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Depende de la cantidad de comentarios lo que suceda, así va a ser.
Comentan poco, este fin se va a cambiar de género a tragedia en vez de romance🫦
Ya saben, no se arriesguen.
COMENTEEEEEEN 👹👹
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-¿¡Que mi hijo hizo qué!?- la madre de Ni-ki atendía la llamada de la escuela mientras cocinaba en casa.
Acababan de llamarla porque su hijo golpeó a cuatro chicos, nunca había pasado algo así, siquiera le habían dado una nota por retraso en clases, nada y ahora venían con eso.
Dejó todas las estufas apagadas y salió rápido de casa, directo a la escuela donde confundida y preocupada fue directo a donde estaba su hijo, en la oficina del director, aunque el director aún no había llegado.
-¿Pero qué-- su madre se quedó callada, iba a preguntar porque habían mentido así de su hijo, pero ahora que lo veía, este estaba con los nudillos con algo de sangre, con su ceja partida y tenía a alguien en brazos.
Iba a regañarlo y preguntar qué pasó para que llegara a eso, hasta que vió que en sus brazos estaba Sunoo, quien lloraba mientras lo abrazaba.
-Mamá... lo estaban dañando, no podía dejarlo sufrir- dijo Ni-ki mirando a su madre -Sí hay un castigo, lo aceptaré, pero él no merecía nada de lo que le hicieron.
Su madre se quedó callada y se sentó en la silla de al lado.
-¿Porqué no van a casa mientras yo hablo con el director? Hay estofado en el horno- le sonrió mientras acomodaba el cabello de su hijo -Vayan a comer algo delicioso ¿Si?- también acomodó el pelo de Sunoo.
-Gracias, mamá.
Entonces Ni-ki se fue, llevando entre sus brazos a Sunoo, quien hipaba y lloraba, aunque algo le daba tranquilidad.
Esta vez no fue como las otras muchas veces, esta vez, alguien vino por él.
Ni-ki caminaba por los pasillos, aún con mucha gente mirándolos.
-¿Ni-ki era así de fuerte?- se esuchaba desde algunos lados.
-Nunca lo vi meterse en una pelea- se escuchó otra vez.
-¿Serán algo?- alguien preguntó.
Pero entonces alguien se hizo paso entre la multitud, yendo directo hasta Sunoo.
-¿Q-qué pasó? ¿Está bien?- era Jungwon, quien estaba preocupado, pese a conocerlo tan poquito tiempo se había encariñado con él, como un perrito -Jay, no debimos dejarlo solo, era que esperemos con él- Se giró hasta su novio quien estaba junto a él.
Jungwon era alguien que sufría mucho por sus desiciones pasadas, y en ese momento se estaba culpando por no haberse quedado con Sunoo un poco más, talvez no hubiera terminado así.
-No es tu culpa- dijo Sunoo sin mostrar su rostro y con una voz muy suave, casi quebrada.
-Dale tiempo- dijo Jay, tomando la mano de su novio -Tienes su número ¿no? Pueden hablar más tarde.
-Cierto... cuida bien de él, por favor- Jungwon le habló a Ni-ki quien le dedicó una suave sonrisa y asintió, luego simplemente camino hasta la salida y hasta su casa, el clima era frío, con mucho viento y él solo tenía su remera, pero Sunoo estaba con toda su ropa mojada, obviamente él la estaba pasando peor.
-Debo ser pesado... lo siento- Sunoo dijo suavemente -si quieres puedes bajarme.
-¿Cómo podría bajarte si tiemblas tanto?- dijo Ni-ki en broma, porque aunque Sunoo no esté en esa crisis, aún lo llevaría en brazos.
-Eres un tonto- dijo Sunoo mientras balanceaba sus piernas, ya llegarían a casa de Ni-ki.
Sunoo iba con sus piernas a cada lado de la cintura de Ni-ki, este lo sujetaba por los muslos, sin tocarlo indebidamente.
-Alistare la ducha- dijo Ni-ki, preparando la bañera, dejando a Sunoo sentado en la taza del baño.
Y mientras el agua cargaba, Ni-ki se paró para colocarse en frente de Sunoo.
-¿Te duele mucho?- dijo el alfa, viendo que Sunoo sostenía su costilla y casi no movía su brazo.
-No tanto...
-Eres malísimo mintiendo- bufón antes de pararse y sacarle con cuidado la sudadera a Sunoo, dejándola en un cesto de ropa para lavarlo justo después.
Vió que Sunoo solo tenía una remera abajo y a parte, estaba tan mojada como el resto de su ropa, suspiro antes de agacharse, más bien dicho, arrodillarse ante Sunoo.
-Te sacaré toda la ropa... excepto la ropa interior y te ayudaré a bañarte ¿Está bien?- lo miró -es para ayudar--
-Está bien- dijo Sunoo, con sus mejillas rojas, conectando su mirada con la del alfa -Hey... ¿Ya sabes no?
-¿Qué cosa?- dijo Ni-ki mientras le sacaba con cuidado la remera a Sunoo.
-Que soy un omega... toda la escuela lo sabe ahora- justo cuando dijo eso, Ni-ki acababa de quitarle la ropa superior, dejando en vista su abdomen y sus rosados pezones, junto a su bien definida cintura y su cuerpo trabajado pero no marcado, al ser un omega, era muy difícil llegar a tener musculatura, Sunoo no era la excepción.
-Ah... creo que lo supe cuando te vi... pero como no te gusta hablar de eso, no lo hago- dijo evitando mirar sus ojos.
-Está bien hablar de eso... porque eres tú.
Ni-ki desabrochaba su pantalón, dejando a Sunoo en ropa interior, boxers de color negro.
El olor favorito de Ni-ki eran las flores y su favorita por excelencia era el Jazmín.
Ahora el alfa se sentía confundido, percibía ese aroma, pero no tenía esa flor cerca, ¿Porqué será?
-¡Auch!- Sunoo se quejó al sentir un dolor en su muslo derecho, donde Ni-ki había rozado algo fuerte un moretón en esa área.
-Lo siento- terminó de sacarle el pantalón, dejándolo semi desnudo.
Ahí, otra vez las manos de Ni-ki lo levantaron, esta vez como una princesa para dejarlo en el agua, la cual estaba caliente y atemperada.
Con cuidado empezó a colocarle shampoo, masajeando el pelo de Sunoo, sintiendo ese aroma más fuerte que antes, como si su origen fuera una persona.
Ahí Ni-ki se dio cuenta, no era una flor, era Sunoo, mientras más cómodo se sentía, su aroma era más intenso.
No se aguantó las ganas y acercó su rostro a su cuello, sin tocarlo, solo estando cerca.
Ese aroma era tan embriagante, era como Jazmín y vino rosado, era para olerlo todo el día, sentía que podía estar ahí sin cansarse.
-Ahm... Ni-ki...- dijo Sunoo, pues inconscientemente Ni-ki lo había abrazado y apresado, mientras aspiraba su aroma.
-¡Lo siento!- se retiró enseguida, quitando sus manos rápidamente.
El omega solo sonrió suavemente mientras abrazaba sus rodillas.
Esto se siente raro...
-Esta vez, no la estoy pasando tan mal...- dijo Sunoo aún entre sus rodillas.
-¿Está vez?- pregunto Ni-ki.
-No es la primera vez que me tratan así... en todos mis antiguos colegios y preparatorias me pasó, pero hasta que no sepan que soy un omega, puedo defenderme...pero solo por ser un omega, quieren tener poder sobre mi...
-¿Ningún maestro hacía nada?
-No me creían... decían que yo me lo buscaba, a veces creo que sí- sonrió suavemente -no soy alguien violento... no sé porqué soy así- suspiró, hundiéndose en sus pensamientos -talvez el problema sí soy yo...
-No- dijo Ni-ki de inmediato -Claro que no eres tu, no tienes la culpa de las cosas que te pasaron para que llegues a querer defenderte, para empezar, no deberías sentirte inseguro por ser tu... no deberías estar en peligro solo por ser tú.
-¿Tu... no crees que sea mi culpa?- sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas, ¿Porqué lloraba tanto ese día? Y además ¿Porqué no tenía miedo a llorar?
-Claro que no... ¿Porqué tendrías la culpa?- preguntó acomodando su cabello mojado y ya enjuagado.
En ese momento, Sunoo se abalanzó contra Ni-ki y se aferró tanto a él como pudo.
-Te quiero, Ni-ki- toda su vida, le habían echado la culpa por cosas que ni siquiera tenían que ver con él, desde los golpes que le dieron, los insultos, los acosos, todo siempre fue su culpa y por una vez, por primera vez, alguien le dijo que las cosas malas de su vida no se debían a él, le dio tanta paz.
Entonces se separaron un poco del abrazo.
-Perdón.. te mojé- dijo Sunoo mirando al suelo.
-Está bien, no me molesta si eres tú.
¿A qué te refieres con eso?
Sunoo elevo su mirada y vio que Ni-ki estaba cerca, muy cerca, talvez demasiado.
Sentía las manos contrarias tocar con mucha delicadeza su cintura, los brazos de Sunoo estaban sujetos al cuello del alfa.
Un silencio se postró en todo el cuarto del baño.
Entonces Sunoo sintió una corriente en su espalda y así mismo en su estómago.
Sus narices estaban a punto de rozar.
-¡Hijo!- gritó su madre desde la puerta principal -¿¡Ya almorzaron!?- preguntó.
Entonces Sunoo empujó a Ni-ki haciéndolo caer para atrás y él mismo se hundió en el agua de la tina.
Ni-ki reaccionó con eso, se quedó mirando el techo unos segundos y luego se paró rápidamente cuando escuchó pasos cerca.
-¡Mamá!- Ni-ki abrió un poco la puerta para ver a su madre -aún no almorzamos.
-Ah... ¿Qué hacían?- dijo levantando una ceja.
-Le ayudaba a darse una ducha... p-por los golpes puede dolerle... ya sabes...
-Claaaro... los espero abajo- y sin decir más, se fue.
Ni-ki cerró la puerta sin mirar a Sunoo, estaba muy avergonzado en ese momento.
Mierda ¿Porqué justo ahora?
Cami~
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