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Capitulo 5: Una alianza inesperada

Árboles y hojas cayendo al suelo eran lo único que se veía, pero el sonido del lugar decía lo contrario. Se escuchaban pasos y una puerta cerrándose. Dentro del bosque, una cabaña abandonada aguardaba en silencio.

Santiago: Ugh... ¿Por qué... ah... por qué tengo que cargarlo?
—se quejó el ángel mientras llevaba al humano inconsciente, mientras el demonio inspeccionaba la cabaña.

Jaileth: ¿Por qué fue culpa tuya que todo esto pasara?

Santiago: ¿¡¿Mi culpa?!?
—respondió el ángel, dejando al humano sobre un viejo sofá.

Jaileth: Si mal no recuerdo...
—dijo mientras abría la puerta de una de las habitaciones.

Jaileth: Tú apareciste de improviso, me atacaste primero y, gracias a ti, esos tipos del gobierno llegaron.

Santiago, molesto, tomó su hacha de la espalda y la lanzó en dirección al demonio. El arma pasó peligrosamente cerca del objetivo.

Jaileth se giró con una mirada afilada.

Jaileth: ¿Qué sucede, imbécil? ¿Acaso estás molesto porque tengo razón?

Santiago: No, estoy furioso porque tú tienes la culpa de todo y encima me estás echando la responsabilidad.
—respondió el ángel con furia.

Jaileth lo miró con una expresión seria, mientras Santiago continuaba.

Santiago: Por ti es que todo esto está pasando. Estoy seguro de que eres el causante de lo que ha ocurrido en este pueblo.

Jaileth: ¿¡¿Mi culpa?!? Yo no tengo nada que ver con eso.

Santiago: Como digas, demonio, pero sé que tienes la culpa de todo.

Jaileth respiró hondo, controlando su rabia. Sabía que desatar sus poderes solo empeoraría la situación. Su mirada recorrió la cabaña: paredes desvencijadas, muebles cubiertos de polvo y una ventana rota que dejaba pasar la brisa nocturna. No era el lugar ideal, pero al menos ofrecía refugio.

Jaileth: Mira, "alado de segunda"...
—dijo con sarcasmo, señalando al humano inconsciente.

Jaileth: Si quieres seguir con esta discusión sin sentido, adelante. Pero antes de que explotes tú mismo con tus "rayitos celestiales", recuerda que necesitamos respuestas, y este chico es nuestra mejor pista.

Santiago apretó los puños, sus ojos verdes brillando con un leve destello.

Santiago: ¿Y cómo piensas que lo lograremos, demonio? ¿Interrogándolo mientras está inconsciente?

Jaileth desvió la mirada antes de responder.

Jaileth: Ah, claro, porque lanzar un hacha a mi cara definitivamente resolverá todo.

El silencio entre ambos se tensó. Finalmente, Santiago dio un paso atrás y se dejó caer en una vieja silla de madera.

Santiago: Tenemos que trabajar juntos... por ahora.
—dijo a regañadientes.

Santiago: Pero no pienses que confío en ti.

Jaileth rodó los ojos y se cruzó de brazos.

Jaileth: Lo mismo digo, "alitas".

Un débil gemido rompió la tensión. Ambos se giraron hacia el sofá, donde el humano empezaba a moverse. Su mano aferró un reloj de bolsillo que llevaba en su chaqueta.

Samuel: Ugh... ¿dónde...?
—murmuró, abriendo los ojos con dificultad.

Santiago fue el primero en acercarse con cautela.

Santiago: Tranquilo, estás a salvo.

Samuel lo miró confundido, sus ojos marrones reflejando miedo y desconcierto. Al notar al pelirrojo, su expresión cambió a una mezcla de reconocimiento y tensión.

Samuel: Tú...
—empezó a decir, pero tosió antes de terminar la frase.

Jaileth levantó una ceja.

Jaileth: ¿Yo qué, niño genio? ¿Me vas a culpar también?

Samuel respiró hondo, ignorando el comentario.

Samuel: El cristal... ¿lo tienen?
—preguntó con urgencia.

Jaileth sacó un cristal azul brillante de su bolsillo y lo levantó.

Jaileth: ¿Te refieres a este cristal?

Samuel: ¿Eh? ¡Dámelo!

Intentó levantarse, pero su cuerpo cayó nuevamente al suelo, sin fuerzas.

Santiago: ¡Chico!
—el ángel se acercó rápidamente para ayudarlo a reincorporarse.

Samuel: ¿Qué me pasa...? No tengo... fuerzas... ah...

Jaileth observó a Samuel con desconfianza, aunque no pudo evitar una leve expresión de intriga. El cristal en su mano parecía reaccionar al estado debilitado del joven, brillando con pulsos más intensos a medida que Samuel intentaba hablar.

Jaileth: Este niño está conectado al cristal de alguna manera.
—murmuró, cerrando su mano alrededor del objeto.

Santiago: ¿Crees que no me di cuenta? Su energía está drenada, y eso no es normal.

El ángel inspeccionó a Samuel más de cerca. Tocó su frente y sintió una ligera descarga que lo hizo retroceder.

Santiago: ¡Ah! Este chico está cargado de algún tipo de energía... pero no parece celestial.

Samuel intentó levantarse de nuevo, pero su cuerpo seguía sin responder del todo. Su voz era apenas un susurro.

Samuel: ...Es... el cristal... parece que está diseñado para... canalizar energía...

Dijo con evidente mentira

Jaileth alzó una ceja, mientras giraba el cristal en su mano, estudiándolo.

Jaileth: ¿Diseñado? ¿Por quién? ¿El gobierno? ¿Eres uno de ellos?

Samuel negó con la cabeza, aunque el esfuerzo parecía agotarlo.

Samuel: Trabajo... con ellos... pero no soy uno de ellos...

Jaileth bufó y se cruzó de brazos.

Jaileth: ¿Y qué diferencia hay? Si estás trabajando para esa gente, probablemente eres igual de peligroso que ellos.

Santiago: No saques conclusiones apresuradas, demonio.
—interrumpió el ángel, aunque su tono seguía siendo serio.

Santiago: Es evidente que este chico sabe más de lo que dice. Y si queremos respuestas, tendremos que escucharlo.

Jaileth giró los ojos, pero no discutió. Se inclinó ligeramente hacia Samuel, sosteniendo el cristal frente a él.

Jaileth: Está bien, genio. Habla. ¿Qué demonios es este cristal y por qué nos está causando tantos problemas?

Samuel respiró con dificultad, pero sus ojos se enfocaron en el cristal como si de alguna manera lo hipnotizara.

Samuel: Es... tecnología experimental... diseñada para manipular energía...

Dijo con evidente mentira pero para el demonio y el angel parecia creible.

El silencio llenó la cabaña tras esas palabras. Santiago y Jaileth se miraron, ambos con expresiones de incredulidad.

Santiago: ¿Energia? Eso es... imposible, estaban jugando con cosas que no entienden.

Jaileth: No tan imposible, "alitas". Parece que los humanos han estado jugando con fuego... literalmente.

Samuel levantó una mano débilmente, como si quisiera tomar el cristal, pero no tenía fuerzas suficientes para alcanzarlo.

Samuel: Ese cristal... no es estable. Si sigue acumulando energía... podría explotar...

Jaileth frunció el ceño y bajó la mano, apartando el cristal de Samuel.

Jaileth: ¿Y qué hacemos con él? ¿Tirarlo al río?

Samuel negó con la cabeza, su tono desesperado.

Samuel: ¡No! Necesitamos contenerlo... o destruirlo en el laboratorio...

Santiago: ¿Laboratorio? ¿Dónde está?

Samuel tragó saliva, luchando por mantenerse consciente.

Samuel: En... el complejo subterráneo del gobierno... al sur del pueblo.

Jaileth y Santiago intercambiaron miradas. Ambos sabían que entrar en un complejo del gobierno no sería tarea fácil, especialmente con el estado en el que se encontraban.

Jaileth: Perfecto. Como si no tuviera suficientes problemas, ahora tenemos que infiltrarnos en una base militar.

Santiago: No tenemos otra opción. Si este cristal realmente es una amenaza, no podemos dejarlo aquí.

Jaileth suspiró, mirando el cristal una última vez antes de guardarlo de nuevo en su bolsillo.

Jaileth: Está bien, "alitas". Pero si esto es una trampa, no me culpes cuando las cosas salgan mal.

Santiago asintió con seriedad y luego miró a Samuel.

Santiago: Descansa un poco. Vamos a necesitar tu conocimiento si queremos lograrlo.

Mientras Samuel se recostaba nuevamente en el sofá, Jaileth se acercó a la ventana rota, observando el bosque bajo la luz de la luna.

Jaileth: Espero que esto valga la pena... porque si no, alguien pagará por esto.

Santiago: Si vamos a trabajar juntos creo que debemos conocernos no?

Dijo el angel viendo a el demonio.

Jaileth lo vio con una mirada muy seria.

Jaileth: Ugh... me llamo Jaileth...

Samuel: Soy... Samuel...

Santiago: Soy Santiago.

Nadie mas hablo por un rato, hasta que el angel hablo.

Santiago: Bueno, ya que nos conocemos tendremos que reposar para mañana seguir con lo que debemos hacer.

Samuel: Me... parece bien...

Jaileth: Como sea...













Quinto capitulo mis causitas :)

Cada vez con mas capitulos mas epicos :)

Por cierto, ya tengo una portada nueva, que les parece?

Si, esta hecha con IA, porque no se dibujar y ya lo he dicho antes.

En fin, soy Jaileth y nos vemos

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