Unos minutos antes...

Podía mirarse como dos personas con quirk de gigantismo peleaban en un puente. La razón, algo estupida, sin embargo, dos chicas miraban desde uno de los pilares del puente.
Uraraka: Vaya, después de mucho las cosas no han cambiado nada.
Nejire: Si, los villanos son igual de raros.
La peliazul levito hasta los dos villanos esta con una ráfaga de su energía espiral derribó a ambos. Cuando calleron estos debilitaron el puente, este estaba a punto de caerse, pero la castaña tocó el puente y este se mantuvo en su lugar.
Uraraka: Debemos volver a soldar el puente.
Nejire: sostén lo, yo me encargo.
Nejire se acercó a las vigas dañadas, esta centro su energía espiral e intentó calentar el metal, pero era en vano.
Bakugo: ¡Deja eso! Me encargo yo.
El rubio sin perder tiempo puso sus manos en dónde estaba el daño y con un control que dejó impresionada a la peliazul, el rubio sóldo el puente.
Nejire: Gracias.
Uraraka: Bakugo, ¿Estas bien?
Bakugo: ¿Dónde está?
Uraraka: ...
Bakugo: Izuku, ¡¿Dónde está?!
Nejire: El... Esta lejos,

La gente miraba a los héroes, pero tanto Nejire como Uraraka usaron un hechizo para ocultarse, ya había llamado mucho la atención, hasta aparecieron en las noticias.
Hombre 1: ¡¿Cazador, Fue usted junto a esta estudiante los que detuvieron a esos villanos?
Bakugo: Si...
Hombre 2: ¿Dónde están Nejire y Uravity? Regresaron de la garras de Red night.
Bakugo: Es algo difícil de explicar, ellas desaparecieron. Es todo.
Eri miraba a todos los periodistas que con euforia le tomaban fotos. No fue hasta que Bakugo le dijo que lo siguiera que dejó de verlos. Ambos caminaron hasta un callejón oscuro donde Nejire y Uraraka se mostraron.
Nejire: ¿Así qué? Cazador.
Eri: No es el único, después de lo ocurrido quien no quiere su cabeza en una pared.
Uraraka: ¡¿Eri?! Dios mio, estas enorme. Eres muy bonita.
Eri: Si. No creo que hayan venido solo para verme y decirle como estoy.
Nejire: Nosotras no...
Eri: ¿Cómo quieren que hable con ustedes? Estuvieron desde el principio con el, sabían que hizo, que me hizo y aún así me lo ocultaron. ¡¡¿Cómo pudieron?!!
Ambas chicas bajaron la cabeza, ella tenía razón, lo único que podían hacer era callarse.
Bakugo: Fuera de eso. ¿Cómo es que ustedes se ven como hace diez años?
La castaña hizo un círculo mágico y mostró como ella había cambiado.

Bakugo: ¡¿Eres una ángel?!
Uraraka: Una ángel caída.... Hice algo en el pasado que... bueno me hizo caer.
Eri: ¿Y tu?
Nejire: Solo soy una bruja.
Bakugo: Eso lo explica.
Eri: ¿A qué vinieron?
Uraraka: La cosa es muy peligrosa. No deben saber.
Eri: ¿Qué? Ahora causó un genocidio en el inframundo.
Nejire: ¡No fue su culpa!
Uraraka puso su mano en el hombro de su amiga.
Uraraka: No. Vimos un aumento de magia por aquí y decidimos venir a investigar.
Bakugo: Nadie sabe de lo sobrenatural, ¿Quién haría algo así?
Uraraka: Es lo que investigamos. Una vez que descubramos quién o qué lo hizo. nos iremos.
La peliblanca se sentía rara, estaba... Feliz de verlas y ahora ella tenía la misma edad que ellas, parecían amigas del mismo grado, pero no podía actuar como si nada ubiera pasado, pues imágenes de su madre muerta le vienen a la mente.
Eri: ¿El vendrá?
Nejire: Si no resulta ser nada, no. Ya no queremos más desastres por magia.
Eri: Ya es muy tarde para eso, ¿no? Solo bastó uno.
El celular de la peliazul sono, está en seguida contesto y dio su ubicación.
Bakugo: ¿Hablas con el?
Uraraka: Habla con las demás, el único que no vino fue Izuku.

Uraraka: Seguimos las pistas, pero cuando ya nos íbamos bueno... Ocurrió lo del puente.
Nejire: Ya nos vamos.

La peliazul miraba fijamente a la peliblanca. Ella la miraba con desprecio, mientras la peliazul con tristeza.
Uraraka: Esperamos no volver a aparecer en público. Si todo sale bien, esta es la última vez que nos veamos.
Bakugo estuvo apuntó de irse, hasta que vio cómo otra chica de cabello blanco salió de un círculo mágico.
E

lizabeth: Chicas. ¿Qué encontraron?
Ambas no pudieron evitar sus miradas. Elizabeth y Eri, ambas habían conversado mucho antes de lo ocurrido, sentían un apego la una por la otra. Ese apego incomodaba a Eri, pero a Elizabeth no le afectaba en lo más mínimo.

Elizabeth:... Eri, ¿Cómo estás?, me alegra verte; has crecido mucho... y... a-ahora te vez bellísima. Hasta te tengo celos. Jaja.
Uraraka: No creo que hable. Será mejor irnos.
Todas iban de regreso, pero Elizabeth se despidió con la mano de antes de que el círculo hiciera que desaparecieran.
Bakugo: Eri. ¿Estas bien?
Eri: Necesito irme a casa, disculpa si no hago completa la vigilancia.
¿El rubio debía decir algo? No era bueno intentando saber que era lo que otros tenían en la cabeza, no podía ni imaginar que sentían los demás, si el estuviera en esa situación estaría muy enojado. ¿Qué sentirá, que pensara Eri en estos momentos?

Eri iba rumbo a su casa. Lo ocurrido después de que Izuku se fuera, fue muy caótico; disturbios, huelgas, peleas, etc. La gente la pasó muy mal durante los tres años siguientes.
Ella no los pasó tan mal, era nieta de uno de los últimos jefes Yakuza, había heredado una gran cantidad de dinero. Pudo irse a vivir a una mansión sin preocuparse de la vida o de Izuku. Sin embargo, por alguna razón compro la casa en la que ella por poco de un mes fue feliz, una casa que nadie quería por quien vivió ahí. Esta a pesar de eso entró a la antigua residencia Midoriya y lo primero que vio es un marco roto con la foto de una mujer y un niño.

¿Por qué tenía eso? ¿Por qué compró la casa? ¿Por qué vivía ahí? ¿Por qué se sentía destrozada por ver a esas chicas? Más a un...¿Por qué está llorando al recordar y ver a Elizabeth?
Eri: ¿Estoy también feliz de verlas?
Sin más se tiro al suelo. En la casa solo se escuchaba el llanto de una niña que quería abrazar a las personas que más odiaba.

[...]

Una vez que la chicas llegaron al inframundo estas solo sollozaban por Eri.
Elizabeth: ¿Por qué no hicimos algo?
Nejire: No éramos lo suficientemente maduras para saber que hacer.
Uraraka: Aún después de diez años no se que hacer. Lo bueno es que esta bien, lo poco que podemos hacer es velar por su bien.

Habían llegado a una casa enorme, parecía un castillo. Este territorio era uno de los más grandes en el inframundo, pues el clan gremory, el sitri y la maou Leviatan lo construyeron.
Erza: ¿Cómo les fue?
Uraraka: No encontramos nada.
Mei: Que lastima. Bueno, nos alegra que ya regresaron.
Rossweisse: ¿Cómo está Eri?
Nejire: Está bien. Empezó con sus pasantias en la agencia de Mirio.
Mei: ¡Eso es increíble!
Todas entraron a la casa. La estructura era muy similar a el castillo Gremory, sin embargo la casa tenía un ambiente entre edad media y algo steampunk. Las habitaciones eran numerosas, casa chica tenía como 5 habitaciones para ella misma, los pasillos eran enormes. Pero de entre todas las habitaciones la más grande era la de entretenimientos.
En ese lugar Izuku usaba su armadura, durante este tiempo el logró conocimiento avanzado; esto le permitió aprender a crear clones de él mismo y pelear contra ellos.
Este entrenamiento eran vistos por Toga y Kuroka.
Toga: Izuku, las chicas ya llegaron.
Nejire: ¿Cómo va?
Toga: Pues ya practico "su modo Iida".
Uraraka: No ya le había puesto nombre.
Kuroka: Eso mismo dije, pero no le gustó. ¿Tiene algo de Malo "Dragón Speed"?
Toga: Estamos abiertas a más sugerencias.

Momo: Sin mencionar que hoy está más concentrado.
Mei: ¿Hoy es el día?
Erza: Si, desde la mañana se le notaba.
Elizabeth: Bien, prepararé todo.
Uraraka: Izuku...
El peliverde volteo ahora tenía los ojos de Draig, su cuerpo tenía sus músculos más definidos y firmes. Su entrenamiento se basó en su resistencia, velocidad y flexibilidad.
Izuku: ¿Qué pasó?
Uraraka: Ya es hora.
El muchacho bajó la cabeza. Hoy era el día, hoy se cumplían 10 años desde la muerte de su madre, el acostumbro a que este dia recordarla.
Las novias; Rías, Uraraka, Akeno, Mina, Serafal, Momo, Kuroka, Mei, Rossweisse, Toga, Irina, Nejire, Elizabeth y Erza. Se formaron en círculo al rededor de una tumba y de Izuku. Ellas con un conjuro cambiaron su prendas por unos bestidos negros, mientras Izuku usando un traje verde oscuro llegaba con un ramo de rosas, estas aun no florecian.

Estas rosas eran las que empezaron a crecer el día que ella falleció. Así Izuku y sus novias se incaron, cada uno en su mente le dedicaba palabras a la difunta.
Irina: Que estés en la gloria de Dios.
Nejire: Mujer amada y respetada.
Momo: Lamento no poder haberla conocido como es debido.
Mina: Cuidaremos a su hijo.
Elizabeth: Y seguiremos sus enseñanzas, hasta nuestro fin.
Todas: Descanse Inko Midoriya.
Al terminar estas rosas se empezaron a abrir y a decorar el gardin de un hermoso color verde claro.

Izuku estuvo de rodilla por uno hora, hasta que este con unas pocas lágrimas entró a la casa.
Izuku: Uraraka, Nejire. ¿Qué pasó?
Nejire: Seguimos unas pistas del posible origen del poder Mágico, fue en unos callejones a lo lejos de la antigua base de los villanos.
Uraraka: Fuimos a investigar y no encontramos nada. Pero ocurrió algo...
Izuku: ¿Qué?
Nejire: Un Villano atacó un puente cercano y... Tuvimos que intervenir.
Izuku: Me están diciendo que se arriesgaron a que las vieran, a que se dieran cuenta que son jóvenes... Bien hecho. ¿No hubo heridos?
Nejire: No, ninguno.
Uraraka: Vimos también a Bakugo y Eri.
Al escuchar ese último nombre el chico se quedó callado, su mirada de decepción. Era algo que le dolía al recordar.
Izuku: ¿Cómo está?
Elizabeth: Ella está bien, es tan alta como yo y se ve muy bonita. Traté de hablar con ella.
Izuku: ¿Qué ocurrió?
Pequeñas lágrimas amenazaban con salir de los ojos de Elizabeth, lo que más hacía sentir mal a él peliverde era que ella se forzaba a sonreír.
Elizabeth: Ni volteo a verme... Esa niña querida, ni volteo a verme.
Izuku: Lo siento. Ya arreglaremos eso.

Las puertas del castillo de Izuku se abrieron era una mujer rubia y su hija.

Yasaka: Creó que llegamos en mal momento.
Erza: Nunca es un mal momento.
Rías: ¿A que debemos la vista?
Yasaka: Bueno, Kunou quería visitar a su "hermano".
Kunou: ¡Madre no hables de eso!
Izuku: Ah si. ¿Qué tienes pensado que hagamos hoy Kunou?
Kunou: ¡N-nada! Bueno... Yo... Quería venír antes.. Se que hoy es un día difícil para ti y yo... No quería que estuvieras triste.
Izuku: En su tiempo lo estuve, pero gracias a las palabras de Irina y de las demás pude aceptarlo.
Kunou: Esta bien.
Izuku: Así que... ¿Qué quieres hacer?
Kunou: ¡Bueno, te parece si me enseñas tus nuevas formas en tus armaduras!
Todas las damas veían como el peliverde y la niña se iban caminando, y se sorprendieron al ver como la rubia lo tomaba de la mano.
Yasaka: Ella lo aprecia.
Rías: Ni lo dudes.
Yasaka: Pero... No dejo de pensarlo, ¿Izuku aprecia a mi hija o solo llena un vacío de alguien más dejo?
Elizabeth: El no es así.
Yasaka: La mentó si no les creí, es que... Cuando me contaron de esa niña, Eri. Pensé que usaba a mi hija.
Rías: Incluso nosotras lo llegamos a pensar, pero el nos dijo que aprecia a Kunou por cómo es ella, no por a quien le recuerda. Poco a poco Kunou se ganó el cariño de Izuku.
Si bien le recuerda un poco a Eri, es solo por la edad.
Mei: La cosa son diferentes con Eri. Incluso nosotras estamos muy encariñadas con ella.
Yasaka: Es bueno saber que mis ideas eran erróneas.

En la ciudad de Japón un hombre miraba desde la lejanía a Eri.
???: Esto cada vez es mejor. No sólo me servirá para vengarme de ese estúpido Dragón, sino también es como me gustan; rotas y solas.

Diodora: Creó que encontré a otra chica para mi séquito.