Nueva Urbem

Peter Parker vivía con su tío Ben después de que sus padres murieran en un accidente de coche cuando él tenía cinco años. Ahora tenía diez años y estaba ayudando a su tío a limpiar el ático cuando se encontró con una vieja caja con una foto que le llamó la atención.

"Oye, tío Ben, ¿qué es esto?", pregunta Peter mientras su tío ve que sostiene una foto de él estrechando la mano de Mr. Increíble mientras le presenta un metal.

"Ah, eso es de mi época como policía novato en Metroville", explica Ben y sonríe ante la foto.

"Ese es el Mr. Increíble. Uno de los muchos superhéroes que mantendrían la ciudad a salvo. Fue un honor para mí presentar ese metal después de que detuviera a un supervillano que se hacía llamar Subterraneo".

"¿Subterraneo?" Peter se ríe al oír el nombre.

-Sí, no eran tan buenos inventando apodos amenazantes -concuerda Ben mientras se ríe con él.

Peter continúa mirando la caja y ve algunos periódicos sobre otros superhéroes: Gazerbeam, Capitán América, Frozono, Elastigirl, Iron Man, Tradewind, Wolverine y un montón de otros superhéroes.

-De verdad te gustan los superhéroes, ¿eh, tío Ben? -pregunta Peter.

Ben suspira y sonríe mientras toma asiento y observa los recuerdos de los viejos tiempos. "En mi opinión, los héroes nos muestran quiénes podemos ser todos. Eran personas que hacían lo correcto simplemente porque era lo correcto. Se esforzaban por ayudar a los demás porque querían hacerlo... Lamentablemente, no todos están de acuerdo con ese motivo".

- ¿Qué quieres decir? - pregunta Peter.

"Hace unos años, quizás unos cuantos antes de que tú nacieras, el gobierno básicamente se hartó de que la gente buena hiciera el bien solo porque era lo correcto. Obligaron a estos buenos héroes a esconderse", explica Ben con una mirada triste. "Espero que algún día alguien pueda deshacerse de esas leyes y los héroes puedan volver a ayudar a la gente. Pero no creo que eso suceda pronto".

Peter todavía tenía curiosidad por saber qué había sucedido para que el mundo pareciera haberse vuelto contra todos estos héroes.

Pero él no se preocupa por eso, ya que no puede hacer nada para ayudar y regresa a vivir su vida con su tío.

Lamentablemente ese no fue el final de la historia...

¡BANG!

Peter tenía ahora quince años y sostenía a su tío moribundo en las frías calles mientras la lluvia caía sobre él mientras lloraba pidiendo ayuda a alguien.

Hace una semana, realizó una excursión que cambió su vida para siempre. Peter fue picado por una araña y de alguna manera adquirió habilidades similares a las de una araña.

Iba a revelarle sus habilidades a su tío, mostrarle que tenía habilidades como los superhéroes que admiraba.

Pero obviamente eso no salió como estaba planeado. Fueron atrapados por un asaltante con el que Ben intentó luchar, y Peter hizo lo mejor que pudo para ayudar, pero todo terminó con Ben recibiendo un disparo.

Más tarde, Peter fue enviado a vivir con su tía May en Metroville, lo que le dio algunas ideas sobre lo que podía hacer con los poderes que le habían otorgado.

Con el dinero que tenía, reunió lo que pudo para crear su propio súper traje. No era nada espectacular, pero mantendría su identidad a salvo.

Incluso utilizó algunos elementos químicos para crear una fórmula que representara la seda de araña. Pero antes de hacer algo importante, necesita averiguar más sobre esta ley de superhéroes.

"En un sorprendente suceso, un superhéroe es demandado por salvar a alguien que, aparentemente, no quería ser salvado. El demandante, Oliverio Sanito, que fue frustrado por su intento de suicidio por Mr. Increíble, ha presentado cargos en contra del afamado superhéroe en la Suprema Corte de justicia. Cinco días después, otra demanda se presento por las víctimas del accidente del tren. Las derrotas de Incredible en la corte cuestan millones al gobierno. Y abren las compuertas a docenas de demandas a superhéroes en todo el mundo".

"Ya es tiempo para que su identidad secreta se vuelva en su única identidad. Tiempo para que se unan a nosotros o se vayan".

"Bajo la tremenda presión pública y la aplastante carga financiera de la serie de demandas acumuladas, el gobierno discretamente inició el Programa de Reubicación de Superhéroes. Los supers recibirían amnistía por su responsabilidad en acciones pasadas, a cambio de la promesa de nunca volver a sus actividades héroicas. ¿Qué hacen ahora? Viven entre nosotros. Ciudadanos comúnes, héroes comúnes. Discreta y anónimamente continúan haciendo de este mundo un mejor lugar".

Peter acaba de terminar de ver el documental que explica por qué ya no se ven superhéroes.

-Ah, eso explica muchas cosas -comenta Peter, pero eso no le impedirá hacer lo que tiene pensado hacer.

Después de dos meses, Peter ha estado aprendiendo a usar sus poderes y acaba de regresar a casa de sus más recientes aventuras en la lucha contra el crimen.

Se arrastra por la ventana de su dormitorio, se quita la máscara y luego procede a tomar el resto de su traje y lo cuelga en su armario, escondido en la esquina para que May no lo tropiece por accidente.

Luego se pone ropa normal y se arremanga, ocultando los lanzatelarañas debajo. Regresó justo a tiempo para la cena, ya que parece que May hizo tacos de pollo, que son lo mejor (y lo único) que hace.

Estaban sentados a la mesa comiendo, hablando de su día cuando la pantalla del televisor llamó la atención de Peter.

"¿Qué?", ​​pregunta May mientras se gira para mirar la pantalla y ve que están hablando de la reciente batalla que Peter tuvo con unos ladrones cuando se dio vuelta para mirar a Peter. "Ves que algo así está sucediendo, te das vuelta y corres en dirección contraria".

-Sí, claro que sí -concuerda Peter, pues no quiere que ella aprenda lo que él hace.

"Eso está a sólo seis cuadras de nosotros", se burla May mirando la pantalla antes de que se le ocurra algo. "Ah, y antes de que me olvide, los Parr vienen a visitarnos este viernes", dijo mientras Peter estaba en medio de devorar su comida.

"¿Quién?" preguntó Peter una vez que terminó de tragar su comida.

-Los Parr. ¿La familia que vive a unas cuantas casas de la nuestra? -le explicó May, señalando con el pulgar en dirección a su casa.

"Oh, ¿por qué vienen?", se preguntó Peter.

"Para darte la bienvenida al vecindario", respondió May. "Soy amiga de la madre y querían conocerte una vez que te hubieras instalado".

-Oh, bueno, me aseguraré de comportarme lo mejor posible cuando vengan -prometió Peter con una sonrisa mientras se limpiaba la comida de la boca con una servilleta e hizo una mueca de dolor cuando accidentalmente tocó un moretón que recibió durante la reciente pelea.

"Peter, ¿estás bien? Parece que llegas cada vez más tarde a casa", preguntó May, lo que hizo que Peter se congelara mentalmente por un momento. Esperaba estar siendo inteligente, pero debería haber sabido que ella era lo suficientemente inteligente como para notar que algo estaba pasando y tuvo que tratar de pensar en una razón por la que siempre llega tarde a casa.

"Yo uh... yo estoy..." Peter tartamudeó mientras intentaba pensar en una excusa:

¿Detención? No, May sabe que Peter es demasiado bueno como para que lo castiguen. ¿Tráfico? Eso no explicaría el aumento constante del tiempo que pasa fuera de la escuela.

"He empezado a ayudar a mi escuela dando clases particulares", dijo Peter, y por fin se le ocurrió la idea.

-Oh, qué dulce, Peter. ¿En qué estás dando clases particulares? -preguntó May, interesándose más en el tema de lo que Peter esperaba.

-Ciencias y matemáticas -respondió Peter rápidamente, pues esas eran sus materias más fuertes.

-Esos son tus puntos fuertes -dijo May riendo mientras se levantaba y me abrazaba-. Ben te enseñó bien.

—Ben sí que sabía lo que hacía —dijo Peter, con tristeza, mientras le devolvía el abrazo—. Él querría que no nos quedáramos atrapados en el pasado —le recordó, intentando que su tía volviera a la normalidad.

"Bien. Tienes razón. Está bien, Peter. Deberías ir a prepararte para ir a dormir. Mañana tienes clases", le indicó May mientras comenzaba a limpiar la mesa y Peter le dio una mano rápida para limpiarla.

—Está bien, tía May, buenas noches —dijo Peter mientras la abrazaba y subía las escaleras para irse a dormir mientras May hacía lo mismo.

Bueno, él se estaría yendo a la cama... si el escáner policial en su habitación no le alertara de que se estaba produciendo un robo a un banco.

"No hay descanso para los justos", pensó Peter mientras volvía a su armario para sacar su traje.

El traje era rojo y azul, con una tela resistente y flexible y un diseño de telaraña negra. En el centro del traje había una pequeña araña negra y la parte de atrás era completamente roja, ya que básicamente era una sudadera roja. Era lo mejor que podía hacer con lo poco que tenía.

Peter se quitó rápidamente la camisa y los pantalones y los colocó sobre la cama mientras se ponía el traje. Luego tomó su máscara y se la colocó sobre la cara.

En su auricular, lo tiene conectado a los escáneres de la policía y le alerta sobre los delitos que se están cometiendo.

Luego, Peter abre la ventana de su dormitorio en silencio y espera a que la luz del segundo dormitorio se apague, lo que significa que May ya estaría en la cama o preparándose para ello.

"Duerme bien, tía May. Yo no lo haré", susurró Peter mientras se aferraba al exterior de su casa, cerró la ventana y se agachó rápidamente para que no lo vieran.

" Robo en el banco de la calle 7 y Broadwell ". El escáner policial informó a Peter que llevaba la máscara mientras abría una cuadrícula GPS de la ciudad en su teléfono y señalaba la ubicación antes de empezar a correr.

"Muy bien. Es hora de ser un héroe", se dijo Peter mientras corría, saltaba la cerca y disparaba una línea de su telaraña para que se pegara al poste de luz y comenzaba a dirigirse al lugar.

Más tarde, Peter aterrizó en la parte superior del banco que estaba siendo robado y se arrastró a través de los conductos de aire para ver la situación.

Desde allí, pudo ver que había tres hombres, todos armados y que tenían a todos en el suelo. Todos llevaban un pasamontañas y la misma sudadera con capucha, pantalones deportivos y botas militares negras.

El cajero estaba metiendo rápidamente el dinero en un saco de arpillera que le habían entregado los hombres. Peter se dio cuenta de que la situación iba a empeorar rápidamente si nadie hacía algo... bueno, era hora de que alguien hiciera algo.

Peter salta desde el respiradero más cercano a la salida y se pone de pie detrás de ellos.

"Oigan, chichos. ¡No creo que así se hagan las retiradas!" bromeó Peter mientras los tres se daban vuelta y le apuntaban con sus armas. Todas sus armas eran pistolas, así que Peter no estaba demasiado preocupado por sí mismo.

- ¿Quién es este payaso? - preguntó el ladrón de la izquierda.

—Una mejor pregunta: ¿cómo entró aquí sin que lo oyéramos? —preguntó también el ladrón de la derecha.

"Aquí hay una pregunta aún mejor: ¿se van a entregar?", bromeó Peter mientras un ladrón le disparaba, quien inmediatamente lo esquivó con una voltereta.

Los otros dos estaban a punto de comenzar a apuntar a Peter, lo que provocó que sus sentidos se activaran y, por instinto, disparó una telaraña de cada mano hacia las armas de los ladrones, haciendo que la telaraña se metiera en los cañones de sus pistolas, atascándolos.

"¡¿Este sujeto es un súper?!" gritó confundido el ladrón del centro.

Peter corrió hacia los ladrones con las armas ahora inservibles y saltó a una pared, se impulsó y derribó a un ladrón contra su amigo. Luego lanzó un montón de telarañas para atrapar a los ladrones en el suelo.

"¡Me voy de aquí!", dijo el último ladrón mientras intentaba llegar a la puerta mientras Peter intentaba atraparlo con una red, solo para descubrir que los contenedores estaban vacíos.

"¿Ya te quedaste sin telarañas? Eh... está bien entonces." Peter compartimentó mientras tomaba una de las armas inútiles y se la arrojaba al ladrón que huía, golpeándolo en la nuca mientras caía al suelo inconsciente.

"¿Alguien tiene una brida?", preguntó Peter a la multitud de civiles asustados y confundidos.

Obviamente, nadie respondió, ya que no esperaban que un joven superhéroe los salvara. Sobre todo teniendo en cuenta que son ilegales.

Entonces Peter escuchó las sirenas de los agentes de policía que se acercaban y decidió salir saltando a los conductos de ventilación y arrastrándose fuera del edificio.

Cuando llegó al techo, se dio cuenta de que, como no tenía correas, no podía regresar a casa y tenía que correr y saltar todo el camino de regreso.

Le tomó un tiempo, tratando de evitar a los oficiales y otras personas, pero logró llegar a casa sin ser visto y se arrastró hasta su ventana antes de entrar y comenzar a quitarse el traje y colgarlo en su armario antes de simplemente caer en la cama e irse directo a dormir.

Excepto que en el mismo momento en que lo hizo, su alarma sonó para despertarlo.

"¡Aahhhhhhhh!", gritó Peter mientras se tapaba la cara con la almohada mientras la alarma seguía sonando.