La Bandida De Sangre
Ya habían pasado sos días e Izuku junto con Gran Torino. Ambos iban a patrullar a la ciudad de Hosu, ciudad que era mucho más activa de lo que era donde estaban.
Izuku: ¿Por cuento tiempo estaremos en hosu?
Gran: Por 2 días, así que aprovecha.
Izuku: Okey... oiga puedo preguntarle algo.
Gran: ¿por qué se ven tan joven? Según la edad que tiene debería de verse más... viejo, ¡claro que con todo respeto!
El anciano solo miro al joven y sonría con malicia.
Gran: Pues es una historia algo larga.
Izuku: Okey, después.
Los dos llegaron a la ciudad de día. Caminaron por unas calles, detuvieron un robo.
Izuku: (vaya Gran Torino es muy rápido, de seguro es más rápido que Iida)
Gran: ¿Qué piensas?
Izuku: Nada, es solo que usted es muy rápido.
Gran: No es bueno que te pierdas en tus pensamientos, te podrían atacar en algún momento.
Izuku: Si... claro.
De repente el peliverde sería derivado por algo de color rosa que paso a gran velocidad.
Ashido: Midoriya, ¿Que haces aquí?
Izuku: Mina.. lo mismo te pregunto.
La pelirrosa se paro y ayudaría a el peliverde a levantarse.
Izuku: Estoy con mis pasantias con el señor Gran Torino.
Gran: Hola.
Ashido: Mucho gusto, yo igual solo que al héroe que ayudo me dio 1 hora para hacer lo que quisiera.
Izuku: Eso suena estupendo.
Gran Torino: Midoriya, será mejor que nos apresuremos, si quieres invita a tu amiga.
Izuku:¿Quieres venir?
Ashido: Claro.
Así los tres harían su patrullaje por la mayor parte de Hosu, eso hasta que calló la noche, Ashido se iría con el héroe que la recibió y Gran Torino le diría a su pasante que iba a visitar a una amiga, así que Izuku siguió patrullando por las calles. Hasta que vio algo inusual.
Hombre 1: Por favor cariño, ¿por qué haces esto?
Mujer: Ya te dije que no te conozco, aléjate.
Hombre 1: Pero si llevamos saliendo por 3 meses.
Mujer: Me confundes.
Izuku: ¿Que sucede aquí?
Mujer: Un héroe gracias a Dios, este hombre inciste en que lo conozco.
Hombre: Se equivoca, yo la conozco, es mi novia y...
Izuku: Tranquilízate, ven vamos a hablar.
Hombre: Yo la conozco se llama Ling y llevamos saliendo por 3 meses. Mire. Así el hombre mostró su celular donde tenía una carpeta llena con fotos de el y la señorita.
Izuku: Muy bien señorita, ¿Que trata de... hacer? El peliverde volteo y la chica ya no estaba.
Hombre: ¡Mi cartera! ¡ya no está!
Izuku: Se la traeré.
Así el peliverde usaría su Dragón Cowling y escaló al techo de los edificios.
Unas calles adelante la mujer sacó una cartera y esta comenzaría a derretirse para mostrar que era una chica rubia, de test blanca que se mostraba desnuda por alguna razón.
Chica: Detesto tener que terminar desnuda, por poco y me destransfomó frente a ellos, lo bueno fue que llego ese héroe.
Izuku: ¿Que héroe?
Chica: ¡Que carajo!
La chica iba a tomar su ropa e intentar escapar, pero Izuku la tomaría de la muñeca.
Izuku: ¿Quien eres? ¿Qué hiciste con la señorita?
Chica: Llamame Himiko, es un gusto héroe.
Izuku: ¿¡Mataste a e la señorita!?
Himiko: Oye eso ofende, no soy una asesina, soy más una ladrona. Nunca he matado.
Izuku: ¿Como puedo creer en ti?
Himiko: Yo nunca miento.
La rubia se levantó y caminó hacia el peliverde este se puso en pose de pelea, pero ella no hizo nada mas que estar frente a él.
Himiko: Me pareces alguien interesante, pero debo irme.
Izuku: No irás a ningún lado.
Cuando Izuku la jala hacia el, la rubia aprovechó y le daría un beso en los labios cosa que sonrojo al chico.
Himiko: Eres lindo ¿Cual es tu nombre?
Izuku: Llamame Draig y no te escapas.
Himiko: Eso no importa Draig, te volveré a ver.
La rubia empujó a Izuku, el caería ya que su cinturón estaba amarrado a un tubo, la chica solo corrió a un callejón y le giño el ojo al peliverde para irse.
Izuku: (¿¡En que momento!?)
Narra Izuku:
No recupere la cartera y esa chica se escapó, la policía encontró a la señorita en su departamento, se encontraba en su cama con un suero, ella había tenido una pequeña extracción de sangre, pero también había recibido todos los tratamientos para estar bien.
Tal parece que ya hasta le pusieron nombre como "la bandidaje de la sangre"
Lo único que tenía en mi cabeza era una cosa... ¿¡Por qué me besó!?
Se pondia ver a la bandida entrando por la ventana de un departamento. Su sigilo era excepcional, era imposible que una persona la viera o escuchara.
???: ¿Dónde estabas?
Las luces se prendieron y de veía la cabeza de una chica, su cabello era oscuro y se veían unas orejas de gato. La chica se encontraba acostada en un sofá de la sala del departamento.
Himiko: Estaba trabajando.
???: Mentirosa me marcaron del hospital, por que no fuiste.
Himiko: Mierda...
???: ¿O te referías al otro trabajo?
Himiko: Al otro.
La rubia se dejó caer en un sillón que estaba en la sala, para después contar el dinero que tenía en la cartera. Esta se veía pensativa.
Himiko: ¿Cómo te fue a ti? Kuroka
Kuroka: Ahhh sabes... es pesado buscar a mi hermana y que en el proceso me ofrezcan 25 ofertas de servicion que no son lo mío.
Himiko: ¿La extrañas?
Kuroka: Como no tienes idea... es mi hermana pequeña... mi linda Koneko ese fue el nombre que prefirió.
La rubia hizo una sonrisa tranquila, solo para después hacer un gesto de tristeza.
Kuroka: No te preocupes, también a ti te quiero como una hermana. Cuando dijo eso apareció atrás de la rubia y la abrazaria.
Himiko: Sueltame. Ambas se pusieron a hacerse cosquillas, así jugaron por 5 minutos, hasta que la rubia se quedó acostada en el suelo.
Kuroka: ¿Que tienes?
Himiko: No puedo hacerlo... hoy casi mató a la señora... si no fuera por los medicamento que le di...
La gata se sentó en sus piernas y colocó la cabeza de la rubia en su regazo, mientras le acariciaba el cabello.
Kuroka: Sigues tiendo ese deseo por beber sangre.
Himiko: Si... pero no quiero, siento que si mato a alguien... ¡No podré detenerme! Decía la rubia rompiendo a llorar
Kuroka: Tranquila, eres fuerte se que puedes superar ese sentimiento.
Himiko: Tengo miedo... miedo en lo que me pueda convertir... una loca fascinada por la sangre.
Kuroka: Necesitas algo que te ancle para que no caigas a ese hoyo.
Himiko: Bueno... Hoy alguien me descubrió y al verlo me entro nervios de ser atrapada que ese sentimiento se fue.
Kuroka: ¿En serio?
Himiko: Si, un héroe.
Kuroka: ¿¡Que cosa!?
La pelinegra se levantó de golpe y tomó a la rubia de los hombros. Ahora era la pelinegra quien estaba alterada.
Kuroka: ¿¡Estas bien!? ¿¡no te hizo nada!?
Himiko: Tranquila, era un chico de mi edad.
Kuroka: ¿Como te descubrió?
La rubia le contaría todo lo que ocurrió con ese héroe y como esta logró escapar.
Kuroka: Entonces lo besaste... jajaja
Himiko: Si tuve que usar esa arma secreta.
Kuroka: Jajaja bueno al menos sacaste algo. (Si ayudo a hacerte olvidar eso, me sentiré bien como hermana) ¿Cómo se llama el héroe?
Decía mientras se servía un vaso de whisky.
Himiko: Si mal no recuerdo su nombre es Draig.
La rubia solo escuchó como un cristal se rompía, miró a Kuroka y esta estaba con una cara de asombro/terror.
Kuroka: Sekyiriutei...
En la ciudad e Hosu se escuchaban gritos de dolor de un joven peliverde que estaba retorciéndose de dolor por la paliza que estaba recibiendo de Gran Torino.
Gran: Te encontraste a la bandida de sangre y la dejaste escapar.
Izuku: No sabia quien era discúlpeme.
Gran: Ella a estado rondando por aquí desde hace 2 años, por supuesto que no ibas a saber quien era. Siempre ataca con una nueva apariencia.
Izuku estaba con su cara contra el suelo, mientras el pie izquierdo del anciano estaba encima de su cabeza.
Gran: Pará la próxima asegúrate de atraparla, ella es muy peligrosa.
Izuku: (Pero si yo... no vi nada de maldad en ella)
Después de la paliza. Gran Torino se puso a patrullar junto a el peliverde. Mientras ambos iban camino vieron a una mujer de cabello oscuro de color negro.
Debían admitir los dos héroes que la mujer era demasiado atractiva y más por su quirk que le hacía ver con apariencia de gato. La señorita estaba caminando por las calles tranquila, pero detrás de ella estaba un grupo de hombres que la iban siguiendo.
Hombre 1: ¡Por favor sal conmigo!
Hombre 2: ¿¡Crees en el amor a primera vista!?
Hombre 3: Casate conmigo
Hombre 4: Te hago un hijo y te pago el aborto.
Tanto Izuku como Gran Torino miraban con extrañas las cosas que decían los hombres detrás de ella, la dama solo se limitó a mirarlos y botar los con un solo gesto.
Gran Torino: Ja me recuerda a mis tiempos.
Izuku: ¿Gran Torino?
Gran: Jaja cuando yo era joven miles de chicas iban de tras de mi, pero solo una dominó mi corazón y me rechazaba de la misma forma que ella a ellos.
Izuku: ¿En serio?
Gran: Si, luego ella se casó y yo vele por su felicidad.... lo demás es historia. Escucha chico nunca guardes tus sentimientos, el tiempo no perdona y cuando menos lo esperes ya será tarde.
Izuku: (Pero lo que siento no se me hace justo para ellas)
Decía el peliverde pensando en cada una de las chicas Rías, Uraraka, Ashido, Akeno, Momo e Irina.
Himiko: (No puedo soportarlo... detesto hacer esto. Ver la sangre, su color tan bello... tan vivo. Siento como si la sangre me hablara y me dijera "bebeme" No puedo, bebo lo suficiente como para que una persona no sufra, pero... ¡Mi instinto me dice bebé hasta que la persona esté muerta!)
La rubia estaba en su habitación ella se estaba mordiendo un trozo de hule que le ayudaba en estos casos.
Himiko: (¡Debo ser normal! ¡No debo atentar contra la vida de alguien! Quiero demostrar que no soy un montruo)
Peleaba la rubia mientras se ponía en posición fetal y lagramas salían. A palabras de ella era como si ella entrara en ansiedad, como si su corazón no producirá sangre y necesitara la de otra persona para vivir.
Himiko: (Manten el control, mantén el control... ¡Manten el control! Necesito calmarme)
La chica se quedó en el suelo por un rato, seguía llorando, después de un rato se paro y se miró al espejo solo par ver un aterrador reflejo.
Himiko espejo: No entiendo a que le temes... es tan fácil matar a alguien, ver como la vida se les va de sus cuerpos jejeje Hehhehehehe es divertido, ¿no crees? Vamos es tan fácil. Ve a la cocina y toma un cuchillo.
La rubia se levantó y fue por el cuchillo.
Himiko espejo: ¡¡¡AHORA VE Y MATA A ALGUIEN!!!
Himiko: Si... será divertido.
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