Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo veintinueve

🌌Capítulo editado🌌
   《18  ~  10  ~  20》


Isabella.

Habían pasado ya cuatro días desde mi crisis, una de las pocas que comencé a tener en mi prolongada estancia en este hospital. Se habían vuelto algo rutinario, y lo peor, era que no es todas las ocasiones me sucedía de la misma manera. Habían formas en las que solo me guardaba mi sufrimiento, siendo todo interno y no más que ello, por lo que ayudarme a la señorita Kang se le había en extremo imposible. Y también estaba la otra cara de la moneda, en donde mis crisis se basaban en llantos y lamentos a mi miserable vida, en donde no hacia más que culparme por todo lo que me ha pasado con ese hombre y todo lo que vendría a futuro por la misma razón  que no me dejaba dormir por las noches.

Pero trataba de recomponerme. Quizá los doctores y la señorita Kang no lo notaban cien por ciento en las terapias, pero de verdad que lo estaba intentando con todo mi corazón. El motivo que me llevaba a levantarme por las mañanas era el luchar por recuperar mi vida, ser feliz al lado de mi amado Taehyung, y que estas viejas y dolorosas cicatrices no me afectasen más en el transporte de mi vida. No quería sentir más estos momentos de caídas, no quería seguir dependiendo de pastillas y sesiones con algún sicólogo, ya no quería.

—¿Isabella?..—un suspiro resonó en la habitación—Creo que esto no funcionará, ¿Has intentado hablar con ella por las noches así como te lo recomendé, Tae?—y no podía concentrarme del todo en la conversación que estaba teniendo mi sicóloga con mi novio mientras yo seguía con ellos en la habitación, escuchando.

Mis ojos pegados en el bonito árbol que estaba justo frente a la habitación. Sus hojas moviéndose a la par de la brisa, y de pronto sintiendo la necesidad de querer sentir la misma brisa acariciar mi rostro.

—No he logrado mucho..tampoco quiero hacerla sentir presionada, señorita Kang—la voz de mi dulce hombre sonaba triste y odiaba saber que debía a mí, mi culpa—Y con todo respeto, quizá Isabella no se sienta preparada aún para hablar sobre lo que le pasó y reencarnar esos viejos y difíciles momentos, de reencontrarse con la infelicidad que le provoca hacerlo, y le pediría que por favor le demos un poco más de tiempo, y mientras solo tratemos de aminorar dentro de lo posible, su dolor—el nudo en la garganta volvió otra vez.

—Sabes que intento hacer mi trabajo Taehyung, hacer que Isabella vuelva a recuperar su vida sin ataduras del pasado es mi objetivo en esta ocasión, y no puedo solamente dejarla ser, mientras su mente alimenta con más frecuencia a su dolor, y debemos actuar cuanto antes, si no puede llegar a pasar algo totalmente grave..

Y entonces fue cuando me giré.

—Lo siento..—murmure.

La atención de ambas personas poniéndose sobre mí. Taehyung se había acercado hacia mí, la luz del sol en mis ojos no dejándome ver con claridad el hermosísimo rostro de Kim Taehyung a la perfección, pero sabía que su semblante era el de uno angustiado, preocupado.

—Se que estuviste escuchando Isabella, y se que también estuviste pensando en todo lo que dije acá—me dio una sonrisa apenada—No dejes que el miedo te gane, hay mucha más fuerza y perseverancia de la que tú crees que tienes, nosotros solo queremos ayudarte a salir de ese agujero.

—G-gracias..—dije abrazándome a mi misma, los brazos de Taehyung envueltos alrededor de mis hombros. Mis ojitos se habían llenado de lágrimas, pero ninguna había caído aún—S-solo gracias..

—Es mi trabajo Isabella, y me da dicha el saber que puedo ayudar a una hermosa chica como tú. Espero que para la sesión de la próxima semana podamos hablar, quiero entender todo lo que pasa por esa cabecita tuya, ¿Lo intentarías al menos?.

—S-si..

La sonrisa que me dio la señorita Kang fue las más resplandeciente. Eso hizo sentir bien a mi corazón, me hizo ver que estaba empezando a hacer las cosas bien y que dentro de todo, esto tenía solución.

—Perfecto, te veo en una semana entonces—hizo un ademán de despedida—Cuídense hasta entonces, adiós.

—Adiós doctora Kang.


La tarde había llegado, y por mucho que le hubiera rogado al maravilloso hombre que tenía de novio, que por favor no me dejará esta tarde, no lo hubiera hecho. Porque entendía también que todos aquí tenían otras responsabilidades aparte de estar y venir a verme a diario a este feo hospital.

—la risa nerviosa de Taehyung me llamó la atención, de reía tan bonito—Hermosa de mi corazón, por favor no me veas así, que más quisiera yo quedarme contigo en este tiempo, pero mi presencia en total y completamente requerida en la otra zona del hospital, mamá dice que Yoon-hee me extraña mucho, y hace tan solo unos días que ya esta más despierta y activa..

—L-lo siento..se por todo lo que pasó la hermosa de Yoon-hee—suspire muy avergonzada—Me estoy comportando como una niñita pesada y mimada, tengo ya veinticuatro años, de verdad lo siento..

Agache mi cabeza, comenzando a jugar con mis manos. Viendo cómo en ciertas zonas aún seguían los hematomas casi intactos, con el mismo color violáceo y el verde rodeándolo, realmente estaban lastimadas. Ser tan pálida hacia que se vieran aún más, con más potencia en sus tonalidades. La mano de Taehyung se posó en mi mentón, alzándolo frente a él.

—No digas eso. No eres una niña pesada ni mimada por necesitar mi presencia, amor—sonrió con dulzura, mientras su dedo pulgar acariciaba mi mejilla—Ambas son las mujeres más importantes de mi vida, mis tesoros más preciados ¿Ok?. Vendré lo más rápido posible, antes de que vengan y te inyecten esa liquido para dormir estaré junto a ti, solo se paciente..

—S-solo..no quiero quedarme sola por demasiado tiempo—murmure con pena.

—No tengas miedo, hermosa—se inclinó y beso la punta de mi nariz—Yoongi y Seokjin están afuera en los asientos, los demás llegaran en unos minutos, Jimin ha recuperado todos los apuntes de tus clases faltantes para poder entregártelos cuanto antes..—sonreí poquito—Todo estará bien mi chica valiente, no dudes..

—suspire—No dudo..—y era una total ironía el que hubiera dudado en decir esa frase, porque no me sentía completamente segura diciendo ello. Porque no tenía la certeza de que todo estaría bien, nadie me daba la confianza para creer en ello, a excepción de las maravillosas personas que había conocido aquí. Pero aún así no era suficiente para mí, y con el miedo de pronto invadiéndome por completo le di una afirmativa a mi novio mientras él me daba unas de las sonrisas más cuadradas y hermosísimas que he visto este día.

—Te amo, y quiero verte siempre feliz—y entonces fue que mi corazón estalló en miles de emociones, que habían desatado una guerra interna conmigo misma. Al no saber como reaccionar a tales palabras. Porque por un lado mi alma de pronto se sentía amada, contenida por el mismo dulce y verdadero amor que me entregaba a diario el chico de la sonrisa perfecta y ojos maravillosos que me habían vivir en el mismo paraíso con solo verlos. Pero también estaba el otro lado, el lado que me costaba creer que existía en mí, y era en donde todo lo podrido en mi yacía, los dolores y malos tratos, el temor y la dura inseguridad que no me dejaba avanzar y corresponder de la misma manera el amor de mi novio. De mi Ángel caído del cielo, porque no me sentía merecedora de ese cariño, era un desastre andante. Tenía el pensamiento de que no era la mujer indicada para merecer su amor, sentía y con el dolor de mi alma, que otra persona podría hacerlo más feliz que yo. Quién solo sabía darle problemas de los cuales no tendría porque preocuparse como si fueran suyos, lo había amarrado a una vida llena de problemas e injusticias—Siempre, mi amor. Nunca lo olvides ¿Ok?.

Sonreí con lágrimas en los ojos.

—Si-siempre..

Se inclinó una vez más y beso de una manera tan sutil mis labios resecos que me hizo sentir en las nubes. Siendo humedecidos con el néctar de sus rosaceos y pomposos labios. Un beso sin duda electrificante, tan nuestro. Mis ojos se habían cerrado ante la paz, eso que mi alma tanto anhelaba me lo daban los besos, las caricias, las dulces y amadas palabras que me daba, Kim Taehyung.

Se separó de mis labios con una sonrisa en su rostro, sus ojitos brillaban.

—Te veo luego, bonita.

Solo le sonreí.
Aún sintiendo la calidez de nuestros labios moviéndose a la par hace tan solo segundos atrás. Y sin más que decir el hombre de mis sueños se iba retirando de la habitación, para finalmente dejarme en una soledad y silencio absoluto. Me recosté sobre la cama, mi espalda dando de lleno contra la suave textura del cojín.

Acomode las mantas a mi alrededor, en algunas partes se habían arrugado un poco debido al cuerpo que anteriormente yacía en ese espacio vacío. Y ya lo quería de vuelta conmigo, sin duda alguna mi vida no sería nada sin la grata compañía de mi hermoso chico de sonrisa perfecta.

No tenía mucho que hacer en este momento más que esperar a la hora en que vendrían a drogarme. Porque eso era lo que realmente hacían conmigo, para lograr que durmiera toda la noche, y ellos pudieran estar tranquilos y seguros de que no intentaría algún acto suicida en medio de la madrugada, suposiciones a las que ya me había acostumbrado en estos días.

Mire el pequeño y sencillo reloj que tenía en el modesto velador a mi izquierda. Aún faltaban treinta minutos para ello, por lo que sin más que hacer, preferí dormir un poco y hacer que los minutos pasaran lo más rápido posible y así tener a Taehyung nuevamente a un lado de mí.

Aún entre sueños, había escuchado muy claramente la puerta de mi habitación ser abierta. Mi mente se encontraba difusa, mis ojos pesados se abrieron levemente para ver quién había entrado a esta hora. Y como pude mire la hora en aquel bonito reloj de velador, eran las once en punto de la noche, los enfermeros ya habían traído mi inyección hace ya casi una hora, pero como verán, no es algo cien por ciento que sea efectivo, logre despertarme, pero nadie tenía porque enterarse ¿O sí?.

—¿Ta-Taehyung?..—pronunciar ese bello nombre fue la tarea más complicada en ese momento. Mi cerebro estaba apagado  y solo salían balbuceos de mis labios.

Aún así logré girarme sobre la cama, viendo efímeramente y de manera borrosa la silueta de un hombre; mis ojos no se lograban mantener abiertos por más de unos segundos, mi garganta se sentía lo suficientemente seca para molestarme. Y entonces fue que las palabras no volvieron a salir de mis labios, aquella pregunta quedo a medio salir de mi boca y una mano era la causante de mi silencio.

—Vengo a poner una inyección.

Su voz hizo un eco interminable en mi cabeza, causando estragos dentro de mí.

—negué con lentitud—N-no..ya tengo..no..—balbucee—T-tiene que haberse equivocado d-doctor..ya vi-vinieron ellos...

Sentí como el colchón rechinaba a mi lado derecho. Aquél hombre estaba más cerca.

—Yo nunca me equivocó, Isabella.

Me removí con incomodidad sobre la cama, tratando de apartar la mano de aquél hombre de mi rostro. No logrando nada debido a mi estado pausado, y era por eso que odiaba que me inyectaran medicamentos para mantenerme en una inconsciencia absoluta toda la noche. El miedo comenzó a invadirme otra vez, mi corazón palpitaba rápidamente, mis manos comenzaron a temblar de pronto.

—T-tae..—llame en súplica.

Su mano se dirigió a mí mentón, viéndome con total admiración, y es que más admiración, parecía una obsesión.

—Shh..él no esta aquí. Lamentablemente volvió al ala este del establecimiento, y nadie más vendrá, porque todos piensan que quien entró a esta habitación era un enfermero del hospital autorizado—mis ojos se llenaron de lágrimas. Mi cuerpo siendo incapaz de reaccionar correctamente.

—N-no..—mi cabeza daba vueltas—Po-por favor..Taehyung..

Sentí como sus manos acariciaban la piel de mi brazo derecho. De pronto sentí nada más que un leve pinchazo, un ardor naciendo de la misma zona debido a la brusquedad con la que lo había tomado.

—Esto te mantendrá calmada, hasta que logré sacarte de este hospital esta misma noche, mi Izzy.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro