7
COMENTEN POR FAVOR 😭😭
Ahora que aún ando editando RELATIVE, este fic es todo lo que me queda para poner mis nuevas ideas, por favor, apoyenlo 😭😭
.
Sunoo se aferraba con toda la fuerza que tenía a Ni-ki, en sus manos sujetaba su pijama y se abrazaba tan fuerte a él que separarlo podría ser imposible.
-Ya pasó, ya pasó- Ni-ki no sabía qué hacer en ese momento, nunca había visto a Sunoo siquiera colocarse triste, aún al perder un partido, Sunoo nunca se mostraba débil ante nadie.
Y ahora estaba ahí, llorando enfrente a él dejando salir todas sus lágrimas y lamentos ¿Qué habría podido pasar?
Lo tenía en brazos en ese momento, sentía cómo el cuerpo contrario temblaba y el frío de su piel, estaba descalzo y con una remera, si no le habría la ventana iba a congelarse.
¿Qué pasó?
Ni-ki se sentó en la cama, con Sunoo sentado en sus piernas.
Estuvo así por al menos 9 minutos, donde en ningún momento lo soltó ni trató de alterar algo, solo dejó que Sunoo hiciera lo que quisiera, liberaba de sus feromonas cada tanto para así Sunoo pudiera calmarse.
-Perdón...- dijo Sunoo en medio de sus sollozos.
-¿Porqué te disculpas?- Ni-ki quiso sujetar su rostro para limpiar sus lágrimas, pero Sunoo no quería que lo viera, así que se apoyó en su pecho.
-Sí eres importante para mi... p-perdón por tratarte tan mal hace rato... lo siento- su voz sonaba tan apagada y tan pero tan triste, que Ni-ki no podía evitar creerle
-Te perdono, está bien, conozco bien el cómo eres.
-S-sé que a veces... muchas veces... doy tan malo contigo... y-y yo no sé cómo sigues queriendo ser mi amigo... sí yo soy tan horrible contigo... perdón...
¿A caso Sunoo estaba siendo sincero con sus sentimientos?
-E-en verdad lo siento... por favor, no te vayas- otra vez sentía lágrimas en sus ojos, llorar lo hacía sentir débil, pero en ese momento por alguna razón, se sentía fuerte -te quiero, Ni-ki.
Algo muy malo pasó ¿No?
Ni-ki suspiró y abrazó a Sunoo por la cintura mientras esté lloraba de nueva cuenta.
-Yo igual te quiero- ¿Debía preguntarle lo que pasó? ¿O debía esperar a que se lo diga?
-Ni-ki... ¿Tú serás mi amigo aunque pasen muchas cosas?
-Siempre seré tu amigo.
-¿No importa lo que pase?
-No, no importa qué pase o si pasó algo, siempre seremos amigos- sonrió -por mucho que trates de alejarme o por mucho que trates de evitar mi cariño, siempre voy a estar aquí para ti.
Esas palabras resonaron en la mente de Sunoo.
"Siempre voy a estar aquí para ti"
Sunoo tomó aire antes de sentir como sus manos temblaban.
-Cuando era pequeño... mamá echó a mi papá de casa... yo amaba a papá.
Ni-ki estaba en completo silencio, acariciando su espalda, transmitiendole compañía aunque no hablaba.
-Mamá era buena cuando era niño... al menos hasta donde empezó a ir a fiestas y volvía al día siguiente... yo tenía nueve años la primera vez que me dejó solo por cinco días...- sorbía su nariz -Y-yo pensé en irme de casa... porque mamá llegaba ebria y me gritaba mucho... o aveces cosas peores...
Ni-ki sintió una presión en su pecho, le dolía saber que Sunoo pasó por eso en algún momento... o si es que seguía pasando por eso.
-Ho-Hoy mamá trajo a alguien a casa...- sentía las lágrimas en sus ojos otra vez -Y y-yo no dije nada a-aunque sentí algo raro en él... y-y... me dijo que me bañara...- sus manos volvieron a temblar -p-pero entró al baño... y... y trató de... e-él... m-me agarró y metió sus manos en mi ropa...
Ni-ki sentía un nudo en la garganta y una inexplicable necesidad de golpear a ese tipo, sea quién sea.
-Y yo grité... pero mamá no hizo nada...- empezó a llorar otra vez, hablaba mientras sus lágrimas corrían por sus mejillas -e-él me agarró del cuello... yo... yo pensé que moriría... y por un momento creí que talvez... talvez era lo mejor...- se aferró a Ni-ki tanto como pudo -y-yo ya no podía re-respirar... y-y mamá no hizo n-nada...
Sorbió su nariz y se separó lo suficiente para ver a Ni-ki y que este pueda verlo.
-Yo... ¿Soy tan difícil de querer?
El rostro de Sunoo destruyó a Ni-ki.
Sus ojos algo rojos y sollozando, bajando de lágrimas sus mejillas sonrosadas al igual que su nariz por el llanto, sus labios tan tristes al igual que sus cejas.
-No... para nada... yo te quiero desde el momento en que nos conocimos- secó sus lágrimas con la manga de su pijama. -No tengas miedo cuando estás conmigo ¿Si?
Sujetó su rostro con ambas manos y Sunoo solo se dejaba hacer.
-Yo te voy a proteger de todo en este mundo... mientras estés conmigo, estas a salvo.
Sunoo no dijo nada, solo se apoyó en su pecho, buscando calor, ahora que ya había pasado un poco más de tiempo, el frío que sentía era bastante fuerte.
-Tu pelo sigue mojado- sintió cómo Ni-ki lo bajaba de su encima y se separaba de él.
-¡No!- Sunoo se desesperó, no quería estar solo, al menos no en ese momento, se aferró a la pijama de Ni-ki mientras sentía las lágrimas correr por sus mejillas, rogando porque se quedara -No te vayas... p-por favor...
-Solo iré por la secadora, no tardaré ni un minuto- le sonrió -es más, si me tardo más de quince segundos, mañana te prepararé el desayuno y te lo traeré.
-No quiero que te vayas...- su labio inferior temblaba.
-Solo serán quince segundo- se agachó y por pura inercia, le brindó un pequeño beso en la frente -volveré.
Y entonces Sunoo lo soltó.
-Uno... dos...
Ahí Ni-ki se apresuró hasta el baño de su madre y sacó la secadora junto a una toalla y por si a caso un botiquín.
-Volví- Ni-ki dijo con una sonrisa.
-Fueron dieciséis...- Sunoo jugaba con sus pulgares.
-Ah, me pasé con un segundo- le sonrió -Ven, abrígate- le pasó un pijama, de los más cálidos que tenía, era algo grande para Sunoo, pero no importaba.
El omega se sacó la ramera que llevaba, en frente de Ni-ki, sus manos temblaban, la pijama que Ni-ki le había dado tenía botones, le costaba mucho poder abotonarlo.
-Déjame, yo lo hago- Ni-ki se agachó para poder cerrar su pijama.
Ni-ki se quedó mirando unos segundos algunas marcas en los brazos de Sunoo, parecían quemaduras, pero eran redondas y pequeñas, era extraño.
-A mamá le gusta fumar...- fue lo único que Sunoo dijo al ver que Ni-ki se quedó mirando sus cicatrices.
Se quedó callado por un momento y luego sintió algo frío encima de eso.
Cuando volvió su vista a Ni-ki, este estaba poniendo cremas y alistando una gaza para ponerlo encima.
-Las heridas tienen que cuidarse... así dejarán de doler- lo hacía con tanto cuidado que Sunoo sentía que estaban dándole una caricia -cuando algo te duela, ven a mi- dijo envolviendo las heridas con gazas- yo siempre voy a estar para ti... siempre.
Sunoo vio sus brazos y estos estaban envueltos y curados con pomada y delgadas ganas que daban mejor protección a sus heridas.
-¿Me dejas secar tu cabello?- Ni-ki dijo mirando los ojos de Sunoo, los cuales ya habían parado de llorar, el mayor no dijo nada, pero asintió con la cabeza.
Ni-ki conectó la secadora y empezó a secar su cabello con suavidad y un nivel bajo en el aire.
Ahora Sunoo estaba cálido con esa pijama, a parte sus heridas no ardían al rozar con la ropa, era una extraña clase de comodidad.
Tenía sueño.
Sus ojos luchaban por mantenerse abiertos, se tambaleaba mientras Ni-ki terminaba de sacarle el pelo.
-Ya está- dijo el alfa -tu shampoo huele a lavanda, en el club de jardinería tenemos varias- le sonrió y cuando miró a Sunoo, este le dedicó una sonrisa dormilona -¿Vamos a dormir?
Sunoo asintió, volviendo a aferrarse a Ni-ki en un abrazo.
-Alistaré las frazadas, tu dormirás en la cama y yo--
-No- dijo Sunoo -Quiero estar contigo- frotó su nariz en su clavícula -Dijiste que no me dejarías.
-Cierto, lo dije- sonrió mientras destapaba su cama y acomodaba a Sunoo primero, acostado de lado y luego se metió él, extendió un poco su brazo y Sunoo de inmediato se refugió ahí, en medio de sus brazos, esos que rodeaban su cuerpo.
-Me gusta estar aquí...
-Puedes venir a casa cuando quieras y lo sabes.
-Me refiero a que me gusta que me abraces- luchando contra el sueño, se separó un poco y subió su rostro.
Ahí hizo lo que hace mucho pero muuuuuucho tiempo dejó de hacer.
-Buenas noches- Sunoo sonrió -sueña con los angelitos- y besó su frente, a pura voluntad, luego de eso volvió a acostarse en su brazo.
-S-sí... tú igual...
Que labios más suaves y esponjosos.
Esa era una pésima señal.
Ahora ¿Cómo hago para que mi corazón deje de latir tan fuerte?
Cami~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro