Capítulo veintisiete
🌌Capítulo editado🌌
《28 ~ 09 ~ 20》
—¿Por que no me dijeron antes?—se acerco con cuidado a la cama en donde descansaba mi mejor amiga desde hace dos horas—¿Qué fue lo que pasó para que la hayan tenido que traer hasta aquí?.
Le veía con empatía.
Sabía lo mucho que le afectaba esto a Taehyung, sabía que esto le dolía de sobre manera. Porque él fue el primero aparte de mí, quién le sacó una sonrisa a mi Isabella, él fue quien recolectó y unió las partes rotas del alma de Isabella. El había sido la oportunidad para ella, la vida le había regalado esa oportunidad de ser feliz nuevamente. Y duele ver que todo tu esfuerzo se vaya desvaneciendo así.
—La encontraron inconsciente en un baño público de damas—comencé diciendo—Uno de los guardias que trabaja en ese local la encontró encerrada en uno de los cubículos del baño, parecía no estar en sus cinco sentidos, él ho-hombre decía que lloraba de una manera descomunal..—mis ojos ardían por el llanto—F-fue todo tan inesperado, ella iba tan bien, estaba feliz, ella volvía a sonreírle a la vida, Tae..
—Ella estaba bien cuando la dejé en el hotel—cuando se giró a verme sus ojos ya se hallaban irritados y húmedos—Ella..se que estaba bien, estaba muy contenta con ver a sus hermanos..y-yo..—sollozo—¿Cómo es que tuvo este nuevo quiebre? ¿Ese hombre tiene algo que ver en esto Sarah?.
Le quedé viendo con preocupación.
Taehyung.
Me hallaba en una batalla dentro de mí.
Todo había pasado de una manera tan repentina, sin ser previsto nada. Con ella las cosas hablan ido tan bien, ella había vuelto a creer en la vida otra vez, había logrado que ella fuera totalmente feliz, y ahora todo volvía a ser como en un inicio.
Sus manos estaban tan frías.
—Respóndeme por favor te lo pido Sarah—pedí casi en una súplica.
—No lo sabemos. No hemos podido hablar con ella porque la primera vez que despertó después que la trajimos aquí, reaccionó muy mal—volví mi vista hasta mi novia. Se veía tan en calma, tan en paz. Era como si todo el desastre que era todo esto fuera ajeno a ella, y era irónico cuando todo esto era por ella. Y es que no era su culpa, era culpa de ese desgraciado que aún no se cansaba de lastimarla—Los enfermeros tuvieron que sedarla Tae..
—¿Ella te hizo eso en la cara, Jimin?—y es que desde que había ingresado por esa puerta, mi respiración acelerada y de mi cuero cabelludo cayendo gotas de sudor por haber corrido calles hasta aquí, note esa fea marca, un rasguño fresco en la mejilla derecha de uno de mis mejores amigos—No me mires así, solo dime..
—Se que no fue su intención..–fue lo único que murmuró—Ella realmente se veía muy asustada en ese momento, era casi irreconocible verla en el estado en el que se encontraba, fue realmente doloroso..
Desvíe mi mirada hacia otro punto de la habitación. Las ganas de llorar a mares en ese momento siendo más fuerte que cualquier cosa, necesitaba desahogarme.
—E-ella, solo necesita tiempo..y se lo daremos. Todos aquí, la haremos volver a como siempre debió ser, una chica fuerte y muy segura de sí misma—entrelace mis dedos con los de ella. Me incliné un poco a ella, sintiendo su tenue respiración en mi barbilla, su aroma a vainilla tan rico—Siempre, mi hermosa, siempre...—susurre.
Mis párpados caían pesadamente minuto tras minuto. Mi espalda dolía como si hubiera cargado por horas una pesada y gigante mochila, mi cuello tronó cuando me reincorpore en la incomodidad de la silla en la cual había pasado casi toda la madrugada. Mis ojos se cerraron por completo cuando los primeros rayos del sol en este nuevo día se asomaban por el alba, colándose por las delgadas cortinas blancas de la habitación. La cálida brisa mañanera me daba de lleno en la espalda, para luego sentir una mano suave pasar sobre mi espalda, lentamente.
—Debes ir a descansar un rato..—me decía con voz somnolienta Jungkook, sus ojos se hallaban todavía hinchados—Eres el único que no ha descansado totalmente, digo, como corresponde..ve al sillón.
—Q-quiero estar aquí para cuando ella abra sus ojitos—dije apoyando mi rostro sobre el vientre de mi novia, este subiendo y bajando tranquilamente—Quiero ser lo primero que ella vea antes de que otra cosa, quiero que este bien...
Las manos de Jungkook se fueron a mis hombros y me obligó a que me parará de esa silla. A regañadientes solté la mano de mi novia y me fui hacia el sillón. En donde también descansaban el resto de mis amigos; ellos habían llegado hace un par de horas atrás, eran las cuatro de la madrugada cuando primero apareció mi Hyung Seokjin junto a Yoongi. Más tarde llegaría Hoseok junto a Namjoon y Kook.
—Iré por un café, ya son las siete de la mañana y necesito algo de energía—dijo acercándose a la puerta, perturbando el silencio del ambiente—¿Quisieras uno?.
—Por favor..—pedí, cerrando mis ojos y sobando el puente de mi nariz. Sintiendo esa satisfactoria sensación de agrado cuando mi espalda tocó aquel cómodo sillón acolchadito. Di un suspiro largo, volviendo a abrir mis ojos, dirigiéndolos hasta donde estaba Isabella, su cabello viéndose tan sedoso ante la luz dorada del sol radiante de esta mañana. Y me pregunté cómo es que las cosas habían cambiado tanto, tan solo hace horas atrás todo estaba perfectamente, ella siendo la mujer feliz que siempre había soñado ser.
Y ahora estábamos en un hospital.
Aún siendo ignorantes a todo lo que había pasado después que la había dejado en la habitación de hotel de sus hermanos. Ese nudo en mi garganta volvió a aparecer.
¿Habrá sido esta vez, la primera vez que esta en una situación similar a esta?. Me tense completamente ante la idea de que mi Isabella se haya visto en este misma situación tiempo atrás, las marcas en sus brazos podían decírmelo claramente, esas heridas debieron haber sido tratadas en un hospital, tuvieron un proceso de seguro y eso me ponía los pelos de punta. Ella pasó por tanto, ¿Hasta cuándo más?. Un jadeo me llamó la atención, y entonces escuché un sollozo atrapado en sus labios y no tardé más tiempo y ya estaba a su lado. Sosteniendo con rapidez sus manos y viendo su rostro ante cualquier reacción.
—Mi amor..—murmure—Soy Taehyung bonita—acaricie con cariño sus mejillas.
Las lágrimas comenzaban a resbalar por los costados de sus mejillas. Mojando mis manos en el camino, y sobre la misma seque esas gotas de agua con mis pulgares, despejando su rostro precioso.
—Despierta corazón..—pedía—Abre los ojos Isabella, todo esta en tu cabeza, nada malo te pasará si abres los ojos, solo yo te estaré esperando de este lado..—un sollozo más fuerte se oyó en la habitación —Po-por favor bonita, me duele verte así..
Hipaba por el llanto.
—T-tae..—llamó entre cortada. Ella trataba de apaciguar sus lágrimas y restablecer su respiración. Sus maravillosos ojitos, o lo que quedaba de ese brillo, se abrieron. Sus pestañas largas se expandieron por el aire, revoloteando a la par que parpadea, sus ojitos pardos me vieron a los ojos y podría jurar haber sentido su dolor en mí.
—Mi amor..estoy contigo—traté de darle una sonrisa reconfortante—Siempre ¿No es así, mi bonita?—un semblante de pena se bordó en sus bonitos ojos, en sus finos y rosados labios, eso dolió en mi pecho.
—T-tae..—tomó mis manos, apegándolas a su pecho, temiendo quizá que me fuera de su lado—Él me encontró.. esta allá afuera.
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