Capítulo veintitrés
✨Capítulo editado✨
«07 ~ 08 ~ 20»
Mi pecho dolía, sentía que me ahogaba cada minuto que pasaba despierta. Lo que hizo que mi mejor amiga a un lado de mi cama se despertara rápidamente.
—¿Qué tienes? ¿Te duele algo?—indagó con nervios, bastante preocupada—Isabella mírame, estas bien ¿Ok? Ahora quiero que respires, respira..—me tomó con sus manos el rostro, obligándome a mirarla a la cara—Hazme caso..así ve como lo estoy haciendo, inhala y exhala, lentamente y con cuidado..eso..hazlo..
Copie sus movimientos.
—Él..—murmure apenas—E-ese infeliz..—lloré, y el semblante de Sarah cambio a uno más preocupado—S-se burlaba..
—Hey, hey—dijo, acariciando mis mejillas—Sólo fue una pesadilla, él no está aquí, él se fue ¿Bien?—me sonrió, sus ojos brillaban—Solo estas conmigo, y estas bien, no dejes que tus pesadillas te lo ganen, estas bien Isabella..no pasa nada—junto su frente con la mía. Pasando sus dedos por mis hebras de cabello.
—F-fue tan real..creí que nunca había salido de ese apartamento y que nada de esto había sucedido..—dije un poco más calmada, la respiración pasando con normalidad ahora—S-solo quería irme pero no podía y, y-..
—Ya..respira—dijo suavemente—Él no está. Ahora tienes a Tae contigo, y se que él no dejaría que alguien te haga daño..
—Tae..¿Dónde está Tae?—ella sonrió. Se alejó nuevamente de mi lado, sentándose esta vez a los pies de mi cama.
—En su casa supongo—carcajeo—Aún es temprano, son las once de la mañana, por lo que es posible que siga dormido..—explicó, ¿Por que había preguntado por él así tan de repente?. Era obvio que estaría en su casa ya que no teníamos clases este día, era festivo o algo así.
—Ush, no se porque pregunte eso..—me queje con una sonrisa.
—Quizás es porqué lo extrañas, a veces nuestras almas extrañan de sobremanera a sus destinados—le mire extrañada—Oh lo siento, lo leí en Google—sonrió bonito—Pero eso no le quita lo bonito, ya el que crea es otro asunto..
—Es hermoso viéndolo así—dije.
—¿Te sientes mejor Isabella? ¿Ya pasó?—pregunto dulcemente.
—asentí—Ya me siento mejor, todo fue una sola pesadilla..nada más que eso.
El que me estuviera acariciando mis cabellos tan suavemente hacia del momento aún más perfecto. Porque con su sola presencia ya me sentía feliz, a gusto sin duda alguna, en un estado imperturbable de serenidad y cariño en toda la palabra, y entonces cada vez me convencía más de que, este era mi lugar.
—¿Sabes que solo fue un sueño no?.
Le había comentado sobre mis recurrentes pesadillas estas semanas a Taehyung. Él por supuesto me apoyo en todo momento y en ningún momento me criticó por ello, cuando sinceramente esperaba que hiciera algún comentario despectivo sobre mis sueños. Quizá se debía a la fea costumbre que había desarrollado cuando estaba con Marlon.
—No está mal temerle a nuestros sueños—cerré mis ojos, mi espalda apoyada sobre su pecho, mientras pasaba sus brazos a mi alrededor—Yo también le tuve miedo a mis sueños un tiempo, y no está mal, amor. Nuestro cerebro siempre será nuestro peor enemigo porque sabe todas nuestras debilidades pero nunca hay que tenerle miedo por eso, hay que demostrar que podemos afrontar esas pesadillas..
—¿Te dije cuanto te quiero?—le dije, mi tono de voz siendo neutral. Mi vista recayendo en el hermoso horizonte frente a nosotros. El cielo tiñéndose de leves tonos rosas y naranjas pasteles.
—Diez veces desde que llegamos—y aunque no lo hubiera estado viendo, sentí como sus labios se expandían en una maravillosa sonrisa—¿Y sabes otra cosa?—emití un sonido en señal de que le estaba escuchando—Yo te quiero más, mucho mucho más ¿Si? Nunca te olvides de ello, mi cariño es sinceró..
Sonreí inevitablemente.
—Eso lo sé. Te patearía el trasero si me llegó a enterar si me estas mintiendo..—le escuche reír. Lo que me contagio a mi de igual manera, y debo decir que la risa de mi novio era las más bonita de todo el maldito universo, y no me pregunten como lo se, solo lo sé y eso bastaría.
—Por eso tienes que estar segura, amor—el abrazo se afianzó. Gire mi rostro levemente para recibir un beso en mi mejilla, ambos eventualmente volviendo nuestros al atardecer que nos bañaba.
—Tae..—le llamé.
—¿Uh?.
—Si yo te pidiera algo, lo que sea..—murmure—¿Me lo darías?—sentí como sus brazos se aflojaban a mi alrededor. Me levante levemente y me di la vuelta para mirarle a los ojos, él me sonreía.
Su mano se acercó a mi rostro, llevando un mechón de cabello detrás de mi oreja. Nunca dejando el contacto visual.
—Lo que quieras Isa, te daría hasta la Luna si me lo pidieras.
—Desearía que me traigas siempre, o todas las veces que se nos sean posibles a ver el atardecer..—hablé—Nosotros juntos, amo ver esto contigo, poder escuchar el sonido de las olas y el cálido sol bañándonos por completo..—le sonreí tímidamente—¿Me darías eso?.
—Ya te lo dije, todo lo que quieras mi amor. Quiero hacerte feliz ¿Bien? Y te daré todo lo que te haga feliz—se inclinó y beso castamente mis labios.
—sonreí, mis mejillas teñidas de un leve carmesí—Gracias, de verdad gracias..
—Bien, creo que es momento de regresar cada uno a su casa..—propuso Tae. Ya habíamos llegado a nuestras casas. Él ya había dejado el auto aparcado de su madre en la acera, sin ningún daño.
—Tienes razón. Mañana debemos ir a la Universidad y además comienzan las pruebas finales para pasar el semestre..—suspire—Espero que salgamos bien.
—él me abrazó, apoyando su mentón en mi coronilla—Saldremos bien, no te preocupes demás por eso ¿Ok? Puedes estresarte demasiado y no te servirá..
—Lo se, amor..—aspire su rico aroma antes de separarme—Necesito darme un largo y tibio baño, estoy cansada..
—Ve entonces, te veo desde aquí, hasta que entres a la casa—dijo—Ve, yo te veo—ánimo, agitando si mano hacia el frente—Te quiero, de aquí a la eternidad..
—De aquí a la eternidad—repetí.
Definitivamente este era mi lugar.
—¿Podrías prestarme un lápiz?—pidió el chico en el asiento de al lado.
—Ya se te hizo costumbre no traer tus útiles a la Universidad, Jimin—reí, sacando un lápiz de mi estuche para dárselo a él, recibiendo una sonrisa.
—Siempre lo olvidó en mi casillero, pero lo traje todo el semestre y la maestra no me va a dejar salir de la Sala otra vez—se excusó, yo solo negué con diversión—Ah, otra cosa, ¿Sabes que flores le gustan a Sarah?—sus mejillas se tiñeron de un adorable rosado.
—¿Te gusta mi amiga Jimin? Por que déjame decirte que Sarah es muy reservada—dije, sonriéndole al contrario—Pero le gustan las Rosas rojas, así que no te será complicado encontrarlas..
—¿Tú..crees que me acepte una cita?—indagó con cierta timidez. Ambos nos habíamos dejado de dirigir la mirada por que nuestra profesora nos había visto.
—Ella no se negaría si habrá comida—reí bajito—Aunque puede que también no se niegue porque le agradas mucho..—me de tuve cuando sentí necesidad de ir al baño—¿Profesora?—llame a la señorita Hwang, ella alzó su mirada hasta mí—Necesito ir al baño, ¿Puedo ir?—asintió.
—Claro, cinco minutos, si no está aquí en ese lapso de tiempo perderá el resto de la clase ¿Bien señorita Bravo?—asentí con rapidez. Levantándome de mi asiento y corriendo hacia el baño, que para mi suerte no se encontraba muy lejos de mi salón. Agradecí el que este vacío, nunca es cómodo en realidad cuando hay alguien más dentro.
Y por fin, pude respirar tranquila.
Una vez que termine seque todo y subí mi ropa interior, caminando hacia los lavamanos para limpiarlas con jabón, y de paso moje un poco mi rostro, para ir un poco más despierta a lo que quedaba de clases de anatomía. Algo tedioso.
Arreglé mi blusa antes de salir, y cerré la puerta a mis espadas. Pero para cuando amague a continuar a mi salón, unas manos taparon mis ojos, impidiéndome el poder ver, y fue entonces cuando temí lo peor, los nervios me habían ganado.
—Te encontré.
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