Lunes, 12 de julio de 2021

Al día siguiente pusieron todos rumbo hacia el aeropuerto con las maletas y un comunicado de Iberia y la RFEF. Se había fletado un avión entero para todo el equipo nacional de fútbol y los periodistas de los distintos medios de comunicación españoles. Por primera vez en bastante tiempo, futbolistas y prensa viajarían en la misma nave. A Paula esto le parecía algo fantástico, y otros, como Sandra y Manolo, ya habían vivido esa situación anteriormente, pues llevaban muchos años siguiendo a la selección española.

El vuelo duraría unas dos horas. Los representantes de los medios de comunicación viajaban en la parte trasera del avión. Tras recibir las indicaciones de las azafatas y un pequeño aperitivo (una bolsita de cacahuetes y un refresco), la aeronave despegó. Llevaban media hora de retraso con respecto al horario previsto, pero todo eso daba igual. Era un día feliz y había que estirarlo todo lo posible.

Paula miraba por la ventana absorta. Sobrevolando las nubes se sentía (y estaba) en los cielos. Hasta que alguien se acercó a ella chasqueando los dedos.

-¡Tierra llamando a Paula!-gritó Koke.

-Tío, qué susto me diste, jajajaja...

-Oye, ¿te vienes a vernos a nuestro "camarote"?-preguntó Pedri apareciendo por detrás.

-¿En serio? ¿No os importa? Mira que no quiero romper la magia de vuestros rituales, fiestas o lo que sea que hagáis...

-¡Pero claro que sí!-exclamó el canario-Están todos ustedes invitados, quien quiera que se pase-dijo a los periodistas que estaban por allí.

Sandra se apresuró a marcharse junto a su amiga.

-¡Por favor, dejadme tocar la copa y sacarme foto con ella!-pidió.

Cuando llegaron a la parte delantera del avión estaban todos los jugadores cantando y bailando La Macarena. Después hicieron la ola y se paseaban por los pasillos. Hubo algunos que incluso se metieron en la cabina de los pilotos a saludarles.

Paula, algo seria, se acercó entonces a Luis Enrique para intentar sonsacarle algunas declaraciones.

-Míster, sé que igual no es el mejor momento, pero es que ayer me fue imposible...-empezó a decir ella.

-Muchacha, alegra esa cara, ¡que somos campeones de Europa!-exclamó este-Y sí, claro que podemos hablar. Pero no me llames míster, que estamos en confianza.

-Vale, Luis...¿cuál fue para ti el mejor jugador de la final? Si solo pudieras quedarte con uno, ¿quién sería?

-Difícil...esto es como decir, ¿a quién quieres más, a mamá o a papá? Todos estuvieron fantásticos, desde la primera línea con Unai, Pau, Jordi...hasta los atacantes de arriba. Dani Olmo se sacó un truco de la chistera espectacular, Álvaro se dejó la pierna en ese gol y Mikel tiró del equipo en el último instante, sin olvidar que Pedri estuvo sensacional como brújula del equipo. No, no me puedo quedar solo con uno, sería injusto.

-¿Te ha sorprendido llegar tan lejos en este torneo? ¿Hasta donde os veíais ganando antes de empezar la Eurocopa?

-Pues si te digo la verdad, no, no me sorprende nada. Yo tenía y tengo mucha fe en mis jugadores. Por algo están aquí. Dentro de la dificultad que tienen este tipo de campeonatos, siempre confiamos en nuestras posibilidades, exprimimos los recursos que teníamos y el resto vino gracias al trabajo.

-¿Habéis notado el apoyo de los aficionados, pese a la distancia y otros obstáculos?

-Por supuesto. Hemos sentido el calor de todos los fans, y también de algunos periodistas-guiñó el ojo-Y esto se agradece. Es bonito que pese a todas las opiniones contrarias a lo que se hace aquí, a todas las polémicas, a los 50 millones de seleccionadores que hay en España...todavía exista gente íntegra y honesta que dignifique a la profesión periodística.

-Gracias-Paula se emocionó ligeramente. Luis Enrique lo notó y le dio un abrazo-Y pensando en el futuro...dime, ¿de qué es capaz este equipo? ¿Podemos soñar con cosas tan o más grandes que esto?

-Paula, te voy a dar un consejo: vive el momento y disfrútalo, porque nunca se sabe lo que puede ocurrir-dijo el míster-Hoy hemos ganado esto, y mañana Dios dirá...nuestra selección es un equipo potente, capaz de ganar a cualquiera y de perder con cualquiera...todavía no estamos clasificados para el Mundial, con eso te lo digo todo...

-Lo vais a conseguir, de verdad lo creo.

-Je, je, je...

Después de hablar con el míster, Paula se sentó junto a Eric García y Ferran Torres. Se pusieron a jugar al póquer y al rato se les unió Jordi Alba.

-¡He ganado la partida!-exclamó Ferran-Me debéis una cena.

Paula y Sandra aprovecharon para sacarse fotos con todos los jugadores que pudieron ya que estaban allí.

El vuelo transcurrió tranquilo y sin incidentes más allá del retraso inicial. El avión aterrizó en el Aeropuerto de Barajas sobre las tres de la tarde. Se abrió la puerta de la nave y aparecieron Sergio Busquets y Jordi Alba levantando la copa. Todos los jugadores fueron desfilando escaleras abajo uno por uno ante los flashes de las cámaras fotográficas que les acechaban desde no muy lejos.

El equipo español y su cuerpo técnico tenían una agenda apretada ese día. Primero irían a la recepción por parte del Gobierno, con el Ministro de Cultura y Deporte. Después tenían prevista una comida en un prestigioso restaurante de Madrid. Por la tarde acudirían al Palacio Real donde serían recibidos por los Reyes de España. Y por último se subirían a lo alto de un autobús que recorrería las calles de la capital del país, para encontrarse con todos los aficionados que estuviesen por allí.

Tras los jugadores bajaban los periodistas del avión.

-Bueno, supongo que aquí nos separamos-dijo Paula.

-Eso creo-soltó Álvaro Morata mirando a su izquierda, donde el autobús del aeropuerto les esperaba a lo lejos.

-Ha sido un mes increíble, gracias, gracias, gracias por dejarme acompañaros. Nunca lo olvidaré.

-Gracias a ti por el apoyo incondicional-dijo Unai -Eres de las pocas personas que conozco dentro de la prensa que nos ha defendido contra viento y marea.

-Ella es una de los nuestros-apuntó Eric -Aunque no juegue al fútbol, da igual. Te adoptamos, Paula.

-Ay, sí, tía, vente a vivir con nosotros a las concentraciones-pidió Pau Torres-Y hacemos fiestas del pijama.

-Jajajaja...pues mira, no sería mala idea, solo con las anécdotas que tengo ahora podría escribir un libro...

-¿Y por qué no te lanzas?-sugirió Mikel-Eso sería canela fina.

-Quién sabe...igual sí lo hago un día de estos, jejeje. Si algún crack me ayuda con los prólogos y epílogos...

-Ay Pauli, creo que no te faltarán candidatos-soltó Pedri entre risas-Todos tenemos nuestros chismes, jajaja...

-Vale, chicos, no me enrollo más que os están esperando-Paula se fundió en un abrazo-piña con ellos a modo de despedida.

-Hasta pronto, Paula-dijo Dani Olmo-Que te vaya bien.

-Ciao-la muchacha les despidió con la mano mientras les observaba alejarse hacia el autobús con el sol bañando sus siluetas. Cuando vio arrancar el vehículo no pudo evitarlo y rompió a llorar. Se había formado un vacío en su interior.

Y entonces llegaron sus compañeros de profesión por detrás.

-Míralos, ahí van con todo los campeones de Europa-dijo Manolo.

-Tía, ¿qué te pasa, estás bien?-preguntó Sandra.

-No-gimió Paula-Han sido muchos días intensos junto a ellos y ahora no están, no les voy a ver más, se me hace raro...y me da mucha pena...para mí son como hermanos...

-Bueno-Sandra abrazó a su amiga-No sufras, en septiembre nos volveremos a encontrar todos...además tú tienes los teléfonos de algunos de ellos, ¿no?

-Ya, pero no es lo mismo. El ambiente de un torneo así es único, lo que se vive aquí no se ve en otros lugares.

-Niña, necesitas unas vacaciones con urgencia-soltó Manolo.

-¡Ay, Manolo!-le reprendió Sandra con una mueca-Tu tranquila cielo, que los meses pasan volando.

Julen también apareció por ahí. Al verle, Paula se secó las lágrimas rápidamente. No quiso que él la viese llorar. Pero el locutor pudo apreciar su estado y quiso hacer algo para animarla.

-Oh, hola Julen-saludó ella.

-Hola. ¿Queréis que vayamos a comer algo? Tengo el coche por aquí cerca.

-Vale-dijeron los demás a la vez.

Entonces se marcharon todos ellos al Auto King de Burger King a pedir unas hamburguesas. Y comieron dentro del coche en un parking a la sombra. Estaban tan cansados que no les apetecía ponerse a caminar buscando mesas libres.

-¡Hace siglos que no me tomaba una de estas! ¡Qué rico!-exclamó Paula.

-La mía lleva extra de pepinillos-dijo Manolo-Y no me gusta el pepinillo.

-¿No? Dame, dame, que yo sí que lo quiero pidió Sandra, que estaba en los asientos de atrás junto a Manolo.

-Niña, la próxima vez elijo yo el restaurante, eh, ¡que esto es una guarrería!-se quejó el dicharachero narrador.

-Jajajajaja...

Julen miró a Paula mientras esta soltaba carcajadas.

-Al final te hemos sacado la sonrisa-dijo.

-Gracias...

-Sé cómo te sientes y es normal. Con los días se te irá pasando. A mí me ocurrió exactamente lo mismo tras el Mundial de Estados Unidos en el 94. Convivíamos prensa y jugadores en hoteles que estaban a pocos metros el uno del otro...y las ruedas de prensa de Javier Clemente no tenían desperdicio, eran un show.

-Ya, me imagino...

-Después de todo vendrán más eventos importantes...

-Sí, bueno, prefiero no pensar mucho en el futuro y disfrutar del momento. Es un consejo que me acaban de dar en el avión.

-Chicos, ¿alguien va a querer postre? Tengo un helado pero estoy llenísima, os lo regalo-dijo Sandra.

-Gracias Sandy.

*****************************