Capítulo veinte
✨Capítulo editado✨
«23 ~ 06 ~ 20»
La semana de pruebas había comenzado. Ya estábamos a unos pocos días de que el mes se acabará. Había estudiado todo el fin de semana con algo de ayuda de Jiminie y una que otra mano que también se unió para ayudarme y que era Kim Taehyung. Nos habíamos vuelto más cercanos desde aquél día, habían pasado dos semanas de eso entonces. Comenzamos a irnos juntos por las mañanas, ya que para mi sorpresa nuestros horarios coincidían más o menos, solo con un par de minutos de diferencia en ciertos ramos.
—¿Podrías dejar solo un minuto tus libros y prestarme atención a mí?—chillo mí mejor amiga recostada en su cama.
Cerré por un momento mis libros y le mire a la cara, bajando un poco mis gafas ya que las necesitaba para leer. Maldita herencia de mi padre, ¿No podría haber sido algo mucho mejor? Aunque bueno, estábamos hablando de él, no había mucho que se salvará.
—¿Necesitas algo Sarah? Tengo prueba pasado mañana, tú también deberías estar estudiando, las finales son esta próxima semana—quizás soné algo pesada. Pero estar estudiando varias horas era algo tedioso y te irritaba el ánimo.
—Es algo conciso, no te preocupes—dijo sonriendo cálidamente, se salió de su cama y se hinco para quedar apoyada sobre mi cama, con sus brazos en el blandito colchón—Jiminie me invitó al cine para este fin de semana.
Me sonrió con emoción.
—Vaya. No pensé que en realidad te gustaría un chico como Jimin—ella me miro confundida—Oh, no es eso, Jimin es un chico muy agradable, simpático y lindo, pero tú eres muy extrovertida Sarah—dije riendo al final—Se agobiara cada vez que tengan una cita..
—¡Oh no no no! Tú no sabes como es él cuando ya agarra confianza. Se vuelve un chico completamente divertido, con confianza en sí mismo, el chico tímido y que se ruboriza con facilidad no está más—dijo como si estuviera hablando del descubrimiento más asombroso.
—¿A sí?—dije con interés—Lo molestare mañana en la Universidad.
—No lo hagas, quizás no quiera salir más conmigo por tus bromas—dijo riéndose—¿Y tú? ¿Qué tal con Tae?.
Fue ahí cuando un tono carmín tiño mis mejillas pálidas. Toda esa confianza que tenía anteriormente yéndose de mí. Con solo nombrar el hermoso nombre de Tae ya me temblaban las piernas, Dios.
—Perfectamente maravilloso, es que si tan solo pasarás un minuto con él me entenderías—dije con mi pecho llenándose de felicidad—Te olvidas de todo en esos momentos, no más problemas, no más nada, solo él y yo—Sarah se acomodó mejor sobre la cama—Él, en verdad me hace sentir bien, Sarah.
—Eso es hermoso Isabella.. el que hayas encontrado por fin a esa persona es increíble—acarició mis cabellos—Se que esta vez serás feliz amiga, Tae es un buen chico y te ayudará a sanar, ambos sanaran juntos el mayor tiempo que pasen juntos claramente, él te protegerá de todo y de todos, lo sé—sonreí enternecida por las palabras de Sarah.
—Espero que sea por mucho tiempo, porque no quiero que se vaya, no se lo permitiría—dije con sinceridad—Por más arrastrado que suene, iría a cualquier parte a buscarlo si algún día nos llegáramos a separar del otro, aunque él ya me prometió que no iría a ningún lado si no era conmigo, eso me calma.
—Él no te defraudaría de esa manera, no sabiendo por todo lo que has pasado—acarició mis mejillas—Así que deja de pensar eso por el momento, aprovecha este episodio de extrema felicidad, te lo mereces Isabella.
Me lo merezco.
—Estas hermosa hoy—dijo y con algo de timidez acercó mi mano, entrelazada con la suya a sus labios, besando mis nudillos—Como todos los días de hecho.
—Y tu tan encantador como siempre, ¿A donde me llevarás ahora Taehyung?—pregunte. Ya que el chico solamente me había dicho que dejara todo lo que estaba haciendo de lado y que solo saliera con mi celular, sin decirme algo más. Lo bueno era que ya había estado estudiando lo suficiente por lo que no tendría que preocuparme por algo más.
—Iremos a la costa.
Le mire sorprendido.
—¿A la costa? P-pero Tae, nos saldrá mucho dinero ir a la costa en un bus y lo más probable es que no alcancemos a llegar temprano—me sentía un poco mal por decirle y arruinarle las ganas de ir a Tae, pero en verdad ya eran casi las tres de la tarde.
—Iremos en el auto de mi madre, nos tardaremos a lo mucho como cerca de veinte minutos en llegar si el tráfico es rápido..—sonrió ampliamente—Queda en Seobinggo-dong, en el distrito de Yongsang-gu—le mire enternecida al ver la emoción con la que me hablaba—Te encantará bonita, la pasaremos tan bien, no te vas a arrepentir, te lo juro.
—No dudó de ello Taetae, se que la pasaremos muy bien—le sonreí y lleve una de mis manos a su rostro, acunando su mejilla en mi palma, el aferrándose a ese cálido tacto—Contigo siento que el tiempo nunca avanza, sumiéndonos en una realidad maravillosa y aunque solo sean pocos minutos los que pasaremos allí, para ambos se sentirá una eternidad..
La tarde caía, el bello sol escondiéndose en el horizonte en la consumación de nuestro mar. Era simplemente algo hermoso de admirar en la vida, el sonido de las olas llegando hasta mis oídos.
La cálida brisa del mar rozando nuestros rostros, dándonos una sensación de satisfacción al sentir. Los brazos de Tae alrededor de mi cintura haciendo aún más perfecta toda la situación. Sus brazos cálidos me hacían sentir a salvó, protegida de todo mal que pudiera haber en el mundo. Sentía que nada me haría caer si sus brazos me sostenían en todo momento, traspasándome su fortaleza.
—Gracias Tae, es un lindo lugar—dije, volviendo levemente mi rostro hacia arriba, viendo sus labios, su nariz, sus ojos maravillosos verme también.
—No agradezcas, te mostraría lo más lindo del mundo solo para ver esa sonrisa siempre en tu rostro—sonrió y apretó con cariño, sin ser brusco mi mejilla, sacándome una carcajada.
Me gire nuevamente, esta vez pasando mis manos en una caricia sobre sus brazos descubiertos. Entrelazando por último nuestros dedos, encajando a la perfección, como si nuestras manos hubieran sido creadas para ser unidas.
—Sabes algo Tae..—suspire a gusto.
—¿Mmh?.
—Nunca me había sentido así, tan querida por alguien..—sincerice—Nunca había sentido esa sensación de paz en mi pecho cuándo estaba con, él..pero cuándo apareciste en mi vida, la primera vez que cruzamos más palabras, fuiste tan diferente, todo contigo es diferente, y claro, dirás que obviamente todo tiene que ser diferente porque son personas diferentes—obvie—Pero quiero que sepas que tú has marcado la diferencia, has hecho más por mi que cualquier persona, me hecho sentir que realmente valgo..
Me solté de su cariñoso agarré y lo enfrente de frente. Conectando nuestros ojos, sin palabras, sin acciones más que esa; era perfecto, ese brillito en sus ojos pareciéndome los más bellos de todos.
—Y quiero agradecerte por hacerme sentir especial.
—Eres especial Isabella, lo más bonito que me ha pasado en este año fue el haberte conocido—sonrió. Posó ambas manos en mis mejillas, acariciando con su pulgar mis labios entreabiertos, casi siendo algo desesperante—¿Puedo?.
Preguntó en un susurro, a escasos centímetros de mis labios, ansiosos por recibir los pomposos belfos del chico.
—No tienes que preguntarlo Tae.
Ambos nos sonreímos.
Y fue más perfecto de lo que imaginé, un sin fin de sentimientos estallando en mi interior, un hormigueo naciendo desde mi estómago, estaba nerviosa, mis labios se movían lentos, nunca llegue a pensar que los labios de Tae fueran tan suaves, un elixir a mi parecer. Y eso solo me había confirmado aún más lo que sentía era amor. Uno sano y sincero.
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