¿Les va gustando el fic? Así como va, para dejar la trama o aumentarle o quitarle cosas ajdjsjsj

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Habían pasado tres semanas y media desde que Sunoo entró a esa escuela.

Tres semanas y media donde supo que deshacerse de Ni-ki era imposible, este lo seguía tan de cerca que no podía evitarlo y casi todos los días iba a almorzar a su casa, no podía quejarse de eso, tampoco del como todos los días traía dos meriendas, una para él y otra para Sunoo.

Tampoco se quejaba de que cuando se dormía en clase lo tapaba con su chaqueta o cuando tenía alguna clase de pelea con otro estudiante tenía curitas a la mano para sanar sus heridas.

Talvez no era malo, es por eso que Sunoo dejó que Ni-ki continuará a su lado.

Y para Ni-ki era casi lo mismo.

Sunoo era alguien tan frío y nada empático, pero últimamente notó algunas cosas en ese chico, cosas que eran nuevas.

Una vez, por estudiar para un examen durmió muy poco y terminó durmiendo en la primera clase, cuando despertó, Sunoo estaba a su lado, leyendo un libro.

Podría parecer no mucho, pero todo el aula estaba vacía, Sunoo no quiso despertarlo así que se quedó a su lado, Ni-ki apreció mucho eso.

O la vez cuando quisieron inculparlo de tomar apuntes de un chico para un examen, Ni-ki nunca haría eso pero lo vieron como blanco fácil, en ese momento Sunoo se colocó delante de él y defendió a Ni-ki quien era inocente.

O la vez donde trajo Hamburguesas y se cayó la suya, Sunoo le dio la mitad de la que tenía.

-¡Nos van a regañar!- Ni-ki susurraba mientras Sunoo corría hasta detrás de la escuela tomando la manga de la chaqueta de Ni-ki.

-El regaño dura poco, el festival cierra hoy y no tendremos más tiempo- sí, escaparian de la escuela. -A demás, no nos traparán.

-¿Cómo sabes eso?- Ni-ki nunca había hecho eso.

-Tu solo confía en mi.

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Era el festival de invierno, un parque de atracciones que duraba dos días por el cierre de temporada.

Todo estaba tan bien ambientado y con tan bonitas luces, Sunoo lo amaba desde pequeño pero no fue por unos años, porque iba con su madre y ninguno de esos recursos eran bonitos.

Por alguna razón, sus ganas de volver al festival volvieron ese año.

Ahora eran las 4:30 de la tarde, escaparon en clase de computación, que es después de sus clubs.

-¿Te gusta el festival?- Ni-ki preguntó, corrieron 5 cuadras pues parecía que un profesor los había visto, pero fue falda alarma.

-Algo así- sujetó la campera de Ni-ki para guiarlo hasta donde estaban los juegos. -¿Quieres intentar?

-Primero tú- dijo viendo que Sunoo estaba muy emocionado por jugar, se notaba en sus ojos, era el juego de disparar a latas para que caigan.

Sunoo levantó el arma y apuntó  hace mucho que no jugaba, pero quería el premio que era un peluche de tamaño mediano que tenía la forma de un conejo, era bonito.

-¿Quieres el conejo?- dijo Ni-ki -Lo sé porque no paras de mirarlo.

-Se ve bonito.

Y sin decir más, trato de darle al blanco, de las 5 oportunidades solo pudo darle a 2.

-Que asco de juego, vámonos.

Sunoo no era alguien que tomaba bien una derrota, pero antes de que se vaya, Ni-ki sujetó su mano,  como ya era de costumbre.

-Quiero intentar yo- le sonrió -creo que puedo hacerlo.

No faltó más intentos, Ni-ki en verdad era bueno en eso.

-Tú... ¿Cómo...?

-Mamá pinta en sus tiempos libres y hay una técnica donde disparas a globos de pintura, lo practico desde muy pequeño. -Conseguiré el grande- dijo Ni-ki, puesto que con sólo un intento tendría un premio pequeño, pero Sunoo quería el grande.

El omega solo miró cómo Ni-ki hizo dos rondas más y de manera exitosa, ganando así ese bonito peluche de conejo.

Luego vio cómo agarró su premio y se acercó a él, con una sonrisa en sus labios.

-Para ti- le ofreció una sonrisa.

-Pero yo no gané.

-Es un regalo- y vió cómo los brazos de Sunoo rodearon el peluche, era de unos 45cm de alto y muy afelpado, como esa pijama que usa cuando se queda en su casa a dormir, lo cual pasa muy seguido últimamente.

-Eres tan sentimental.

-Y aún así somos amigos, así que no puedes decir que me odias- Ni-ki hizo pico sus labios, fingiendo que besaría la mejilla de Sunoo, pero solo era para molestarlo.

-Iugh, que asco, ya vete...¿Vamos a otro?- dijo sin mirar al alfa -Ah... y gracias.

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-Espérame ¿Si? Traeré algo para comer- Ni-ki fue corriendo a la tienda, ya eran cerca de las 6 pm y habían ido por los juegos de azar, aunque no por todos, así que estaban en un pequeño descanso.

-Bueno.

Sunoo no sabía porqué ese chico ya no era tan molesto como antes, solo sabía que le gustaba su comida.

-¡Sunoo!- una voz femenina llegó a él y se dio la vuelta a ver quién era, al parecer una chica de su clase.

-Ah, hola- no recordaba su nombre, tampoco le importaba.

-¿Cómo estás?

-Ve al grano, ¿Qué quieres?

-Agh, bien, tu eres amigo de Ni-ki... yo quería saber si él está interesado en alguien o si esta saliendo con alguien.

-¿Para qué quieres saber eso?

-Tú solo dime- insistió la chica de pelo largo.

-No.

-Mierda que eres malo socializando, Ni-ki me gusta, pero no sé si tengo oportunidad- susurró.

-¿Porqué te gustaría Ni-ki? Si es un torpe y tonto- Sunoo miraba a la chica.

-¿No es eso lo que lo hace lindo?- dijo la chica con una sonrisa -es alto, es atento y muy chistoso, trata de ser aplicado aunque no lo logra mucho y no tiene mala relación con nadie, incluso contigo.

-Ah... no, no tienes oportunidad- y se dispuso a irse.

-¿Porqué no?- la chica lo siguió.

-Ni-ki siempre me dice cada detalle hasta el más innecesario, y dijo que los betas no eran de su tipo, tu eres una ¿no?

-Pero él podría cambiar de opinión.

-¿Y eso qué? Tu me preguntaste y yo te respondí, adiós.

Y se fue, en su mente estaban esas razones por las que la chica dijo que Ni-ki era atractivo, pero no encontraba mucha consistencia.

Ni-ki, a la vista de Sunoo era como "el kakas" y para esa chica era el alfa más inalcanzable de la escuela.

Bueno, cada quién sus gustos.

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-Si te comes aunque sea una papa mía te mato, ya las conté.

Sunoo estaba por entrar al baño y le dejó sus cosas y comida a Ni-ki quien esperaría afuera.

-Mejor apúrate porque conmigo corren riesgo.

Sunoo solo quería lavarse las manos puesto que hace un momento comieron helado y se manchó con la crema, estaban pegajosas y no le gustaba la sensación.

A parte de escapar de la petición de Ni-ki por ir a la rueda de la fortuna, Sunoo odiaba las alturas porque le daban miedo.

A decir verdad, ese día no estaba tan horrible como los otros días, estaba menos feo.

Se secó las manos y se dispuso a salir del baño, encontrándose con esa chica hablando con Ni-ki, ¿De qué hablaban?

-Estoy esperando a Sunoo, podemos salir otro día si quieres.

-Vamoooos, es el último día del festival ¿No podrías decirle a Sunoo?

-No, somos amigos, yo no--

-Vamos, por favor- aquella chica -Vamos a la rueda de la fortuna, dijiste que Sunoo no iría contigo.

-¿Y tú que sabes?- Sunoo apareció sujetando las cosas que le pidió a Ni-ki  -Sí iremos- agarró la bufanda de Ni-ki y lo jaló sin darle oportunidad a la chica de despedirse.

-Pero dijiste que--

-Cambie de opinión- y aprovechando que había un lugar vacío, entraron ambos ahí.

-Awww, si me quieres- la rueda de la fortuna ya estaba en función, subían lentamente a una gran altura -¿Estas bien?- Ni-ki preguntó al ver que Sunoo no lo había empujado ni gritado ni insultado.

Y al ver a su mayor, este apretaba en sus manos el peluche que le había regalado ese mismo día.

-S-sí... pero... está u-un poco alto ¿no?- sentía que sus piernas temblaban aunque tenía seguros y protección.

-¿Te dan miedo las alturas?- preguntó Ni-ki, quien aprovechó la oportunidad para seguir abrazado a Sunoo.

-A-Algo así.. creo.

-¿Entonces porqué decidiste subir?- Sujetó su hombro -podrías habérmelo dicho.

-Es... es que tu querías ¿no?- a penas y podía moverse, pero conectó miradas con el alfa.

-No tienes que hacer algo que no quieres solo porque alguien dice que sí- Ni-ki desde hace una semana estabs probando algo, sus feromonas calmaban un poco el mal humor e irritabilidad de Sunoo ¿Será lo mismo con el miedo?

Liberó sus feromonas de poco a poco, viendo como las piernas del que él suponía era un omega dejaron de temblar.

-Pero... ¿No es normal querer acompañar a algo que tu amigo quiere?- dijo Sunoo y para Ni-ki fue el más grande honor que tuvo en sus 17 años de vida, era como recibir "el pulgar en alto" de "Papi" de la película "Las aventuras de Kronc"

¡SOMOS AMIGOS!

-Pues sí, es normal, pero yo no voy a obligarte a nada- le sonrió -Tu eres mi mejor amigo.

-Tu eres el único que tengo.

Y entonces Sunoo apoyó su cabeza en el hombro de Ni-ki.

Estaban en la cima de la rueda de la fortuna, a una muy grande altura, con viento frío corriendo, pero Sunoo ya no tenía miedo.

-Para mí, tu serás el único en todo el mundo y para ti, yo seré el único en todo el mundo, así como yo no voy a reemplazarte  tu tampoco lo harás.

-Eres demasiado cursi.

-Así me quieres ¿no?

-No responderé eso.

-Supondré que eso es un "sí".

Cami~