueó la lengua—. Mi hermano resultó ser un beta, y al parecer yo terminé siendo alfa... —La noticia le causaron náuseas, ahora resulta que el maldito Deku y su hermano eran de mayor rango que él. Maldita sea—. ¿Y tú? Bueno, no hay que pensarlo mucho, resultaste ser un alfa también, ¿no?
—¡No preguntes las cosas que ya sabes! —Mintió haciendo una mueca—. La vieja, el viejo y yo ya lo sabíamos, estaba más que claro. —Su amigo sonrió.
Tal cómo Katsuki lo había previsto, los omegas en su escuela resultaron ser repudiados por todos. Koichi, uno de los compañeros resultó gravemente herido por parte de dos de sus seguidores, que para su mala suerte, resultaron ser alfas.
Pero con (TN) fue diferente. Todos quedaron atónitos y estupefactos ante la noticia de que el muchacho, uno de los muchachos más dulces, tiernos y amigables de la escueka terminara siendo un alfa. Y varios omegas querían estar con él.
—¿Cómo lo haces, (TN)? —Izuku intentó descubrir el motivo por el cual su hermano no se inmutaba a olfatear el olor—. Todos se están volviendo locos, hay feromonas. —(TN) se encogió de hombros.
—Supongo que no me atrae el olor, no lo sé. Me puse a leer sobre el tema, y al parecer yo ya estoy destinado con alguien más, sólo me sentiré atraído a su olor. —El peliverde agitó la cabeza y se escondió detrás de él en cuánto vio que Katsuki se acercaba.
—¿Y tú cómo demonios no lo hueles? ¡Está en el puto aire!
—Controla tus sentidos, Katsuki. Se supone que también eres un alfa, puedes controlarlo. —Eso le dio directo en el orgullo. Sin embargo, el rubio no replicó ni respondió nada.
(TN) había notado una extraña actitud en su amigo, no porque ya no molestara tanto a su gemelo, si no que no le gustaba acercarse mucho a la gente. Se distanció de sus cómplices y se dedicó a sí mismo, siendo algo así como un lobo solitario.
—Kacchan me preocupa, está extraño. —(TN) asintió, concordando con él—. ¿Estará bien?
El muchacho se le quedó mirando fijamente sin que el rubio se diera cuenta. Ya tenía una ligera sospecha de lo que estaba pasando con él, pero no lo diría, no se atrevería a decirlo.
—Hay que rellenar los formularios para poder entrar a la UA, Izuku. —Dijo el muchacho alejándose de ahí.
La secundaria pasaba rápido, y de un momento a otro todos tenían sus papeles listos para entrar a la preparatoria a la que irían. Dentro de ese salón de clases existieron diferentes tipos de situaciones, varios entraron en celo, parejas se formaron, y había alfas que seguían siendo cazados.
Tales era el caso de (TN), Bakugo—aunque nadie sabía que era un omega—, y uno que otro de sus amigos.
Las sospechas de (TN) cada vez se hacían más certeras. El rubio llevaba consigo pastillas siempre, y faltaba el primer día cada tres meses, justo en el celo de los omegas.
Y finalmente, sus deducciones se volvieron ciertas.
Liberó feromonas inconscientemente mientras pasaba por el pasillo para dirigirse al baño, del cuál Bakugo apenas estaba saliendo.
El fuerte olor a comida picante encendió y desactivó todos los sentidos de Katsuki, que de inmediato cayó al suelo. Las mejillas rojas, la reparación agitada, sus pupilas dilatadas, todo indicaba dos cosas; era un omega, y había entrado en celo.
—¡E-eres un.... Ngh! —(TN) hizo todo lo posible por controlar sus impulsos. Katsuki había sido durante todo éste tiempo su pareja destinada, era él con quién debía de estar—. ¡A.. Aléjate!
—No voy a hacerte nada... Katsuki. —Susurró el muchacho ocultando su nariz en su brazo y cubriendo su boca para evitar que sus colmillos brotaran.
Lo peor apenas estaba por suceder. El olor de las feromonas de Katsuki excitaron a todos los alfas solteros de su salón. Un dulce olor a vainilla y canela, los sabores favoritos de (TN).
El peliverde de ojos (c/o) tomó a Katsuki y lo cargó directo al baño, pero el rubio se negaba a entregarse a él.
—Katsuki, yo no soy un cerdo. Déjame ayudarte y deja de ser tan orgulloso. —Sacó una pastilla y un brebaje y le abrió la boca con una mano—. ¡Hazlo, Katsuki!
El rubio a duras penas recibió el supletorio dentro de su cuerpo, y de manera instantánea todo su olor se disipó. Seguía sensible, y había caído rendido en el pecho de (TN), quién acariciaba su cabello.
(TN) era el indicado. Y se había convertido en el primer alfa, a parte de su madre, a quién nunca odiaría.
El celo de Katsuki era algo muy diferente al de los demás omegas, su actitud posesiva, egoísta y poco amigable se marchaba por unos días cada vez que aqueklas fechas se planteaban en su vida.
—¡Oye, maldito idiota! —No había nadie en los dormitorios, así que no había ningún problema. (TN) dejó el plato a un lado, y lo observó—. Dame un abrazo...
—Bueno. —Se encogió de hombros y estrechó el cuerpo del rubio entre sus brazos. Liberó una moderada cantidad de feromonas, tranquilizando al muchacho—. ¿Ya me dirás qué tienes?
El reciente secuestro de Katsuki lo había hecho preocuparse muchísimo. Kirishima y Mina, sus mejores amigos, fueron los que se encargaron de ayudarlo. Al pobre muchacho se le había empezado a caer el cabello por estrés, y por la preocupación de no saber si Katsuki estaba bien.
Nadie sabía que ellos dos estaban saliendo, a excepción de Kirishima, Mina e Izuku, los demás sólo tenían la idea de ser amigos muy cercanos. Mientras que a puertas cerradas, (TN) era el alfa más dulce y comprensivo que Katsuki hubiera deseado tener.
Tras varias lágrimas derramadas, Katsuki pudo sentir la tranquilidad y el calor en el cuerpo de (TN). No le gustaba estar en celo, lo hacía sentir cómo un maldito necesitado que tenía que ser saciado de placer por otra persona, pero (TN) no lo presionaba.
Y cuándo el celo del peliverde llegaba, (TN) procuraba no acercarse demasiado.
—Problemas en el paraíso, ¿eh, (TN)? —El nombrado miró hacia su amiga pelirosa y soltó una risa mientras negaba—. ¡No puedo creer que no lo hayas hecho todavía! Todos aquí ya están marcados, bueno, menos los betas, claro está.
—¿Bakugo no te da... Indicios? —Cuestionó Kirishima moviendo las manos—. De que quiere... Ya sabes. —El (c/o) negó—. ¡Maldita sea!
—Yo no lo voy a presionar, muchachos. Si el quiere hacerlo, pues adelante, yo no lo voy a presionar. —Sonrió de lado haciendo a Kirishima y a Mina llorar.
—¡Joder, (TN), es tan varonil!
—¡Ya cásense y dénme sobrinos! —(TN) atrajo una taza con su telequinesis y negó mientras ellos lo abrazaban—. ¿Ves, Kirishima? ¿Por qué tú no eres así?
—¡A mí que me metes! Eres tú la loca de la relación. —El (c/o) rodó los ojos, aquí tendría que separarlos de nuevo—. Se que no es de hombres presionar a una mujer, ¡pero es que tú..!
—Ok, ok, no tengo ninguna maldita intención de saber cómo lo hacen. —Reprendió (TN) alejándose de ellos—. Más les vale ponerse a estudiar, a los dos. Ni Katsuki, ni yo les vamos a ayudar.
—¿Qué te importa? —Dijeron al unísono.
—Come torta. —Contraatacó el peliverde sacándoles la lengua.
—Podemos pedirle ayuda a Yaoyorozu, al fin y al cabo, ella sí es buena amiga y ayuda a pesar de que la saquemos de quicio. —(TN) se detuvo y se volteó fingiendo indignación.
—La decepción, la traición amigo. —Pero cómo eran mejores amigos, simplemente no podían enojarse entre ellos—. Bueno, me tengo que ir, buenas noches.
—Oye, Eijiro, ¡ya sé que vamos a hacer hoy!
—Vamos a c-
—¡No, idiota! —Resopló mientras le golpeaba la mollera de la cabeza—. Tengo un plan perfecto para esos dos, y como buena mejor amiga fujoshi que soy, bueno, que somos, —Especificó señalándose a ambos—. Pues vamos a hacer que lo marque.
—No, no, Bakugo va a matarnos. —Mina se encogió de hombros.
—Lo dudo mucho, si (TN) nos quiere como sus mejores amigos, lo va a impedir.
—Simpson, usted es diabólico... —Mina sonrió con malicio—. Aunque también es cruel, pero justo.
—Ya párale con las referencias, ¿no?
—¡LAS REFERENCIAS SON LO MÁXIMOOOO!
Mientras tanto, Katsuki gruñó y lanzó su teléfono a la cama. Estaba fastidiado, estaba enojado, bueno, siempre lo estaba. Su celo estaba cerca y eso indicaba una sola cosa; adiós a toda muestra de afecto.
(TN) se encontraba realizando los deberes que tendría que entregar dentro de tres días, pero al igual que su hermano, prefería hacer todo de una vez.
—¡Maldito! —Llamó Katsuki a su novio golpeando la puerta—. ¡La ojos de mapache nos está jodiendo y quiere que vayamos abajo!
(TN) frunció el cielo y negó de brazos cruzados para luego salir. Pero, en vez de recibir algún golpe o incluso una simple caricia por parte de Bakugo, éste sólo se alejó unos cuántos metros, y no, no era por Coronavirus.
El muchacho tenía muy en claro que estaba pasando, así que simplemente lo dejó pasar.
—Cómo saben, el festival está muy cerca, chavos. —Mencionó la pelirosa mientras entregaba papeles—. Por ello, ¡debemos ser lo mejor del día!
—Ashido-san y yo hemos planeado que haya un grupo musical entre nosotros. —Siguió Momo mientras señalaba la pantalla—. Pero nos falta un baterista. —(TN) sonrió con malicia.
—¡Katsuki toca la batería!
—¡AH, CÁLLATE, IDIOTA! No me exhibas, ¡no, no voy a participar en su puto proyecto! —Respondió con enojo, para luego sonreír—. Y éste idiota toca bajo y canta muy bien, el hijo de la chingada.
—¿¡Tocas el bajo?! —De inmediato todos se pusieron a su alrededor y Katsuki aprovechó para poder marcharse de ahí, pero Mina y Kirishima lo detuvieron.
—¡Hey, Bakugo! Te noto pálido, viejo, ¿ya tomaste agua? ¿No tienes el azúcar bajo? En éstos tiempos de contingencia hay que tomar agua, muchacho. —Katsuki chasqueó la lengua.
—Me importa una puta mierda.
Y se fue.
—Soñar no cuesta nada... —Suspiró Mina bajando la cabeza—. Pero no nos vamos a rendir, hay que buscar un momento exacto en dónde los dos necesiten tomar agua, lo que sea.
—¿Y si esperamos al festival? Posiblemente los dos estén bastante cansados y sedientos, ponemos la pastilla en sus botellas de agua y verificamos, no vaya a pasar lo que pasó aquél día pasado. —Mina asintió tomando su mentón—. Y listo, lo hacen, lo marca y problema resuelto.
La pareja sonrió con malicia y soltaron una carcajada malévola ante la vista de todos.
—No, ya, en serio, cállate.
—Lo siento, Jirou, pero no voy a poder tocar en el festival... —El muchacho rascó su nuca, dándole un leve infarto a la muchacha—. En serio, perdón.
—¿C-cómo que no...? —(TN) sonrió con culpabilidad—. ¿No puedes tomar supletorios? Si tomas tus pastillas puede que...
—No tengo a un omega marcado todavía, Jirou. Si no lo marco y si el omega tampoco está marcado, el celo se va a descontrolar y una simple pastilla no va a funcionar. —La joven bajó la cabeza rendida y negó.
—Está bien, no te preocupes y veré que podemos hacer.
Sin embargo, Katsuki no estaba muy feliz del todo.
—¿Cómo que no vas a tocar? —Dijo al otro lado de la puerta.
Katsuki había entrado en celo y sus feromonas estaban volando por el aire. Kirishima logró olfatearlas, pero al parecer (TN) era el más afectado.
—N-no, no voy a poder. —Gruñó tapando su nariz—. O-oye, se que odias que te diga ésto, pero tus feromonas...
—No es mi culpa que tú te pongas caliente, bastardo. —(TN) chasqueó la lengua, luego lo castigaría de otra manera—. Ya, lárgate, no quiero que te descubran.
(TN) llegó a su dormitorio e intentó relajar todo su cuerpo, sin embargo las feromonas de su novio no dejaban de jugar con sus fosas nasales.
Miró hacia abajo y cerró los ojos al sentir el dolor en su entrepierna, odiaba cuando Bakugo jugaba con él de esa manera, ¿y todo por qué? Porque no quería marcarlo, ¿por qué? Porque su novio era un jodido orgulloso.
Tragó saliva con dificultad y dejó ir todo el aire que llevaba en su interior, pero sólo había una manera de saciar todo ese deseo.
Manuela. Y un baño con agua fría.
Se sentó en su cama y miró hacia su pantalón, quedándose estático por lo que iba a hacer. Y antes de proseguir, decidió verificar si había cerrado la puerta. Sí, estaba cerrada.
Soltó un gemido ronco con tan sólo tocar con la punta de su dedo, al parecer estabanuy sensible. El peliverde suspiró y liberó su hombría con sumo cuidado. El líquido pre-seminal había manchado su ropa y salía por el glande de su miembro.
Guió su mano y lo tomó para empezar un vaivén que poco a poco lo iría liberando. Echó la cabeza hacia atrás, imaginando la sonrisa de Bakugo que rara vez le mostraba. Se mordió el labio pensando incondicionalmente cada vez que el rubio se quitaba la camiseta, exhibiendo su torso desnudo.
Tenía a un Dios cómo novio, debía admitirlo. Se recostó con la cabeza en la almohada y mordiendo su antebrazo para que ningún gemido lo suficientemente audible se escuchara, después de todo, Izuku estaba en la habitación de al lado.
Poco a poco sus jadeos y sus gruñidos iban en aumento, sus ojos se tornaban blancos ante la sensación de masturbarse, pero no contaba con lo que vendría después.
El clímax, su primer orgasmo estaba cerca. Anhelaba con todo su ser poder tocar el cielo, porque cómo decía la canción de Bruno Mars, había veces en las que Katsuki parecía abrirle las puertas al paraíso, porque sólo se endurecía de pensar en los gemidos que Katsuki haría en su primer encuentro.
Aumentaba la velocidad para poder alcanzar aquél anhelado orgasmo, poder librarse del dolor que sentía causado por la tortura de lad feromonas de Katsuki...
—RED GAUNTLET
La. Puerta. Valió. Verga.
(TN) intentó taparse son cualquier cosa que tenía en frente, pero no pasó desapercibido por Mina que empezó a carcajearse sosteniendo su estómago.
—¡JAJA, SE ESTABA JALANDO EL GANSO! —(TN) se ruborizó, mientras que Kirishima intentaba arreglar la puerta—. ¡Eijiro, se estaba jalando el ganso!
—¿Tienes un ganso?
—No entiendo cómo es que no lo entiendes. —Dijo Mina con desaprobación—. Lo sentimos mucho, (TN), pero teníamos que venir a buscarte, las malditas feromonas de Katsuki alertaron a Kirishima.
—Ya ni siquiera puedo masturbarme a gusto... ¡Y-y mi puerta! —El pelirrojo rió nervioso—. ¿Qué quieren?
—¿Cómo estás?
—Mal.
—Ya me siento culpable. —El peliverde les pidió que se voltearan y se puso de nuevo sus pantalones—. ¿Por qué no vas a tocar en la banda? ¡Yo voy a bailar!
—Voy a estar en celo, Mina, y un simple supletorio no me va a calmar, no soy cómo los demás.
—¡Entonces marca a Katsuki! Todo ésto está pasando por culpa de los dos, uno no quiere que lo marquen y el otro no quiere marcarlo por o querer presionarlo. —Kirishima susurró algo al oído de Mina y ésta negó—. No podemos dárselo. Escucha, para que te sientas mejor, ¿cuál es tú bebida favorita?
—Todos la odian, pero yo amo la Dr. Pepper. —Mina arrugó la nariz.
—¿Y la de Bakugo?
—No sé, nunca lo he visto tomar soda. Ya hasta parece Bárbara de Regil. —Ironizó mientras rodaba los ojos—. ¿Por qué?
—Queremos que los dos... Hablen. Ustedes siempre por éstos días están muy tensos, nos preocupamos por su relación. —Mintió la pelirosa con una sonrisa—. ¿Por qué no intentas hablar con él...? A solas.
No fue muy fácil convencer a Katsuki, pero el rubio de alguna manera se sintió culpable al ver el ceño arrugado del muchacho. Ni siquiera podía tener contacto visual.
—¿Qué mierda? ¡No me van a dar esas estupideces! —(TN) aceptó la gaseosa que le ofrecieron, mientras que a Katsuki le dieron una botella de agua—. ¿Y por qué él si tiene esa mierda? ¡No se lo den!
—Si, si, a la chingada. —Dijo Mina mientras aventaba a (TN) dentro de la habitación del rubio—. Hablen, que entre ustedes hay un muro que sigue sin poder destuirse.
—¿Y tú que mierda tienes? —(TN) negó.
—Eijiro. —Susurró Mina—. Ésto terminará con resultados sexuales jpg.
(TN) estaba sentado del otro lado de la habitación sin siquiera mirarlo, cosa que no le gustaba para nada a Katsuki.
—¿Y? ¿Me dirás qué mierda tienes? —(TN) no contestó—. No soy un puto adivino, bastardo.
El peliverde arrugó su sudadera y tapó su pantalón. Katsuki rodó los ojos y caminó hacia él, siendo ignorado totalmente por (TN), que tomó un sorbo de aquella bebida llena de azúcar.
—¡Dame esa puta mierda! —El rubio le arrebató la bebida y (TN) alzó ambas cejas. Pero el rubio también decidió darle un sorbo—. No entiendo cómo te gustan éstas cosas, son asquerosas.
—Yo... No, nada. —Katsuki chasqueó la lengua y se sentó a su lado, y cok resentimiento puso su cabeza sobre el brazo del muchacho—. Después de todo si quieres cariño...
—Tú cállate.
La vista de (TN) empezó a nublarse y sus feromonas con olor a picante invadieron el cuerpo de Katsuki. El muchacho había entrado en celo y Katsuki trató de alejarse, pero era inevitable, el olor de (TN) era fuerte y muy irresistible.
—¿C-cómo...? —Cuestionó (TN) alejándose de él—. M-mi celo... Era dentro d-
Katsuki tiró d su brazo y lo estampó contra la pared. Encajaba sus labios con los suyos, tomando a (TN) por sorpresa.
—Ésta mierda es culpa mía, tú déjate y ya. —(TN) bajó sus manos por su espalda y cambió los roles de la situación.
Katsuki gruñó en cuánto el peliverde lo estampó contra la pared, disfrutando del beso que su novio le brindaba. La lengua de (TN) rozó sus labios y le dio permiso para batallar con la suya, lo tomó por las mejillas, pero luego alzó las manos del rubio arriba de su cabeza.
La erección de (TN) era más que presente, y la de Katsuki también. Y de un momento a otro se encontraban en la cama de Bakugo, continuando con esa sesión de besos calientes.
Los besos no eran lo único candente en la situación, las manos con cada roce de su piel lo estremecían y calentaban a medida que bajaba.
—No entiendo cómo eres un Omega... —Susurró (TN) delineando cada uno de los abdominales de Katsuki—. Tú físico no tiene nada que ver con ellos...
—Lo que no entiendo es cómo mierdas eres un alfa, eres... Tierno. —(TN) acarició la mejilla roja de Katsuki y bajó su pantalón—. ¡O-oye! N-no, no... ¡Ah!
(TN) introdujo el pene de Katsuki dentro de su boca, recorrió de arriba a abajo mientras su manos masturbaban su miembro de la misma manera que si boca.
Lo más destacado en el rostro de Katsuki eran sus ojos llorosos y blanquecinos, que eran lo más llamativo debido a su rostro enrojecido. Su fuerte mano tiró de los verdosos cabellos del mellizo de Izuku, llevándolo aún más profundo.
Katsuki no pudo avisarle sobre en qué momento se correría, y se vino dentro de su boca.
—No es justo... ¡Yo estoy desnudo y tú no, bastardo! —(TN) sonrió y no desobedeció sus órdenes.
Mientras tanto, las pupilas de Katsuki se dilataron en cuánto vio el cuerpo marcado de su novio. Y el miedo no tardó en invadirlo.
—Eso... Esa mierda no... —(TN) se posicionó de nuevo sobre él y separó sus piernas sin dejar de mirarlo.
—Si duele... —No tuvo tiempo de terminar y se dejó llevar por el beso que Katsuki le había propinado.
Las largas y musculosas piernas de Katsuki se enrredaron en su cadera, y tragó saliva para voltear hacia otro lado. El afrodisíaco que Mina les había puesto nubló todos su sentidos, pero no pudo contra (TN).
En cuánto entró a la habitación de Katsuki se sorprendió al sentir una extraña cosa dentro de su sudadera.
“La protección ante todo, Peppa”
¡Disfruta tú noche, amiguis!
Atte: Mina y Eijiro
Colocó el condón en su miembro y le dedicó una última mirada, en busca de su aprobación. Katsuki dejó ir todo el aire de sus pulmones y entrelazó sus manos con las suyas. (TN) sonrió y besó su nariz, luego su frente y por último sus labios.
Bakugo se retorció debajo de él en cuánto sintió su longitud invadir su interior, el dolor al principio fue cómo tan sólo un pellizco, y (TN) decidió esperar.
—Ya muévete... Maldita sea.
—Cómo desees. —Tal y cómo lo dijo, balanceó su pelvis disfrutando de la ficción dentro del interior de Bakugo.
Los gruñidos de ambos se escuchaban, sus alientos se mezclaban en cuánto juntaban sus bocas. Katsuki empujó aún más profundo el miembro de su novio, enganchando sus piernas en su cadera.
(TN) sentía el fin de aquél acto que llevaba anhelando durante un largo tiempo. Amaba a Katsuki, y ansió durante un año poder sentir aquél contacto del que tanto le habían platicado.
Los rasguños y las marcas se quedarían al día siguiente, ¿y qué importaba? Eran una pareja. Dos adolescentes con las hormonas alborotadas disfrutando del contacto entre ambos, la fricción era deliciosa, la sensación era estimulante.
Los tirones de su cabello, el sonido de sus pieles chocando junto a los labios de los muchachos eran lo único que podían escuchar.
Las respiraciones de ambos cada vez eran más irregulares, y ese era el momento de la verdad.
Katsuki ni siquiera se dio cuenta del momento en el que su novio le dio la vuelta, embistiéndolo aún con más rapidez por detrás. Delineó su columna vertebral con un dedo para luego ir depositando besos de mariposa por toda la espalda.
Subió directo al cuello y Katsuki sintió su piel enchinarse al sentir su aliento caliente rozarle la oreja. Los colmillos de (TN) se asomaron, y su lengua lamió la parte trasera de su cuello, saboreando la piel perlada de Katsuki por el sudor.
(TN) tapó la boca de Katsuki en cuánto mordió su cuello. Sabía y tenía una idea del dolor que sentía Katsuki, y lamió el pequeño hilo de sangre que bajó por su cuello, llegando al clímax junto con él.
—¿Tan difícil era...? —Jadeó (TN) mientras lo miraba a los ojos.
Pero Katsuki estaba más que ruborizado, y se ocultó en la sábana para acurrucarse en su pecho.
—Sólo tengo dos palabras, y van a empezar a correr. —(TN) detuvo a Katsuki por los hombros, mientras el rubio reprendía a la pareja con él ceño fruncido—. Valieron. Verga.
—¡P-podemos explicarlo! —Dijo Mina abrazando el brazo de Eijiro—. ¡No nos explotes, Bakugo!
—¡TODO FUE IDEA DE MINA, ELLA ME OBLIGÓ! —Ashido abrió la boca con indignación y se separó de él con los brazos cruzados—. ¡NO NOS EXPLOTES!
—¿Tú qué dices, (TN)? —Preguntó el rubio con una sonrisa socarrona en el rostro. (TN) sonrió de una manera fan dulce, que los asustó.
—Tú explótalos, amorcito.
—¡¡¡(TN)!!!
Los dos salieron corriendo, dejando a la pareja totalmente solos.
—Ahora ya no vas tener que faltar al festival, idiota. —(TN) asintió y besó sus labios.
Todos los vieron. Y valió verga.
—¡BAKUGO Y (TN) ESTÁN SALIENDO!
—— 💊 ——
Khe onda, personas hermosas? Espero que les haya gustado mucho el shot a mi me encantó uwu.
Los pedidos ya casi terminan, pronto estarán abiertos jsjsj. Y en cuánto termine el último shot los abriré, pero, se subirán después de que termine el especial
Ya casi llevamos a los 3k votos, así que vayanse preparando para el preguntas y respuestas uwu. Así podrán conocerme un poquito mejor. Y en cuánto al face reveal, poco a poco iremos subiendo. Faltan alrededor de unos 70 pero confío en que llegaremos uwu.
Sin más que decir me despido de ustedes y nos vemos en el siguiente shot.
Bais!
Pedido 7/13
Siguiente pedido: Mckenzei_Ken
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro