23 de abril, 2021. Buenos Aire Argentina.

A veces no entendemos el porqué de las cosas. Las cuestionamos y dudamos. Hacemos berrinche contra el destino... y no nos damos cuenta de lo que estamos perdiendo. Perdemos porque ganamos, sin darnos cuenta. Reprochamos y algo grande está por venir. Y después de tantos golpes de la vida, encuentras una razón por la cuál te dejas sorprender. Experiencias.

L E S S

—¿Listo?

—Preparado

—¿Nervioso?

—Mucho.

—¿Y qué hacemos al respecto?

—Ir por ello —él me sonrió con esas sonrisas, que desde que eramos niños, me logró enamorar.

—Sabes que pase lo que pase, estaré siempre a tu lado — él me cogió del rostro, acariciándomelo para llevarme a conectar sus ojos con los mío. Con una mirada bastaba para que el mundo se detuviera.

—Sé que sí. Ya hemos pasado por mucho. Quiero hacerte jodidamente feliz — susurró contra mis labios y yo me puse de puntitas para unir sus labios con los míos.

—Lo soy mi amor, soy una mujer afortunada de tenerte — él me sonrió—. No sé que haría sin ti.

—Ser la mujer fuerte e independiente que sé que eres — sonreí porque él tenía esas frases para hacer que me enamorara cada día más de él.

Amar a Devon no se sentía una atadura, significa libertad. Ser esposa de Devon era encaminarme a una aventura diaria con él. A pesar que nos conocemos tanto, nuestra relación se basa en sorprendernos cada día el uno al otro. No hay día que sea aburrido, no hay día que no se presentan obstáculos.

Casi nos divorciamos una vez. El estrés y la tristeza casi nos consume. Pero entonces tuvo esos detalles. Hizo un picnic en la casa, me escribió un poema y me dijo que no estaba dispuesto a perderme. Que los dos íbamos a travesar lo que se nos viniera encima. Y no pudo estar más en lo cierto. En nuestro cuento no existía el príncipe que rescataba a la princesa. En este cuento, ambos luchamos para alcanzar que nuestro matrimonio funcionara.

Y no se quedo allí... no, no. Estaba también superar la pérdida, los juicios y también criar a una hija en tiempos difíciles. A eso se sumo la prensa y decidimos simplemente seguir adelante.

No fue fácil pero tampoco imposible; y después de un largo recorrido, nos encontramos de nuevo ante una nueva lucha. Que el volviera por su sueño. Fue difícil convencerlo, pero miraba en sus ojos como añoraba estar en el campo. Entonces cuando le llegó el contrato con los Boca Juniors, yo le obligué a firmar. Incluso usé el arma más persuasiva: la seducción. Eso siempre funciona. Nuestra química no se ha ido.

—Con Salomé estaremos esperándote — él se inclinó hacia su hija para besarle.

—Papi — dijo ella con una sonrisa y aplaudiendo. Yo la dejé en sus brazos y Devon la lanzó un poco al aire para luego atraparla y hacerle reír.

Me encantaba la conexión de ambos, era tan única y especial. Devon era un padre increíble, nunca dejaba a su hija al lado y la ponía como prioridad. A ambas. Nunca le negaba nada y la trataba como princesa. Si de algo estoy segura, es que Salomé tiene al mejor papá del mundo. Tengo un esposo maravilloso que desde el inicio, cuando decidió amar a una hija que no era suya, me enseñó que su amor es incondicional. Siempre lo ha sido. Por eso me duele saber que la vida lo ha jodido, porque se merece la felicidad entera.

—¿Cómo no hacerlo si tengo a una hija que me ve con esos ojos tan bellos e hipnotizantes? — dijo besando muchas veces a su hija, y ella encantada en los brazos de su padre, seguía riéndose—. ¿Qué hice para merecerlas?

—Siendo tu mismo. Tu conquistas lo que tocas — le guiñé un ojo y este me lanzó una mirada de advertencia.

—Guarda tus garras cariño. Hay público presente — bromeó y yo me acerqué a él para besarle.

—No dejes esperar a tus fanáticos, ve a conquistar el mundo — le pegué una nalgada antes que los de vestuario se lo llevaran. Yo reí viendo al amor de mi vida, tan orgullosa como siempre.

Amaba a ese hombre. Y sabía que a partir de esta decisión. Nuestro mundo iba a cambiar y nos enfrentaríamos a más problemas. Pero por él... hasta conquistar las estrellas me atrevería.

D E V O N

— Creo que nadie, absolutamente nadie... cree que hay una historia diferente a la que cuenta los medios. Hoy tenemos un invitado especial. Alguien que ha estado fuera del mundo del espectáculo por un largo tiempo. Aunque creo que todos le seguimos la pista. Su nombre no deja de sonar y tampoco de sorprender. De ser el soltero del momento, a un padre de familia entregado, amoroso y amado por todo su país. Creo que la evolución de esta persona, ha sido de gran ejemplo para muchos. Y seguramente, una inspiración para la siguiente generación. Demos la bienvenida a Devon Rodrigo Acosta.

Entonces estaba yo, de nuevo, frente a la pantalla con millones de espectadores. Hacia tiempo que no estaba en el mundo del espectáculo y buscaba la privacidad de mi familia. Después de todo, habían sido tantas perdidas y tantas heridas que sanar.

Ha pasado casi un año, todo fue tan rápido. Mi vida ha dado un giro de 360 grados. Y aunque la gente crea que eso no es un cambio porque volvemos al mismo lugar que iniciamos. Al girar 360, te llevas una nueva perspectiva y nuevas formas de ver al mundo.

—Hola... — dije ante la cámara y sonreí envolviéndome en este ambiente que ahora me resultaba tan desconocido—. Bueno... hagan las preguntas. No tengo nada que ocultar.

—Siempre con la misma energía — bromeó la presentadora, amiga de Mack—. Bueno, ya que has estado ausente por mucho tiempo, dile a todos lo espectadores sobre los último acontecimientos de tu vida.

—Claro, la gente tan chismosa como siempre — reí, porque lo más irónico de todo, era que a pesar de estar oculto, la gente seguía sabiendo de mí—. No sé que decir honestamente. Primero... estoy casado con una mujer extraordinaria. Es la mujer más fuerte que he conocido, ella me inspira cada día. ¿Saben lo afortunado que soy? Mierda... soy afortunado de tenerla a mi lado a pesar de todo lo que hemos vivido — susurro y busco con la mirada a mi esposa que estaba en el lado opuesto mirando todo—. Así que ya no soy el soltero más codiciado. Tengo esposa chicas y no tengo ojos para nadie más que ella — sonreí y mostré mi anillo de casado. Donde tenía tres nombres, los tres nombres de las mujeres que amo más que nada en el mundo.

—Entonces eres feliz. ¿Te sientes bien?

—Me siento... bien. Creo que la vida me ha jodido mucho... —susurro—. Creo que aún no me acostumbro a todo esto. Los últimos años han sido de locos. Aunque no lo crean... he madurado. Ya no soy el mismo Devon que actúa por impulso... digo, sigo siendo ocurrente. Es una de las cualidades que mi esposa ama más de mí. Pero no soy el mismo, en el sentido que cuando atravieso adversidades, ya no huyo cuando tengo la oportunidad y ataco sin pensar las consecuencias. La vida me ha enseñado a enfrentar lo que tienes miedo y hacerle frente... además que he tenido el apoyo incondicional de la gente que más amo.

—Llevas mucho tiempo alejado del foco de la cámara. Te has cerrado últimamente.

Rio negando con la cabeza: — Yo no diría que he estado cerrado. Hace tiempo aprendí a no esconderme —le sonrío a la cámara —. ¿Cerrado? ¡Jamás! La vida me ha abierto tantas puertas que me es imposible no aventurarme a nuevas posibilidades. Lo único que he hecho es tener este tiempo en privado para mí y mi familia. Lo hemos necesitado. Como todo mundo.

Me oía feliz. Porque estaba feliz. Jodidamente feliz. ¿Cómo era eso posible después de muchas patadas de la vida? La respuesta era sencilla, aprendí a ser fuerte y que no estaba solo. Que no podía ir en la vida lanzando golpes por impulso. Tampoco podía estar huyendo, porque de una u otra manera, me volvería a enfrentar a mis peores miedos.

—Entonces... ¿por qué hasta ahora has salido a explicarle al mundo dónde ha estado Devon Acosta todo este tiempo? Dejaste tu pasión... tu trabajo, tu hogar y tus sueños.

Pregunta dura, difícil en su momento. Pero ya no más.

— El Devon que conocían era un hombre vacío que busca amor en el los lugares menos convenientes. Creo que nunca abandoné un sueño... en el camino fui encontrando cosas de mí que ni yo mismo sabía. La vida me tuvo que golpear duro para realmente guiarme a donde debía estar. Y mierda... —silbé —. Sufrí como todo humano, me rompí por completo y seguramente tuve el corazón roto. Pero estoy aquí en una pieza y más fuerte que nunca. Encontré mi verdadero hogar... que irónicamente abandoné hace tiempo por perseguir "un sueño" cuando realmente estaba huyendo —paré un segundo—. Desde que estuve en este medio, estaba huyendo de mi pasado y encerrando mi corazón en una coraza impenetrable. Necesitaba volver a mis raíces para entender que debía dejar de correr y volver al lugar que me correspondía estar. Al final encontré mi lugar y quería tiempo para mi. Lo merecía. Todos merecemos ser felices sin que nadie nos esté jodiendo la espalda.

—Eres feliz —afirmó la entrevistadora y a mi se me escapó una sonrisa.

—El humano se compone de varios elementos simultáneos. Soy feliz... pero he perdido y como todo humano, me ha dolido. Pero tenía que pasar para formar a este muchacho que tienes hoy adelante.

—Entonces eres creyente que todo pasa por algo.

—Por supuesto. Dios no deja cabos sueltos. Nosotros somos los que nos hacemos líos en la cabeza para entender algo más grande que nosotros.

Y entonces por su mirada, sabía que las preguntas serían cada vez más profundas.

—Te saliste del mundo del fútbol porque hace años murió tu novia Samantha Harlow. ¿Quieres hablar de eso?— yo asentí, jugando con mis manos.

—Por mucho tiempo me culpé de su muerte. Después de todo... yo iba manejando — susurré con la mirada baja—. Pero luego una mujer más sabia... me dijo que no era mi culpa. Ella estaba allí porque me amaba y me había elegido. Estuvo conmigo cuando para mí, todo parecía irse a la mierda. No es fácil ver en los periódicos mucha mierda sobre tu familia. No tuve una buena infancia ni una familia completa. Pero detesté la idea que juzgaran a mi madre o a mi padre. Yo los amo a ambos... no los cambiaría. Y no dejaría que alguna persona se atreva a lastimar a mi familia, que es lo más importante. Además lastimaron a mi hermana y no estaba en mis mejores momentos. Claramente huí y Sam no quería que me encerrara. Ella decidió luchar conmigo y un borracho le quitó su vida. ¿La extraño aun estando con la mujer de mi vida? Pues claro. Ella marcó mi vida de una manera tan profunda que es imposible no recordarla. Era una mujer fantástica que nunca mereció todo lo malo que le pasaba. Fue mi gran tercer amor y parte de mi vida, siempre la recordaré.

—Y ese solo fue el inicio. ¿No es así?

—Claro, allí empezó la montaña rusa de mi vida y el inicio de la tercera etapa de mi vida. Mi propia recuperación y el reencuentro con mi primer amor.

—¿Tu primer amor no fue Isabella? — pregunta que era incómoda. Y por los ojos de la entrevistadora, ella sabía que punto tocó en mi.

—Al principio pensé que sí. Pero luego cuando volví a mi tierra... conocí a esta mujer que amo con todo mi corazón y se ha vuelto una pieza clave para mí. Yo conocí a Less cuando tenía tres o cuatro años... yo era pobre y ningún niño de la escuela donde estaba becado, quería jugar conmigo. Se burlaban de mí. Fue difícil y una parte muy dura. Tenía a mi padre y mi hermanita... pero entonce esa niña hermosa llegó a mi vida. No mentiré, yo creía que las niñas eran desagradables.

—De grande no mucho. ¿No es así? — reí porque sabía que se hacía referencia a mi etapa de don juan.

—Claro que no... pero de niño yo amaba y adoraba a esta niña. Ella me compartía de su comida, jugaba conmigo y yo la defendía de todos. De niño supe identificar que sería la mujer más bella del mundo, porque desde niña tenía esa sonrisa tan genuina y preciosa. Era la niña más guapa del kinder y hoy en día es la única mujer que no le puedo quitar las manos de encima — reí porque Less estaba sonrojada al fondo—. Y cuando la volví a reencontrar, esa química nunca se había ido. Seguíamos siendo Dev y Less del kinder. Es una linda historia de amor... la de tu primer amor.

—Eso es muy tiempo. ¿Sabes que te estás robando los corazones de todas las mujeres que en este momento te están viendo?

—No es mi intención... mi corazón ya se lo adueñó Less. Lo siento señoritas, sigo enamorado de esa mujer — reí ante la cámara como también la entrevistadora.

—Ahora Devon... dejaste de jugar en el Madrid y te dedicaste al hospital para apoyar la beneficencia.

—Ha sido una de las mejores experiencias. Sí un adulto quiere realmente conocer lo que es ser feliz, habla con un niño. Es tan hermoso. Tengo muchos minis mejores amigos que me han enseñado el valor de la vida y la felicidad. Que aunque la vida te jode, siempre se debe ver lo bueno. Y como digo, jódete cáncer — digo. Y era que estar en ese hospital, significaba una parte fundamental de mi vida. Conocer a esos niños ha sido una parte de mí que no puedo quitar.

—Cada día demuestras ese hermoso corazón que tienes. Eres un buen hombre.

—No soy perfecto... no soy completamente hombre. Soy humano. El error de todos fue ponerme en el ideal que era perfecto. Después de todo fallo continuamente. Y cuando te das cuenta de eso, empiezas a dejar de juzgarte duramente.

—Profundo — yo me encogí de hombros—. Devon quiero hacerte una pregunta, no quiero sonar dura ni entrometida...

—Quieres saber quién es la niña que robó mi corazón — susurré. Obviamente se tema iba a salir a la luz. Salió en los periódicos el día que la salvé, como también de esas fotos que nos sacaban cuando estábamos en el parte—. Es mi hija...

—¿Acaso...?

—¡No! — dije inmediatamente—. Es hija de Less pero desde que me enamoré de Less... fue inevitable no amar a esa niña. Mierda... es la niña más especial que he conocido. Fuerte e inteligente. Decidida y amorosa. Todos deben tener una Shami en su vida — sonreí—. Creo que nunca logré conocer el concepto amor, hasta que decidí amarla por igual. No me importaba su sangre, ella era el centro. Ella era ese motor. Diablos... fue tan bello estar con ella el tiempo que tuve la oportunidad de compartir con ella — se me había salido una lágrima. Seguía siendo vulnerable con este tema. ¿Cómo no extrañarla?

—Lamento su pérdida —de nuevo una piedra tocando mi ventana. Pero no me afectó como lo hubiese hecho hace años. Es más, podía oír su nombre y recordar todo lo hermoso a su lado. Hablar de nuevo sobre ella, me dio vida de nuevo. Porque era volverla a traer conmigo y dar un poco de ella al mundo.

—Yo perdí a mi hija, pero el puto cielo se ganó a un ángel —susurré con una lágrima, levantando la mirada y viendo al cielo —. Creo que mi esposa y yo necesitábamos ese tiempo en familia para acostumbrarnos a la idea que no tendríamos nuestra cuarta parte con nosotros. No queríamos la injerencia de nadie, ni medios preguntándonos temas dolorosos. Fue difícil... muy difícil para nosotros. Pero la pérdida es inevitable. Nadie está listo para ver partir a un ser amado. Pero estoy aquí, con el apoyo de mi esposa y mis hijas.

—¿Hijas? — notaba su curiosidad. Sabía que quería indagar y sacarme todo lo que podía para tener un buen titular.

—Mi hija Salomé y Shami. Créeme, está en el cielo haciendo de las suyas pero permanece viva en nuestros corazones. Todo lo que haga, quiero hacerla sentir orgullosa. Después de todo me dijo que era su héroe, y por ella y Salomé, seré el héroe que ellas merecen. Y obviamente el príncipe encantador para mi esposa —sonrío como idiota porque a pesar de nuestra lucha continua con las pesadillas, la pérdida y un intento de divorcio. Aquí estábamos con Evane luchando por nuestro matrimonio y nuestro amor. Porque nos debíamos esta oportunidad.

—¿Han pensado tener más hijos?

—No descartamos la posibilidad... pero ahora queremos criar a nuestra hija... seguir con nuestros proyectos y disfrutarlos. Ya vendrán más hijos... ambos queremos una casa llena de risas y travesuras — reí porque no había mayor anhelo que tener más hijos con Evane. Aunque todo a su tiempo y no quería apresurar las cosas.

—Entonces no más fútbol ahora que tu familia es tu prioridad — claro claro. No habían dejado de venir contratos a mi puerta para regresar al fútbol. Y después de mucho tiempo, tenía mi decisión final.

—Una no excluye a la otra —sonrío feliz —. Mi amante... confidente y mejor amiga me apoya con mi decisión. Ya pasé mucho tiempo fuera del foco, era un respiro que necesitábamos. Pero Devon a vuelto con más fuerza que nunca. Ya he cerrado el trató con los Boca Juniors y estoy ansioso por comenzar esta nueva oportunidad y aventura. Además que los periódicos necesitan que se les regrese este bello rostro —bromeó y de lejos veo a Less riendo y rodando los ojos. Me conocía. Pasó mucho tiempo para que volviera hacer el mismo chico bromista y ocurrente. Pero no hay nada que el amor no pueda. Fue un proceso de recuperación, rodeándome de las personas que amo. Además siempre tenía a mis niños entrenándoles que me daban nuevas razones para seguir luchando. Y mi hija, que me daba esas sonrisas cada día, que me miraba como su primer amor y por nada del mundo le fallaría.

—Creo que tus fanáticos han de estar emocionados por verte de nuevo en el campo.

—Yo también estoy emocionado. Después de todo sigo siendo el mismo pibe que le encantaba salir en los caminos del Boca para jugar con su viejo balón y encontrarse a esa niña de dos trenzas que alegraba su vida. Nada ha cambiado, salvo que ahora juego donde soñé de niño y junto a esa niña que se volvió el amor de mi vida — sonreí como idiota.

—¿Algún otro proyecto en mente? — me quede analizando la pregunta y sonreí travieso. Esa sonrisa que todo mundo sabía que era la característica número uno de Devon.

—Ya sabrán de mí más adelante, esto no se acaba. Aún falta mucho para llegar a donde quiero estar. Pero por ahora, disfrutaré lo que tengo y amaré como si hoy fuese mi último día.

Tenía la cara de idiota porque estaba orgulloso donde estaba.

El mundo no tenía idea de lo que estaba por venir. Iba a conquistar el mundo. Lo haría, claro que sí. Pero no estaría solo, ya no más.

Por mi mente empezaron a vagar las palabras de mi padre: "Se fuerte y valiente, haz ruido y nunca dejes de demostrar de lo que eres capaz. Todos deben saber quien es Devon. No pierdas tu esencia y lucha por brillas. Mucha gente necesitará de tu luz".

Y no pudo estar más en lo correcto.

Después de todo, aquí no acaba mi historia. Apenas está por empezar.

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