|Tu me quitaste todo lo que mas amaba |

Hadriano miro con horror como sus compañeros traían el uniforme de la escuela, las mujeres traían un pantalón debajo de la falda, pero ese no era el punto, les había dicho ropa cómoda. Se apreto el puente de la nariz y comenzó a decir por lo bajo algunos ingredientes de pociones para calmar un poco sus emociones.

- Creí a ver dicha ropa cómoda NO el uniforme -  gruño mirando a los demás que se removieron incomodos

-No tenemos –ropa cómoda- solo esto, nuestras demás ropas son para salir no para ejercitarse Henry-  de devolvió el gruñido Draco mientras juntaba sus cejas 

Abrió la boca algo indignado y en esos momentos llegaron sus nuevos – maestro- la rubia traía el uniforme de entrenamiento de las Viudas, una playera negra de tirantes ajustada y un pantalón elástico color negro igual de ajustado, sus mismos guantes con los dedos descubiertos que estaban vendados dándole una vista más ruda.

 El azabache solo tenía puesto el traje de entrenamiento del templo y un foco se prendió en la cabeza de él.

- Marcus, ¿puedes ponerles los mismo que tú a los demás?- soltó otro suspiro

- ¿Desde cuándo me tuteas?-  le dijo burlón mientras se ponía enfrente de todos -  Bien extiendan los brazos y cierren los ojos, sentirán como la ropa cambia, tranquilos no estarán desnudos-  aclaro al ver la cara de algunos

En un abrir y cerrar de ojos la ropa había cambiado a una similar al del hechicero, era de color verde esmeralda y en la parte de la espalda tenía el escudo de su casa, las mangas tenían una serpiente enroscada, simulando salir de ella. Miraron asombrados sus nuevas ropas.

- Si tienen otro uniforme no será necesario cambiar la ropa, pero en dado caso de que no, no duden en acercarse a mí y les devolverle la ropa

- Tenemos dos horas para entrenar, una ahora y la otra después del almuerzo. Las horas serán repartidas en 30 minutos cada hora- Yelena hablo mientras los miraba a todos" Quiero que diez personas vallan a las cocinas y les digan a los elfos que traigan botellas de agua para todos - señalo a los diez y salieron del lugar- Los demás divídanse en cinco grupos y no quiero de puras niñas y niños, esto será igualitario para todos 

Comenzaron a repartirse entre ellos y unos grupos quedaron de cuadro y otros de tres, Marcus tomo a algunos y Yelena tomo a otros para comenzar con el entrenamiento. Tomaron diez minutos en evaluar la condición física de todos y era nefasta, no aguantaban correr ni un metro si jadear y no había nada de musculo en su cuerpo.

- No por ser magos tienen que dejar sus cuerpos de lado-  regaño a todos que estaban en el piso jadeando

- Tenemos magia, no hace falta hacer esto-  Pansy le gruño con odio, pero sonó mas bien como una súplica ya que estaba jadeando en el piso

-  Si lo tienes y eso debería hacerte más fuerte, si estuvieras en una batalla real y pierdes tu varita estarías muerta, pero si tienes entrenamiento con o sin varita le podrías ganar más a esa persona" los demás la vieron sorprendidos-  Todos saben que soy una Viuda y en mi época de entrenamiento , los que tenían magia eran entrenados para no depender de ella , los hacían llamar las Parcas ya que era casi imposible derrotar a una ya que no importaba si le quitabas la varita a un podia matarte con sus manos y no con un palo para comida

Después de sus palabras de –aliento- los paro de nuevo y con más ánimos por no depender de sus varitas comenzaron, dieron unas cinco vueltas a el campo y descasaron un poco, les dio estiramientos y con los equipos que formo los comenzó a dejar una serie de ejercicios. Los 30 minutos pasaron de manera rápida y agotadora para todos, las otras casas que tenían hora libre miraban sorprendidos a las serpientes, no pensaban jamás verlos en el piso pidiendo que descansaran.

Marcus les enseñaba a bloquear golpes y Yelena les daba estiramientos para que empezaran a ser flexibles, las mujeres solo en estiramientos eran colocadas con mujeres y los hombres con hombres.

- Pueden ir a comer, no lo hagan mucho y si acaban antes o no tiene apetito vuelvan aquí - Marcus les hablo mientras este le tendía la mano a una serpiente para ponerse de pie

El Gran Comedor estaba algo intrigado por no ver a todas las serpientes reunidas, las puertas se abrieron y entraron en ella, los sorprendió verlos llenos de sudor y con una vestimenta extraña, pero muy linda ya que remarcaba de que casa pertenecían. 

Todos se sentaron y comenzaron a comer de manera rápida y muy poco, algunos de ellos tiraron la cesta de pan y la cargaron de toda el agua que había y algunas frutas, entre tres personas la sacaron y los demás solamente se masajeaban el cuerpo y seguían como mama gallina a los que salieron. No duraron ni cinco minutos en el Comedor, por unos instantes esos alumnos olvidaron que eran Sangre Puras y se comportaron como verdaderas personas sin prejuicios.

[ . . . ]

Había pasado una semana desde que los de quinto año entrenaban con Yelena y Marcus en ocasiones, notaron las mejorías a los tres días ya que no se cansaban tanto y comenzaban a ser más fuertes y agiles. Su dieta cambio por completo y se comportaban como un equipo y no era para menos si Yelena los hacia trabajar como uno y no individual, les fomentaba que el trabajo en equipo es esencial para la vida pero que también es bueno hacer las cosas solos, los Slytherin se olvidaron por completo de la clase de Defensa contra las Artes Oscuras y comenzaron a entrenar más. Notaron también que su magia se hacía más manejable y podían hacer más hechizos de manera no verbal o sin varita, eso refirmo el punto de Yelena, al no depender de su varita, su magia ya no estaba tan encapsulada y se sentía más libre de hacer las cosas, no tardó mucho en que los otros años comenzaran a seguir el ejemplo de sus mayores y en vez de estar en la biblioteca estudiando iban a entrenar.

Pronto todas las serpientes en fines de semana tomaban entrenamientos y se les podia ver con esas ropas extrañas.

Hadriano estaba mirando por encima de su libro a cierta rubia con el escudo de Ravenclaw, tenía algunos días que descubrió que se llamaba Luna, pero le decían Lunática (queria saber quiénes originaron eso para molerlos a golpes). No se atrevía a ir y hablar con ella por miedo a decir algo tonto o tropezar con sus pies.

- Pareces un acosador-  susurraron cerca de su oreja

Voltio rápidamente y noto que todos sus amigos estaban evitando reírse de él, Draco lo miro de manera burlona.

-Solo ve y háblale Henry, ella no muerde-  Pansy le animo un poco (en los entrenamientos arreglaron sus diferencias y ya podia decir que era otra amiga)

-No están fácil ¿de acuerdo?

Los demás comenzaron a alentarlo un poco cuando una plática los distrajo, algunos alumnos de Gryffindor se habían acercado a la rubia, la menor de los Wesley comenzó a hacerle comentarios algo venenosos mientras que las otras se burlaban o reían de lo que decía. La sangre de Harry está hirviendo de ira y sus ojos color azul (esta vez estaban de ese color) grillaron un poco.

-Vamos Lunática ¿Qué es lo que traes nuevo?-  le quito el periódico que estaba leyendo de las manos.

- Solo es el periódico que mi padre me envió, si le puedes devolver por fa-fa.... -sus ojos reflejaron algo de tristeza cuando esta lo rompió por completo

- Ups lo rompí- solo una risita que le siguieron las demás

Estaba por decir algo más cuando Harry decido intervenir- Aquí estas Luna, te he estado buscando por todos lados- le sonrío dulcemente, sin importarle si era brusco empujo a la pelirroja y se acercó a su Luna

- Oh-solo eso dijo mientras sus ojos brillaban de alegría y curiosidad- No sabía que me buscabas 

Ginny miro de arriba abajo a el Maximoff y le sonrío coquetamente- Luna no me habías dicho que tenían un amigo- se enrosco un mechón de cabello en su dedo mientras se mordía ligeramente el labio -Soy Ginny W.-w... 

-No me importa-  le dio una mirada similar a la de su padre cuando su padrino Wong le pide que asista a las reuniones de magos- Luna ¿nos vamos?- le tendió su mano mientras la miraba con ojos de enamorado

La pequeña rubia contemplo unos segundos su mano y la extendió tomando la de él, con el solo roce de sus manos sintieron como una descarga eléctrica les recorría todo el cuerpo. Como una enorme sonrisa Hadriano apreto un poco el agarre y la acerco a el de manera protectora saliendo de la biblioteca con un rumbo desconocido, atrás en la otra mesa de estudios estaba Draco y Pansy estaban recibiendo dinero de los demás. Apostaron que no duraría una semana más sin que este se atreviera a acercarse a ella, y sorpresivamente ganaron ambos y ahora sus dos amigos tenían cara de enojo e indignación, sacaron uno cuantos galeones y se los entregaron a regañadientes mientras maldecían en voz baja. 

[ . . . ] 

Habían pasado un mes desde esos momentos y era el mes de octubre, todo el Comedor estaba adornado como casa Muggle y el techo estaba hechizado mientras pasaban por debajo algunos murciélagos, el bicolor estaba teniendo una charla muy animada con su ahora novia mientras tenían las manos unidas por debajo de la mesa. Luna estaba feliz de haber encontrado su destino y esa felicidad se hacía más fuerte con el paso de los días, ella sabía quién había sido Henry antes pero no le importaba porque este nuevo chico le gustaba más y la hacía sentir tan protegida con ella.

-Me alegro por ustedes en verdad que lo hago mis amigos, pero.  . . ¿¡Es necesarios mostrarlo de esa manera!? - Zabini termino gritando mientras apuntaba a sus manos unidas.

- Cierto lo había olvidado- ignoro por completo a su amigo que estaba haciendo un pequeño berrinche y se giró a su novia - Mi madre los invita a ti y tu padre a pasar navidad con nosotros en casa, apartes de mis padres estará más familia que quiero que conozcas

Luna lo miro soñadora y se acercó un poco más a él -¿Crees que les agrade a todos ellos?, son importantes para ti y no quiero no agradarles-  ella jamás perdió su sonrisa mientras le hablaba

Su corazón se derritió por completo y soltó un bajo –Aww-, se inclinó hacia ella y le planto un corto beso en los labios.

- Pero si mi madrina ya te adora y mi tío político también, los demás te adoraran igual Lunita, no tienes que preocuparte por nada- ella le sonrió con mas entusiasmo y lo abrazo

- ¿Madrina, tío político? -  Theo lo miro confuso

- ¿No se los dije?- miro sorprendido a todos - Creí que lo había hecho, como sea. Yelena es mi madrina y Marcus está casado con el mejor amigo casi hermano de mi padre

- ¿¡QUE!?-  todos gritaron mientras como la niña del exorcista giraron sus cabezas, clavándolas en las de sus –maestros- que estaban conversando muy energéticos con su jefe de casa que tenía cara de fastidio, pero debes en cuento les hablaba

Ése día estuvo lleno de preguntas que le causaron dolor de cabeza y acabaron cuando su Lunita le pidió ir al bosque a ver a los Treslad, no se lo dijeron dos veces ya que la se puso en pie y salieron del lugar, el abrazándola por los hombros mientras ella sostenía su mano que colgaba entrelazando sus manos. 

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