L
Capítulo 50.
No hay finales felices ni tristes. Simplemente son memorias que te marcan para toda la vida. Unas las recuerdas con pesar... otra con una sonrisa en el rostro. El único desenlace es la muerte y la muerte nunca es bonita. Se deja a las persona que amas, a lo que construiste y los lamentos de lo que nunca se hizo.
Nunca creí que perder la vida se sintiera de esa manera. Que te arrancan tu corazón... se deja de sentir. Se olvida, hay una laguna. Se escuchan voces, pero no se abren los ojos.
Se desgarra tu alma y se pierde una parte de ti. Nunca se vuelve a ser el mismo. Creo que la peor parte de todo, es que no se puede volver a recuperar. No se puede volver al pasado para desear que las cosas fueran distintas. Simplemente cambia todo y deja un vacío que jamás volverá a ser llenado.
Creí que ya lo había perdido todo, que había sufrido los peores dolores.
Pero estaba tan equivocado.
Lo sucesos del 28 de marzo nos cambiarían, nos volverían una sombra. Una marca permanente en nuestra vida.
Perdón.
Aunque eso no la traería de vuelta.
Primero fue la bala que se interpuso en nuestros caminos.
Después fueron llantos.
Según la policía escapó y se encontró su cuerpo a un lado de la carretera con un disparo en la cabeza. No soportó lo que hizo. Y se hundió en su propia mierda.
Y de paso, como un huracán, nos llevó a nosotros. Nos trajo tragedia, pesar y lágrimas.
Perdón. Y mil veces perdón.
Debí ser yo y no tú.
Pero entiendo porque lo hiciste, querías ser valiente como tu madre. Querías protegerme, como yo tenía las ganas de protegerte.
Perdón de nuevo.
Perdón porque no pude evitarlo. Debí decirle a mi madre que te llevara. Y seguramente hoy estarías llorando mi muerte. Pero tendrías a tu madre, a tu hermana y mil razones más para continuar y ser fuerte.
No puedo estar más orgulloso de ti. De lo valerosa y madura que fuiste. Siempre fuiste una niña especial, una niña que valía tener el mundo a sus pies. Lo supe desde el primer momento.
Pero te fuiste de nuestros brazos, volaste al cielo como el ángel que eras. Seguramente nos ves con una sonrisa. Seguramente estas bien.
Pero te extrañamos, cada día. La casa no es lo mismo sin ti. Sin tus risas, sin tus travesuras. Sin poder escuchar de nuevo tu voz ni tus ideas. Se oye aún el eco de tus risas cuando anotabas un gol, se oyen tus gritos de emoción cuando nos mirabas. Todavía veo tus dibujos en la pared.
Recordándote.
Con un vacío en el pecho.
Con dos lágrimas.
Incluso extraño tus escusas para no levantarte temprano.
Cada pequeño detalle que te involucra, lo extraño y siempre lo extrañaré.
Bichito, me diste la oportunidad de ser papá. Me amaste y me permitiste entrar a tu vida. Y no entenderé porque te marchaste tan pronto. Pero agradezco que me hayas dejado entrar a tu vida.
Marcaste la mía profundamente, me enseñaste muchas cosas.
No debías de sellar mi destino, pero lo hiciste. Y te amaré, cada día de mi maldita vida. Te recordaré cada segundo, con alegría.
Porque eso trajiste a mi vida: alegría, emoción, aventura y lecciones.
Ahora lo entendí. Nunca fue mi culpa. Es cuestión del propósito.
Y tu propósito terminó, pero continuará tu legado.
Gracias y perdón.
Te amo y te amo. Eso ni la muerte lo podrá cambiar.
Día 1.
El primer diario que escribí, fue cuando perdí a mi primer amor. Ayudó a desahogarme, a expresarme y entender muchas cosas.
Ahora escribo este diario, para recordar todo lo que fuiste y lo que marcaste. A mi pequeño amor que quiero recordar, el amor inocente que me diste la oportunidad de experimentar.
Tu madre sufre, se lamenta por no protegerte. Pero de nuevo, no era nuestra culpa. De nadie...
Lloramos por horas, no nos queríamos separar de ti. Fue duro verte en un ataúd, con tu vestido blanco y tu piel pálida. No tenías expresión en el rostro. Pero sabíamos que fuiste una niña feliz.
Perdí a un padre, a una novia. Y perdí a mi hija.
Me queda saber que están tres en un lugar del cielo, cuidándome a mí, a Evane y a Salomé.
Nadie dijo que lo que venía después era tan duro. Nada te prepara para consolar el alma abandona. Nada te prepara para sufrir insomnio por recordar.
Nadie te prepara para sufrir.
Día 44
Sigue siendo difícil Shami, no hay lugar en la casa que no nos recuerden a la maravillosa niña que impregnó este mundo con color, bondad y alegría. Los del equipo te extrañan. Vaya que marcaste muchas vidas.
Siempre supe desde el primero momento, que eras diferente. Ibas a cambiar mi vida, y no me equivoqué.
Hoy la fundación abrió una nueva sede con tu nombre. No quiero ver a un mundo sin Noah Shamira.
Y cada vez que veo tu nombre, trato de darle sentido como tú lo hacías.
Día 59.
Tu mamá y yo somos fuertes. No nos dejó que nos derrumbara. Después de todo tú nos enseñaste lo que era la fortaleza de la familia.
Dolió escuchar cómo se desgarraba la voz de tu mamá cuando supo tu muerte o cuando se despierta y cree que todo es una pesadilla. Yo también lloro a su lado. Es horrible, pero luego contamos cada anécdota y reímos por lo increíble que fuiste. Creo que incluso en el más allá nos haces reír. Imaginamos lo que estarías diciéndonos. Tú y tus ocurrencias. Haciendo efecto ahora.
Nuestra familia está bien, no está completa porque faltas tú. Pero siempre tendrás un hueco en nuestros corazones.
A Salomé le cuento todas tus historias, una parte de mi lo hace para revivirte y recordarte. Para tenerte presente en nuestros corazones. A veces imagino de nuevo que cargas a tu hermanita. Pero solo es una ilusión. Cuando daría por volverte a tener.
Día 90
Hoy nos acompaña tu mamá en este diario. Te quiere escribir.
Mi bebé... mi fuerza y mi amor. Te extraño. No sabes el dolor que tengo en mi corazón. Hace tres meses te marchaste de mi vida... y fue como perderme por un momento. Pero luego vi tus dibujos en la pared, recordándome la perspectiva que tenías de la vida. Miraba todo de color y positivo. Traté de hacerlo por mucho tiempo y lo quiero hacer por ti. Para que estés orgullosa de nosotros.
Sé porque lo hiciste, porque para ti la familia era lo primero. Y eras la niña más valiente que he conocido. Una niña sin duda extraordinaria que impactaba la vida de cualquier persona.
Te extraño cada momento de mi vida, sé que será difícil pero nunca has querido vernos triste. Y seremos felices, solo déjanos extrañarte un poquito más. Si es posible, para toda mi vida.
Tu hermana crecerá oyendo anécdotas de ti. Te va a admirar, como cualquier persona que te conoció.
Un poquito más de lágrimas y prometemos hacer fiesta porque seguramente estás bien.
Mi dulce niña, por años fuiste lo único que tenía para vivir. Ahora lo entendí perfectamente, simplemente fuiste un ángel que Dios puso en mi camino. Ahora te reclamó porque cumpliste tu propósito.
Quisiera ser egoísta y recriminarle a Dios porque te fuiste tan rápido pero no me queda más que agradecer estos años a tu lado.
Te amo bebé. Siempre te amaré.
Con cariño, tu mami.
Nunca dejaré de pensar que la mejor decisión, fue amarte desde el primer momento. Trajiste luz, esperanza y vida. Y aún con tu partida, nos devolviste la valentía.
Nos recordaste el valor de la familia y el calor de un hogar.
Día 148.
Hola amor, de nuevo soy tu papá. Lo siento por no escribir mucho.
Hoy me casaré con tu mamá. No tirarás los pétalos como querías, pero estás en nuestros votos de amor. Siempre estarás.
Siempre serás parte de mí, de tu papá y de tu hermana.
Esta historia no ha concluido porque aun cuando no estes presente, seguirás siendo parte de nuestra historia.
Villa Ephrussi de Rothschild, Francia. 23 de agosto, 2020.
Estaba nervioso. Porque hoy iba a unirme a la mujer que amo en matrimonio.
Era feliz, muy feliz. Aunque tenía esa opresión en el pecho. Hace algunos meses le había pedido a mi pequeña jugadora el permiso para casarme con su mamá. Y antes de entrar al salón, tenía la necesidad de hablar contigo.
—Shami... cuidaré a nuestra familia como tú lo hiciste. Te lo prometo.
Y entonces al hablar al cielo, pude sentir por primera vez, desde la partida de Shami. Un alivio. Como si el viento me abrazara y me recordara lo que era estar en esos pequeños brazos. Que de una manera te hacía sentir seguro.
>>Aún no puedo creer que haré esto. Que daré este paso y siga nervioso. Tengo la oportunidad de casarme con la mujer que amo, que es mi complemento, mi compañera, la mejor amante y mi mejor amiga. Y no quiero decepcionarla. Quiero hacerla reír, quiero amarla con cada fuerza que tengo. Pero lo más importante, ser su consuelo y su apoyo. Danos fuerza mi amor, el matrimonio no es fácil y habrá batallas que todavía nos falta pelear. Pero lo lograremos.
Entonces llegué a la iglesia, tenía nervios pero podía escuchar la voz de Shami diciéndome que no tuviera miedo, que fuera valiente.
Y lo fui...
Porque la vi entrar y me quedé sin aliento. Estaba viendo a la mujer de mi vida, caminando hacia mi.
Cogí su mano. Le dejé un beso. Y entonces me puse a pensar en todo lo que hemos pasado.
Estaba hermosa. Dios sabe lo hermosa que era mi Evans, mi dulce Evans.
Ella es todo lo que uno puede desear. Y era el jodido ganador de la lotería cuando la tenía cerca.
Hemos vivido desgracias que pudieron hacernos fracasar. Pero a pesar de todo encontramos un túnel que nos llevaba a nuestro propósito. Salimos de la oscuridad hasta trazar nuestro camino. Lo hicimos juntos.
Un camino que ahora caminamos juntos. Y aunque nos harán falta personas, porque la perdimos en el trayecto. Seguiremos viviendo y recordando lo bueno que hemos pasado.
Nuestra promesa en el altar no fue que no tuviéramos momentos tristes. Porque en cualquier momento puede pasar en una pérdida o un lamento. Lo que nos prometimos frente a la gente que más amábamos y Dios, es que no importando los momentos que pasemos. Estaremos uno junto al otro, superándonos. Continuando con la vida y reavivando el amor. Nunca me iría de nuestra cama sin estar bien con ella. No me dormiría sin agradecer lo que tengo. No descansaría hasta solucionar cualquier mierda que trate de cubrirnos.
Seguiremos perdiendo a lo largo del camino, pero estaremos juntos. Mierda que si. Seremos nuestro soporte, hasta que a uno le toca partir. Debemos ser fuertes y valientes. Nunca perder la esperanza. Y creo que eso nos enseñaste tu. Para muchos, pudo ser un final triste tú partida. Pero no fue triste... fue parte de la vida. Y esta continua, continua a pesar que extrañarás, que duele y sufres.
Fue parte de nuestra historia.
Pero extrañar es parte de amar y tuve el privilegio de amarte. Por eso con orgullo te recuerdo, duele y quema en mi interior, pero entonces recuerdo todos los bellos momentos. Y me siento en paz conmigo...
Disfrutamos la boda. Reímos, comimos y lloramos. En el vals tenía a mi esposa en mis brazos, moviéndonos al ritmo de la canción, y fue cuando lloramos abrazados y como un equipo.
Creo que nunca dejaremos de recordarte. Pero fue hermoso. Porque eras parte de nuestro amor, y siempre lo serás. El amor que te tenia era infinito y aún permanece.
Muchos nos creían loco por continuar la boda en un año triste para nosotros. Pero después de todo tú nos hubieses prohibido cancelarla.
Al final de la boda lanzamos una lámpara al cielo. De una forma nos conectamos con Shami.
Y mientras mirábamos cómo se elevaba la lámpara hacia donde ella estaba. Entrelazamos nuestras manos, uniendo el tatuaje que nos marcamos con mi esposa.
Mi esposa. Era jodidamente maravilloso decirlo.
Mi esposa y yo tatuamos los momentos que nos marcaste. Irónico porque ahora estarías permanentemente con nosotros.
Nos habíamos tatuado tu insignia, tu esencia, tu recuerdo. Porque estarías por siempre en nuestra mente, nuestros corazones y ahora, en nuestro cuerpo.
Sonreímos al cielo. Ya no dolía, porque recordábamos con alegría.
No puedo asegurar que es un final feliz, porque en el camino perdimos mucho y aún así continuamos de pie.
Continuamos. Avanzamos. Nunca nos estancamos.
Al final no será lo peor que nos puede pasar. Veré que más nos ampara y si un día te alcanzamos.
Esta historia de amor aún no ha termina. Porque el amor... está impregnado en cada uno de nosotros. En la historia que hemos escrito poco a poco.
Mi amor por ti no ha acabado. Nunca se deja de amar.
Al final siempre se cuenta los momentos específicos que recordamos para definir quién somos.
Y hoy puedo decir con orgullo que estoy feliz de donde estoy.
Less y Salomé a mi lado. Y tú por siempre merodeando con tus locuras en alguna parte de nuestras vidas.
Cambio y fuera, tu amigo fiel, tu entrenador, Odri Orangután, el esposo de tu mamá, y por siempre tu papá.
Al fina de todos no solo tuve una historia de amor. Fue la de Less y la mía, unida estrechamente con la tuya. Con un lazo de siete nudos, que ni la muerte pudo destruir.
N/A: creo que me tarde más de lo esperado para subirlo. Pero espero que lo disfruten. Aunque me crean bruja, este final es necesario para el epílogo.
Siento que muchas veces asociamos la muerte con un final feliz. Pero nunca nos damos cuenta que a pesar de perder a alguien, igual debemos continuar felices, a pesar que recordar dolerá. Pero la vida sigue... con nosotros o sin nosotros. Y esa es nuestra decisión. Espero que hayan captado la evolución de Devon como persona a lo largo de la historia. Creo que he amado en lo que es Devon... en cómo cambió la perspectiva de la vida.
En fin... a mi se me salió una lágrima al escribir. No soy tan insensible. ¿Cuántas lágrimas derramaron? La que derrame más de ganará las dedicatoria en el epílogo. Jejejeje
SÍGANME EN MI INSTAGRAM: @anacontreras91
LINK DE FACE EN MI PERFIL
COMÉNTENME SI ME AMAN O QUIEREN ESTAR EN EL GRUPO DE WHATS APP
COMENTEN QUE TANTO LES GUSTO LA HISTORIA
COMENTEN SI AMAN U ODIAN EL FINAL
COMENTEN SI QUIEREN ALGO MÁS O UN EXTRA. Cuando lleguemos a los 500k subo un extra ;)
Capituló dedicado a: @liz2399k @juliepaola21 @geraldineblc @MariaEQuirogaMercado @mayeds
Con amor y malicia, Bry.
Psd. La foto de arriba son los tatuajes de Less y Devon
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro