Capítulo nueve
✨Capítulo editado✨
«01 ~ 06 ~ 20»
Ni yo sabía porqué había estado más de cinco minutos parada frente al espejo del baño. Sintiendo nuevamente esa tonta inseguridad por haber recibido un poco de afecto, aunque no era una muestra de cariño en si, solo era una persona fuera de mí círculo cercano, que se había preocupado por mí sin razón aparente.
Viendo detenidamente aquellas feas cicatrices que cada cuanto más las veía, más grandes y notorias las notaba. Era un extraño efecto que me sucedía, ver como decoran mi piel blanca, siendo testigo de un pasado tortuoso. Donde todavía siento como las llamas del infierno me carcomían cada vez más.
¿Qué demonios estaba haciendo?.
¿Por qué me estaba preparando para esta salida propuesta?. Mi parte racional, la que estaba pensando fríamente, me decía que esto no estaba bien. Que no debía ilusionarme por este absurdo sentimiento de calidez en mí. Por haberme sentido efímeramente un poco tomada en cuanta.
Quizás tenía razón y por un momento debía hacerle caso, por una vez en la vida debía pensar las cosas fríamente. Pero aún así otra parte de mí, me había llevado hasta mi cuarto y ya me estaba calzando mis zapatos como última prenda faltante en mi teñida de hoy.
Nada muy elegante, sólo casual. Como andaba todos los días domingos, que son días en donde no se hace nada porque todo lo hago en la semana, es como un día de descanso para todos.
Incluyendo a la familia Ahn, tan amables que son, y tan esforzados sin duda.
Mire mí reloj. Ya eran las seis en punto, y Taehyung ya se encontraba cruzando la calle, con una vestimenta tan casual como la mía. Bueno, de todas formas solo vamos por una tarta y ya, eso creía.
Y en menos de un minuto, el llamado a la puerta me proclamaba. Escuché como Sarah le abría, no le había dicho nada con respecto a la salida con Tae y ya podía ver la cara que tenía ahora.
Seguramente recibiré una lluvia de interrogantes por su parte, la conocía.
Tome lo único que creí importante para llevar: mi teléfono, y salí del cuarto.
—Isabella..—me miro divertida con una ceja alzada—¿Por qué no me dijiste que Taehyung vendría a buscarte?—susurro en mí oído cuándo me acerque.
Taehyung me sonrió como siempre.
Tan cute.
—Porque no pensé que si lo haría, pero ya ves como esta aquí en la entrada—dije volviendo a mirarlo, con una sonrisa amable—Hola Taehyung.
—Hola Isabella—saludo—¿Nos vamos?.
Asentí sin más.
Sarah me dió una mirada de: quiero que me expliques que chingados pasa. Salí rápidamente de la casa, ya que Taehyung ya me esperaba al final en la acera.
—Eres puntual—dije. Él carcajeo, llamando mi atención de porque reía.
—Es una virtud que tengo, no me gusta llegar tarde a ningún compromiso que hago—terminó por decir, ambos caminando con la vista al frente.
—Eso es bueno, ser puntual deja mucho que decir para las demás personas..
—Cuéntame algo de ti. Tus aficiones, si prefieres lo dulce o salado, algún hobby—dijo volviendo su mirada a mí—Lo que quieras decirme esta bien para mí..sólo me gustaría saber más de la persona con la que voy a comer una tarta hoy..
Sonreí.
—Pues, no soy alguien interesante Tae..
—Todos tenemos algo que ofrecerle al mundo Isabella, todos tenemos ese algo que nos hace diferentes al resto, especiales entre millones de personas—sonrió, ambos deteniéndonos fuera de un gran local de pastelería y demás.
—Bueno..solía gustarme tocar el piano, lo hice hasta los dieciocho años, pero después lo dejé, tuve algunos problemas—dije con cierta pizca de nostalgia—En lo personal prefiero ambos gustos, el dulce y el salado, para mantener equilibrado mi sistema digestivo..—río.
—Muy bien, eso es interesante—dijo y se apartó un poco de mi lado—Adelante..
Abrió la puerta para mi.
Lindo detalle, debía admitirlo.
—No es un lugar de lujo, pero es agradable, con ese aire hogareño en todo el lugar—decía la verdad, el lugar era bastante pintoresco, agradable.
—Es lindo, y no te preocupes con que no sea lujoso, no soy prejuiciosa. Gracias por haberme traído Taehyung—agradecí.
—No es nada, sólo quería distraerte un poco, ayer parecías estar afligida o algo así, no te estoy asegurando nada, sólo decía lo que mis ojos parecieron ver en ti—carraspee algo incómoda.
—¡Hey, taehyung-ssi!—llamó una chica, al parecer trabajaba aquí. Taehyung le sonrió en demasía, amigablemente.
—¡Wheein nonna! ¿Cómo estás?—pregunto animadamente mi acompañante. Curiosa reacción.
Tal vez le gusta esta chica.
No es fea, al contrario, es bastante linda y tiene buen porte. Un buen partido.
¿Pero que era eso de nonna?
—Muy bien Tae, gracias—llevo sus ojos a mí, como si estuviera escaneándome—Veo que has llegado con una nueva invitada, me presentó, soy Jung Wheein, trabajo aquí y soy amiga de Taehyung..
Sonrió, dando una leve reverencia.
No de una manera muy relevante.
—Un gusto, soy Isabella Bravo—reverencie educadamente. Esperaba estar haciendo bien todo esto.
—¡Vaya! ¿Eres extrajera?—pregunto con evidente asombro en sus palabras.
Vaya, ¿Se me nota mucho?.
-inserte sarcasmo-.
—Vengo por un intercambio, estudió Kinesiología—dije orgullosa.
—Esta viviendo en la casa de Hye-jin y de Yu-jin—respondió Taehyung por mí.
—Vaya, la familia Ahn es súper amable, de seguro has sido tratada como si fueras una hija más para ellos..—respondió la tal Wheein con una sonrisa.
—De hecho sí. Son muy amables con nosotras, me vine con mí mejor amiga—hablé—Podría decir que siento como si hubiera llegado a casa otra vez, son realmente amorosos y atentos.
—Son así. Y bueno, no les quitó más de su tiempo, síganme, les daré una mesa—propuso Wheein y ambos la seguimos.
El lugar consistía de dos plantas, tenía un ambiente vintage, me encantaba en ese sentido, discos de los años 70 y 80 colgados en la paredes y anuncios de los mismos años. Lo hacía ver como un verdadero local de esos años.
A simple vista pude notar que solo la planta baja estaba siendo ocupada. La zona del segundo piso estaba vacía.
—Muchas gracias nonna—dijo Taehyung y me invitó a tomar asiento.
—Y bien, ¿Qué van a pedir? ¿Quieren que les traiga la Carta?.
—La traje porqué quiero que pruebe la deliciosa tarta de chocolate que preparan aquí, le dije que no se arrepentirá de haberla probado, es un manjar de los dioses—chilló emocionado. En verdad parecía, en algunas ocasiones un niño pequeño.
—Muy bien, entonces se las traeré en unos veinte minutos aproximadamente, con su permiso—dijo y se marchó.
—¿Y bien? ¿Qué te pareció?—me pregunto Taehyung, otra vez con esa mirada tan calmada.
—Pues, es un lugar muy lindo, la señorita que nos atendió es muy agradable, no hay nada malo con el lugar Taehyung..—le sonreí con sinceridad.
—Eso suena genial. Perdón que te diga esto, pero me tome el atrevimiento de hacer un panorama para nosotros después de salir de la pastelería..—sonrió con timidez. No pude evitar el no sorprenderme, no era que me molestara.
Esperen. ¿No me molestaba?.
—¿Te molesto? Dime si quieres, no tengo problemas en cambiar todo si así lo dispones. De todas formas fue mi culpa por no habértelo comentado ayer o durante el día de hoy..lo siento..—un tierno carmesí tiño sus mejillas.
—Hey, no te he dicho nada todavía Taehyung. No me molesto, sólo me sorprendió, pensé que solamente querías que probará el pastel de chocolate y nada más. Entonces me mentalice con ese corto panorama..durante todo el día..
—Oh. ¿Entonces es posible extender nuestra primera tarde de salida?.
Vaya. Nuestra primera tarde de salida.
¿Acaso tenía contempladas más salidas conmigo? Por que eso me daba a entender ese agradable sujeto.
—Te escucho—sonreí.
—Perfecto. Tenía pensado que después de salir de aquí fuéramos a dar un paseo al puente banpo, es precioso, te gustará.
Aún no entendía porqué se empeñaba tanto en hacerme sonreír. ¿Por qué? .
Nada lo ataba a tratar de distraerme, ni siquiera sabía el porque siempre estoy desanimada, o entró en mis pequeñas crisis por recordar dolorosos recuerdos.
Entendía de cierto modo el que tenga curiosidad al respecto.
Ambos seguimos comiendo nuestras tartas de chocolate, las cuales habían venido a dejar hace unos minutos. Tae tenía razón, la tarta era deliciosa, y que mejor que era mí sabor favorito.
La calidez del día se había ido, dando paso a la penumbra de la noche. Eran casi las ocho de la tarde, y Tae me había traído al centro de Seúl. Todo muy colorido e iluminado por todos lados, la actividad nocturna se podía notar, e incluso podría decir que habían más personas de las que circulaban en el día.
—¿Y bien? No has dicho algo desde que bajamos del Metro...—escuche la incomodidad entre sus palabras.
—Lo siento, estaba pensando en algo..—dije y le sonreí cuándo me di cuenta que me había estado observando silencioso.
—Ya estamos por llegar al puente.. ¿Quieres tomar algo antes de llegar? Justo ahí hay un puesto de jugos naturales—dijo señalando a un señor a tan solo metros de nosotros.
—No gracias, ya bastó que me hayas pagado el pastel en el local, no me hagas sentir mal por no poner dinero..
—¡Oh! ¡No no no! No quiero hacerte sentir mal, solo es que bueno, quería comprarte un jugó por lo que hemos caminado desde la parada de autobuses —sus mejillas volvieron a sonrojarse.
Algo que había notado de él, era que se avergonzaba con facilidad.
—Bueno, por el momento no quiero, pero si me da sed te prometo que te lo diré.
—Me parece bien.
Igual la distancia que habíamos tomado no era demasiado extensa. Nosotros veníamos de un barrio llamado Insa-dong, si mal no recuerdo del distrito Jogno-gu, eran unos cuarenta minutos más o menos del barrio hasta el puente.
Poco a poco, concorde íbamos avanzando más, podía notar destellos de diferentes colores no muy lejos de donde nosotros ya estábamos. Había quedado sin palabras, era hermoso.
Colores vibrantes llenaban la oscuridad del lugar, verdes, morados y rojos siendo parte de los colores. No había mucha gente en el puente, nosotros nos habíamos quedado en la parte de abajo, ya que por el puente en si, transitaban los autos y era muy peligroso estar ahí.
—Tae, esto es hermoso..—dije con mis ojos pegados en los absorbentes colores que cambiaban unos tras otros.
—¿Ves? Yo no miento, es un lindo lugar. No es la gran cosa, hay muchas más maravillas de las cuales todavía no tienes en cuenta, pero es un bonito lugar para empezar tu travesía aquí..
—Me gustaría ver más lugares.
—Yo encantado en enseñarte todos los lugares que pueda en el tiempo que estas aquí, escuché por ahí que serán cinco años, es tiempo suficiente para mí—dijo con sus brazos apoyados en su pecho, riendo y viendo al mismo tiempo el puente banpo frente a nuestros ojos.
—¿Fue Jimin no?—pregunte.
—De hecho, lo deduje sólo. Estudias lo mismo que Jiminie, son diez semestres en kinesiología y como solo has llegado hasta aquí por un intercambio, te irás apenas termines tu carrera, ¿Verdad?.
Vaya, si que era inteligente.
—Me sorprendes Taehyung, eres muy inteligente ¿He?.
—Oh, me halagas, me lo dicen mucho—ambos reímos por el evidente sarcasmo.
Después de todo.
Taehyung si había logrado que dejara de pensar en tanta mierda por unas horas.
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