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Si me comentan yo les actualizo 🤑🤑🤑

Si no me comentan no les actualizo 😔😔😔

COMENTEEEEEEN

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Sunoo despertaba por la luz del sol chocando con su rostro, si no hubiera sido por eso, probablemente seguiría dormido, se sentía muy cómodo ahí, lo cual era raro, solía dormir poco porque nunca se sentía tranquilo.

Abrió los ojos y vio el cuello de una remera puesta en alguien, cuando subió su mirada, sus mejillas se sonrojaron suavemente, ahora se sentían calientes, Ni-ki estaba durmiendo plácidamente con él en brazos.

¿En qué momento se colocó una remera en vez de su pijama con la que estaba esa mañana?

Ahora que recordaba, no había visto a Ni-ki sin alguna sudadera ancha o algún abrigo grande.

Cuando miró bien, los brazos los tenía bien trabajados y también tenía pectorales, ¿Iba a algún gimnasio? O talvez solo era su ADN de alfa, quien sabe, pero Sunoo tuvo el gran impulso de colocar sus manos sobre el pecho de Ni-ki y hundir su rostro en el.

Pero no lo hizo.

Aunque el pensamiento hacia que sus mejillas se colocaran más rojas con el paso del tiempo, nunca dejaba que Ni-ki lo abrazara.... si lo hace, sentiría esos músculos rodeándolo, talvez no era tan mala idea.

En verdad deseaba ser apretujado en ese momento, aunque nunca lo diría.

Sin darse cuenta, sus feromonas estaban siendo muy levemente liberadas, él tomaba inhibidores y Ni-ki no sabía que él era un omega, pero en ese momento, el efecto de las pastillas estaba pasando y no se estaba dando cuenta.

Aunque sus fenómenos eran débiles, el dormido Ni-ki podía sentirlo.

En sus sueños, era como estar dentro de un campo con puras flores de Jazmín,  con el olor a vainilla mezclado.

Sunoo solo sintió cómo el brazo de Ni-ki se posó en su cintura, apresandolo fuertemente sin dejarle escapar o hacer más movimiento.

Mientras su otro brazo lo atrajo hacia él.

Su deseo de hace un momento le fue concedido.

Estaba de cara contra su pecho, con sus brazos rodeándolo con fuerza.

Bueno... no voy a quejarme.

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Ni-ki despertaba por el sonido de la puerta siendo tocada ¿Era su madre o su padrastro?

Pero antes de levantarse, sintió un peso encima de él.

Era Sunoo, quien estaba literalmente usando su pecho como almohada, estaba tan plácidamente dormido que no se atrevía a moverse.

-Hijito- su madre entró -Ah, ya estas despierto, ¿A Sunoo le gustan los camarones?- preguntó en voz baja, pues vio que ese chico dormía en ese momento.

-A lo que sé nunca lo comió.

-Mejor no me arriesgo, talvez no le gusta, pondré pollo- estaba por irse pero volvió -trata de ser un poco más discreto, a este paso toda tu escuela se dará cuenta antes de que te confieses- y se fue.

Ni-ki primero no comprendió,  ¿Discreto? ¿Porqué? Mientras pensaba el porqué su madre dijo eso, sintió una pequeña mano apretujar su remera entre manos y pronto sintió unas gotas mojar esa misma remera y cuando vio, Sunoo lloraba entre sus sueños.

Con preocupación tomó su cuerpo entre manos, subiéndolo hasta que su rostro descansará en su cuello, para poder secar sus lágrimas y abrazar su cuerpo.

Entonces sintió cómo su respiración se calmaba y sus manos se relajaba.

Y ahí las palabras de su madre tomaron sentido.

Ah...tal vez debería disimular.

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Eran las 12:47 de la tarde, ya después de medio día.

-Hey, Sunoo- Ni-ki dijo moviendo un poco el cuerpo de Sunoo quien seguía dormido.

-Mmm...- Sunoo se acomodó mejor.

-Mamá nos trajo el almuerzo, tienes que comer a tus horas- susurraba algo fuerte, para que Sunoo despierte.

-Un ratito más- seguía acostado encima de Ni-ki,  abrazando su torso -solo un ratito...

-Ya casi duermes doce horas, no me molesta que duermas pero tienes que comer, después de comer puedes volver a dormir.

Entonces Sunoo levantó un poco su rostro de su cómoda almohada y se dio cuenta que esa cómoda almohada en realidad era Ni-ki.

-A-ay... lo siento- se sentó de inmediato, pero muy pronto se percató que estaba sentado encima del regazo de Ni-ki,  con sus piernas a cada lado.

En un intento desesperado de salir de esa posición, se hizo para atrás, pero ya no había más atrás, iba directo a chocar contra el suelo.

-Uy, casi- Ni-ki sujetó la cintura de Sunoo con una mano y con la otra sujetó su nuca, impidiéndole chocar contra el suelo y provocarse daño.

-A-amm...- Sunoo no sabía que decir o qué hacer, pero lo que sabía era que no podía mirar a Ni-ki y que este viera lo nervioso que estaba en ese momento.

-¿Qué pasa?- preguntó Ni-ki,  en una situación normal, si lo sujetaba de la cintura aunque sea para no caer de las gradas en la escuela, un golpe directo en la boca del estómago le era proporcionado.

-Nada... ¿Q-qué te importa? Almorzemos de una buena vez- se recompuso como pudo y se sentó a su lado -gracias por no dejarme caer...

-No es nada- sintió sus orejas calientes, era un sentimiento tan nuevo y tan... bonito.

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Estaban marcando las 5 pm, Sunoo se la pasó todo el día pegado a Ni-ki, su madre les llevaba algunos refrescos de vez en cuando.

Sunoo ni se percataba que su aroma estaba siendo revelado, al menos no por ahora.

-¿Crees que podrás ganar esta vez?- Sunoo molestaba a Ni-ki, desde hace unas horas estaban jugando en la consola y de las 12 partidas, Ni-ki solo había ganado dos.

-Me siento con suerte esta vez.

-Dijiste eso las últimas cuatro- le sonrió, volviendo a escoger a su personaje.

-Pero ahora sí- en realidad su plan era robarle el mando a Sunoo sin dejarle jugar esa partida.

-Bueeeeno, se nota que te gusta perder.

Ni-ki bufón y escogió su personaje de igual manera.

Entonces empezaron y Ni-ki puso en marcha su plan, tomó el mando de Sunoo, o al menos eso quiso, puesto que este predijo su gran movimiento, dejando a Ni-ki con su rostro acostado sobre sus piernas.

-¿No que muy estratégico?- Sunoo empezó a reír, sin saber que Ni-ki tenía un plan B.

El alfa sujetó sus muñecas con ambas manos, imposibilitando a Sunoo poder moverse, empujándolo para atrás, haciendo que la espalda del más pequeño de estatura choque contra la cama.

No era la primera vez que Ni-ki estaba encima de Sunoo, la primera vez fue cuando fue por primera vez a su casa y se quedó dormido.

Pero era la primera vez donde su primer impulso no fue de asco, sino de vergüenza,  ni siquiera supo qué decir, solo lo miró, cruzando miradas con él, quien se acababa de percatar de la posición en la que estaban.

¿Vas a levantarte?

Sunoo sabía que Ni-ki sabía que era una posición comprometedora, pero Ni-ki no se movía, es más empezó a bajar su rostro hasta el de él.

¿Porqué no te levantas?

Su labio inferior temblaba ¿Qué estaba pasando? ¿Porqué estaban cada vez más cerca?

Sunoo cerró sus ojos, sin saber qué esperar.

Pero entonces el sonido del fin de la partida se hizo escuchar.

-Esta vez no ganaste- Sonrió Ni-ki,  habían quedado empatados.

-Tu tampoco...

-Sí, pero no perdí- le sonrió, liberando sus muñecas.

¿Porqué esperaba que hicieras otra cosa?

.

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-¿Estas seguro de que no hay nadie?- Ni-ki estaba junto a Sunoo afuera de la casa de este, un lunes a las 7:28, tenían 32 minutos para llegar a la escuela y Sunoo no tenía ni su bolso o materiales, necesitaba volver a entrar.

-Mamá nunca está los lunes..

-Mejor entro yo, tu no tienes porque volver ahí.

-Es mi casa, Ni-ki... yo se dónde escondo mi bolso para que mamá... no haga cosas estúpidas como vender los libros, está bien, a parte, quiero algo que dejé ahí esa noche.

Ni-ki suspiró, solo tocaba confiar en su palabra y esperar su salida.

-Ya vuelvo- Sunoo abrió la puerta de casa y como esperaba, su madre se había ido, otra vez, aunque ahora habían botellas rotas en el piso, esta vez no había sangre o algún desorden grande, sin mirar más, se fue hasta su habitación donde sacó lo poco que tenía de materiales en su bolso.

Y la otra razón por la que estaba ahí, ese peluche que Ni-ki le había regalado en la feria a la que fueron hace varios días.

Como no cabía en su bolso, lo tenía en brazos, no le importaba llevarlo, nunca le había importado si decían algo sobre él o no.

Como le dijo a Ni-ki,  salió rápido de esa casa.

-¿Porqué llevas un peluche?- preguntó Ni-ki,  Sunoo siempre le dijo que nunca era apegado a cosas materiales, porque su madre siempre terminaba vendiéndolo o algo.

-Es que este me lo diste tú- a parte, le ayudaba tanto a relajarse, era como una terapia.

Ni-ki solo sonrió, sintiendo otra vez ese revoloteo en su estómago.

Esa mañana, Sunoo se colocó un pantalón que una vez dejó en casa de Ni-ki, una remera de él y una sudadera igual de él, Ni-ki le dijo "ponte lo que quieras" y se puso la sudadera preferida de Ni-ki, pero no importaba, a Ni-ki no le importaba que Sunoo usará su ropa, aún si era su preferida.

-¿Vamos?- Sunoo sujetó la manga de la sudadera que Ni-ki traía puesta, diciéndole que estaba listo para ir a clase.

-Sí, vamos.










































Cami~

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