COMENTEEEEEEN, AHHHHHHHHHH 👹

Estoy de buen humor, así que si comentan bien, yo igual voy a darles otro cap rapidito, ajdjajsj

COMENTEEEEEEN 👹👹👹👹

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Sunoo se colocaba ropa de Ni-ki mientras este hablaba con su madre en el comedor.

Su madre lo llamó, dijo que debían hablar.

Sunoo estaba tan preocupado por eso, talvez era una molestia, ¿Debía irse? Pero no tenía ningún lugar a donde ir, estaría solo en las calles, o talvez estaban regañando a Ni-ki por dejarlo quedarse tanto tiempo, lo cual era peor.

Soy una carga para ti...

Sunoo, lo último que quería hacer, era molestar a Ni-ki, no quería dañarlo, no quería que se alejara, pero al parecer eso estaba destinado a ocurrir.

¿Debería volver a casa?

Pensó, su madre talvez estaba ahí... y ese tipo.

Pero si era para no molestar a Ni-ki, volvería.

-Sunoo- Ni-ki tocó la puerta de la habitacion  -¿Ya estas listo? Mamá quiere hablar contigo de algo.

-Y-ya voy.

Estaba nervioso, sentía como si fueran a regañarlo, talvez estaba ocupando mucho espacio, mucha comida, sí, es eso.

Debía irse.

Pero no podía ir a ningún lado, talvez le den un día para buscar un lugar... talvez debería volver con su madre y solo seguir soportando como lo había hecho hasta ese momento.

Tratando grueso salió de la habitación, luego, con las piernas temblando y las manos sudando, bajó las gradas, viendo a la madre de Ni-ki y a Ni-ki sentados en la mesa del comedor, esperándolo.

-Siéntate, hijito- dijo ella con una sonrisa.

Sunoo hizo caso, sentándose al lado se Ni-ki.

-Sabes que estuviste viniendo casi todos los días estás semanas.

Van a hecharme.

-También te quedas en la habitación de Ni-ki .

Estoy siendo una molestia.

-Es por eso, que encontramos una solución para que no tengas que venir de tu casa cada día.

Solo estoy ocupando espacio.

-¿Quieres quedarte aquí?- dijo la señora con una sonrisa.

-¿Eh?

Pensó en todas las opciones malas, en todas las alternativas oscuras y deprimentes, que no hubo tiempo para pensar algo bueno de esto.

-Así no tienes que volver a ese lugar, aquí estarás seguro, puedes seguir quedándote en la habitación con Ni-ki o en el cuarto de invitados, puede ser tu habitación ahora, puedes usar los muebles como tuyos y poner tu ropa... te compraremos ropa para que la pongas ahí.

-Pero... yo... ¿No les molesto?- sentía sus manos temblar -N-no quiero que tengan que cambiar su vida por mí y-y gastar de su tiempo en alguien como yo...

-No eres una molestia- dijo sosteniendo las manos temblorosas de Sunoo entre las suyas -Aquí y en ningún lado eres una molestia- secó con sus dedos las lágrimas que bajaban por las mejillas de Sunoo -Cuando tengas tiempo podemos buscar ropa para ti, puedes dormir en la habitación de Ni-ki y tu ropa la acomodaremos en su ropero o en los muebles de tu habitación, puedes usarla para lo que tu quieras, es tuya ahora.

-Y-yo...- miró a Ni-ki por un momento y este tenía una sonrisa en el rostro, mientras asentía, luego volvió a verla a ella, la cual también tenía una sonrisa. -Yo quiero quedarme.

Luego vió cómo ella abrió sus brazos, invitándolo a un abrazo.

No supo cómo, pero sentía ese impulso de acurrucarse ahí.

Se abrazo a ella, sintiendo el calor de sus brazos y el latido de su corazón, un abrazo tan cálido que hasta ese momento solo Ni-ki pudo darle, ella si lo quería, había más gente que Ni-ki que lo querían.

Aquí es tan acogedor...

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La madre de Ni-ki lavaba los platos mientras su hijo y Sunoo conversaban en la mesa del comedor.

En festejo a la mudanza de Sunoo, ella les dio de beber una copa de sidra.

Ella debía ir a trabajar de veinte minutos.

Aun sobraba media botella y les dio permiso para beber ese restante si eso querían, después de todo la bebida no era fuerte y si era dulce.

Ni-ki solía tomar vino y sidra en celebraciones familiares o a veces después de una buena comida de fin de semana.

-Cuando seque, ordenan los platos ¿Si? La ropa ya está lavada, no se olviden ponerla a secar, nos vemos mañana a medio día- le tocaba el turno de esa noche -Cuídense mucho, no le abran la puerta a extraños.

Se agachó un poco y le dio un beso en la mejilla a su hijo y uno en la frente a Sunoo.

-Tu mamá es muy linda- dijo Sunoo, apoyándose en el hombro de Ni-ki -¿Podemos ir a ver una película o alguna serie ya que estoy con baja médica y a ti te sancionaron con 3 días de expulsión?- sonrió -al menos a ellos los expulsaron del colegio, ganaste.

-Mamá peleó mucho para que los expulsaron a todos, a mi solo me tocó sanción- le sonrió -pero sí, vamos.

Llevó papitas de la alacena y la botella de sidra junto a sus copas.

Ambos estaban haciendo como si esa escena en el baño jamás hubiera pasado.

Pero por alguna razón que Sunoo no sabía, esa escena continuaba en su mente, y por alguna otra razón, quería continuar, para ver qué podía pasar, para ver qué podía sentir.

-¿Qué quieres ver?- Dijo Ni-ki prendiendo la televisión, viendo que Sunoo ya se había acomodado en su lado de la cama.

-Mmm... cualquier cosa está bien- sonrió -Dame opciones y yo decidiré.

-Mmm... podría ser la bella y la bestia o también podemos ver los juegos del hambre o...

La voz de Ni-ki se perdió, mientras Sunoo lo miraba, sus labios se movían pero no atendía lo que decía.

Pronto recordó a esa chica beta en la feria, la que dijo que le gustaba Ni-ki.

¿Porqué le gusta él?

Entonces empezó a pensar las cosas buenas que tenía Ni-ki, las cosas por las que talvez alguien pueda llegar a gustarle su amigo.

¿Qué le ven a Ni-ki?

Pensó, recordando cómo se viste su amigo.

Se viste bien solo algunas veces, ni siquiera es atractivo... para algunas personas,  no sabe bailar por lo que no podría llevarlo a ninguna parte... aunque tampoco me gusta salir.

Mientras Ni-ki seguía hablando, Sunoo estaba metido en sus pensamientos.

Cocina muy rico... pero es como chicle pegado a mi todo el día... ¿Porqué pienso que eso es lindo?

Sentía cómo sus orejas empezaban a calentarse.

Sí, tiene un aire tan acogedor pero ¿Qué haría Ni-ki con esa chica? No puede hacerlo feliz, Ni-ki tiene ese complejo de querer cuidar a las personas, necesita a alguien que se ría de sus chistes malos, también necesita que lo cuiden de sus torpezas... y que acompañe su sonrisa...

Y de repente se dio cuenta.

Me gusta Ni-ki.

Recordó cuando vio cómo lo defendía de todos los que le hicieron daño a puño limpio.

Estoy perdido...

Entonces vió a Ni-ki quien le sonreía y hablaba con esa sonrisa en rostro, esa tonta, boba, estúpida y cálida sonrisa.

En verdad me gusta...

-¿Entonces cual?- dijo Ni-ki, esta vez, Sunoo si escucho -¿Está todo bien?

-¿Ah?

-Tus mejillas están rojas ¿Tienes fiebre? ¿Te traigo algún medicamento?- sujetó su rostro entre sus manos, haciendo que Sunoo se ponga aún más nervioso.

-¡V-veamos UP!- Dijo quitando las manos de Ni-ki de su rostro.

-Claro... ¿Pero no tienes fiebre?

-Nop... ¿Puedes darme un poco de sidra?- no tenía buenas experiencias con el alcohol, por su madre, pero en ese momento, estar con Ni-ki le hacía sentir cómodo.

-Sí, toma.

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Iban por poco más de media película.

La botella de sidra se había terminado.

Sunoo sentía como si todo fuera "gracioso" no estaba del todo mareado, tenía conciencia de sus acciones, pero si Ni-ki le decía que haga un doble mortal para atrás probablemente trataría de hacerlo.

Al nunca tomar alcohol en su vida, por su ambiente familiar y por ser deportista, el 4% alcoholico de esa bebida y la copa y media que tomó hicieron efecto en él rápido, Ni-ki por su parte, tomó más que eso, probablemente unas cuatro copas, lo que lo ponía en el mismo estado que Sunoo, ya que tenía más resistencia al alcohol.

-¿Quieres más papitas?- Dijo Ni-ki viendo que ya no había en el bowl que trajo.

-No, gracias- quería apoyarse en él, pero no sabía cómo.

Otra vez, Sunoo perdió totalmente el hilo de la conversación, viendo a Ni-ki hablar, explicando algo que probablemente era super innecesario saber pero probablemente muy inteligente, como los datos random que muchas veces le soltaba en media conversación.

-Hey, Ni-ki...

Estando en ese estado, perdía el miedo de sus acciones.

-¿Si?

-¿Puedo besarte?

Cami~