Me encanta que me mires y sonrías sin ninguna explicación.

El tiempo.

El tiempo no era suficiente para apreciar  Kim Taehyung.

Y eso Jungkook lo comprobaba una vez más.

Su crush de toda la vida estaba sentado, con una expresión de concentración es sus profundos ojos.

Sus ojos.

Rasgados, únicos, largos, brillantes.

Tenía todas las estrellas capturadas en esos hermosos orbes color miel. Que se concentraban en el profesor.

Jungkook apoyaba su mentón en la palma de su mano.

Taehyung era hermoso.

Cabellos rubios ondulados caían por su frente, en un desorden hermosísimo, como lo era su corazón. 

Piel canela, a simple vista suave y tersa.

Jungkook quería apreciarla hasta que Taehyung recordara lo hermoso que es.

Labios delgados, rojizos, suaves.

Jungkook quería besarlos hasta dejarlos hinchados y más rojizos, porque quería que le pertenecieran.

Que sus sonrisas, carcajadas, cariños, abrazos y besos fueran solo para él.

Quizás estaba siendo egoísta y posesivo.

Pero... Taehyung era el amor de su vida.

El primer día que lo vio... Oh, ese día...

Ante el recuerdo sonrió, y Taehyung lo miró.

―¿Pasa algo?―lo miró confundido, sus apachurrables mejillas teñidas de un tímido rojo.

―¿A-Ah?―Jungkook parpadeó seguidamente y entrelazó sus propios dedos apartando la mirada a su cuaderno.

Taehyung sonrió.

―¿Por qué me ves tanto?―susurró cerca de su oído, oh, su voz rasposa y gruesa, un barítono melodioso.―ni que fuera tan bonito...―y eso sorprendió de sobremanera a Jungkook.

―¿Qué?

―¿Qué de qué?―apoyó su mentón en la mano derecha, justo como había hecho el contrario. Sonreía con burla hacia el castaño, pero se preocupó al verlo tan sorprendido y al parecer enojado.

―¿Estás diciendo que no eres bonito?―respondió con rudeza.

Taehyung sonrió con fuerza.

―¿Algún problema con eso? 

Jungkook tomó lápiz en mano y con un notorio sonrojo en los pálidos mofletes escribió rápidamente, el rubio intentaba ver que hacía, pero este solo lo empujo suavemente.

Y este se rindió, cabizbajo observó al profesor poniendo atención de nuevo.

Unos deditos tímidos tocaron su brazo, y volteó la mirada una vez más.

Jungkook tapaba su sonrojado rostro con la zurda, mientras que la diestra, temblando, le tendía un papel perfectamente doblado a la mitad.

Lo tomo confundido y lo desplegó lentamente.

Una hermosa caligrafía, con excelente ortografía se extendía en un pequeño texto.

¿Quieres saber un secreto? 

Alguien por ahí no puede dejar de pensar en ti.

Eres hermoso. Nunca creas de manera diferente.

Taehyung se sonrojó hasta las orejas, su cuello y mejillas también brillaban en un hermoso color carmín.

Y sonrió.

Porque era la primera vez que alguien le decía hermoso de manera tan única.

Tomó su bolígrafo y escribió:

¿Puedo saber quien no puede dejar de pensar en mí?

Observó al contrario tomar el papel aún sin mirarlo, era adorable verlo avergonzarse con la respuesta del rubio.

¿Quién NO podría dejar de pensar en ti? 

Taehyung se sorprendió con aquella respuesta.

¿Lo dices por algo en particular?

El contrario bufó acalorado, no se podían mirar a los ojos, pero las palabras eran más atrevidas que las tímidas miradas.

¿Acaso no te has visto en un espejo?

―JK

Sinceramente no veo necesario aquello.

―TH

Es correcto, eres precioso siempre.

―JK

Ayyyy Jungkook, ¿por qué dices aquello si no puedes mirarme a los ojos?

―TH

Tu preciosidad me dejaría ciego. 

Eres tan brillante que me quedaría sin vista al mirar a una estrella tan cerca de mí.

―JK

¿Acaso quieres decirme algo?

―TH

Taehyung sonrió, llevaban toda la hora mensajeándose por el papelito, algo que le parecía extraño, pero aceleraba su pulso.

Al sentir que el papel no llegaba miró a su lado, Jungkook no estaba.

Observó todo el salón, ya estaba yéndose los estudiantes y Jungkook salía tapándose el rostro con ambas manos.

El papel se encontraba en la mesa del castaño y volvió a abrirlo, encontrando una última nota.

No pareces humano, es más, puedo confirmarlo.

―JK

Taehyung se atoró con su propia saliva y palideció.

No, no, no... Él no podía saberlo.

Era imposible.

Taehyung se preocupó de sobre manera, sin saber que su pequeño compañero poeta no se refería a su pequeñito secreto.

Jungkook pensaba que Taehyung era tan hermoso, que era irreal verlo como humano.

Pero ese pequeño comentario cambiaría por completo el cursi momento de mensajitos.

―Taehyung es un ángel.―grito emocionado a sus Hyungs, los cuales sonrieron con euforia.