➤ 06.
La sorpresa en el rostro de la niña fue tan notoria, que la sangre de Yami ardió de coraje ¿Cómo era posible que aquel héroe se presentara con un ramo de flores y una sincera sonrisa? Si le había abandonado hacía más de dos meses.
Hoshi solo contemplo a su héroe con la boca abierta, sin poder creer que estuviera delante de ella. La imponente figura, la sonrisa resplandeciente como el sol y ese singular porte que lo caracterizaba parecía ser una amargura en su vida, ese hombre no podría llamarse así mismo héroe cuando le tenía decepcionada.
Pero, no podía evitar sentirse emocionada, gustosa de verlo. Tal vez, en su interior deseaba con todas sus fuerzas tener la esperanza de volver a caminar con ayuda de All Might.
— ¿Qué-e hace aquí? — fueron sus sinceras palabras.
— ¿Quién es amor? — la madre al percatarse de que su hija se encontraba sorprendida, fue averiguar quién era. Lo que no espero fue encontrarse al héroe número uno delante de ella — ¿Qué hace USTED aquí? — las palabras cargadas de desprecio fueron duras para el héroe, pero no se iba a dar por vencido — ¡Aléjese de mi hija!
— No era mi intención importunarla señora, el juez me ha dado autorización para presentarme.
— ¡¿Usted?! — la madre de Hoshi cerró los ojos a causa del dolor al dirigirse al juez.
— Cielo, tranquila... — su marido se acercó para sostenerle.
— No es un buen momento All Might ¿Qué desea? — ante la angustia de su hija, el abuelo se apresuró a interferir.
— ¿Me concede unos minutos con la señorita Hashimoto?
Era curioso como los héroes podían lograr que una multitud se alzara con un grito de euforia, y como los villanos causaban terror en las mismas. Para All Might, lo esencial era rescatar a todos aquellos que esperaban la llega de un héroe, por eso, su sonrisa era una marca característica cuando aparecía en escena. Pero en ese momento, la sonrisa no parecía basta para la niña que movía la silla de ruedas delante de él.
Esa sonrisa no era necesaria en ese momento. Agradecía que la pequeña deseara escuchar lo que tenía que decir, pero alrededor de dos minutos caminando por el palacio de justicia con el único sonido de las ruedas de la silla, era demasiado silencioso.
Al final del pasillo, una puerta estaba abierta, al pasar logro ver un pequeño jardín, una banca y una fuente de adorno. Parecía oportuna cambiar el escenario.
— ¿Le molesta salir un poco?
— ...
La situación era demasiado incomoda. El buen tiempo de afuera despejo los pensamientos enredados del héroe. Toshinori se detuvo a mitad del jardín, necesitaba disculparse con lo sucedido pero le costaba hacerlo, y parecía ser que un ramo de flores no era suficiente ante la situación.
— Señorita Hashimoto... quería...
— ¿Puedo preguntar algo? — Hoshi le daba la espalda, se detuvo observando el cielo. Sus cabellos largos se mecieron por la pequeña brisa.
— ¡Si-i! — Toshinori trago con dificultad, el cuello del traje que portaba le incomodaba.
— ¿Por qué se fue?
¿Por qué? Una pregunta valida ante la circunstancias. El mismo no lo sabía, su instinto en ese momento, después de saber la verdad, le negaba a irse, pero, su cuerpo se movió por sí solo. No era capaz de afrontar una verdad, que él era el culpable de alimentar una esperanza poco creíble ante la realidad.
Sabia de antemano que si seguía alimentado esa esperanza sin obtener resultados, la niña iba a decaer y la oscuridad la absorbería gustosa. Decidió que lo más sensato era irse, sin decir nada, sin ninguna explicación. Solo desaparecer.
¿Qué clase de héroe era aquel que se iba cuando las personas más lo necesitaban? Solo un cobarde hacia eso.
— Señorita... Yo... vera... — no podía decirle, no podía hablar del miedo que sintió al recibir la noticia de saber que su esperanza era en vano. Que no podía hacer nada para ayudarla, nada.
— All Might, yo, no lo culpo... mi abuelo me dijo que estaba asustado de los resultados que me dieron. Pero... sabe, me hubiera gustado al menos saber que estaba a mi lado...
El corazón de Toshinori se oprimió al ver la tristeza en los carmesí de Hoshi cuando le vio. Estaba decepcionada de él y no tenía palabras para negar su error. Ahora el ramo que sostenía le parecía estúpido. Bajo los brazos, la cabeza e intento encontrar aliento para disculparse.
— ¿All Might?
Hoshi no espero verlo triste. No era su intención que se sintiera mal, sabía que un día iba a encontrarse con su héroe en la calle y estaba preparada para decirle que lo perdonaba. Que él no tenía la culpa de lo que paso, le estaba agradecida de darle esperanza cuando nadie lo hizo, aun cuando esta fuera mentira.
Se acercó y tomo su mano, intentado darle ánimos.
— Está bien, los adultos también se asustan... ¿verdad? — le sonrió al igual que lo hacia él para demostrar que estaba ahí para la gente.
Toshinori observo su radiante sonrisa y esta dejo huella en su corazón. Era sorprendente como las circunstancias cambiaban a las personas, a pesar de ser tan pequeña, comprendía muy bien su situación, y le daba ánimos a él, para dejar atrás la tristeza e impotencia que sentía de no haber hecho nada.
Esa niña era amable, buena, inocente y justa.
Rio, recuperando la energía habitual en él. Poso una rodilla en el suelo y entrego el ramo de girasoles, haciendo una promesa a la pequeña como el héroe que era.
— No le volveré a dejar sola joven Hashimoto — declaro.
— ¡Gra-acias! Son muy lindas.
— Me alegro que le gusten. Volvamos antes de que su madre se preocupe más.
— ¡Si! — animada Hoshi dejó que All Might llevara la silla.
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¡Bienvenidos queridos tele-videntes! En las noticias de hoy tendremos fraudes, secuestros en plena luz, los nuevos novatos de la academia U.A. pero sobre todo... ¡¡¡All Might, nuestro héroe número uno, tiene una nueva pupila!!!
Con un ligero temblor, el control remoto salto por la habitación. Reboto en la pared y el suelo para terminar cerca del sofá. La pantalla quedo encendida en el noticiero matutino cuando la madre de Hoshi, abandono la sala furiosa. Aun después del juicio, dar aclaración a lo prensa sobre el malentendido, las noticias seguía especulando que el héroe número uno contaba con una nueva pupila.
Si no fuera por el pequeño descuido de ambos al salir del jardin. Seguramente la televisora no hubiera inventado el rumor sobre la posible sucesora de All Might. Quien iba a pensar que los reporteros ese dia seguían buscando noticias frescas en el palacio de justicia. Un pequeño descuido que All Might seguía lamentando.
La única verdad, era que Toshinori se disculpó por su repentino abandono, y prometió procurar visitar a Hoshi solo si los padres de ella lo autorizaban. Por supuesto que se negaron, suficiente daño había causado aquel hombre de cabello amarillo para que siguiera viendo a su hija.
Pero, el abuelo de la menor no pensó de ese modo. No vio problema, parecía ser que su nieta estaba entusiasmada con la idea, por lo que, ante un horario estricto el héroe podía verle los domingos en la mañana bajo la vigilancia de un adulto.
¿¡Quién es la niña!? ¿Cómo elige un héroe a su futuro sucesor? ¿Qué se necesita para estar al lado del héroe número uno? Esas y más preguntas nos esperan en el canal 28 ¡Después de estos comerciales!
El presentador del canal NHK World Japan demostró un entusiasmo exagerado al concluir su reporte. La televisión se apagó poco después, Hoshi miro la caja negra molesta, inflo sus mejillas y suspiro. Su abuelo la contemplo un poco divertido.
— Déjame adivinar ¿Estas enojada?
— ¡Es mentira, lo que dice ese señor! yo no soy la pupila de All Might...
— Bueno... — aunque su nieta estuviera molesta, no podía negar que sus ojos brillaban cada vez que decía "pupila" — No hagas mucho caso pequeña, la gente suele hablar por hablar. Lo olvidaran con el tiempo.
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Palabras 1,329
Canción: Pequeña gran revolución de Izal
Los girasoles simbolizan la amistad y el cariño.
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