02.
Ronnie entró a la enfermería de la casa y agarró unas pinzas metálicas. Comenzó a sacarse los trocitos de cristal; por cada cristal que quitaba, soltaba un quejido de dolor. Cuando acabó, volvió a ponerse la chaqueta, pero un dolor punzante en el hombro la detuvo. Volvió a su cuarto, y cuando intentó entrar, otro quejido de dolor salió de su boca.
-Mierda...- murmuró.
-¿Quieres que te ayude? - se giró ante la voz.
-Hola, Chase, ¿vienes a culparme de lo que ha pasado?- suspiró.
-Quería disculparme por cómo me he comportado. No debería haber insinuado que eras la enemiga.
-No lo has insinuado, me lo has dicho directamente.- vio que él rodaba los ojos.
-Lo siento. Oye, tienes el hombro dislocado, deja que te lo recoloque.- Asintió. Chase se sentó a su lado y le agarró la mano y el brazo.- A la de tres. Una... Dos...- chilló de dolor cuando colocó de nuevo su hombro.
-Gracias, Chase.
-De nada.- Él salió de su cuarto y le dedicó una última sonrisa.
-Sigues sin caerme bien.
-Lo sé.- sonrió un poco y él salió de la habitación.
Kaz la avisó de que Skylar había pedido una reunión para discutir lo que había pasado, por lo que Verónica se puso su chaqueta y bajó a la sala de reuniones. Cuando vio la pantalla y vio a Roman y Ryker, cerró los ojos fuertemente, con los oído aún pitándole de la explosión.
-Roman y Ryker, hermanos gemelos con superpoderes que me odian. Su padre, Rodissius, perdió sus poderes en Mighty Med, pero eso no ha evitado que siga con sus planes malvados.
-¿Sabemos su nombre?
-Rod...
-¿Apellido? - negó ante la pregunta.
-Sí... Ya le conocemos. Kaz y yo tuvimos que quitarle sus poderes para poder salvarle. Se cabreó bastante y se hizo un villano. Tiene catorce hijos, Roman y Ryker son dos, pero no sabemos quiénes son los otros.
-Igual son buenos.- dijo Ronnie.
-¿Con un padre así? Lo dudo.- sugirió Bree.
-Los hijos no tienen porque ser el reflejo de sus padres, pueden mejorar.- la ira de la rubia podía verse a millas.
El resto del equipo, tras haberles explicado todo, se fue a sus cuartos a dormir. Chase se quedó en la sala, igual que ella. El chico podía notar que el comentario de su hermana había incomodado a Ronnie, pero decidió no decir nada.
Tras un cuarto de hora revisando datos, decidieron subir al salón. Ella se subió al muro y empezó a hacer pasos de ballet sobre él, lo que hizo que Chase se acercase asustado por lo que podría pasar.
-Baja de ahí, puedes matarte.
-Los gatos tienen siete vidas. Me queda una.
-¿Qué significa eso?
-Que soy humana, todos tenemos una vida.- Chase rodó los ojos y ella sonrió.
Siguieron hablando durante dos horas más y, cuando fueron al salón, Ronnie encendió la televisión y ambos se quedaron viendo la serie. En algún momento, ella se quedó dormida sobre el hombro de Chase; cuando despertó, él levantó su cabeza de la de ella y ella de su hombro.
-Lo siento.- murmuró.
-No te preocupes.- Miró la mesa y vio una caja.
-¿Qué es eso?- preguntó.
-No lo sé.- Chase inspeccionó la cajita con su escáner.- No detecto ningún riesgo.- Ronnie agarró la caja de terciopelo negro y la abrió.
-Son unos pendientes.- sonrió un poco.- Con forma de gato.- Miró de nuevo la caja y vio una notita.
"Para mi Ronin favorita, que mi amor por ti sea explosivo."
Abrió los ojos asustada, guardó los pendientes en la caja y los lanzó lo más lejos que pudo por la ventana. Se lanzó a Chase y le hizo un placaje para tirarle al suelo. Su pelo se llenó de cristal por segunda vez en el día. Abrió los ojos y la boca de Chase estaba tremendamente cerca de los suyos.
-¿Estás bien?- preguntó.
-Sí, ¿tú?- asintió.- ¿Qué ha sido eso?
-La misma persona que ha mandado a Roman y Ryker a por Skylar quería cogerme a mí también.
-¿Rodissius?- ella asintió.- Bien, vete a dormir, si escuchas cualquier cosa extraña, estoy a una puerta de distancia, ¿vale?- ella sonrió.
-Vale.
-Hasta mañana, Blue.- Miró a Chase y sonrió un poquito.
-Hasta mañana, Genio.
A la mañana siguiente, cuando Chase fue a la cocina, se encontró a Ronnie con una taza de café con leche y un gato entre sus piernas. El castaño se quedó mirando a la chica y se percató de una marca, mas bien una cicatriz, que tenía en la mejilla izquierda.
-Si me haces una foto durará más.- el chico apartó la mirada nervioso.
-Perdón. ¿Quién es el gato?
-Teekl.- el gato se subió a la encimera.- No es un gato cualquiera. Es mágico.
-¿A, sí, y qué puede hacer?
-No lo quieras comprobar.- el chico rodó los ojos.
-Oye, ¿qué pasó anoche con los pendientes?- ella llamó a su gato y le puso un poco de comida.
-Nada. Solo explotaron.- se encogió de hombros.
-Rodissius te quería ver muerta.- ella se quedó mirando a la nada.- Creo que esto es personal, Blue.
-No tienes ni idea de lo que es.- ella se marchó enfadada de allí, dejando a un confundido Chase preguntándose qué había hecho mal.
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