Miles camino en silencio por los pasillos del centro FEAST aún con su camuflaje activo. Evitaba chocar con las personas que se cruzaban mientras se dirigía hacia la salida, sacó su teléfono de uno de sus bolsillos acompañado de sus audífonos.

Se sorprendió al ver que su camuflaje recorrió sus cosas y de igual forma se volvieron invisibles. Se puso sus audífonos y dio clic en su lista de reproducción en aleatorio.

Salió por la puerta principal del edificio y recorrió las calles. Era de noche y no tenía ánimos de nada tras lo sucedido, se dedicó mejor a ver sus viejos mensajes mientras oía al ritmo de la música.

Tenía muchos sin haber visto.

Había de la escuela, de su compañero de cuarto y de su madre preguntando por su paradero. Había perdido la noción del tiempo por completo y como consecuencia había perdido dos días de escuela desde la noche de la explosión del Colisionador.

Había varios buzones de voz de su madre. Se sintió mal debido a que la había ignorado por completo y con mucha pena comenzó a reproducir el último buzón de voz de Rio.

— ¡Miles! ¿Dónde estás? — sonaba alterada y sumamente preocupada — Me llamaron de la escuela diciéndome que nos a ido a clases y nadie sabe nada de ti. Estoy preocupada... por favor responde cuando puedas. Llámame mijo.

Miles estaba indeciso si en llamar a su madre. No podía contarle lo que estaba sucediendo.

Por otro lado Rio estaba haciendo su turno en el hospital. Estaba preocupada pero tenía que hacer su trabajo de enfermera y no desatender a sus pacientes a cargo.

Dejó los papeles que estaba llenando aún costado y sacó su teléfono. Miro el contacto de un viejo conocido, el hermano de su esposo: Aarón Davis. Sabía que Miles lo visitaba aún cuando él lo negaba.

Marco a su número. El pitido sonó por unos segundos hasta que cesó mandándola al buzón.

— ¿Aaron? Soy yo, Rio. Mira... — se detuvo al hablar — sé que tú y Jeff tuvieron problemas la última vez que se vieron y eso terminó separándolos. Pero necesito tu ayuda. Es sobre Miles y no sé dónde está. Sabes que él te aprecia mucho... si sabes algo de él llámame. Por favor.

Miles detuvo su caminar. Observó un edificio que tenía delante de él, eran los apartamentos donde vivía su tío Aaron. No sabía con quién más hablar por lo que optó por oír algún consejo de su tío para solucionar sus dudas otra vez.

Subió por la escalera de incendios hasta la ventana del apartamento de su tío. La abrió con cuidado e irrumpió dentro encontrándose el lugar a oscuras.

— ¿Tío Aaron? — lo llamo por su nombre esperando alguna respuesta — ¿Hola?

No había nadie. Eso lo desanimó un poco, caminó hasta el sofá donde tomó asiento para descansar y tratar de ordenar sus ideas. Intentó dormir cosa que no ocurrió, se sentía abrumado por lo ocurrido en FEAST.

Los golpes que recibió aún le dolían.

No pudo hacer nada contra Peter y los demás arácnidos. Había confiado que la experiencia que vivió en los laboratorios de Alchemax habían demostrado que estaba listo para ayudarlos con sus nuevas habilidades.

Y estaba equivocado. Había fallado pésimamente en demostrar sus poderes hacia sus amigos y sobre todo su estilo de lucha no estuvo a la altura de los héroes. Incluso oyó decir a Spider-Noir que necesitaba ser entrenado en el combate.

Se enderezó en su asiento y suspiró. No iba a esperar a que su tío llegara a altas horas de la noche. Aún cuando le habían demostrado que no estaba listo él debía de intentarlo. Tal vez, Miles podría ser el único capaz de encontrar y rescatar a Izuku del lugar donde estuviera retenido.

Debía hacer el intento.

Tomó una pluma y papel que había sobre la mesa y decidió dejarle mejor un mensaje a su tío.

"Querido Tío Aaron.

Tengo que intentar algo y no sé si pueda estar a la altura.

Estoy asustado bro y además... tengo miedo de decepcionarlos. Eres el único con el que puedo hablar y me encantaría que estuvieras aquí.

- M.L."

Dejo la pluma a un lado, tomo la nota entre sus manos y la coloco en una zona donde su tío podría verla fácilmente. Volvió al sillón y se recostó, haría el intento de dormir un poco y luego reunirse con sus amigos en la mañana.

Claro que intento dormir. El sonido de algo en el exterior llamó su atención, eran pisadas de alguien que estaba subiendo por las escaleras de incendio. El chico se alegró, supuso que era su tío quien acababa de volver.

Miro la sombra pasar por la ventana pero la examinó un poco. Concordaba con la altura de Aaron pero este parecía estar un poco más robusto. Su silueta se reveló al momento que abría la ventana.

Miles se asustó al ver unas agarras sobresalir del marco de la ventana e instintivamente se escondió debajo de una mesa.

Quien había irrumpido en el lugar era el ladrón Prowler. El chico lo reconoció de inmediato, había visto fotos y grabaciones que Peter le había mostrado en sus sesiones de entrenamiento donde el castaño lo había enfrentado.

¿Que demonios estaba haciendo ese sujeto ahí?

Mantuvo silencio. Podía escuchar las pisadas de Prowler dominar toda la habitación.

El ladrón examinó en silencio el lugar, su máscara hacía resplandecer la habitación y... parecía haberse dado cuenta de algo. Camino en silencio y en alerta, Miles comenzó a hiper ventilarse vio como la sombra del villano se alzaba sobre toda la habitación.

Buscó la máscara del hombre araña guardada en su bolsillo y se la colocó. Esto por un motivo que Peter con anterioridad le había dicho y que fue comprobado por el mismo en una de sus sesiones de entrenamiento.

— Siento preguntar esto Peter pero es curiosidad. ¿Porque la mascara?

— La usó para proteger a los que me importan y que mi identidad no los perjudique — fue la respuesta rápida que le dio. El castaño soltó una risa mientras miraba su máscara, recordó también otra cosa — Pero también... la uso porque me hace sentir valiente. ¿Te conté la vez que salvé a un niño de caer de un puente en un vehículo en llamas?

— No bro. ¿Fue esa vez que pelearon con el Lagarto en el puente?

— Así es. El niño estaba asustado y no podía moverse. Las llamas estaban cerca de quemarlo vivo... así que me quité la máscara y se la di. Recuerdo que le dije que se la pusiera. Que lo haría sentirse valiente y lo haría más fuerte y gracias a eso pude salvarlo.

Miles se la puso por eso. Quería la fuerza y valentía que aquella máscara le daba lo cual estaba dando frutos y finalmente lo tranquilizó. Miro de reojo como Prowler se alejó.

Soltó un suspiro, sin embargo, hizo un mal movimiento e hizo rechinar la madera bajo sus pies. Miro de reojo a la derecha rápidamente.

Su camuflaje se activó y retrocedió rápidamente en silencio observando de frente al ladrón que parecía buscarlo con la mirada. Agradeció internamente a su camuflaje.

Prowler se llevó su dedo índice al comunicador que tenía en su dedo.

— Hola Señor Fisk. Tengo los videos de las cámaras de vigilancia de Alchemax y del túnel. Creo saber dónde están aquellos héroes — se levantó — créame señor los encontraré — se quitó su casco revelando su identidad ante Miles Morales — nunca falló.

Miles se quedó en shock. Aaron Davis, su tío. Era el ladrón Prowler. Finalmente comprendió la razón y el porqué su padre y madre jamás permitían que fuera a verlo.

Está era la razón. Que su tío era un ladrón y villano a sueldo. Aaron camino hasta la cocina donde dejó su casco, se acercó a la nevera para tomar una botella de agua.

Miles rápidamente se alejó y acercó hacia la ventana para escapar, sin embargo, chocó levemente con las hojas de la planta que su tío tenía cosa que llamó la atención del mismo.

Volvió a tomar su casco y se lo puso de inmediato. Sacó la cabeza por la ventana observando como su sobrino bajaba las escaleras rápidamente sin saber que era Miles.

Comenzó a seguirlo. El joven de Brooklyn tuvo que acelerar sus pasos, al ver que lo tenía sumamente cerca de él, se subió a la barandilla de la escalera y saltó. Corrió por la pared del otro edificio por unos metros hasta que perdió el control y cayó al suelo sobre unas bolsas de basura.

Se levantó y continuó corriendo con su tío detrás de él.

Aaron hacía uso de sus mejoras sobrehumanas que obtuvo gracias a un suero experimental que Hammerhead desarrolló en su búsqueda del suero del súper soldado y también de sus botas tecnológicas que le daban un breve impulso de velocidad.

Miles salió a la calle y continuó corriendo. Esquivaba a las personas que se interponían en su camino como podía.

Su punzada le advirtió de algo miró al callejón que tenía al lado observando como algo se acercaba a toda velocidad. Era Prowler subido en una moto que intentó embestir contra Miles, el joven lo esquivó y en su lugar terminó chocando contra varios basureros públicos.

El ladrón logró recuperarse rápidamente y se dirigió a toda velocidad contra Morales. El hombre araña inexperto lanzó una telaraña que lo alzó en el aire por breves momentos antes de caer sobre un taxi en movimiento.

Prowler se acercó y logro darle un golpe. Miles fue lanzado contra un camión repartidor de paquetes donde se quedó pegado. Su punzada le indicó que se moviera y eso hizo evitando así ser rebanado por las garras de su tío que se atascaron contra el metal del compartimento trasero del camión.

Miles tomó su distancia, no quería pelear contra el. No quería herirlo.

Aaron logró retirar su garra y ponchó la llanta del camión haciendo que perdiera el control. El conductor intentó frenar como pudo pero terminó impactándose contra otro auto que pasaba delante de él que también fue embestido por otro camión.

Miles salió volando. El otro camión se subió sobre el capó del auto. El joven rápidamente esquivó aquel vehículo y pasó por debajo del camión.

Intercambió miradas con Prowler quien estaba frenando para evitar chocar. Morales cayó sobre el suelo de la avenida, la moto de su tío pasó por encima de él antes de impactar contra la calle.

Miles se levantó para observar dos cosas rápidas: que los conductores de los tres vehículos estuvieran bien y que hubiera perdido a su tío. Ambas cosas parecían estar totalmente de acuerdo a lo que él pensaba.

Continuó corriendo y torpemente comenzó a balancearse de regreso hacia el centro FEAST. Sin percatarse que su tío lo vigilaba desde la cima de un tejado cercano.

— Tengo la ubicación de uno de aquellos chicos — dijo el ladrón por el comunicador.

— Igual yo — contestó otra voz. Era Taskmaster — seguí a aquellos héroes tras el asalto a Alchemax. Están el centro FEAST.

— Enviaré la ubicación a Scorpion e Himiko — Aaron se levantó de donde estaba. Un mapa holográfico de la ciudad se mostró ante sus ojos fijando la ruta hacia FEAST — matemos a un par de héroes y arañas.

————————— F.E.A.S.T

En el tejado del edificio se encontraba Adrien observando las luces de la ciudad en silencio.

Estaba sonriendo.

Lo cual era raro de ver en el últimamente. El chico finalmente se sentía bien y en paz consigo mismo después de mucho tiempo.

Se había culpado constantemente por la muerte del capitán Stacy y por Gwen desde hace mucho tiempo.

Miraba constantemente a aquellos dos fantasmas pero desde que hablo con la versión alterna de Gwen. Finalmente aquellas apariciones y voces que lo atormentaban desaparecieron.

— ¿Cómo te sientes? — le preguntó su Kwami el cual comía de un delicioso queso.

— En paz... después de mucho tiempo. Solo hay paz en mi cabeza. Esa charla con Gwen me ayudó mucho, finalmente pude dejarla ir.

— Me alegro por ti niño. Aunque también Marinette tuvo mucho que ver en que siguieras adelante.

— Lo sé... — contestó con una sonrisa — sabes lo e estado pensando. Ella siempre me apoyado incluso cuando sucedió... ya sabes... el incidente que no queremos recordar.

— ¿Tiene que ver con un gato blanco? — habló otra voz.

Los otros dos se dieron la vuelta encontrándose con Marinette apoyada contra el muro. Adrien le sonrió y ella de igual forma le devolvió la sonrisa, caminó hasta acercarse un poco a él.

— Los dejaré solos — fue todo lo que dijo Plagg antes de desaparecer.

Hubo un silencio incómodo que rápidamente fue roto por el héroe gatuno en su forma civil.

— No lo menciones otra vez. Me avergüenzo de lo que sucedió esa noche — dijo el rubio.

— Si, bueno, yo recibí la peor parte — le dijo la catarina de forma natural — yo morí.

— No — exclamó Adrien — no vuelvas a recordarme eso. Perdí la cabeza por completo luego de perderte a ti también y todo por mi culpa...

Recordó como la catarina se sacrificó para salvarlo de morir a manos de Carnage.

— Pero aquí estoy. Y de no ser por Eddie... posiblemente hubieras vaporizado todo este universo al pedir el deseo de los prodigios. O al menos eso me dijo Peter.

— Demonios si me volví loco ese día. Perdón por todo — se disculpó con ella aunque no sabía el porqué se disculpaba con ella.

La catarina se subió a la superficie donde este se encontraba sentado y al igual que Adrien comenzó a observar la ciudad en silencio. Ambos no dijeron ni una palabra por unos segundos.

— Es increíble pensar... que esto esté cerca de llegar a su fin — habló Marinette.

— Un viaje de locos — dijo Adrien — Será posible que una vez volvamos a casa... ¿Podremos regresar aquí?

— No lo sé. Pero sí que voy a extrañar algunas cosas de este mundo — decía la catarina quien comenzó a recordar a todas las personas que conoció en su estadía — echaré de menos a Peter y en especial a May.

— Yo extrañaré a Izuku, Miles y Ned. La pasamos increíble en las aventuras que tuvimos. Pero en especial voy a extrañar a esos dos — dirigió su mirada al cielo.

Marinette supo a quiénes se estaba refiriendo y de igual forma miró el cielo y no pudo evitar sonreír débilmente. A pesar de que Gwen había conquistado el corazón de Adrien eso no quitaba el hecho de que ella y la rubia se habían hecho muy buenas amigas.

Adrien recordó los momentos que vivió con Gwen y con el capitán Stacy. Y así se quedaría para siempre como simples memorias de lo que fue.

— Ellos están en paz y seguramente felices — dijo Adrien — eso lo tengo claro.

— Sigamos adelante por las personas que nos apoyaron.

La mano de Adrien se posó sobre la de la peli azul. Aquel gesto la sorprendió un poco pero casi de inmediato aferró su mano al agarre del rubio.

— Y...

— ¿Y? — preguntó confundida la chica. Aunque no pudo evitar soltar una risa, sabía hacia dónde iba el asunto — ¿Qué pasa gatito? ¿Te comió la lengua el ratón?

— Auch... eso dolió — contestó burlonamente. Ambos se echaron a reír — siempre has estado para mí. Desde que nos conocemos.

— Tu no puedes vivir sin mí — le dijo Marinette — y lo demostraste muy mal pero es la verdad — su mano derecha acarició la mejilla de su compañero — tu y yo sabemos cómo esto va a terminar.

— Lo sé.

— Y sabemos las consecuencias que eso puede ocasionar.

— Lo sé — contestó alejándose de las manos de Marinette. La chica lo detuvo al colocar sus dos manos sobre sus mejillas.

La peli azul sujeto su cabeza delicadamente haciendo que Adrien la viera fijamente. El apretó sus puños, estaba intentando controlarse por el bien de ambos.

Sabía las consecuencias que conllevaría el que él y ella tuvieran una relación.

Pero por un momento... deseaba con toda su alma que esa regla desapareciera.

El suave toque de las manos de Marinette sobre su cara era un tormento para el. La chica seguía sonriendo, se burlaba internamente de cómo él evitaba ese contacto.

— Ya habrá tiempo para esto. Lo prometo — le dijo Marinette — solo...

— Marinette — el nombre de ella salió de la boca de Adrien interrumpiéndola — por un momento...

Se acercó a ella. La joven se sonrojó un poco al verlo más cerca de su cara pero en especial de sus labios, ella también quería hacerlo. Dejar por un momento su responsabilidad y amistad con Adrien de lado.

— Solo por un momento... ¿Podemos olvidar esa estúpida regla?

Ella le sonrió. Sus manos volvieron acariciar el rostro de Adrien, ambos se acercaron el uno con el otro hasta que finalmente terminaron fundiendo sus labios en un beso lento. Marinette rodeó con sus brazos el cuello del rubio mientras él la abrazó delicadamente.

Querían disfrutar ese momento como si fuera el último, la luz del sol reflejó la sombra de los dos amantes sobre la pared donde aún se distinguía la cercanía que tenían sus cuerpos con aquel beso.

Se separaron. Marinette se reclinó un poco hacía atrás para retroceder pero conociendo su torpeza, terminó cayendo de espaldas contra el suelo donde se dio un leve golpe a la cabeza.

— ¿Estás bien?

— ¡Sí! — contestó sobándose su nuca — ¡De maravilla! ¡Mi torpeza me persigue a donde sea! — rió nerviosa.

Adrien se hecho a reír igualmente.

La puerta que daba a la azotea fue abierta por Bakugo. El joven al ver la escena no pudo evitar soltar un gruñido de molestia, no toleraba ese tipo de cosas.

— Siento interrumpir lo que sea que estuvieran haciendo — dijo el japonés llamando su atención — Penni está por terminar esa cosa. Una vez termine volveremos a los túneles y...

— Rescataremos a Izuku — dijo Adrien quien se levantó de donde estaba.

— Y tomaremos control del Colisionador — habló la peli azul.

— Hay que hacerlo o vamos a terminar explotando en pedazos si lo que dijo Miles es cierto — soltó un suspiro al recordar al moreno. No podía negar que las demás arañas se habían pasado un poco con el — ¿Creen que Peter fue muy duro?

— Lo fue — dijo Marinette — él y los demás lo desanimaron. Lo vi en su mirada.

Adrien miró la avenida principal observando a las personas caminar aún cuando acababa de amanecer. Se sorprendió al ver a alguien correr hacia el edificio, enfocó su vista hasta ver quién era.

Era Miles, quien parecía asustado.

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¡Parece que el dúo de Paris quiere intentar retomar algo que dejaron pendiente!

Pero lo más importante: ¡Miles descubrió que su tío es Prowler! ¿Quién lo hubiera pensado?

Y parece que en el siguiente capítulo las cosas se van a desatar.

El plan de rescate de Izuku está por iniciar así como el intento de tomar control de la máquina. ¿Lograrán su cometido?

Espero este capítulo les halla gustado y si fue así se agradece con su comentario o voto.

Oh y también como pequeño aviso: posiblemente algunos capítulos salgan de noche no todos pero algunos lo harán ^^

Sin nada más que agregar. ¡Nos vemos en la siguiente parte, chaooooooo!