Capitulo 12
Semanas después
Narra Kira
Mis padres siempre solían decir que estaba tan acostumbrada a los lujos que no sabría vivir sin ello... Pues sinceramente ahora soy muchísimo más feliz que nunca. No tendré ningún lujo, pero al menos soy libre.
Me he adaptado enseguida a vivir con José y también a su pueblo, la verdad es que es todo súper fácil. Lo de cocinar aún se me resiste un poquito, pero el futbolista tiene muchísima paciencia conmigo.
Ahora mismo estoy en la biblioteca estudiando, me he propuesto sacarme la titulación oficial de idiomas y después prepararme la selectividad, ya que no llegué a hacerla cuando terminé el bachillerato. Y luego ya veré si puedo entrar en la universidad, tanto por la nota de corte como por motivos económicos.
Buscar trabajo teniendo estudios muy básicos está siendo complicado, y el dinero que me traje de casa de mis padres no me durará eternamente. Es una buena cantidad, pero entre la academia de idiomas, el cambio de nombre, la nueva documentación...
Porque si, he cambiado mi nombre de Erika a Kira para que mis padres tengan más difícil encontrarme. Además, cuando supe que habían denunciado mi marcha como secuestro, fui a la policía y dejé claro que no estoy retenida contra mi voluntad. Era absurdo que dedicaran recursos a algo que no era verdad y así evitamos malentendidos.
Miro el teléfono que está sobre la mesa y sonrío viendo el mensaje de José Ángel diciéndome que ha llegado ya a Inglaterra para la última parte de la pretemporada. Poco antes de irse al primer desplazamiento de la pretemporada, el muy imbécil me regaló un teléfono con un número nuevo para que pudiera comunicarme con quien considerara, ya que el mío lo dejé en casa de mis padres para que no me rastrearan.
En realidad, solo lo uso para hablar con él o con Martina, no me he atrevido a hablarle a nadie de mi antigua vida. Supongo que por miedo a que mis padres me encuentren.
Miro la hora en el móvil y recojo mis cosas. He quedado con Martina y con Kike para comer, el chico está lesionado y no ha ido con el resto del equipo. Y ambos se han tomado enserio lo que les dijo José de cuidarme.
Guardo las cosas en mi mochila y salgo de la biblioteca camino a la que está siendo mi casa este tiempo. No he andado demasiado cuando noto un coche ponerse a mi altura y bajar su ritmo.
Acelero un poco el paso por puro instinto y el coche acelera aparcando a unos metros de mí.
Busco una vía de escape por puro miedo, pero cuando veo quien baja del coche estoy a punto de echarme a llorar.
Me quedo estática mientras mis hermanos se acercan a mí y enseguida nos fundimos los tres en un abrazo. He echado tanto de menos a Fran y a Nacho que me cuesta expresarlo con palabras.
Fran: Menos mal que estás bien hermanita.
Nacho: Cuando mamá y papá nos dijeron que te habían secuestrado nos temimos lo peor.
Kira: ¿No recibisteis mi carta?
Nacho: Si, pero unos días después.
Kira: Perdón por asustaros, pero no podía más, tenia que salir de allí.
Fran: Lo sabemos, si no hemos venido antes es porque no queríamos levantar sospechas. Papá nos ha mandado a un negocio en una ciudad de Portugal y esto nos pillaba de paso.
Nacho: Sabemos que no puedes venir con nosotros, pero mínimo queríamos verte y asegurarnos de que estás bien.
Kira: Estoy bien, tranquilos. Por mí no os tenéis que preocupar.
Fran: También tenemos que contarte varias cosas. ¿Podemos hablar un momento?
Asiento y justo veo que estamos en frente de una cafetería, creo que es el mejor sitio para hablar.
Porque, aunque son mis hermanos y se qué no me pondrán en peligro, prefiero que no sepan dónde está la casa.
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