Capitulo 136
———————— Hospital.
Alrededor del edificio había varias patrullas de policía haciendo guardia. La araña los veía desde las alturas, Peter estaba pegado sobre los cristales del otro edificio.
Miro su brazo derecho, tenía varias cortadas que Prowler y Taskmaster le habían hecho en su reciente ataque. Gruño un poco y volvió a enfocarse en el hospital.
— Muy bien, busquemos a uno de esos matones del bar — se dijo a sí mismo, lanzó una telaraña hacia el hospital y se balanceó.
Una vez pegado a las paredes comenzó a caminar sobre ellas hasta llegar a una ventila. Gateo por los ductos buscando señales de matones, supuso que sus cuartos estarían vigilados por la policía.
Y acertó.
— Aquí central, ¿cómo va la vigilancia?
— Va de maravilla — respondió el oficial — no hay indicios de algún rescate. ¿Noticias de Watanabe?
— La capitana está al tanto. No a dado actualizaciones, lo último que supimos es que se dirigía al hospital. Mantén al tanto sobre lo que suceda.
Peter había escuchado parte de la conversación, Yuri se dirigía al hospital. No tenía mucho tiempo, si ella lo veía ahí era obvio que las cosas no saldrían nada bien.
Continuó su trayecto, una vez estuvo sobre la habitación de uno de los matones de Hammerhead descendió boca abajo.
— ¡Hola! — saludó el arácnido al criminal.
Le lanzó una telaraña a la boca lo que le impidió gritar, cayó al suelo. El sujeto estaba atado sobre la camilla, no podía escapar, el chico de Queens caminó hacia el.
— Escúchame no tenemos mucho tiempo. Asi que te lo pondré así de fácil: Mi amiga, la capitana no está de buen humor y yo siempre estoy de buen humor. ¿Entiendes? Bueno, dime dónde está tu jefe y díselo a ella también para que no se ponga ruda contigo.
— ¡MMM! — le contestó con la boca tapada.
Peter se acercó hacia el y le quitó la telaraña de la boca.
— Y una mierda te voy a decir mocoso.
— Wow, que actitud — el chico fue ágil, se subió en la cama encima de él y lo amenazo con golpearlo — Dime dónde está Hammerhead. Estoy siendo amable.
— No voy a decirte nada. ¡Soy leal a la mafia!
— Hasta los más leales te abandonan — los ojos del arácnido adquirieron una forma amenazante, eso asustó al matón — No te lo voy a volver a pedir — volvió amenazarlo con su puño — ¿Dónde está Hammerhead?
El otro sujeto miró el puño, estaba demasiado cerca de él. Lo que más lo aterraba eran aquellos ojos del arácnido, por breves momentos se tornaron rojos. Casi como los del Iron-Spider con matanza instantánea.
Estaba contra las cuerdas. Estaba recuperándose de la paliza que Deku le había dado, no quería más golpes.
— Hará una transmisión especial... esta noche. En la construcción de la treinta y cuatro.
— ¿Hudson Yards?
— Si, enterrara vivos a los jefes restantes. Quiere que toda la ciudad lo sepa, que hay un nuevo jefe en los Maggia.
Peter miró la hora, faltaba poco para que llegara la noche. Iba a tener que esperar hasta ese momento y acabar con Hammerhead y los matones que lo acompañaban.
Se oían pasos acercándose a la puerta.
Se alejó del matón.
— Si me disculpas voy a evitar que tu jefe haga un mar de sangre — lanzó una telaraña y se metió dentro de la ventilación para ocultarse.
La puerta de la habitación se abrió y con ello a una Yuri Watanabe totalmente invadida por la ira. El matón miró a la capitana portando uno de los rifles de Sable.
Le apuntó.
— Tu jefe, ahora.
El criminal rio.
— Eres capitana, no vas a dispar—
Un ensordecedor grito salió de la habitación, el castaño había observado todo desde las rejillas de ventilación. Yuri le había disparado directamente en las manos al matón de Hammerhead.
— ¡Oh mierda! ¡Duele mucho! — miró sus manos, o lo que quedaban de ellas.
— Ahora ves que no estoy jugando. ¡Dime dónde está tu puto jefe! — le gritó Yuri, estaba llena de ira.
La boca del arma quedó a centímetros de la cabeza del matón. El miedo finalmente se apoderó de él y escupió la misma información que le había otorgado al arácnido.
Yuri salió de la habitación, parecía irradiar fuego intenso. Mientras se alejaba múltiples doctores y enfermeras pasaron al lado de ella y entraron en las habitaciones con las puertas abiertas donde salían gritos.
Al menos diez matones de Hammerhead se habían quedado sin pies o manos. Habían dicho lo mismo, por lo que decían la verdad.
— Yuri... qué demonios — fue todo lo que salió de la boca del arácnido.
Se apresuró a salir del hospital.
Continuó balanceándose por los edificios una vez salió. Reposo encima de una farola procesando lo ocurrido, Yuri estaba fuera de control.
Era seguro que si ella llegaba antes a Hammerhead lo mataría. Debía de encargarse de él antes y atraparlo.
— Bien... el show inicia dentro de poco. No puedo permitir que Yuri mate a Hammer, será todo un dolor de cabeza... pero enfrentará a la justicia de la manera correcta.
Volvió a intentar contactar con Izuku y afortunadamente le respondió.
— Peter. ¿Estás bien? E intentando contactarte desde hace horas.
— Igual yo. ¿Habrá sido una falla?
— Probablemente, ¿dónde estás? — le preguntó el japonés.
— A unas calles del hospital donde están varios matones de Hammerhead. Sé dónde va a estar y Yuri igual.
— No suenas emocionado por ello.
— Los convoys, las armas, todo fue una distracción para ir por el Proyecto Olympus. Yuri está fuera de control, dejó a varios matones del hospital sin manos o piernas.
— Diablos...
Peter se quedó callado. Recordó lo que la capitana le dijo de Izuku, que jamás llegó a ayudar a trasladar las armas. Quería saber porque, pero muy en el fondo algo le decía que no debía hacerlo.
Al menos no aún.
— Prowler me atacó. El y otro sujeto... Taskmaster.
— ¿Taskmaster? ¿El mercenario capaz de copiar estilos de combate?
— ¿Lo conoces? — le pregunto el arácnido.
— Leí sobre el en alguna página de chismes. Según parece, es alguien que le dio pelea a los vengadores. También que estuvo involucrado en... un extraño accidente de una instalaciones aéreas.
— Bueno, solo me distrajeron de su objetivo real. Aún no sabemos que sea el Proyecto Olympus de Sable. El plan de Hammerhead es enterrar a los jefes restantes vivos en algún sitio de construcción en Hudson Yards en vivo.
— Estoy cerca de ahí de hecho. ¿Cuando inicia la transmisión?
— En unas horas me parece. Quiere que la ciudad sepa que a pasado en los Maggia y no de una forma agradable. Te veo ahí.
— Hecho, nos vemos Peter.
La llamada finalizó.
Peter se quedó pensando en silencio. Quería entender pero se le complicaba, no tenía sentido. Tendría una charla nada amigable con Izuku una vez atraparan a Hammerhead.
Sin nada más que hacer se dispuso a esperar a que cayera la noche.
Esperando darle fin a todo este conflicto de mafias.
———————— Unas horas después.
Finalmente la luz de la luna se alzaba sobre la ciudad que nunca duerme acompañada de una leve nevada. Peter estaba sentando sobre una hamaca improvisada de telaraña observando su celular.
Estaba constantemente actualizando las noticias de radio y videos en vivo de la ciudad esperando que Hammerhead diera inicio a su gran espectáculo. Volvió actualizar sus notificaciones de pantalla hasta que algo salió.
— Te tengo.
Disparó dos redes desde su hamaca y se catapultó para tomar impulso y balancearse a toda velocidad. Dejo la transmisión abierta por lo que podía escuchar lo que sucedía mientras se dirigía al lugar.
En la zona de construcción estaban los matones de Hammerhead y los jefes restantes sobre una fosa vacía. Una la cual se llenaría de concreto enterrándolos vivos.
— ¡Buenas noches, Nueva York! Bienvenidos a nuestro show de hoy. El cambio de guardia — decía Hammerhead por el micrófono que poseía, sus manos tenían unos extraños guantes reforzados.
Hizo una señal con sus dedos, el hombre a cargo de la maquinaria encendió el mezclador del concreto y esta fue moviéndose hasta caer sobre la fosa.
— ¿¡Qué es eso!? — gritó uno de los jefes al sentir la mezcla sobre sus pies.
— ¿Recuerdan cuando "honor" y "lealtad" eran más que palabras? ¿Cuando los Maggia eran temidos y respetados? Hoy esos tiempos volverán — esbozó una sonrisa al ver a los demás jefes siendo enterrados lentamente, implorando por ayuda — Me gustaría unirme a la fiesta.
Miro hacia los edificios, observando como a la distancia se acercaban dos siluetas a toda velocidad. Una desprendía rayos.
— Pronto lo verán...
Se refugió dentro de aquel edificio en construcción. Pisos más abajo llegaron los dos héroes, miraron a su alrededor viendo a todos los hombres de Hammerhead protegiendo la máquina de mezcla.
— Muy bien, destruyamos la máquina y encarguémonos de estos sujetos — dijo Peter hacia el japonés.
— Yo destruyó la máquina, evita que maten a esas personas.
Una vez todo ya planificado se lanzaron al ataque. El peli verde corrió a toda velocidad con su poder amplificándolo, extendió su puño y destruyó la mezcladora y sus controles de un solo golpe.
Claro que llamo la atención de inmediato.
— ¡El relámpago verde está aquí! — iba a dispararle a Izuku. Su arma se le fue arrebatada por la telaraña.
El arácnido le lanzó el arma a otro matón que le dio de lleno en la cabeza. Sorprendió a otro por la espalda dándole varias patadas que lo hicieron caer.
Su punzada se activó, dio un salto hacia atrás con su muñeca extendida disparando así una telaraña que cubrió el rostro de su tirador.
El japonés noqueó a ese matón, sus látigos negros se manifestaron en el, abalanzándose sobre el otro sujeto con ametralladora que tenía al lado. Haciendo uso del don de flotar se elevó en el aire.
Desplegó el Air Shot y disparó contra el resto de matones que salían volando hacia atrás. Peter se impulsó gracias a su telaraña y noqueó a otro sujeto con ayuda de sus piernas.
Uno de los Mini Rhino embistió al arácnido haciéndolo impactar contra un vehículo que había por ahí. Le encestó varios golpes sobre la cara al héroe.
Peter lo cegó con su telaraña. Logró alejarse de él y comenzó a conectarle varios golpes, enredó un bote de basura y se lo lanzó. Volvió a golpearlo y el Mini Rhino cayó al suelo.
El peli verde cayó al lado de otro matón con arma. Le asestó un golpe y este cayó de donde estaba.
Uno de los sujetos con mochila cohete y escudo apareció y se abalanzó sobre el héroe de Japón. Cayeron del lugar donde se encontraban, el escudo estaba sobre Izuku.
— ¡TSK! — gruñó un poco al sentir la opresión del escudo sobre el.
Izuku fue arrastrado contra el suelo gracias al impulso de la mochila cohete. Una vez logró liberarse, envolvió al tipo entre sus látigos y lo azoto contra el suelo.
Su mochila se destruyó. Se le fue arrebatado el escudo por parte del arácnido.
— ¡Ahhh! — ambos héroes golpearon al matón juntos y este quedó fuera de combate.
— ¿Era el último? — le preguntó el peli verde al arácnido.
— Eso parece...
Las sirenas de policía no se hicieron de esperar. Una patrulla irrumpió en el lugar seguido de más vehículos, sus oficiales bajaron rápidamente.
— ¿Es la policía? ¡Ayuda! — grito uno de los jefes.
— Nos encargaremos de ellos — dijo uno de los oficiales hacia los jóvenes héroes — vayan tras el.
Peter e Izuku no perdieron su tiempo y comenzaron a trepar hacia arriba del edificio, lugar donde estaba Hammerhead esperándolos.
Bueno, más bien esperaba solamente a Deku.
La punzada del arácnido se activó, uno de los cristales ya colocados en el edificio se destruyó y algo arrastró a Peter hacia el interior del mismo.
— ¡Araña! — le gritó el japonés.
— ¡Tu sigue! — fue la respuesta que pudo darle Peter antes de estamparse contra un muro — ¡Aghh!
Peter se reincorporó, delante de él se encontraban Prowler y Taskmaster.
— ¿Round dos? — bromeó Taskmaster.
— ¿Hiciste una broma? ¡Lo copiaste de mi! Te demandaré por infracción al Copyright.
— Para que lo decía — su espada apareció entre sus manos.
— Si no te resiste acabaremos más rápido — le dijo el ladrón de morado.
— ¡Lo siento Prow! No está en mis planes.
Prowler desplegó sus garras de la punta de sus dedos listo para rebanar al arácnido.
— Como quieras.
Ambos corrieron el uno hacia el otro, Peter saltó sobre ellos.
Y dio inicio su segundo combate.
Izuku llegó a la cima, se detuvo sobre una pila de ladrillos mirando a su contrincante el cual caminaba lentamente hacia el. Hammerhead terminó de fumarse su puro para ver al héroe.
— Buen trabajo, conejito. Casi arruinan mi noche pero lo arreglaremos. Así funciona la TV hoy en día.
Los rayos del chico se manifestaron a más no poder. Estaba irradiando una ira que posiblemente no podría ser contenida más tiempo.
— ¿Te gusta? — le dijo, refiriéndose al exo-traje avanzado que poseía — Conoce al Proyecto Olympus. Hecho especialmente para ti, dale las gracias a Sable.
El peli verde permaneció callado, dio un salto y quedo suspendido en el aire con ayuda de uno de sus dones. Continuó mirando al cabeza de martillo.
— ¡Mi objetivo es revitalizar la mafia! Y requiere de un liderazgo duradero. Y ahora lo soy gracias a este traje.
— Solo quiero que sepas que voy arrancarte esa armadura de tu cuerpo. Nada es duradero — se dejó caer frente a él — y tampoco tu.
— Se manejar las relaciones públicas. Ya nadie toma enserio a los Maggia, no nos respetan. Pero una vez que los Maggia se unan a la liga, volverán a respetarnos — señaló a Deku — y también cuando vean a sus dos héroes caer sobre nuestra mano.
Cerró su puño y un rayo láser salió de un extraño disparador. El peli verde recibió el impacto y cayó al suelo, se levantó casi de inmediato.
— Es hora de volver a los días de gloria, Deku — Hammerhead fue elevado en el aire, su traje también lo hacía volar.
Trató de embestir al japonés pero este lo esquivó ágilmente.
— ¡No volverás a tus días de gloria! — lanzo un puñetazo que impactó sobre el pecho de la armadura.
Se sorprendió un poco al ver como su energía era drenada, Hammerhead rio por ello. Sus guantes se iluminaron y le dio un golpe al héroe que lo hizo retroceder.
— ¡Sable mandó hacer esta armadura para ti durante la crisis! ¡Absorbe la energía cinética de tus golpes y los expulsa al doble de potencia!
— Tsk... — gruñó molesto.
Ambos comenzaron a intercambiarse múltiples golpes. Hammer lo golpeó con su frente, tomó al héroe de los hombros, lo alzó en el aire y lo lanzó contra un muro que Izuku atravesó.
La armadura dejó de brillar, la energía que había absorbido había terminó de expulsarse. Pero eso no quitaba que la armadura poseyera otro tipo de armamento.
Su pecho se fue iluminando en rojo y un poderoso rayo salió de ahí. El peli verde desplegó los látigos negros y los usó de escudo para protegerse del rayo.
Una vez cesó, se balanceó con ellos sobre la zona y pateo en el rostro al mafioso. Se subió sobre sus hombros, tomó impulso con su cuerpo y lo azoto contra el suelo. Hammerhead se intentó levantar pero el peli verde comenzó apalearlo a golpes.
Los golpes iban en aumento. La ira se estaba apoderando del peli verde por completo.
Una ira que jamás había sentido.
Hammerhead detuvo el siguiente golpe. Volvió a cargar su rayo y este le dio de lleno a Izuku quien cayó al suelo, se llevó sus manos hacia su pecho le ardía aún con la armadura Stark puesta.
— Te enseñaré a respetar a tus mayores mocoso — alzó el vuelo y embistió a toda velocidad al japonés.
Ambos atravesaron el suelo y fueron bajando varios pisos mientras se intercambiaban golpes.
En los pisos de abajo continuaba Peter haciendo de las suyas. El arácnido esquivaba los múltiples cortes que Taskmaster intentaba acertarle. El mercenario retrocedió y le dio paso al ladrón de morado.
Peter detenía sus golpes como podía, esquivaba sus garras y patadas. Vio la oportunidad y le dio un puñetazo a Prowler, se balanceó alrededor de él y le conecto una doble patada.
— ¡Odio ese truco! — se quejó el ladrón.
Taskmaster logró prever dónde atacaría el arácnido, solamente extendió su mano abierta y lo atrapó del cuello. Lo azoto contra el suelo aún sujetándolo.
Sacó una daga del interior de su capa e intentó clavársela. La araña se liberó, lo golpeó en la cara y le arrebató la daga tirándola fuera del edificio.
Prowler lo atacó por la espalda arañándolo y destruyendo parte de su logo de la araña blanca en la espalda.
Peter soltó un gruñido por ello.
— ¡Oh que sucio! — se quejó entre bromas el arácnido.
Los dos villanos comenzaron a atacarlo en conjunto. Peter esquivaba y regresaba los golpes como podía.
Taskmaster desplegó su escudo y se lo lanzó sobre la rodilla. El héroe arrodilló una pierna, detuvo la patada que el mercenario intentó darle y lo empujó lejos de él.
Volvió a enfocarse en Prowler, le lanzó una telaraña a los ojos. Rápidamente se levantó y comenzó a conectarle varios golpes en el pecho.
Le lanzó otra red que se adhirió al villano y lo lanzó contra la pared de concreto con tanta fuerza que este lo atravesó.
El ladrón se quedó en el suelo. Intentó levantarse pero sus mando fueron atrapadas en telarañas.
— No te levantes...
La punzada.
Movió ligeramente la cabeza esquivando el escudo que el mercenario con máscara de calavera le había lanzado.
Se dio la vuelta y retomó su combate mano a mano con Taskmaster.
El mercenario esquivaba la mayoría de golpes del héroe gracias a su memoria fotográfica avanzada. Se adaptaba y a Peter le costaba seguirle el ritmo.
Task golpeó al castaño y este se alejó. Se miraron entre sí.
— Me retracto niño. Eres todo un reto lo admito — le decía el mercenario — pero hasta los retos en un punto me aburren.
— Memoria fotográfica ¿no es así?
— Vaya, lo averiguaste.
Task se abalanzó y le lanzó golpes consecutivos al héroe, Peter los esquivaba como podía gracias a esa punzada que poseía pero que aún no dominaba del todo.
El mercenario finalmente le conecto uno haciéndolo retroceder.
— Si... sería la única explicación posible de cómo te adaptas a cada combate... — se sobó la mandíbula, zona donde lo había golpeado — Es increíble.
El piso donde se encontraban tembló drásticamente. Un poderoso rayo salió de la nada cortando el límite que los tenía alejados. Ambos miraron de donde provino y ese algo iba cayendo a toda velocidad hacia abajo.
— ¿Enserio lo hará? — se preguntó el mercenario mirando a uno de los individuos que caían.
Peter logró distinguir los látigos negros, enfocó su vista hacia abajo. Eran Izuku y Hammerhead cayendo a toda velocidad. Miro rápidamente a Taskmaster pero este desapareció.
Miro el lugar donde había atrapado a Prowler y al igual que el otro había desaparecido.
Ahora solo se enfocó en su amigo.
— ¡Deku! — gritó su nombre.
Los otros dos estaban intercambiándose golpes consecutivamente mientras atravesaban piso por piso. El peli verde tomó de las muñecas al mafioso, sus rayos verdes emanaban con intensidad.
La armadura de Hammerhead estaba drenando su energía. Estaba riéndose como un loco al sentir tal poder.
Se liberó del agarre de sus muñecas y sus manos envolvieron el cuello del japonés.
— ¡Será un placer llevarte con Felicia! — un poderoso rayo salió de su pecho impactando contra Deku.
— ¡AGHHHH! — gritó el japonés al sentir su pecho arder.
El rayo cesó, Hammerhead lo movió de dirección y Deku cayó al suelo con el mafioso encima de él.
Comenzó a apalearlo a golpes, dejando salir todo el poder recibido por parte del héroe.
El chico detuvo el siguiente golpe con sus manos. Su látigo se abalanzó sobre el mafioso y lo lanzó lejos de él.
Se impulsó hacia arriba, extendió su pierna derecha y le dio una patada. Cayó a espaldas de Hammerhead y le asestó otro golpe en la parte trasera de la cabeza.
Sus látigos inmovilizaron a Hammerhead con todas sus fuerzas.
— Ah... — suspiraba agitado el japonés.
— ¡Ahhh! — exclamaba Hammerhead al intentar liberarse.
Izuku se quitó su máscara dejando a la vista su rostro sudado y con pequeñas manchas de sangre escurriendo de su frente.
— Tu... no tenías derecho de hacerle eso — lo dijo con un tono de voz siniestro — primero pasó un infierno con aquel sujeto — decía mientras caminaba lentamente hacia Hammerhead — abusó, maltrató y violó de ella... y tú te aprovechaste para moldearla.
— ¡Sin mí! ¡Ella hubiera muerto mocoso! ¡La quería como una hija!
— ¡MENTIRAS! — los rayos del chico se descontrolaron dándole un aspecto amenazante— ¡Solo te aprovechaste de ella! ¡Como un peón más en tu retorcido juego!
El hombre araña cayó a espaldas del peli verde. Miraba asombrado como el poder de Izuku parecía perder el control.
Incluso parecía que sus rayos combatían entre sí mismos.
— Ahora te voy a arrebatar lo mismo que le arrebataste.
Otro látigo más salió de su espalda. Este mismo adquirió una forma puntiaguda.
— No te atreverías maldito mocoso. No eres un asesino — le decía el próximo jefe de los Maggia entre risas — ¡Eres Deku! ¡El héroe! ¡El relámpago verde! No tienes las agallas.
— Deku... — le habló Peter.
El peli verde sonrió. Una sonrisa perversa dibujada en su rostro. Cosa que asustó a Hammerhead, esa sonrisa... ya la había visto antes. El arácnido no la vio al tener a su amigo de espaldas.
Fue entonces que el peli verde volvió a tener el mismo dolor en su ojo izquierdo. Se llevó su mano hacia ese ojo y lo sobo intentando calmar el dolor.
Pero era demasiado fuerte.
— ¡AGHHHH! — sus látigos se contrajeron de vuelta en el mientras caía al suelo — ¡NO!
— ¿¡Deku!? ¡Oye!
El arácnido se acercó viendo a su amigo gritar y retorcerse del dolor que estaba sintiendo.
Hammerhead miró a ambos.
— ¡Acabaré con ambos! — extendió sus muñecas las cuales se fueron iluminando de rojo al igual que su pecho — ¡Finalmente tengo todo el poder a mi alcance!
La punzada de Peter se descontroló, miró a Hammerhead cargar sus rayos láser a toda potencia. Miro al peli verde quien estaba aún en el suelo.
Se puso delante de él y trató de cubrirlo con su cuerpo.
— Peter... — dijo el nombre del arácnido.
El castaño vio a Izuku quien se levantó y lo tomó de los hombros. A espaldas del arácnido se acercaba a toda velocidad el rayo láser desintegrando y destruyendo lo que se cruzaba en su camino.
Unas palabras sordas salieron de la boca del peli verde que el castaño solo pudo escuchar. Los ojos de la máscara de Peter tomaron la expresión de sorpresa mientras era empujado.
— ¡IZUKU! — no, no iba permitirlo.
No otra vez.
Lanzó una telaraña que se adhirió al pecho de su amigo y jaló con todas sus fuerzas. El chico fue arrastrado con el arácnido.
El rayo alcanzó al peli verde. Quemando una parte de su mejilla y ojo izquierdo.
Los dos cayeron al suelo y seguido de eso el ensordecedor grito del japonés que se escuchó por toda la zona.
El dolor era horrible y mas el ardor.
Hammerhead estaba cargando otra vez su láser.
— ¡Oye!
Una voz femenina le gritó. Hammerhead se dio la vuelta.
Peter también miró.
Era Yuri.
Armada hasta lo dientes.
— Aquí tienes tu lección de miedo.
Disparó.
Las balas impactaron sobre la armadura haciéndolo retroceder.
El mafioso iba a atacarla, sin embargo, su traje había usado toda la energía recolectada.
La capitana se acercó a Hammerhead, lo pateo en su rostro haciéndolo caer al suelo. Le colocó el arma directamente en la frente con el gatillo preparado.
Los dos intercambiaron miradas.
— Anda... hazlo.
Yuri tenía cada vez más cerca el dedo sobre el accionador.
El mafioso rio en señal de burla. Sabía que no podría hacerlo.
— No tienes las agallas Watanabe. Sé cómo piensas y sé que tú no vas a dispara—
¡PUM!
Los oficiales llegaron al lugar de la escena. Yuri tiró el arma al lado del cuerpo sin vida de Hammerhead.
— Yuri... — dijo su nombre Peter.
La capitana miro a sus hombres y luego al arácnido.
— Hice lo que tenía que hacer.
Fue la respuesta más cortante y fría que había recibido por parte de ella.
El silencio se apoderó del ambiente.
El conflicto había llegado a su fin con el peor resultado posible.
Con Hammerhead muerto.
Los paramédicos llegaron a la escena y rápidamente trasladaron a Midoriya hacia abajo donde esperaría la ambulancia que lo llevaría al hospital.
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¡El diablooooo, cebolla! ¡Que se acaban de matar a Hammerhead y desfigurar al otro pobre! ¿¡Qué fue lo que le dijo Izuku a Peter?!
¡Habrá que averiguarlo en los próximos capítulos!
Espero este capítulo halla sido de su agrado. Ya se la saben. ¡Se agradece con su voto o comentario!
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Dos ambulancias salieron del sitio de construcción. Uno iba a la morgue y otro a urgencias, Peter acompañaba a Izuku hacia el hospital mientras que unos policías custodiaban el cuerpo sin vida de Hammerhead.
Uno de esos policías se acercó a inspeccionar y verificar que el mafioso hubiera pasado al otro plano.
— Es una pena lo que pasó con la capitana y a ese chico... — decía el otro oficial hacia su compañero callado — pero me alegra saber que este maldito está muerto.
Su compañero comenzó a sudar. Es más, ni sudaba. Se estaba derritiendo.
— ¿Quién dijo que lo está? — drásticamente su voz se tornó femenina.
Un cuchillo apareció en su mano y asesino al otro policía que estaba a su lado. Toga sonrió y lamió la punta de su arma bañada en sangre.
Abrió la bolsa que transportaba el cuerpo sin vida del mafioso. Lo miró de arriba a abajo observando su armadura.
— Eres afortunado, aún tenemos planes para ti pequeño cabeza de martillo — le dijo entre risas — pero tú mafia... ahora nos pertenece.
Se levantó de su asiento y se dirigió a la parte delantera de aquella ambulancia con su cuchillo en mano. La ambulancia drásticamente cambió de dirección y se fue por otra calle hasta perderse.
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