Capítulo 63
Una vez salieron del hostal Darthañan y Frigglene parecían agotados. Ninguno de los dos se imaginaba el daño que habían causado en las ultimas doce horas. Por un momento pensaron que solo tenían que pagar los daños que habían causado en la cafetería, pero pronto se dieron cuenta de que Theodor y Elizabeth no habían escatimado en sus esfuerzos por buscarlos.
― ¿En ningún momento se les ocurrió que habíamos salido? ― preguntó Darthañan.
ÉL se encontraba cargando a Theodor en sus hombros mientras que Elizabeth caminaba tomando la mano de Frigglene.
―Nop― respondió Theodor.
―Según lo que ustedes nos dicen no debemos salir por la noche ― dijo Elizabeth.
― Oye si ¿Por qué estaban afuera? ― preguntó Theodor entrecerrando sus ojos con sospecha.
―Emmm estábamos haciendo algo importante ― respondió Darthañan.
― ¿Qué cosa? ― preguntó Elizabeth.
― Estuvimos pensando que sería una buena idea quedarnos a vivir por un tiempo en esta isla ― contestó Frigglene antes de que su esposo empezara a enredar las cosas.
― ¿Vamos a tener una casa aquí? ― dijo Elizabeth sorprendida.
―Yo quiero vivir ahí― agregó Theodor señalando lo que parecía una mansión de color blanco.
Mientras los dos padres continuaban explicándoles a sus hijos lo que harían de ahora en adelante, el grupo conformado por ellos y sus sirvientes salió del sector tres. Luego del percance con lord Amgu se enteraron que la influencia de su familia era bastante fuerte en este lado de la isla. Por lo que prefirieron evitar problemas y buscar el lugar donde iban a ubicarse en alguno de los otros sectores.
Darthañan y Frigglene no le tenían miedo, pero querían mantener un perfil bajo. Frigglene por si sola podría vencer en combate a casi todas las fuerzas en esta isla; y no podían olvidarse de Sigurd la tercera persona de segunda magnitud de su grupo. Para estos momentos todos confundían el extraño actuar del nerthus como confianza en vez de cobardía.
Después de caminar toda la mañana el grupo entró a un restaurante para almorzar. Darthañan entabló conversación con el mesero y pronto pudo hacerse una idea de los siete sectores. Su importancia estaba claramente denotada por la posición que tenían.
El sector uno era el lugar más importante debido a que la residencia del vizconde se encontraba ahí. Las diferentes ramas de esta familia noble contaban con mansiones y las sedes principales de sus negocios. En pocas palabras este era el centro político de Nueva Tensis.
El sector dos estaba dedicado para los militares. Las oficinas, las academias, zonas de entrenamiento, fábricas, residencias y demás lugares relacionados estaban todos ubicados aquí.
El sector tres era el área comercial. Como el motor económico de Nueva Tensis su influencia se extendía por los demás sectores ya que su mera existencia implica su coexistencia con los demás. Aquí se encontraban los puertos, hoteles y demás lugares para los extranjeros; por esta razón este fue el lugar en donde la familia se había quedado hasta ahora.
El sector cuatro era el industrial. Aunque los neandertales no poseían gran afinidad con la magia ni gran capacidad intelectual, esto no significaba que no pudieran desempeñarse en los campos que requerían de estas habilidades. Su industria estaba en su gran mayoría enfocada en el procesamiento de productos agropecuarios.
El sector cinco era uno de los más amplios, aquí funcionaba todo lo relacionado con el área agraria. Mientras que en el sector seis que también contaba con un área enorme estaba dedicado al área pecuaria. En estos dos sectores se podían apreciar extensos cultivos y grandes manadas de animales pastando.
El último sector no era el más importante, pero si el más popular. Esta zona proclamada las tierras salvajes se encontraba delimitada por formaciones mágicas y un cerco de última tecnología. Este sector era el lugar predilecto para que los neandertales pudieran desatar sus instintos ancestrales luchando contra todo tipo de criaturas.
Luego de escuchar al mesero Darthañan y Frigglene decidieron mientras almorzaban que el mejor lugar para buscar una residencia seria en el sector cuatro. Después de la discusión que tuvieron por la noche y de acuerdo a los planes que habían más o menos delineado este sector era el que mejor se ajustaba a sus necesidades.
Al salir del restaurante se dirigieron al sector industrial siguiendo las indicaciones que recibieron del mesero. Una vez llegaron, ubicaron una de las oficinas gubernamentales y dejando a los dos pequeños que estaban tomando la siesta con sus sirvientes; Darthañan y Frigglene ingresaron para realizar todos los procedimientos para poder adquirir residencia en Nueva Tensis por unos cuantos meses.
Afortunadamente para ellos, los neandertales no aprecian la burocracia tanto como los humanos, por lo que en menos de dos horas ya se encontraban legalmente registrados como residentes temporales de Nueva Tensis.
Enseguida, siguiendo las indicaciones de los oficiales que los atendieron el grupo se dirigió a una segunda oficina gubernamental. Aquí preguntaron, negociaron y rentaron el terreno que utilizarían. Al cuestionar los procedimientos para abrir un negocio Darthañan y Frigglene se llevaron la grata sorpresa de que solo tenían que registrarse en la interfaz de Nueva Tensis para operar de forma legal.
En este punto Darthañan no pudo aguantarse y empezó a preguntar por esta interfaz, por las formaciones mágicas y el cerco en el sector siete y las diferentes industrias que manejaban. Y la respuesta para cada una de sus preguntas fue:
―Lo compramos de las islas medias.
Vencido Darthañan salió con Frigglene de las oficinas y se dirigieron junto a sus sirvientes al terreno que acaban de arrendar. Al contemplar el paisaje mientras caminaban pudieron notar como el sector cuatro parecía más un lugar rural que una zona industrial. El hecho de que los neandertales no construyeran hacia arriba sino hacia abajo permitía que el paisaje en el exterior no fuese tan afectado.
Al llegar al terreno que alquilaron los ojos de todos los presentes se abrieron de sobremanera. Darthañan y Frigglene se lamentaron al no haber revisado el lugar primero.
Frente a ellos había una casa de madera de un muy buen tamaño que con facilidad acomodaría a todos, aunque se veía dilapidada su estructura no mostraba ningún problema. Con un poco de cuidado y de limpieza no se notaría ningún problema. Lo que sorprendió a todos fue la gran cantidad de basura en el terreno.
Este lugar había sido literalmente tomado como el basurero de la zona; incluso mientras que encontraban aturdidos viendo el lugar, un hombre vacío una carreta llena de partes metálicas y se fue silbando.
―Ya veo porque nos salió tan barato― dijo Darthañan intentando amenizar la situación.
― ¡Wow! ―
En ese momento el grito de Theodor llamo la atención de todos.
― ¡Eli! Mira vamos a explorar ― exclamó el pequeño soltándose de los brazos de Sigurd.
Elizabeth se despertó y al ver a su hermano tan emocionado, miró a su alrededor y con estrellas en sus ojos se soltó de los brazos de Nessa, la quinoid perro que la trataba como una muñeca.
Los dos pequeños salieron corriendo, empezaron a escarbar entre los escombros, escalar montañas de máquinas y correr por todos lados.
― ¡Tod, Eli! Tengan cuidado― gritó Frigglene al salir de su estupor.
―Sigurd por favor cuida que no se hagan daño ― pidió Darthañan tomando de la mano a su esposa.
―Tenemos que revisar la casa y la propiedad ― Darthañan le dijo a Frigglene indicándole que caminaran hacia la casa.
―Por favor ayúdennos con la limpieza de la casa. Por el momento ignoren todo lo que está por afuera― dijo Darthañan mirando hacia los sirvientes.
Ya eran horas de la tarde y tenían que organizar todo para pasar la noche en este 'basurero', por ahora la prioridad era tener la casa lista.
Al abrir la puerta Frigglene notó que esta no hizo ningún ruido y tampoco le dio la sensación de que se fuera a desarmar. Al entrar un gran jardín la recibió, la falta de cuidado no ocultaba la belleza de las flores que lo decoraban, incluso había algunos árboles frutales. Un corredor cuadrado formado por barandas y las paredes adyacentes rodeaba el jardín. Hacia el norte había una estructura cuadrada y al oriente y occidente se extendían dos estructuras rectangulares, la entrada por donde habían entrado quedaba en el sur de la casa que en cualquier otro lado parecería una mansión tropical.
Pasando por la gran puerta por donde una persona podría transitar sobre un caballo, Darthañan y Frigglene empezaron a recorrer el pasillo hacia la derecha. Todo el lugar estaba lleno de polvo, mugre y olía a madera mojada. Se podían ver uno que otro insecto y todas las esquinas estaban llenas de telarañas. No había muebles, solo escombros. Todo se veía muy desgastado, pero no dañado.
En la estructura hacia el oriente había dos escaleras con leves inclinaciones, una hacia arriba y la otra hacia el nivel subterráneo. El primero piso consistía en doce habitaciones seis con ventanas hacia el norte y las otras hacia el sur. El piso subterráneo estaba dividido en un cuarto de servicios y una bodega.
Saliendo de esta primera estructura y dirigiéndose a la que se encontraba en el norte, que era cuadrada y más pequeña que la anterior, se encontraron con una gran habitación vacía con un enorme hueco en el centro que parecía el lugar para una fogata o una chimenea. El techo estaba diseñado con algunos huecos para que el humo saliera, pero al no ser diseñados por un profesional la ventilación del lugar era muy pobre. Puertas corredizas de papel, con varias rasgaduras, en cada una de las otras tres paredes daban paso a un gran porche.
La ultima estructura, en el lado occidental, era del mismo tamaño que su contraparte oriental. En el primer piso contaba con una habitación principal tres veces más grande que las de la otra estructura, y cuatro habitaciones con el doble del tamaño de las otras. En el subsuelo había una enorme habitación vacía.
Una vez terminaron el recorrido Darthañan y Frigglene salieron al patio en medio de la casa.
―Hogar dulce hogar― sonrió Darthañan tomando a su esposa de la cintura.
―Hogar dulce hogar― repitió sonriendo Frigglene, colocando sus manos sobre el pecho de su marido.
Su nueva vida acababa de comenzar.
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¡Hola a todos!
Feliz Año 2022
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Les deseo unas felices fiestas y nos vemos el próximo viernes.
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