Te miró, y solo logro ver el por qué no podemos estar juntos.

Nuestros gustos son unas mezclas de todo lo que es perfecto en esta vida, y no hablo de una pizza con cerveza en una noche de relax.

Tenemos tanto que deseamos dar, pero es tan poco lo que en realidad sale de nosotros, por nuestra cuenta.

Cada que escucho uno de tus audios es lo que me alegra el día, así sean notas tontas o de peleas (que a mí parecer son las mejores), son algo que no puedo borrar, porque si lo hago estaría dejando atrás todo aquello que en algún momento fue mío, se que no volverá, pero aun no estoy listo para soltar, para dejarte ir...

Mis pensamientos son un sin fin de cuentos donde el final tiene tantas escenas que no existe una en la que no este de acuerdo contigo.

Esas memorias de vida que dejaste y que aún llenas son mi película favorita, me he convertido en un poeta suicida, o en un poeta depresivo, pero sé que eso es gracias a ti, a tus recuerdos en mi memoria, a tus carias, tus sonrisas, esas peleas de "te odio" que siempre terminaban en un "te amo", de tanto que no fluye cómo el agua, así cómo de tan poco que quema mi alma.

Somos piezas que no encajan, lo sé.

Pero con trampa tuvimos una aventura divertida y de adrenalina.

Es una pena que no te des cuenta de cuánto te valoré.

A veces veo los distintos enfoques a nuestro ya culminado libro, y no me importa estar cómo estoy, porque si no, nunca te hubiese conocido, a veces el engaño más grande tarda años en descifrarse, cómo también meses, días, minutos, hasta segundos, pero eso no hace que sea una opción menos, pues la verdad ¿Si no hay engaño, cómo se sabe el valor?.