Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo treinta y seis

🌌Capítulo editado🌌
  《05  ~  11  ~  20》









Taehyung.

—Ya Tae..—la mano de mi mejor amigo se posicionó sobre mi hombro—Por favor no insistas, no salió nadie, deberíamos ver en otro lugar..quizás nos vaya mejor que acá.

Pero no, no podía simplemente hacerle caso a Jimin e irme sin haberle entregado este volante a la persona que reside aquí dentro.

—T-tiene que abrirme, solo será un momento—dije apoyando mis manos en la puerta de la entrada—Y-yo solo quiero que vea este volante y me diga si la ha visto..

Mi cabeza se inclinó hasta quedar apoyada en mi mano. Mi rostro escondido de la vista de otras personas porque no quería que me vieran así de débil, no quería que sintieran lástima por mi dolor.

—Vámonos amigo, está no será la última casa a la que pasaremos preguntando—sentí como si cuerpo se recargaba en mi espalda y me envolvía con sus brazos—Por favor no te desanimes, alguien en algún momento nos dará la respuesta que tanto anhelas escuchar Taehyungnie..

—¿D-de verdad crees que ese hijo de puta la dejará irse? ¿Piensas que él, por voluntad propia dejará que Isabella vuelva con nosotros?—cada pregunta dolía más que la anterior—M-me cuesta creer en la posibilidad de que ella no logré volver nunca más, ¿Sabes?, q-que esa noche sería la última que podría mirarla a los ojos, la última noche que podría decirle lo mucho que la amo..nunca se me pasaría por la cabeza q-que esa noche ella se iría, p-pensar que pude haberla abrazado más tiempo—suspire agotado emocionalmente —Cabía la posibilidad de quedarme con ella e ir otro día a ver a Yoon-hee, pero me fui igual..la abandoné y por mi culpa ahora ella está sufriendo al lado de ese infeliz..

—Mira Tae..no soy quién para asegurarte que ella volverá con nosotros..porque no tengo la c-certeza de que será así—sus manos giraron mi cuerpo, incitándome a que lo viera a los ojos—Pero lo que si te puedo asegurar es que nadie de nosotros se va a rendir en esta búsqueda, nadie se echará para atrás y seguiremos hasta el final, hasta encontrarla ¿Esta bien? S-solo, que sea lo que Dios quiera Taehyungnie..

—sorbí mi nariz—Q-quiero volver a casa.


Isabella.

Había pasado un buen rato para que viera la cara de este hombre otra vez en la habitación. Se veía bastante serio, su pálido entrecejo no pudiendo fruncirse más de lo que ya de le era permitido. En todo momento caminando en silencio, sus ojos se veían inyectados en cólera. Y no me atreví a pronunciar palabra alguna.

De pronto una carcajada suave salió de sus labios. Aquél radical cambió de actitud me había erizado los vellos de mis brazos. Una corriente de escalofríos nació desde mi columna vertebral extendiéndose a cada parte de mi cuerpo.

—Sabes..¿A quién mierda me topé recién aquí? Justo afuera de la casa..—sonrió tan malditamente escalofriante—A tu amigo, aquél que vi en el hospital esa noche..—se acercó hasta mi y se acuclillo a mi lado—Se veía tan jodidamente preocupado que hasta me lo contagió a mi ¿Sabes?..—de pronto su semblante cambiando a uno neutro—Tenemos que irnos de aquí Izzy..

—Tae..—dije en un suspiro. Por un efímero tiempo se encontraba tan cerca y a la vez tan lejos de mí. Nunca imaginándose que yo podría encontrarme dentro de esta casa, y en el mismo barrio que él. Sin duda alguna la vida siempre les tocaría de la peor manera a algunas personas.

Amagó a tomar mis manos atrapadas por esa soga alrededor de ellas, pero las alejé rápidamente de su alcancé. Él lo haciendo nada más que alejarse
considerablemente y volver a su antigua posición.

—Y-yo no me iré a ninguna parte contigo—masculle con temor—T-tú no me sacarás de esta casa a no ser que sea para dejar que me vaya..—y ahí estaba mi voz temblante ante su imponente presencia—P-por favor Marlon, deja que me vaya, prometo no decirle absolutamente nada a la policía, s-solo olvidemos esto y déjame ir..n-no quiero estar más tiempo aquí..

Su rostro se inclinó peligrosamente al mío. Podía sentir su respiración cerca de mis labios resecos. Nuestras miradas conectando en ese instante, mi cuerpo entero tembló cuando sus manos sujetaron de lado a lado mi rostro.

—Eso nunca, Izzy. No permitiré que me arruine esto—respondió—He trabajado tanto para llegar hasta aquí, no sabes lo complicado que fue conseguir un boleto, conseguir una casa y poder traerte sin que nadie en ese hospital se diera cuenta..así que no me pidas que te deje ir porque no pasará, vas a tener que resignarte a la idea de volver a ver a tu héroe querido..

—E-eres..un desgraciado infeliz..—él solo me sonrió, mientras se ponía de pie—Te odio, ¡Te odio Marlon! ¡Te odió con todo mi destrozado corazón! ¡Te odió!—decía sin parar. Mi pecho doliendo por las ganas que tenía de llorarle en la cara. Pero por primera vez me contuve, manteniendo la compostura ante esta situación.

—Iré a preparar las cosas, nos iremos mañana en la madrugada—me sonrió y se fue de la habitación. Como siempre dejándome en cuadro de humillación, en donde se encargaba hacerme sentir lo peor posible. La peor escoria que pisa la faz de la tierra, el sentimiento de desgano cada vez era más grande en mi.

No sabría hasta cuándo podría seguir soportando todo esto. No sabia hasta que punto podría seguir luchando contra esto, y si sería lo suficientemente fuerte para no llegar a cometer una equivocación. La cual dañaría a la gente que más amo en este mundo.



Y tan rápido como llegó la noche llegó el amanecer a nuestras ventanas. Mis ojos se cerraban lentamente, mis pestañas bailando a la par con esa lentitud con la que pestañeaba. Mi pecho subía y bajaba con tranquilidad, pero esa misma paz y tranquilidad que evidenciaba mi cuerpo externamente, no se extendía hasta dentro de mí. Mi mente había estado atrapada durante toda la madrugada en una agonía, desesperada por encontrar una respuesta a toda esta incertidumbre que me llenaba por dentro. Quería dejar estas preguntas, ahuyentarlas y que se respondieran por si solas.

Pero algo como eso no sucedería.

Las respuestas lamentablemente no llegarían como una luz tenue del cielo. Y cada vez perdía más las esperanzas de poder vivir en un mundo sin miedo, sin esa inseguridad que me acompaña días tras días, los demonios de mi mente tomados de mis manos a cada lado de mi cuerpo. El anhelo por salir de aquí siendo un desafío completamente para mí, y la necesidad de tener a Taehyung a mi lado convirtiéndose en mi perdición, alucinaba con el momento de verlo parado en el umbral de la puerta, sonriéndome tan hermosamente como solamente él podía hacerlo, provocando las tan clichés mariposas en mi estómago, revoloteando sin cesar de un lado a otro, provocando los más hermosos sentimientos, mis ojos siendo capaces de ver el mundo desde otra perspectiva, un mundo gris quedando atrás para dar paso a uno lleno de colores, de vida y emociones. Y entonces vivía.

Entendía lo que era realmente vivir, el poder sentir y experimentar. Taehyung se había vuelto en mi oportunidad, con él me
di cuenta de que valía la pena, valía los riesgos y lo más importante, valía la vida, porque con él aprendí eso, porque Kim Taehyung, el maravilloso coreanito que se acercó a mi a pesar de mi frialdad en un principio, me enseñó que la vida no solo tiene partes dañadas y llenas de dolor, si no que también cuenta de su parte bonita, las más maravillosa y llena de amor, de su increíble e inmenso amor. Y sabía que si había aguantado hasta este punto era por él, porque era mi motivo para soportar un poco más este infierno en el cual vivía.

Era esa excusa que ponía entre mis ganas de vivir y las ganas que tenía de acabar con mi tormentosa y exhaustiva vida. Y me desgarraba el alma la sensación que tenía desde ayer, esa horrible sensación de detenerme, parar con todo esto, de no seguir pensando en una realidad soñada, de salir de mi mente ya que estar en ella me dañaba irreparablemente. Debía pasar más tiempo en la realidad, mi realidad, en donde los cuentos de hadas no existen, en donde vives la muerte de cerca, y sabes ya como es el funcionamiento de todo.

Lamentablemente esa dulce excusa que tenía ante todo, no estaba funcionando y nadie tenía la culpa, ni siquiera el maldito de Marlon la tenía, solamente yo era la culpable de que mis deseos por descansar fueran mayores a los de luchar, porque simplemente lo había permitido.

Una lágrima resbaló delicadamente por mi mejilla, eventualmente siendo absorbida por la tela de la almohada bajo mi cabeza.

Porque sabía que aunque luchará en esta batalla, seguiría luchando después contra los demonios de mi cabeza contra mis miedos e inseguridades. Este sufrimiento nunca acabaría para mí, y me dolía en el alma saber que solo existía una solución para acabar con todo este dolor.

—P-por favor p-perdóname Taehyung..



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro